Relato: Cosas inesperadas Cosas inesperadas.-
En argentina desde los a�os 1990 hasta el 2002 nos marcaron
en todos los sentidos. Tuvimos �pocas que parec�an buenas pero donde el empleo
era mas f�cil perderlo que encontrarlo, hasta que finales del 2001 y el 2002
completo todo se fue al carajo.
Mi historia comienza a finales del 1995 cuando mi esposo
perdi� su trabajo y entro en una fuerte depresi�n por no poder conseguir otro.
Yo hasta esa fecha jam�s hab�a trabajado en mi profesi�n, soy enfermera,
est�bamos c�modos, mi esposo no quer�a, su sueldo era bueno. Pero bajo estas
circunstancias era inevitable conseguir algo.
Primero fui a unos sanatorios privados, me tomaban el
curriculum y un entrevista y me mandaban a casa, as� pasaron unos meses, luego
prob� con los hospitales p�blicos, pero sin recomendaci�n ni siquiera una
entrevista me tomaban.
Charlando de esto con una amiga me comento de cierto
personaje politiquero, que nunca falta en este pa�s, pod�a sacarme una
recomendaci�n del intendente de la cuidad para entrar en el hospital. Yo me
entusiasme enseguida, y le ped� el nombre para ir a verlo, ella se ri� un poco
por mi efusividad a lo que me comento cual era el precio. Una noche completa de
sexo con este tipo.-
Me escandalice, me puse como loca no sabia como puede haber
gente con tan poco escr�pulos, sin moral, y que se yo cuantas cosa mas dije, lo
que si recuerdo es que termine diciendo que se meta la recomendaci�n en el culo.
Mi amiga se volvi� a re�r y me record� la pel�cula �Propuesta
Indecente� y que todas las personas tienen un precio seg�n las circunstancias
que las rodean, y que muchas decisiones deben ser cuestionadas bajo una lupa muy
particular para cada caso y que nadie tiene derecho de juzgar a otro por sus
acciones personales.
Cuando sal� de la casa de mi amiga, estaba un poco mas
tranquila. As� que decid� ir caminando hasta mi casa que queda como a 25
cuadras, me har�a bien pensar sobre el tema. Debo reconocer a estas alturas, que
a mi edad, 31 a�os cumplidos con dos criaturas, conservo bien mi forma, ya que
cuando mi marido trabajaba y no hacia nada mas que las tareas del hogar y cuidar
a mis hijos me sobraba tiempo para mi. Me gusta verme bien, en forma, ser
admirada, y para el caso si tanto me gustaba estar en forma era para mostrarlo.
En cuanto al sexo con mi esposo nunca me lo considere, no era ni bueno ni malo,
es con el �nico hombre que hab�a tenido relaciones intimas, el es eyaculador
precoz pero nunca me dejo con las ganas, siempre cumpli� conmigo, algunas veces
yo tenia 2 orgasmos pero no mas que eso, nuestras relaciones se limitan a un par
de minutos, 15 a lo sumo y ya estamos durmiendo, mientras caminaba recordaba la
primera ves que le quise chupar el pene, (me causo gracia el recuerdo) hacia
unos d�as que nos hab�amos casado y empezamos con los proleg�menos, como casi
nunca ese d�a tome yo la iniciativa y empec� a besarle la cara la boca y fui
bajando por sus pechos, tenia ganas de hacer un 69 por lo que ubiqu� mi cuerpo
sobre el suyo y segu� bajando, puse mi concha sobre su cara y comenz� a besar
los labios y a chupar mi cl�toris, me encanta la sensaci�n de una buena chupada,
esa electricidad, en cuanto roce su glande con mis labios los chorros de
espermas se me metieron por todos lados, me salpico la boca, (con mucho morbo
prob� que sabor tenia el semen, pero nunca se lo dije), la nariz, los ojos, el
pelo, en fin, un chiquero por todas partes, yo no segu� con eso y directamente
lo monte, pero su pene perdi� enseguida el vigor por lo que me conforme con un
polvo y me tuve que ir a ba�ar. Mi vida sexual se reduce a eso, una vez por
semana, siempre y cuando no me venga la regla que me dura 7 d�as, para
excitarme, me persigue durante el d�a con tocaditas, en la cama nos morreamos,
le gusta mis tetas que describir�a como com�n, a veces me chupa la concha me
monta por unos minutos, como eyacula enseguida lo hacemos despacio, me penetra
despacio y es el momento mas hermoso, luego acelera un poco, tengo mi orgasmo, y
nos dormimos. As� de corto, pero no me quejo por que yo tampoco busco mas, para
mi esta bien.
Venia pensando en todo esto y a mitad de camino me decid� a
no desechar del todo la propuesta de mi amiga con respecto al precio de la
recomendaci�n. Me sent� mas aliviada por su ultimo comentario de que no se puede
juzgar a las personas sin ver el entorno. Cuando llegue a casa el espect�culo
era realmente horrible, mis hijos encerrados en su dormitorios llorando mi
esposo tirado en la cama llorando tambi�n. Los hab�a retado mal por que al mas
quichito se le hab�a roto una copa de vidrio que se le escapo de las manos sin
querer, el jam�s se porto as�, pero desde que no puede encontrar otro trabaja,
esta con los nervios de punta. Primero calme a los chicos y luego me sent� con
�l en la cama y nos pusimos a charlar, estaba mal por que como todos los d�as
sali� a buscar trabajo y no consigui� ni siquiera una entrevista, nuestros
ahorros se estaban agotando y la situaci�n estaba cada ves peor, y peor se
pondr�a con el correr de los d�as si no hacia algo. Luego de calmarlo levante el
tel�fono llamando a mi amiga para pedirle que me consiga la entrevista.
Camino a la oficina de Walter, (la persona que me iba a dar
la recomendaci�n), mord�a bronca por como se estaba desarrollando las cosas, se
sent�a como las vacas que van al matadero. Aunque en casa me fui vistiendo en
forma discreta, con un camisa blanca y una pollera cl�sica color crema, la ropa
interior blanca, pero la mas sensual que tenia, consist�a en un corpi�o con tasa
para levantar mas mis tetas y la bombacha tipo tanga con encaje en el frente
donde mostraban mucho de lo que deb�a ocultar, adem�s me depile bien por lo cual
quedo como cuando era adolescente, no entend�a bien por que me prepare tanto,
pero lo hice a conciencia. Adem�s use lo ultimo de un perfume hermoso, muy
sensual.
Al llegar me anuncie con la secretaria quien me hizo sentar
en los sillones de la recepci�n, y le comunico por tel�fono mi llegada, en la
espera cre� notar cierta cara de picard�a por parte de la secretaria lo que me
molesto sobremanera y yo, segu�a acumulando bronca, poni�ndome cada ves mas
colorada. En esos pensamientos estaba cuando sale por la puerta un hombre joven,
por lo que en ese momento ca� en cuenta que no hab�a pensado en como pod�a ser
f�sicamente esta persona. Pero lo que vi me gusto enseguida, era alto, alrededor
de 1.80, pelo casta�o, tez morena por el sol, ojos verdes intensos, nariz
aguile�a y ment�n fuerte, con una buena espalda, en general todo muy bien
ubicado. Me levante y pase a su lado, percib� su aroma a perfume, realmente
encantador
Tu eres Edit, como estas, me llamo Walter. Y me extendi�
la mano.
Buen d�a se�or (trate de mantener la distancia para no
tutearlo) y le di la mano.
Vienes por la recomendaci�n para entrar en el hospital,
seg�n lo que me comento mi secretaria.-
A si es, necesito el trabajo y me comentaron que deb�a
hablar con Ud.
Por favor tut�ame que me hace sentir muy mayor y somos de
la misma edad,
Pens� en el trabajo y en la falta que me hacia por lo que esa
fue la primera de las concesiones.
Esta bien Walter, cuando puedo tener ese papel.
Ma�ana mismo lo tendr�as firmado por el Sr. Intendente,
pero sabes el precio, que a la vista va ser muy bien pago.
Me volv� a poner furiosa pero controlada pensando en mi
posici�n.
Podr�amos cambiar el precio, la verdad es que me pone muy
mal en tener que pasar por eso, me siento ultrajada.
No por favor, nada de eso, pens�moslo como si algunas
personas les pido cortar el pasto, a otras les pido hacer la limpieza a ti
te pido que pases la noche conmigo, nada de amor ni compromiso, una sola
noche de sensaciones, nada mas, ves que es poca cosa en comparaci�n con lo
que vas a recibir a cambio.
Su forma de ponerlo me dejo sin defensa o en realidad no me
quise defender, no lo se, lo que si se es que concretamos para esa misma noche a
las 9.00 en su casa, me dio la direcci�n en su tarjeta personal, y me despidi�,
esta ves con un apret�n de manos y un beso en la mejilla.
Para esa noche le dije a mi marido que iba de mi amiga por
que estaba enferma y pasar�a la noche con ella, as� de paso me pod�a cubrir, y
el acepto de buen grado, y yo me sent� fatal, era la primera ves que le ment�a a
mi esposo con toda alevos�a para enga�arlo, pero bueno era como una maquina que
comenz� a andar en el mismo momento en que se quedo sin trabajo y segu�a en
movimiento, y sin saber donde paraba exactamente.
Prepare la ropa en un bolso y me fui a lo de mi amiga, somos
amigas desde la primaria, por lo que nos conocemos hasta en el pensamiento. Al
llegar me eche a sus brazos y me puse a llorar, ella me acaricio y me hablo
desde el coraz�n, dici�ndome que lo que hacia estaba bien por que trataba de
defender a mi familia, y por ello cualquier cosa estaba bien. Me llevo al ba�o
me desvisti�, ella tambi�n se desvisti� y se meti� a la ducha conmigo, yo estaba
como ausente, como zombi, me deje hacer, me lavo la cabeza, me paso un jab�n con
aroma que usaba para ocasiones especiales, sus manos me estaban transportando,
tiernamente me acariciaba los pechos, se entreten�a con los pezones, se me
pusieron duros como cuando estaba embarazada, s�per sensible, suaves, en verdad
me estaba calentando, nos pusimos frente a frente y le plante un beso, primero
t�mido, luego cada ves mas profundo se confund�an nuestras lenguas, mientras mas
me masajeaba las tetas con la izquierda y con la derecha jugaba con mi entre
pierna,
Te afeitaste toda para la ocasi�n.
Si no se por que lo hice, pero lo hice.
Esta bien, te va a dar mas seguridad y a mi me gusta mas.
Dicho esto fue bajando hasta mis pecho y los chupo con ganas,
luego bajo hasta mi concha, y comenz� con besos cortos en toda la ingle, pasaba
su lengua por toda mi almeja y se deten�a un buen rato en mi cl�toris, como dije
antes me encanta la sensaci�n de electricidad, pero era totalmente distinto a lo
que sent�a con mi esposo, no era ni mejor ni peor, solamente distinto y muy
bueno, mientras que con su boca me derret�a con su mano derecha me acariciaba
las piernas y sub�a por atr�s hasta el culo y luego volv�a a bajar, con la
izquierda me fue introduciendo un dedo por delante, y luego otro, yo estaba con
los ojos cerrados, concentrada totalmente en el placer que me hacia sentir,
cuando noto que deja lo que estaba haciendo, se incorpora me da un beso de
lengua en la boca, saboreando mis propios jugos, me da vuelta y me poner con el
torso inclinado sosteni�ndome de las llaves del agua y con las piernas rectas y
algo separadas, y continuo con la chupada de concha mas larga que jam�s me
hicieron, pero esta ves siento que a dem�s de los dedos en mi chocha, su boca
juega con el agujerito del culo, las sensaciones me cuesta ponerlas en palabras,
yo frunc�a y ella me calmaba y me incitaba a que me relaje, y as� fue metiendo
un dedo, lo sent� hacer tope, y mas electricidad corri� por mi cuerpo, volv� a
ponerme tensa y me volvi� a tranquilizar relaj�ndome otra ves, y en ese momento
sent� otro dedo mas, fue la gloria, en ese instante me llego un orgasmo como un
torbellino, una r�faga, se me doblaron las piernas y ca� de rodillas, con las
contracciones en el centro de mi cuerpo y se extend�a por todos lados. Mi amiga
se asusto un poco, jam�s vio algo semejante, la tranquilic� y me puse de pie
como pude, le explique que era la primera vez que tenia sexo anal. Nos
terminamos de ba�ar por que se nos hizo tarde, y quedamos para otro d�a su
placer, que seguramente voy a tratar de que sienta la mismo que lo que sent�.-
La ropa que llevar�a a la cita deb�a ser justa, no hacerme
sentir como una puta, pero si sensual, con gracia, no sabia como se
desarrollar�a la noche, pero lleve un conjunto ropa interior bien sensual,
corpi�o calado de encaje (me fascina el encaje), sin dejar de mostrar mucho,
bombacha normal, no calada, que me hacia sentir mas segura, medias para el
detalle de sensualidad. La pollera tipo tubo un poco encima de las rodillas
color verde claro claro, blusa negra con los botones sueltos desde los pechos
hacia arriba, y un saco cl�sico para completar el conjunto me maquillo mi amiga,
con apenas un color en los labios, algo de rubor en las mejillas y un poco, muy
poco de tonos en los ojos, me peino con el pelo bien recogido.-
Cuando me mire en el espejo me costo reconocerme, no
recordaba la ultima ves que me vest� tan bien arreglada, parec�a que iba a un
almuerzo de negocios. Y en realidad lo era pero en lugar de almuerzo seria cena
con postre.
A estas alturas ya estaba mas calmada, el echo de tener sexo
con mi mejor amiga (cosa que nunca jam�s me paso por la cabeza) me sirvi� de
tranquilizante, por lo que en el taxi camino a la casa de Walter, me puse a ver
el paisaje urbano.
La casa esta ubicada en un country, una zona muy paqueta, con
todas casas hermosas, y la del me impacto de verla de afuera. Un hermoso jard�n
muy bien arreglado al frente con �rboles altos y libuztrines, con un caminito de
adoquines que llevaba a la puerta principal, esta era de madera tallada muy
grande con vidrio a las costados, todas las ventanas de la casa tambi�n eran de
madera y ten�an el mismo tipo de dibujo tallado, el frente de ladrillos visto,
con enredaderas pegadas en partes, en la parte superior de las casa ten�a un
balc�n, y con el techo a dos aguas, la iluminaci�n daba el efecto que la casa
esta flotando, sin ser estridente.
Toque timbre y me asuste un poco, por que fue como que
reaccione cual era el motivo por lo que estaba ah�, respire hondo y me suavice
lo mejor que pude. Cuando abri� la puerta me causo mayor efecto que en la
ma�ana, no rabia, sino consternaci�n, tenia un pantal�n negro de hilo, una
camisa salm�n y zapatos n�uticos negros. Su tono de piel contrastaba
maravillosamente con la camisa y sus ojos resaltaban como esmeraldas, esta de
mas decir que me gusto mucho lo que vi, y a consideraci�n de su expresi�n al ver
el tambi�n le gusto lo que vio.
Pase a la estancia principal en donde tenia preparado un
aperitivo para romper el hielo y a mi realmente me vino muy bien, empezamos a
charlar de cosas triviales, como el tiempo, de donde eres, donde estudiaste y
todo eso fue haciendo que mi respiraci�n se normalizara. Me invito a pasar al
comedor donde tenia preparada la mesa con velas, la comida, pollo con salsa de
esp�rragos, no se si lo sabia pero es mi debilidad. Cenamos y charlamos con
mucha naturalidad, realmente convers�bamos y coincid�amos en muchas definiciones
de la vida. Luego del postre (ensalada de frutas con helados de menta granizada,
otra de mi debilidad) pasamos nuevamente a la estancia principal, me ofreci� un
wisky y lo acepte, no soy de beber ese tipo de bebida, pero lo necesitaba para
calmar mi ansiedad por que no sabia como se suceder�an las cosas sabiendo. Beb�
muy poco, por que no se que parte mi quer�a estar bien lucida para el gran
momento.
Como a las once treinta estando los dos en el sof�, me
pregunta si quiero ir al ba�o, acepto por que la verdad es que me estaba
orinando, creo que vale aclarar algo, toda la casa estaba amueblada con un
estilo cl�sico antiguo, muy bien dise�ados, inclusive el ba�o, con una un
vanitori raro y hermoso.
Luego de la coqueter�a t�pica que tenemos las mujeres de
arreglarnos frente al espejo, y convenci�ndome a mi misma que esta todo bien,
abro la puerta del ba�o y me lo encuentro a �l que me sale al cruce, y sin
mediar palabras me toma de la mano y me lleva por las escaleras hacia la planta
alta, en el recorrido mi respiraci�n se acelera y mis manos transpiran, el lo
nota me mira y me sonr�e, son lograr calmarme demasiado, lo que si sent� al ver
esa sonrisa es que por ser la primera ves que enga�aba a mi marido con otro
hombre, por lo menos este era muy guapo. Tambi�n ca� que era la primera ves que
me acordaba de mi esposo en toda la noche, por lo que tome la decisi�n en ese
momento que no lo recordar�a mas.
Entramos al dormitorio, que supongo deb�a ser el principal,
tenia una somier de dos plaza y media con espaldar de alto labrados y columnas a
los pies que sosten�an un mosquitero blanco enrollado como cortinas, adem�s
contra los pies hab�a una c�moda con cajones y un espejo enorme, Walter me solt�
la mano en medio del dormitorio, camino hacia las cortinas que corri� sin
cerrarla del todo, fue hasta la llave de la luz, bajando la intensidad hasta
dejarla a media luz, que daba el toque de intimidad total, con un toque de
temperatura que te dir�a que estar vestido daba calor.
Se acerco a mi desde atr�s, me paso los brazos por la cintura
y comenz� a besarme el cuello y las orejas, apretando mi cuerpo contra el suyo,
al primer contacto di un respingo, como queri�ndome separar, luego me fui
serenando hasta relajarme, sab�a para que estaba ah�, cerr� los ojos y me deje
llevar por las sensaciones, el calor de su aliento, la seguridad que transmit�an
su cuerpo, me fui apoyando en �l, lleve mi cabeza contra su hombro, mi espalda
en su pecho, mi cola en su paquete, sus manos jugaban con mi panza, la
acariciaba, llegaban a mi cintura y volv�a al centro, cuando noto que me
desabotona el primer bot�n, me doy vuelta y le busco la boca con la m�a, primero
fue un beso de pico, luego otro, y otro, el abri� la suya y la lengua encontr� a
la m�a en camino, la sensaci�n iba acrecentado, un jugueteo suave y cada ves mas
apasionado, mis manos jugaban con su cuello y pelos, las suyas con toda mi
espalda, fueron bajando hasta que me toco la cola, en ese momento me separe lo
mire a los ojos, debo reconocer que me encandilaron, me hipnotizo su sonrisa su
gracia, yo estaba presa de emociones que no tenia desde mi juventud mas
temprana, un poco como si un sue�o se hiciera realidad.
Sus manos lentamente abandonaron mi espalda y continuo
desabotonando uno a uno los botones de mi blusa, suavemente, a cada bot�n que
saltaba me daba un beso, yo le respond�a y me dejaba hacer. Cuando termino de
sacarme la prenda, yo empec� con su camisa, la verdad con un poco mas de prisa
que �l, tenia urgencia de ver su torso, la realidad supero la ficci�n, era
evidente que hacia mucho ejercicio, sus hombros eran poderosos, brazos muy bien
marcados al igual que sus pechos y abdomen, sin un solo vello, lo acaricie y
bese a mi antojo, el mientras tanto encontr� el broche de mi pollera, bajo el
cierre lentamente y esta se desliz� al piso como hoja seca de invierno, sin un
solo sonido, yo desabroche su cinto y los botones de la cremallera del pantal�n,
corr� mis dedos alrededor de la cintura y lo desliza hacia abajo, su paquete
quedo a la altura de mis ojos por lo que evidenciaba, �l estaba tan caliente
como yo por que su pene pretend�a salir de su encierro, debo reconocer que no
era de una medida que dan miedo, pero si un poco mas grande que contra el �nico
que puedo comparar.
A estas alturas los dos en ropa interior, me aferr�
nuevamente de su cuello y lo bese con mucha pasi�n, realmente con ganas, mi piel
contra su piel, emparejar las temperatura, se respiraba en el ambiente una
calentura que aumentaba y crec�a con el correr de los minutos, no se cuanto
tiempo estuvimos bes�ndonos, pero fue bastante o me pareci� a mi, me saco de la
concentraci�n del beso el sonido del gancho de mi corpi�o, sin separarme del
todo baje los brazos y esto cayeron el piso junto con el resto mi ropa, me volv�
a juntar a su cuerpo, era espl�ndido sentir mis pezones contra su pecho, los
empec� a frotar suavemente, en el contoneo tambi�n acerque mi concha a pija, que
ya estaba a todo vapor, era alucinante, todo s�per er�tico.
No aguante mas y baje a sacar de su encierro al aparato que
solo estaba imaginado, que la realidad me confirmo que estaba todo tan en
harmon�a en el que parec�a obra de una escultora, lo acaricie suavemente, en
este momento me traiciono mi practica sexual de casa, ya que a mi esposo con
solo toc�rsela un par de veces terminaba, por lo que evitaba hacerlo, entonces,
al retirar mi mano, �l la tomo tiernamente, pero con decisi�n y la gu�o de nuevo
a su miembro, yo segu� acariciando lentamente su herramienta, mientras no
bes�bamos, ya con un poco mas de furia, mientras sus manos en mis tetas, yo
ayudaba separ�ndonos un poco para mejorar su acci�n, la abarcaban por completo,
hacia correr el pez�n entre los dedos y luego los tapaba, aplastaba y apretaba,
o paseaban por mi almeja que a esta altura ped�a a gritos ser liberada para
poder estar en el juego tambi�n, como si me leyera el pensamiento, sus manos
deslizaron al mismo tiempo hacia la bombacha y la bajo lentamente sin prisa,
pero sin pausa, se le notaba en el rostro como disfrutaba del momento, luego me
saco la medias una a una, bes�ndome todo a lo largo de la pierna, fue el echo
culmine, su vista se clavo en mi concha y no la separaba, yo no se por que lo
hice, por instinto o por ganas pero separe un poco las piernas para que pudiera
ver mejor.
En la posici�n en que est�bamos, yo parada y �l de rodillas a
mis pies me sent� segura, mas fuerte, el lo noto, me sonri�, y me beso en los
labios superiores, luego su lengua sigui� el camino llegando hasta la entrada,
recorriendo todo el camino de vuelta, yo con mi mano izquierda me tome de una de
las columnas de la cama y levante mi pierna derecha sobre su hombro, no se si
para facilitarle la tarea o para mejorar mi placer lo cierto es que de tanta
calentura, mis jugos corr�an por mi muslo, cuando Walter se ensa�o con mi
cl�toris, se me nublo la vista, tuve que recurrir a una fuerza extra para
sostenerme, el mir�ndome desde abajo volvi� a sonre�r por mi primer orgasmo, se
levanto lentamente d�ndome besos en mi monte, ombligo, pechos, y me beso en la
boca con la pasi�n que ya conoc�amos entre ambos. Yo por segunda ves en mi vida,
volv� a saborear mis jugos, y todo en el mismo d�a.
Me tomo en sus brazos, me levanto como una reliquia que se
teme romper por lo fr�gil y lentamente me deposito en el centro de la cama, se
sent� a mi derecha y me beso con un piquito, sigui� por mi cuello, hasta llegar
a mis pezones, como podr�s imaginar, estos parec�an dos piedras, pero lo que me
asombro fue la aureola entorno a estos, era mucho mas grande de lo que jam�s la
tuve, su trabajo con la lengua era espectacular, succionaba, mord�a, lam�a,
acariciaba, y repet�a su juego una y otra ves, alternando de un seno a otro. El
tiempo perdi� todo significado, lo que val�a eran solo los sentidos, estaban tan
definidos, tan afilados, que cualquier roce, respiraci�n, jadeo se multiplicaba,
todo era sexo, hasta la mas sutiles de las caricia era sexo. Mientras el
continuaba con mis tetas, vi su pene libre por lo que lo tome con mi mano,
sobandolo, acarici�ndolo, retire el pliegue de piel, floreciendo un glande
impresionantemente rojo, sus venas estaban a reventar.
Levanto su cabeza de la posici�n en que estaba, yo tenia
deseos de mamarlo, de conocer su sabor, pero no me dio tiempo, puso otro
almohad�n en mi espalda quedando casi sentada, y con una ligereza que me llamo
la atenci�n me separo las piernas, se coloco entre ellas, apunto su pija a mi
entrada que por estar totalmente libre de pelos, daba una imagen s�per fuerte,
adem�s al estar casi sentada pod�a ver todo sin ninguna dificultad, as� que
lentamente tomo con su mano izquierda y apoyo la cabeza de su miembro, empez� a
recorrerlo de punta a punta, suavemente, tiernamente, hasta que cayo donde yo
deseaba tanto, se tomo con ambas manos del espaldar de la cama, yo totalmente
despatarrada lo mire a los ojos, le sonre� y baje otra vez la vista a la escena
mas er�tica que jam�s me imagine, ya que yo era participe del ella, fue entrando
lentamente, vi como me entro mil�metro a mil�metro, fue fant�stico, maravilloso,
se me puso hasta la piel de gallina, cuando estuvo todo adentro cerr� los ojos y
volqu� la cabeza hacia atr�s, por la posici�n en que est�bamos mi vagina
dificultaba el ingreso, pero rozaba continuamente el cl�toris, entonces saque la
almohada extra, me recost� un poco mas, Walter se solt� del espaldar y se apoyo
sobre m�, permitiendo un total acceso al interior que lo recibi� con total gozo.
Solo puedo decir que en todo ese tiempo me concentro en una sola parte, en el
sexo, tanto m�o como el de �l, fue maravilloso, lo besaba en el pecho en la boca
gritaba de gozo, cuando llego el orgasmo no me tomo de sorpresa, lo venia
sintiendo crecer desde el primer instante en que me penetro, e iba aumentando su
intensidad, as� que cuando estallo, �l lo contuvo con su cuerpo, recibi� los
embates de mi pelvis, las contracciones de mi estomago, mi grito apagado por su
pecho. Quede totalmente rendida, exhausta, sin fuerzas, pero con todos los
sentidos potenciados, hasta su respiraci�n sobre mi hombro me causaba
cosquillas, el se retiro lentamente, y para mi asombre no hab�a acabado y
todav�a estaba como al principio, no lo pod�a creer, lo mire a los ojos y le
pregunte que le paso, lo que me respondi� que nada, que la noche reci�n
empezaba.-
Totalmente transpirados juntamos nuestros cuerpos en besos y
caricias. Lentamente me puse de costado para estar frente a frente paso su brazo
derecho bajo mi cuello y con la derecha me continuaba acariciando la espalda, yo
pase mi brazo izquierdo bajo su cintura con la derecha segu�a el mismo recorrido
en su espalda, nos acercamos y nos pegamos totalmente, su pene quedo prisionero
entre nuestras panzas, entonces lo tome con mi mano, levante un poco la pierna y
lo pose entre ellas, en el lugar exacto en donde yo queria tenerlo ahora la
uni�n era total, boca con boca, pecho con pecho, sexo con sexo. Todo era
armon�a, nuestros movimientos r�tmicamente coordinados.
Su mano tomo mi nalga derecha y su dedo mayor busco mi ano,
lo encontr�, lo acaricio, lo exploro, lo tomo, me fui relajando como con mi
amiga en la ducha, jugo todo el tiempo que quiso, en el instante en que me mete
el segundo dedo, baja un poco su cuerpo, y su verga que continuaba acariciando
mi concha, entra suave, la avasalladora, me llena por completo, su boca toma un
seno y lo lame, lo chupa, lo mordisquea. �l se retira de mi y yo ruedo boca
bajo, se levanto un segundo de la cama y lo veo regresar con una toalla en la
mano, no entend�a para que era, pero no me importo, se puso detr�s de mi,
levanto mis caderas hasta quedar de rodillas y mi torso y cara pegados a la
cama, y me empez� a lamer toda mi zona er�gena, desde la concha hasta el ano.
En esa posici�n mi entrega era completa, vuelve a ponerme un
dedo en mi ano, luego otro, me penetra por la concha, toma un poco de vaiv�n, se
retira, retira los dedos y los reemplaza por la pija, lo primero que recuerdo
fue un peque�o grito de dolor, un AY apagado, las ganas de cagar, luego el
placer, al sentir sus bolas golpear mi vulva, lo tome como un triunfo, primera
ves por ese lugar, siempre se lo negu� a mi esposo por que pens� que doler�a
mucho, que equivocada estaba, �l entraba y sal�a dando largos viajes, me tenia
sujetas de las caderas y cuando llegaba al fondo se deten�a unos segundos,
disfrutando tambi�n �l de la estreches.
En esa posici�n lo �nico que nos contactaba era mi culo y su
verga, mi esf�nter estaba totalmente amoldado a su miembro, entonces lentamente
me fui levantando, suavemente, para que no se salga de mi, hasta apoyar mi
espalda contra su pecho, record� que est�bamos as� cuando el se acerco a mi por
primera ves en ese dormitorio, levant� sus manos hacia mis tetas amas�ndolas, yo
con mi mano izquierda la pase atr�s de su gl�teo para llevar el ritmo, y con la
derecha la pose sobre mi concha y con los dedos sosten�a su verga para que no se
salga de su lugar sagrado, mi orgasmo fue muy singular, ya que coincidieron con
el susurro de que se estaba viniendo, sent� sus eyaculaciones en mi interior,
una tras otra, llegando a lo mas profundo y resulto como una llave para que se
habr� el m�o tambi�n, hasta en las convulsiones le pusimos el mismo ritmo,
cuando se sali� de mi puso enseguida la toalla entre mis piernas, me levanto y
me llevo al ba�o, me deposito en el inodoro, no pronuncie palabra, no entend�
por que hizo eso, el tambi�n se lavo con jab�n su pene. La explicaci�n estaba
cuando me levante y observe el inodoro, su esperma mas mis heces, no la sent�
salir, me lave en el bidet, y fui a su encuentro.
Walter estaba en la cama esper�ndome con una sonrisa, muy
picara, me pidi� que lo perdone por no decirme lo de la toalla y que me saco
r�pido de la cama pero que si pasaba en la cama me iba a morir de la verg�enza y
me hubiese marchado. Le di las gracias mientras caminaba hacia la cama y me sub�
como una gatita que busca caricias, hasta el ronroneo me sali� perfecto, �l
estaba boca arriba le di un beso como ya nos domamos, primero peque�o y luego la
pasi�n pura, a todo esto no tenia ni idea de las horas ni el tiempo como dije
antes, ahora la urgencias eran de mi cuerpo, todo las barreras que �l bajo esa
noche no tenia idea que exist�an en mi, pero estaba libre y quer�a mas. Fui
bajando mis besos por todo su cuerpo escultural, tenia el sabor salado de la
transpiraci�n, llegue a los dedos del pie y volv� a subir hasta quedarme con la
verga en la boca, estaba un poco fl�cida, pero no mucho. Y empec� a chap�rsela,
mordisque un poco el glande, lo bese, lo lam� como si fuera un chupa-chupa, con
una mano acariciaba sus bolas y con la otra lo tenia haci�ndole como una paja,
hasta que me lo met� todo lo que pude en la boca, como dije antes no era
descomunal, pero lo usaba de maravilla, mi paladar me transmit�a sensaciones a
todo el cuerpo.
Cuando lo tuve duro otra ves, me ergu�, pase una pierna a
cada lado de su cadera, tom� firmemente su pija y lo oriente hacia mi placer
total, entro f�cilmente, empec� a subir y a bajar, luego mov�a mis caderas de
adelante hacia atr�s, en circulos, la penetraci�n era total, los pelos de su
pubis estaban cortitos por lo que el roce con mi cl�toris potenciaban el placer,
�l se sent� un poco y comenz� a chuparme mis pechos, todo lo que hac�amos era un
te doy placer y te lo devuelvo mejor.
En eso hice algo que jam�s hab�a echo, lo recost� en la cama,
me sal�, gire d�ndole la espalda, gui� nuevamente el arma pero mir�ndolo todo no
quer�a que se me escape ning�n detalle de cuando me penetraba, y me vi en le
espejo cabalg�ndolo, y as� segu�, sub�a y baja, en c�rculos, me vengo un dos
tres veces, el me dice que tambi�n va a acabar y lo recibo triunfal, toda su
lefa un mi concha, toda, los aprisiono con los labios mayores no dejo escapar
nada lo quiero todo, Walter termina como desmayado, yo destrozada, cuando me
acuesto al lado de �l siento salir de mi interior todo su esperma, me
desalienta, pero estoy feliz, �l se levanta va hacia la ventana y me llama, yo
como puedo me levanto y me acerco a �l por detr�s lo abraso por la cintura
juntando mis manos por delante el apoya las suyas sobre las m�as, miramos el
amanecer, y veo un cielo claro, di�fano y los bordes del sol asom�ndose en el
horizonte, me puse a llorar, no de tristeza sino de todas las alegr�as de esa
noche, estaba en el s�ptimo cielo, solo flotaba, se volvi� hacia mi y me beso
con toda su pasi�n, volvimos a la cama y lo volvimos hacer, por delante por
detr�s, todo, todo.
Me fui de su casa cerca de las once de las ma�ana, sin
dormir, con la recomendaci�n en las manos, con mis bajos totalmente irritados,
pero feliz como pocas veces en mi vida, me sent� como un chica que roba un dulce
de un tienda, que al comerlo a escondidas tiene un sabor especial.
El relato es totalmente imaginativo, cualquier coincidencia
con la realidad significa que la vida se transformo en un solo comercio, y seria
muy triste.
Saludos.-
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Relato: Cosas inesperadas
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