Relato: La porteria (1) Sal� de casa hacia las 10 horas de la ma�ana, llevaba un
vestido de gasa azul celeste, zapatos de tac�n beige y medias de malla blancas,
cog� el coche y al salir el conserje, de pie al lado de la puerta del garaje, me
salud� efusivamente, como siempre, pero esta vez no quitaba la vista de mi
escote y de mis piernas, pues al ir conduciendo la falda estaba recogida
bastante arriba dejando ver buena parte de mis muslos.
Sal� y me re�a yo sola pensando en la cara del hombre, era un
se�or de unos 48 a�os, pelo muy canoso, de manos fuertes y complexi�n atl�tica,
pero de aspecto rudo, no tenia ning�n complejo en mirar fijamente lo que le
gustaba en mas de una ocasi�n hab�amos comentado esto mismo con algunas vecinas.
Al volver sobre las 14 horas cargada de paquetes, a Julio que as� se llamaba, le
falto tiempo para correr a ayudarme. Al aparcar abri� la puerta de mi coche para
invitarme a salir, se qued� ensimismado pues mi falda estaba totalmente recogida
y se ve�a el final de mis medias cortas, sal� enseguida y abr� el maletero, como
siempre un mont�n de bolsas.
D�jeme a mi se�ora Lucia, que esto es cosa de hombres, muchas
gracias pero no se moleste, entonces �l con su acento andaluz me dijo: molestia
servir a una belleza como usted? es un lujo y no una molestia, muchas gracias
hombre, que salao es usted. Julio cargado con mas de 8 bolsas se encamino detr�s
de m� hacia el ascensor y yo al llegar abr� enseguida la puerta para dejarle
pasar pero con las bolsas y la estrechez de la puerta el hombre sin querer me
roz� toda, sobre todo mis pechos, ya que gasto una 100, disculpe esto es tan
se�ora estrecho, no se preocupe Julio. Subimos a casa y abr� la puerta, pase por
favor, si donde dejo todo esto? Aqu� mismo ya lo recoger�, no, no d�game que
esto pesa, mire en la cocina.
Dej� las bolsas, quiere una cerveza? No se�ora, si hombre
si�ntese un minuto, bueno un minuto que tengo mucho curro, vale hombre, me puse
delante de �l, abr� la nevera y supuse que la fuerte luz har�a que se
transparentasen mis piernas, y efectivamente as� fue aquel t�o rudo se estaba
poniendo, y yo sin saber muy bien porque disfrutaba provoc�ndolo, uy � pues no
tengo ni una aqu�, me agache para ver un estante bajo y seguro que mi potente
culo marco sus formas pues el body que llevaba era tanga, yo de reojo ve�a como
se frotaba la entrepierna, me levant�, espere que aqu� arriba hay seguro, es
igual se�ora, no de ninguna manera ay�deme que no llego, el se puso detr�s de mi
y pude sentir su aliento en mi nuca, donde? Ah� est�n al fondo, ya las veo, yo
no me aparte y note como su bulto rozaba mis nalgas, el tambi�n lo noto y se
qued� un instante quieto yo gire un poco mi cara y lo mire, estaba
congestionado, me miro y de golpe lanz� su enorme mano a mi culo apret�ndolo, ah
que hace, que?
Me empuj� sobre la encimera, sus dos manos casi me arrancaron
los tirantes del vestido para liberar mis pechos y los estrujo sin la m�s m�nima
delicadeza mientras dec�a: valla par de tetas tienes so pend�n, oiga pero que...
calla guarra, diosss me trataba como una fulana jam�s me
hab�an hablado ni tratado as�, pero la verdad es yo estaba s�per mojada, te vas
a enterar de lo que es un t�o y no tanto pijo medio maric�n, se apart� un poco,
se desabrocho los pantalones, y se la sac� mir�ndome, yo me quede con la boca
abierta, un pedazo de pene impresionante, gruesa con un glande enorme y de unos
27 cm. de largo y bastante gruesa, no me pude contener dios m�o � me tomo por el
pelo me agacho y yo de rodillas me trague como pude aquel cipote enorme, umm,
ummm, chupaba sin cesar, estaba como loca, te gusta eh?
Umm, siii...me levant� de golpe y tumb�ndome sobre la
encimera de espaldas a el me subi� las faldas y pego un fuerte cachete en el
culo, joder que pedazo de culo� y sin mas cogiendome una pierna y levant�ndola
de costado apunto su gruesa polla y me la clav� de un golpe, ahhh, que gusto,
sus fuertes manos en mis caderas me hac�an da�o y como una mu�eca de trapo me
hacia ir adelante y atr�s en una follada descomunal, su verga entraba y sal�a de
mi chorreante vagina a placer, no hab�a cari�o, ni dulzura , ni siquiera
respeto, solo deseo y puro vicio, su olor a hombre, sus modos toscos, te hac�an
sentir como un puto objeto para su placer, pero al mismo tiempo me sent�a el
objeto mas preciado del mundo, y su enorme polla me estaba dando todo el placer
que una puede esperar, aquel bruto empez� a jadear y sus movimientos se
aceleraron, yo grite aguanta un poco so cabr�n, as� lo hizo y tuve un orgasmo
salvaje notando como mis l�quidos ca�an por mis piernas como hacia a�os que no
pasaba, el se tens� y con un gru�ido anunci� que estaba a punto yo con un
certero movimiento me la saqu� y al tiempo me agach� para tomarla en mi mano
masajeando su glande y chupandola hasta que exploto en unos chorros de caliente,
espeso y abundante semen que ca�a en mi boca y yo tragaba con lujuria , dej� su
polla completamente limpia, me levant� y relami�ndome el semen que me sobresal�a
por la comisura de mis labios, le solt� una bofetada y le dije: es usted un
bruto, v�yase ahora mismo, ya recoger� yo todo esto.
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Relato: La porteria (1)
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