Una vez de nuevo en casa la vida
volvi� a la normalidad, si as� puede
llamarse a follar con tu madre
y tu padrastro todos los d�as. Era genial que
los tres vivi�semos juntos
y tuvi�semos una relaci�n y una actitud tan
libre. Est�bamos habitualmente
desnudos en casa, cuando nos apetec�a nos
met�amos mano o foll�bamos
sin tener que andar con excusas o explicaciones,
o si no nos masturb�bamos
donde nos placiese sin temor a que nos viesen. La
casa estaba plagada de consoladores
y art�culos pornogr�ficos que us�bamos
con pasi�n. En suma nuestra
existencia era una org�a sin fin.
Llev�bamos un mes de desenfreno
cuando tuvimos que interrumpir nuestra
estupenda vida familiar. En aquellas
fechas vino a nuestra ciudad mi primo
Kosuke. Este es el hijo del hermano
mayor de mi madre y de su mujer
japonesa, a la cual conoci�
en la multinacional en la que trabaja. Yo hab�a
visto a Kosuke muy pocas veces
pues �l y su familia viv�an en Jap�n desde
que tenia dos a�os y hab�an
venido muy pocas veces a Espa�a. El chaval venia
a Espa�a a estudiar el idioma
y su padre quer�a que viviese con nosotros
hasta que encontrase alojamiento,
pero mi madre por esas cosas de los lazos
de familia le ofreci� hospedaje
por todo el tiempo que fuese a estar en la
ciudad.
Cuando le recogimos en el aeropuerto
nos encontramos con un producto curioso
de la mezcla de razas. Kosuke,
que ten�a entonces 19 a�os, mide 1,90 metros
y tiene los ojos grises, caracter�sticas
que hab�a heredado de mi t�o,
mientras que de su madre hab�a
recibido una tez muy suave, un pelo negro
como el carb�n que llevaba
recogido en una coleta y unas facciones muy
femeninas. Al verlo yo pens�
que si vistiese como una chica nadie pensar�a
jam�s que era un hombre.
As� pues la llegada de mi
primo nos fastidi� la diversi�n. Evidentemente
dejamos de ir desnudos por la casa
y de follar en cualquier lado y recogimos
todos los vibradores, juguetes
sexuales, revistas y pel�culas porno que
ten�amos en la casa. La
llegada de esta visita en definitiva me hab�a jodido
la diversi�n y por m�s
simp�tico y sociable que era a m� me ca�a fatal.
Pronto decid� que la situaci�n
ten�a que cambiar pues ahora apenas
foll�bamos los tres. Yo
quer�a volver a tener una vida como la que ten�a
antes de la llegada de mi primo
y me pareci� que lo mejor seria tratar de
incluirle en nuestros juegos, porque
la posibilidad de que se buscase otro
lugar donde vivir era muy remota,
aunque esta soluci�n tampoco me parec�a
que fuese f�cil.
Pas� alg�n tiempo
mientras yo trataba de madurar un plan de acci�n cuando,
como sucede a menudo, el azar me
mostr� el camino que deb�a seguir.
Un s�bado en el cual mis
padres hab�an ido a cenar con unos clientes de
Alberto y tanto Kosuke como yo
hab�amos salido cada uno por nuestra cuenta,
yo volv� a casa antes de
lo normal. Mi coche me hab�a estado dando problemas
y antes de quedarme por ah�
tirada decid� volver a casa en lugar de
continuar de marcha. Al llegar
a casa me extra�� ver que hab�a luz en la
habitaci�n de Kosuke, pues
cuando sal�a los s�bados sol�a volver muy tarde y
m�s me sorprendi�
encontrar aparcado en nuestro garaje un coche que no era
nuestro. Pens� que Kosuke
hab�a venido con una amiga a darse un revolc�n y
mi vena voyeur me indujo a no hacer
ruido para tratar de espiar a la pareja
mientras estaban en acci�n.
Sigilosamente sub� a mi habitaci�n que estaba al
lado de la de mi primo y sal�
al balc�n. Este era compartido por las dos
habitaciones de modo que sin dificultad
ninguna me puse frente a la puerta
exterior de la habitaci�n
de Kosuke. Las cortinas estaban parcialmente
corridas lo cual en lugar de entorpecerme
la labor fue una ayuda porque
mientras que por la rendija que
quedaba abierta pod�a ver perfectamente la
habitaci�n, la cortina me
ocultaba de posibles mirada de mi primo o su
acompa�ante.
La escena dentro de la habitaci�n
era de impresi�n. All� dentro hab�a un
tipo de unos treinta a�os,
rubio con ojos verdes y que a todas luces era
alem�n o sueco y una chica
con rasgos orientales. Me tom� un momento darme
cuenta de que la chica era Kosuke.
Estaba perfectamente maquillado, lo cual
unido a sus rasgos faciales femeninos
y a su total carencia de barba me
indujeron a pensar en un principio
que se trataba de una chica. Mi primo
llevaba su melena suelta cay�ndole
sobre los hombros y vest�a una minifalda
negra, un top del mismo color,
medias hasta los muslos y un liguero a juego
y por ultimo un tanga rojo todo
lo cual era m�o. Yo hab�a notado que a veces
faltaba ropa de mi habitaci�n,
pero como tengo mucha y lo que faltaba
siempre aparec�a en el biombo
de la ropa sucia pensaba que la hab�a puesto
yo all� y luego lo hab�a
olvidado.
Kosuke y el n�rdico estaban
bes�ndose con pasi�n y mi primo recib�a la
lengua del otro chico hasta la
garganta, intercambiando gran cantidad de
saliva. Despu�s de un rato
de besuqueo Kosuke hizo que el tipo se levantara
y comenz� a desnudarle.
A medida que iba qued�ndose desnudo Kosuke besaba y
acariciaba los pectorales, la espalda,
las piernas los pies y el culo de su
pareja. Kosuke no paraba ni un
momento en su besuqueo y manoseo de la
musculosa anatom�a del vikingo.
Esta disfrutaba mucho del tratamiento que mi
primo le estaba dispensando con
la lengua y m�s aun cuando mi primo se meti�
su polla en la boca.
De rodillas ante el germano Kosuke
se fue tragando la verga del tipo hasta
que la tuvo toda dentro. Sin ning�n
esfuerzo se trag� los 19 cent�metros del
rubio para luego pasar a lamerle
dulcemente la verga como si fuese un helado
o una piruleta. El tipo gem�a
de placer gracias a la mamada que le estaba
propinando mi primo el cual alternaba
las lamidas con introducciones de
aquel espol�n hasta que
le llegaba a la garganta.
Yo estaba ardiendo de deseo y comenc�
a masturbarme con ganas. Me met�
varios dedos en el co�o
mientras que a la vez tiraba lentamente de las bolas
chinas que siempre llevo metidas
cuando salgo de casa, disfrutando de las
sensaciones que me proporcionaba
la fricci�n de las bolas en mi esf�nter,
todo lo cual me hacia estremecerme
de placer.
Cuando volv� a mirar el n�rdico
hab�a tumbado a mi primo sobre su cama y le
estaba desnudando encima de ella.
Lentamente le fue quitando toda mi ropa y
lamiendo su suave cuerpo, pues
Kosuke tiene una caracter�stica habitual en
los orientales como es la falta
de vello corporal. Cuando fue despojado del
tanga pude ver la polla de mi primo,
un m�sculo de unos 16 cent�metros de
largo y 6 de grosor que estaba
totalmente brillante gracias a sus fluidos
preseminales. El vikingo se lo
chup� hasta que estuvo totalmente erecto,
entonces le dio la vuelta y le
separ� las nalgas. El tipo aquel enterr� su
cara entre sus nalgas y le lami�
a fondo el ojete. Mi primo gem�a de placer
como una perra en celo y le reclamaba
que le empalase ya. El hombre sigui�
lamiendo el ano a mi primo hasta
que lo llev� al orgasmo y este ped�a
hist�rico que lo enculasen,
en ese momento de un solo golpe le meti� toda la
polla en el ano.
Kosuke lanz� un alarido mezcla
de placer y dolor que me sorprendi�. El
germano no se dej� impresionar
y comenz� a encular a mi primo con fuerza,
arranc�ndole jadeos de placer.
Aunque Kosuke estaba siendo cabalgado con
fuerza no se quejaba en absoluto,
muy al contrario exig�a que le sodomizasen
con mas fuerza, exigencias que
su compa�ero trataba de cumplir.
Despu�s de un rato el n�rdico
dio la vuelta a mi primo como si se tratase de
un pelele tras habersela sacado.
Hizo que levantase sus extremidades
inferiores y que se doblase hasta
que sus piernas descasaron sobre su pecho,
quedando con el culo totalmente
abierto y su erecta polla apuntando hacia su
propia cara. En tal posici�n
el germano volvi� a hundirle la polla en el
culo hasta que sus cojones golpearon
con las nalgas del oriental. La nueva
postura en que era sodomizado encant�
a Kosuke que ahora gritaba sin parar
de placer.
Yo segu�a masturbandome fren�ticamente
y en mi af�n por llegar al orgasmo me
met� mi pu�o por
completo en la vagina. Era la primera vez que lo hacia y la
sensaci�n fue incre�ble,
tras mover mi mano un poco en mi interior logr� un
orgasmo que me hizo caer al suelo
pues las piernas no me sosten�an de la
intensidad de mi corrida.
Mientras tanto en la habitaci�n
la fiesta tocaba a su fin. Sin necesidad de
tocarse la polla en absoluto Kosuke
lleg� al orgasmo y recibi� en su boca su
propia corrida, una buena cantidad
de cremosa y espesa leche de nabo, y
luego el vikingo desenterr�
su falo del culo de mi primo con animo de
correrse pero primero hizo que
Kosuke le limpiase la polla de los rastros
que la enculada que acababa de
proporcionarle le hab�a dejado en el pene. Mi
primo se trag� aquel nabo
sucio con avidez y pronto recibi� una descarga
seminal que le rebos� por
los labios y cay� en su pecho. El vikingo se
dirigi� hasta donde hab�a
dejado su ropa y sac� su cartera. De esta extrajo
un mont�n de billetes, los
enroll� y se los meti� parcialmente en el culo a
mi primo.
- Te los has ganado, me has dado
un buen servicio - dijo el n�rdico.
- Gracias - respondi� mi
primo mientras se los sacaba - �Te gustar�a que nos
duch�semos antes de que
te vayas?.
- Claro - dijo el germano acompa�ando
a mi primo en direcci�n al ba�o.
En ese momento yo aproveche para
volver al garaje y sacar el coche para que
as� no se diese cuenta de
que yo hab�a estado all�. Media hora despu�s el
germano sali� de all�
en su coche acompa�ado por mi primo que segu�a
vistiendo mis ropas.
Despu�s de lo visto esa noche
estaba claro que hab�a una forma de incluir a
Kosuke en nuestro secreto. El d�a
siguiente aprovechando que Kosuke sali� al
cine lo comente con mis padres
despu�s de que nos pag�semos un buen
revolc�n.
- Me gustar�a que todo volviese
a ser como antes de que llegase Kosuke -
dije yo mientras relam�a
los restos de semen que tenia en las mejillas.
- Ya y a m� - dijo Alberto-
Pero ya me dir�s como con tu primo por aqu�.
- Solo tendr�amos que incorporarlo
a nuestro circulo de sexo familiar -
se�ale yo.
- Me parecer�a bien - terci�
mi madre - El problema es como.
- He descubierto algo muy interesante
acerca de �l y que seguro nos
permitir� incluirlo en nuestros
juegos.
- �El que? - preguntaron
al un�sono mis padres.
Yo les cont� lo que hab�a
sucedido la noche anterior con todo lujo de
detalles mientras que mi madre
comenzaba a masturbar a mi padrastro mientras
tanto.
- Muy interesante - dijo Alberto
mientras disfrutaba de la paja que le hacia
mi madre.
- No creo que a mi hermano Jaime
le gustase saber que su hijo se traviste y
prostituye - a�adi�
mi madre justo antes de meterse la polla de Jaime en la
boca y recibir en ella toda su
corrida.
- Bueno, pues despu�s de
esto creo que esta claro que podr�amos unir a
nosotros a Kosuke - sentenci�
yo.
- Estoy de acuerdo - dijo mi padrastro
mientras mi madre asent�a con la
cabeza pues tenia la boca llena
de semen.
- Dejadlo en mis manos y yo lo preparare
todo - asegur� yo - Tan solo
necesito que el s�bado por
la noche salg�is igual que ayer por la noche.
- Dalo por hecho - finalizo la conversaci�n
mi padre.
Durante aquella semana tuve bastantes
cosas que hacer para prepararlo todo.
Lo primero fue registrar de arriba
abajo la habitaci�n de mi primo. Encontr�
numerosas revistas porno y de todas
las tem�ticas, no solo de porno gay sino
tambi�n de porno heterosexual
de tem�tica bizarre, ya sab�is con
fistfucking, lluvia dorada, enemas,
coprofilia, y sobre todo revistas de
transexuales en las que follaban
tanto con chicos como con chicas y una
buena colecci�n de consoladores,
aunque no tanto como la de mis padres y yo.
Esto me dio la idea de que mi primo
no rechazar�a follar con una chica por
mas que fuese un travest�.
Luego consegu� que un amigo cuyo padre tiene una
tienda de art�culos de imagen
y sonido me dejase algunos equipos, en
concreto un par de c�maras
con minitr�podes motorizados, un par de monitores
y los cables necesarios para conectar
los equipos entre s� y controlar a
distancia las c�maras. Una
vez con el equipo en mi poder el viernes instal�
una de las c�maras en la
rejilla del aire acondicionado de su habitaci�n
tras colocarla de modo que no interfiriese
con la grabaci�n y prepar� los
monitores y todo el cableado.
El s�bado por la noche yo
fing� que sal�a con mis amigas y en cuanto �l
sali� de la casa yo volv�
a entrar y prepare la otra c�mara en el balc�n de
su habitaci�n, para as�
asegurarme que pod�a grabar todos los detalles.
Ahora solo era cuesti�n
de esperar.
Despu�s de un par de horas
un coche se detuvo ante la verja de nuestra casa.
Furtivamente me asom� y
vi que tras aparcar en nuestro garaje de �l bajaban
un chico y una chica espa�oles
y mi primo que vest�a ropas m�as y tenia que
reconocer que le sentaban muy bien.
Sin pre�mbulos ningunos se dirigieron a
la habitaci�n de Kosuke.
Este puso m�sica y prepar� unas bebidas para los
tres. Mientras se beb�an
los combinados tambi�n se fumaron un par de
cigarros de marihuana que terminaron
de desinhibirles. Cuando terminaron con
todo se desnudaron r�pidamente
y dieron comienzo al espect�culo.
Yo estaba viendo todo a trav�s
de los monitores que hab�a instalado en el
antiguo despacho de mi padre, puesto
que all� no pod�a entrar mi primo, pues
como ya sab�is la puerta
de esa habitaci�n estaba siempre cerrada con llave
debido a su utilizaci�n
en aquellos momentos. Me tumb� desnuda encima de la
cama y cog� el vibrador
mas gordo que all� hab�a y el cual nunca hab�a
usado. Comenc� a lamerlo
de arriba abajo como si fuese una polla de verdad.
Despu�s de unos momentos
y como sabia mucho a goma me lo restregu� bien por
mis labios vaginales humedeci�ndolo
con mis fluidos y entonces volv� a
lamerlo disfrutando as�
de mis propios jugos.
Entre tanto la chica y Kosuke no
paraban de chupar la polla al chico el cual
estaba como loco con esa doble
mamada. La chica y mi primo estaban lamiendo
hasta el �ltimo mil�metro
de aquella polla y lo hac�an con una deliberada
lentitud, disfrutando de toda ella
y tratando de alargar lo m�s posible el
placer del chico. Tras un rato
de felaci�n a d�o la chica se desplaz� hacia
el trasero de su novio y comenz�
a lamerle el culo. Primero se deleit� con
las nalgas y luego pas�
a ocuparse del ojete, perfor�ndolo con su lengua y
explor�ndolo hasta que ya
su lengua no daba m�s de s�. A la vez mi primo
segu�a con su labor bucal
trag�ndose ahora aquella verga hasta la base,
llevando al chico hasta el borde
del orgasmo para en el �ltimo momento
sac�rsela evitando la eyaculaci�n
para volver a comenzar. Tanta estimulaci�n
ten�a al chico al borde
del delirio, necesitaba un desahogo y entonces
agarr� a mi primo la cabeza
con fuerza y comenz� a moverse como si le
estuviese follando la boca, incrementando
por otra parte le penetraci�n de
la lengua de su novia en su recto,
para terminar corriendose sobre la cara
de mi primo. La eyaculaci�n
fue espectacular. Numerosas descargas de semen
cruzaron el aire para aterrizar
en la faz de mi primo que en pocos momentos
ten�a la cara llena de semen.
La chica pas� entonces a lamer la cara de mi
primo, quien a su vez se relam�a
el semen depositado en su cara. Una vez
estuvo la cara de Kosuke limpia
de semen la chica se fundi� en un intenso
beso con lengua con su novio compartiendo
as� la esencia� masculina del
tipo.
En aquel momento mi primo pas�
a ocupar el lugar de la chica dedic�ndose a
lamer el ano del chico hasta que
este recupero su erecci�n, entonces se puso
a cuatro patas sobre la cama incitando
al chico para que le penetrase. La
novia del tipo abri� al
m�ximo las nalgas de Kosuke y tras escupir en su
ojete y lamer un poco la punta
del nabo de su novio, este apoy� su carajo en
la abertura del ano de Kosuke.
De un h�bil golpe la meti� hasta el fondo
arrancando a mi primo un suspiro
de placer y luego comenz� a bombear
r�tmicamente dentro del
ano del travest�. Kosuke estaba disfrutando de las
penetraciones profundas de chaval
en su recto, y del ritmo machac�n que
hab�a impuesto a su penetraci�n.
Por su parte la chica no se qued� parada
sino que una vez vio que la follada
de su novio estaba perfectamente
encarrilada cogi� y se meti�
bajo Kosuke y coloc� unas almohadas debajo de
ella hasta que estuvo a la altura
id�nea para coger la polla de Kosuke e
introducirla en su depilada vagina.
Sin dudar se la meti� y as� quedaron los
tres unidos, recibiendo la chica
los envites de su novio a trav�s de mi
primo. Los tres estuvieron as�
un buen rato hasta que Kosuke que aun no se
hab�a corrido, eyacul�
en la vagina de la chica. Fue una copiosa venida pues
despu�s de sacarle la verga
el semen rebosaba del depilado co�o y se vert�a
por los muslos de la joven. Esta
se movi� hasta colocar su co�o frente a la
cara de mi primo y este sin ning�n
reparo lami� y trag� su propia corrida.
Kosuke se sac� la polla del
joven del culo, se dirigi� a su armario y
comenz� a buscar algo en
su interior hasta que sac� un consolador con arn�s.
Se lo coloc� a la chica
y entonces volvi� a ponerse a cuatro patas sobre la
cama. Ahora fue el chico quien
separ� las nalgas de mi primo y la chica
quien comenz� a montarlo
con un vibrador de unos nueve cent�metros de
di�metro. La chica era m�s
salvaje en su penetraci�n y se mov�a como una
maquina de perforar, mientras que
su novio comenz� a lamerle el culo. Cuando
estuvo bastante h�medo el
chico inclin� un poco a su novia hacia delante y
se la clav� en el culo.
La chica grit� de placer y comenz� a suplicar a su
novio que le reventase el culo.
Este as� lo hizo e impuso a su sodomizaci�n
un ritmo incre�ble. Los
empellones del chico eran tambi�n disfrutados por mi
primo que notaba como aquel grueso
dildo� entraba hasta lo mas profundo de
su recto. El chico aguant�
bastante pero el esfuerzo empezaba a ser
importante y termin� por
correrse dentro del ano de su chica.
Yo por mi parte estaba masturbandome
como loca con aquel gord�simo vibrador
clavado en mi vagina y otro m�s
delgado perforando mi culo. Me estaba
haciendo una de las mejores pajas
de mi vida y a la vista de todo aquello no
me cab�a la menor duda de
que Kosuke estar�a dispuesto a unirse a nuestros
juegos. Entonces lo que vi me dej�
de piedra.
El chico sac� la polla del
culo de su novia completamente cubierta de
excrementos y semen, lo cual era
bastante repugnante, pues no hab�an tenido
la precauci�n de usar un
enema con ella. Pero entonces mi primo cogi�
aquella verga sucia y se puso a
lamerla lentamente. Pas� su lengua por toda
ella limpi�ndola totalmente
y trag�ndose los restos. A m� eso me pareci�
asqueroso, pues aunque hab�a
lamido algunas veces pollas con alg�n resto de
heces era una cosa insignificante
al lado de esto. Por otra parte despu�s de
un rato de observaci�n de
tan sucia maniobra empez� a ponerme mas caliente
por el morbo que me daba ver aquello
tan sucio. Aunque la cosa no qued� ah�
pues Kosuke a continuaci�n
prepar� un whisky con cola y lo meti� en una
gruesa jeringa y se lo meti�
a la chica como un enema. Una vez todo el trago
dentro del culo de la chica Kosuke
y el novio de esta se pusieron tumbados
en el suelo bajo el culo de esta
y esperaron a que esta lo lanzase de nuevo
al exterior. Los dos chicos recibieron
el cubata y los desechos de la chica
con verdadera ansia y se bebieron
todo lo que fueron capaces. Una vez
descansado el recto de la chica,
su novio cogi� un mont�n de dinero, mucho
mas de lo que el tipo de la semana
pasad le hab�a pagado y se lo dio a mi
primo.
Despu�s de esta ultima escena
no me quedaba ninguna duda de que mi primo
estar�a dispuesto a hacer
cualquier cosa por el incentivo adecuado y yo
estaba segura de que el contenido
de aquella cinta y la posibilidad de que
llegase a poder de sus padres ser�a
motivaci�n suficiente para que Kosuke
aceptase ser nuestro nuevo juguete.
Un par de d�as despu�s
y justo cuando estaba dejando mi ropa en el cuarto de
la lavadora me dirig� a
�l:
- �Que haces con mi ropa?
- le pregunt� apareciendo de repente justo cuando
estaba dej�ndola en el cesto
de la ropa sucia.
- Yo, eh, ..... - balbuci�
sin ser capaz de responder.
- Aunque tengo otra pregunta mejor
- dije yo sin dejarle reponerse de su
sorpresa - �Con todo el
dinero que consigues por que no compras tu propia
ropa?.
- �A que te refieres? - pregunt�
perplejo.
- A esto - dije yo mientras sacaba
la cinta donde hab�a grabado su trabajo.
Kosuke no sal�a de su sorpresa,
pero al ver la cinta no le tom� mas de una
d�cima de segundo saber
a que ten�a que estar refiri�ndome y se acerc� a mi
con anim� de arrebatarme
la grabaci�n.
- No te esfuerces - le dije yo a
la vista de su movimiento - Tengo copias
mas que suficientes para enviar
a toda la familia.
Kosuke se fren� en seco con
gesto abatido, y sabiendo que yo querr�a algo a
cambio de mi silencio.
- �Que quieres? - pregunt�
con un tono de voz temeroso.
- Responde a mi pregunta - dije
yo autoritariamente.
- Para pagarme la operaci�n
- respondi� secamente.
-�Quieres cambiarte de sexo?
- inquir� yo con curiosidad.
- No, solo me gustar�a ponerme
unos grandes pechos, no quiero perder mi
polla - confes� Kosuke.
- Vaya, muy interesante - repliqu�
yo.
Guard� silencio unos instantes
con animo de que Kosuke tuviese tiempo de
darse cuenta de que estaba en mis
manos y entonces continu�:
- He visto lo que escondes en tu
habitaci�n y s� que te gusta el sexo duro y
extravagante. Yo ando buscando
alguien as� y tu encajas perfectamente en lo
que busco. A partir de ahora se
acab� eso de trabajar por ah�. Tu misi�n
ser� satisfacerme y si no
estas de acuerdo una copia de esta cinta llegara a
tus padres. No creo que est�n
de acuerdo con este trabajo ni tampoco con lo
que quieres hacer con el dinero.
Kosuke dud� unos instantes
pero la alternativa que se abr�a ante �l era
demasiado dura de modo que acept�.
- Sabia decisi�n - le dije
yo - Y ahora arr�glate que vamos a salir y
tenemos poco tiempo antes de que
debamos ir a clase.
Aquella ma�ana y antes de
empezar con la rutina universitaria, hice que
Kosuke se hiciese unos an�lisis
para comprobar que no ten�a ninguna
enfermedad ven�rea, pues
con el trabajo que hab�a elegido era f�cil que
pillase alguna y no quer�a
contagiarme yo. Una vez segura de que estaba
limpio podr�a utilizarlo
para mis fines.
Al d�a siguiente y con unos
an�lisis perfectos me fui con Kosuke de compras.
A mi primo le gustaba vestir como
una mujer y eso me excitaba pero no me
hacia la menor gracia que cogiese
mi ropa, as� que nos fuimos a comprar ropa
para �l. Fuimos a unos grandes
almacenes donde compramos bastante ropa para
�l, sobre todo muchas minifaldas
y ropas ajustadas. Evidentemente y para no
llamar la atenci�n Kosuke
vest�a ropa de mujer.
Despu�s fuimos a una tienda
de ropa interior para continuar equipando a mi
primo. Era casi la hora de cerrar
cuando llegamos.
- Vamos a cerrar - dijo la due�a
de la tienda que estaba de espaldas a la
puerta cuando entramos - Ser�a
mejor que viniesen despu�s de comer.
- Venga ya, Ana - le dije a la due�a
- Sabes que yo siempre busco un trato
especial.
Al reconocerme la due�a de
la tienda vino hacia m� y me dio un beso en cada
mejilla mientras sin preocuparse
por el hecho de que estaba acompa�ada me
abraz� y me cogi�
el culo. Ana, una mujer de cincuenta a�os muy atractiva y
con un pecho descomunal, me conoc�a
desde que mi madre se cas� con Alberto y
era una de las escasas personas
que sab�a lo nuestro. Ella conoc�a a mi
madre y mi padrastro desde hacia
varios a�os y hab�a mantenido relaciones
con ellos numerosas veces. De hecho,
mi madre se lo montaba con ella cada
vez que iba a comprar all�
ropa interior y desde su boda me hab�a hecho
participe de su especial relaci�n
con la due�a de la tienda. A mi tambi�n me
gustaba ir all� comprar
ropa interior en parte porque tiene prenda muy
especiales, como a nosotros nos
gusta, y en parte porque follar con ella es
estupendo.
- Me alegro de verte, Sabrina -
me dijo sonriente mientras miraba a mi
primo, para a continuaci�n
preguntarme - �Quien es esta amiga tuya tan
guapa?.
- Oh, una persona muy especial que
necesita una buena cantidad de ropa
interior de esa que tu sabes -
respond� yo.
- Entonces acompa�adme a
la trastienda que all� podr�is elegir con total
libertad mientras yo cierro.
Pasamos a la trastienda y all�
ten�a una habitaci�n donde ten�a dispuesta
una gran cantidad de ropa interior
de la que normalmente solo se ve en los
cat�logos de art�culos
er�ticos o pornogr�ficos. Entre mi primo y yo
elegimos varios modelos para �l
y comenz� a probarse uno. Se puso un tanga
negro de encaje con un cors�
a juego rematando el conjunto unas medias de
rejilla negras y un liguero rojo.
Estaba estupendo y visto de espaldas
parec�a totalmente una chica,
porque de frente su erecci�n y su escasez de
busto le delataban. Justo en ese
momento entr� Ana que se qued� deleit�ndose
con la vista trasera de mi primo.
- Te queda perfecto, amor - dijo
Ana.
- Bueno ah� un peque�o
problema que no se si podr�s solucionar - dije yo.
- �Cual, amor? - me pregunt�
la cincuentona.
Hice que mi primo se diese la vuelta
aunque este no parec�a muy a gusto con
la idea de que alguien viese en
esa situaci�n que era un chico, aunque no se
neg� porque sabia que estaba
a mi merced.
- Este es el problema - dije yo
a Ana - Con un bulto as� no queda bien el
tanga.
Ana se qued� de piedra cuando
vio que lo que ella cre�a ser una chica
oriental ten�a una polla
de un respetable tama�o totalmente erecta bajo el
tanga.
- Eso lo soluciono yo en un momento
- dijo Ana mientras se abalanzaba sobre
aquel pene duro como una roca.
Mi primo se dej� hacer mientras
que yo desnude a Ana sin que esta dejase de
chupar un solo momento. Pronto
la madura estuvo en ropa interior y pude ver
que como acostumbraba ten�a
clavado en el culo un grueso consolador a pilas
que vibraba silenciosamente en
el recto de la mujer. Ana chupaba con ganas
buscando que mi primo se corriese
r�pidamente y justo cuando estaba a punto
de lograrlo me pidi� que
le acercase un vaso que estaba encima de una mesa.
Yo� as� lo hice y una
vez tuvo el vaso Ana termin� de orde�ar a mi primo
haciendo que toda la corrida se
depositase en el recipiente. Despu�s se lo
dio a mi primo y este sin necesidad
de ninguna petici�n apur� todo el
contenido de la vasija sin dudar
y con cara de disfrutar del trago. Yo me
quite la falda y abr� la
entrepierna de mis braguitas de encaje colocando mi
co�o ante la cara de Ana.
Esta se lanz� a devorar mi cl�toris, haciendo uso
de todos sus conocimientos en las
artes l�sbicas, mientras que Kosuke se
puso a hacer lo propio con el co�o
de Ana.
La madura me lam�a el co�o
con total maestr�a recorriendo con su lengua mi
cl�toris, pasando a sorber
mis labios vaginales para luego centrarse en el
interior de mi vagina, recorrido
que realiz� varias veces sin olvidarse de
visitar mi ano y jugar con el cord�n
de las bolas chinas all� alojadas, a lo
largo de su exploraci�n
de mi sexo. Kosuke hizo lo mismo con Ana, aunque
dedicaba mucho tiempo a jugar con
los aros que perforaban los labios
vaginales y el cl�toris
de Ana.
Tanto sexo oral me proporcion�
varios orgasmos que humedecieron la cara de
la cincuentona la cual beb�a
mis flujos con total delectaci�n. Ana por su
parte tambi�n estaba disfrutando
de las lamidas de Kosuke como delataba los
chorros de flujo, iguales a geiseres,
que lanzaba su co�o cada vez que
llegaba al culmen del placer.
Una vez satisfechas sus ansias lamedoras
hice que Ana se empalase sobre la
polla de Kosuke y as� los
dos follaron para m�. Yo por mi parte me sent� en
una silla para ver el espect�culo
que los dos me proporcionaban mientras
ensanchaba mi culo con el consolador
que hasta hace un momento Ana ten�a en
el suyo, tras meter mis bolas chinas
en el recto de Kosuke. Mientras
introduc�a mas y mas el
falo de l�tex en mi interior Kosuke le follaba el
co�o a Ana, aunque esta
pronto se la sac� del co�o y se la enfund� en el
ano. A continuaci�n se introdujo
el pu�o en el co�o y as� doblemente abierta
Ana gem�a de placer mientras
yo empapaba la silla con mis corridas,
La fiesta termin� cuando
lleg� Victoria, la hija de Ana, una chica de 23
a�os bastante gorda pero
atractiva aun con todo. Tan viciosa como la madre y
tambi�n conocedora de mi
situaci�n lleg� justo a tiempo para ser la
receptora de la corrida de Kosuke
la cual dijo le servir�a como alimento ahora
que hab�a decidido comenzar
una dieta.
De la tienda salimos con una gran
colecci�n de ropa interior para mi primo,
pero las compras no hab�an
terminado. Tras comer fuimos a una zapater�a
donde ten�a con el due�o
una relaci�n tan buena como con Ana. Al llegar
all�, �scar se deshac�a
en atenciones para con nosotras y nos invit� a pasar
a una habitaci�n reservada
donde nos atender�a el personalmente. Yo le dije
que todo el calzado era para mi
amiga y que seria con ella con quien deber�a
ser especialmente solicito. Mientras
�scar buscaba los zapatos le dije a
Kosuke que deber�a hacer
todo lo que �scar quisiese y sin dudar ni un
minuto.
Cuando �scar volvi�
yo me sent� en una esquina de la habitaci�n esperando a
ver el espect�culo. �scar
descalz� a mi primo y comenz� a acariciarle los
pies. Mi primo se baj� las
medias que vest�a y �scar termin� de quit�rselas
para pasar a continuaci�n
a lamerle los pies. �scar se dedic�, como buen
fetichista de los pies, a lamerlos
cuidadosamente y a acariciarlos. �scar
chupaba cada dedo con delicadeza
cubri�ndolo con su saliva lo cual encantaba
a Kosuke quien no dejaba de suspirar
de placer. Tras dedicarse un buen rato
a dicha labor, �scar comenz�
a ascender por las piernas cubri�ndolas con su
saliva caliente hasta que llego
a su falda. Cuidadosamente la levant� y
sigui� con su labor hasta
que lleg� a la entrepierna de Kosuke. Sin dudar
lleg� hasta el tanga que
mi primo llevaba y lo apart� para encontrarse ante
el pene de mi primo que despu�s
de la aventura de antes de la comida no
estaba muy en forma. �scar
no dud� un momento y se lo meti� en la boca
lami�ndolo y chupandolo
con mucho cuidado hasta que estuvo de nuevo erecto.
Logrado esto �scar se bajo
los pantalones y plant� su verga ante la boca de
Kosuke. Este se lanz� desesperado
a chupar aquella venosa polla y lo hacia
con suma maestr�a pues �scar
no paraba de gemir ni un minuto ante las
lamidas de mi primo. Kosuke se
tragaba aquel nabo completo sin dejar ni un
poco a la vista. �scar agarr�
la cabeza a Kosuke para que siguiese chupando,
lo que yo sabia que anunciaba una
corrida inminente pues a �scar solo le
gusta correrse en la boca y que
su compa�era se trague su n�ctar. En efecto
al cabo de pocos instantes �scar
se corri� de modo industrial en la boca de
mi primo. Luego mi primo limpio
primorosamente la polla del zapatero con su
lengua y los dos recompusieron
su indumentaria. Tras esto elegimos varios
pares de zapatos y volvimos a casa.
Al bajar del coche le dije a Kosuke
que olvidase las compras y se desnudase.
Kosuke dej� sus ropas en
el garaje y yo cog� unas cuerdas y un antifaz que
llevaba escondidos en el coche
y sin perder un momento lo at� y le coloqu�
el antifaz de modo que no viene
nada. Despu�s le coloqu� sendos tapones en
los o�dos de manera que
no pudiese o�r nada. De tal guisa y dando pasos muy
cortos lo lleve hasta el antiguo
despacho de mi padre. All� esperaban
ansiosos mi madre y mi padrastro.
Una vez en la habitaci�n
at� a Kosuke en el potro dejando expuesto y bien
alzado su culo y con las piernas
bien abiertas. En tal posici�n cog� unas
pinzas y unas pesas y se las coloque
en los test�culos. Kosuke se quej� muy
levemente, pero acept� mi
maniobra. Despu�s cog� una fusta y comenc� a
azotarle con fuerza el culo y la
espalda. Kosuke se debat�a ante mis azotes
y hacia que las pesas se balanceasen
aumentando as� la cantidad de
sensaciones dolorosas que recib�a,
pero el condenado no gem�a de dolor sino
que jadeaba de placer. Despu�s
de un rato me cans� de azotar a mi primo,
este tenia todo el culo rojo al
igual que la espalda y la cara interior de
los muslos y si segu�a azot�ndole
pod�a terminar haci�ndole alguna herida y
eso no me gustaba.
Di paso a que mi padre pudiese disfrutar
de mi primo. Alberto dej� de
masturbar a mi madre y se acerc�
a Kosuke. Cogi� una vela encendida y un
grueso vibrador. En primer lugar
le enchufo el dildo a mi primo en el culo y
luego fue dejando caer la cera
caliente sobre el cuerpo de mi primo. Los
chorros de cera se fueron acumulando
en las nalgas, al espalda, el cuello e
incluso los test�culos de
mi primo, haciendo que este gimotease de placer y
dolor, hasta que justo antes de
que la vela se consumiese, mi padrastro
extrajo el consolador del ano de
Kosuke y verti� en su interior una buena
cantidad de cera que se desliz�
por su recto como si de semen hirviente se
tratase. Mi primo se corri�
en ese mismo momento lanzando una cantidad
sorprendente de semen.
A la vez mi madre y yo nos masturb�bamos
mutuamente con suma suavidad y
cuidado prolongando al m�ximo
el placer mutuo. Mi padre por su parte y una
vez consumida la vela pas�
a montar a mi primo. Le meti� su poll�n hasta los
cojones y mi primo grit�
de placer anim�ndome a que le enculase mas fuerte,
sin darse cuenta de que no era
yo quien lo estaba sodomizando. En medio de
la bestial enculada que estaba
recibiendo yo dej� a mi madre y me puse
frente a mi primo. De un tir�n
le quite la venda y se encontr� con que yo
estaba frente a �l. Muy
sorprendido� gir� la cabeza para ver quien era su
sodomizador y se encontr�
con que era Alberto. Kosuke mir� tambi�n a su
alrededor y vio a mi madre desnuda
y masturbandose a la vista del
espect�culo. No le cost�
mucho darse cuenta de lo que all� pasaba.
- As� que los tres foll�is
entre vosotros - asever� mi primo.
- Si, y tu llegada nos estrope�
el asunto - dije yo - Todo esto ha sido para
ver si podr�as ser nuestro
compa�ero de sexo.
- Si eso era lo que quer�ais
solo ten�ais que pedirlo - dijo Kosuke.
- No era tan f�cil, pues
no sab�amos que eras una verdadera putita - dijo mi
madre.
- Eso ya no importa - terci�
mi padrastro - Lo que importa es que ahora
tenemos a alguien mas de la familia
dentro de nuestro grupo, y cuantos mas
seamos mas disfrutaremos.
Yo volv� con mi madre para
continuar masturbandonos, mientras que mi padre
sigui� enculando a Kosuke
hasta que su corrida se hizo inminente. Entonces
le meti� la polla en la
boca y all� libero su semen, que mi primo trag�
gustoso. Por nuestra parte mi madre
y yo terminamos corriendonos la una en
la boca de la otra disfrutando
as� de una buena cantidad de flujo.
As� termin� la primera
sesi�n de sexo que tuvimos los cuatro, pero
evidentemente no fue la �nica.
Kosuke estaba encantado por la relaci�n tan
especial que hab�a en mi
casa y cuando le lleg� la hora de volver a su pa�s
convenci� a sus padres de
que se quedar�a a estudiar una carrera aqu�,
viviendo con nosotros, sobre todo
despu�s de que Alberto le pagase la
operaci�n que convirti�
a Kosuke en casi una chica. Ahora que �ramos cuatro
la diversi�n se hab�a
incrementado, y pronto habr�a nuevos aumentos en la
cantidad de diversi�n.
CONTINUARA .....
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