Mi marido y yo (Susana) somos los propietarios de una empresa
textil, �ltimamente las cosas no han ido muy bien y necesit�bamos tener un socio
o conseguir un mayorista que nos permitiera aumentar las ventas. Mi marido tenia
varios contactos con los que quedaba para comer o cenar y hablar de negocios. A
las comidas iba el solo, pero si era un cena �bamos los dos, ya que de esa forma
era todo mucho mas informal y siempre resultaba mas atractivo para todos.
Recuerdo que fue un jueves cuando me llamo Carlos, mi esposo,
para decirme que esa noche ibamos a ir a cenar con un posible socio que haria
una inversion muy importante si llegabamos a un acuerdo. Cada vez que ibamos a
cenar, tenia que llamar a una canguro la cual se ocupaba de los los ni�os hasta
que llegaramos nosotros.
Carlos siempre queria que me pusiera muy guapa para ir a
estas cenas de negocios, casi siempre acabamos con alguna copa de mas y despues
de despedir a la canguro haciamos el amor apasionadamente.
Esa noche elegi una minifalda negra y una blusa blanca,
siempre llevo zapatos de tacon y ademas me puse unas medias y liguero que sabia
que a mi marido le iban a gustar.
Carlos vino a buscarme y nos fuimos al restaurante, me dijo
por el camino que todo iba muy bien con Don Jose, que asi se hacia llamar, que
tenia una posicion muy importante y ya era mayorcito, unos 50 a�os.
Llegamos al restaurante y pasamos a un reservado donde habia
una mesa preparada para cuatro personas, nos sentamos y esperamos a Don Jose.
Llego a los pocos minutos acompa�anado de una chica mucho mas joven que el, Yoli
se llamaba, rubia y desde luego vestida muy provocativamente. Nos presentamos y
Don Jose no dudo en dedicarme un par de piropos para decirme lo guapa que estaba
y que Carlos tenia mucha suerte de tener una mujer asi. Durante la cena, que
estaba esquisita, salio la conversacion de lo bien que yo cocinaba, Carlos no
dejaba de hablar de las maravillosas comidas que yo preparaba, por lo que Don
Jose insistio que debia probarlas y que la mejor ocsaion para cerrar el trato
seria que le invitaramos a cenar a casa .Alli firmariamos el acuerdo.
Despues de la cena, fuimos a baliar a una conocida discoteca.
Don Jose estaba muy amable conmigo y en algun momento note como me miraba
descaradamente las tetas y el culo, sin duda alguna le atraia. Carlos se puso a
hablar con la amiga de Don Jose y poco a poco nos fuimos separando un poco de
ellos. Don Jose aprovecho la oportunidad para poner una mano en mi cadera, yo no
queria enfadarle pero tampoco estaba dispuesta a que se propasara, sin duda era
un hombre apuesto pero no queria que me metiera mano alli mismo:
- Susana, eras un mujer muy bella, tu marido tiene mucha
suerte de tenerte.
- Don Jose, no es para tanto, ademas es mejor que vayamos con
ellos no sea que hagan algo malo - dije entre risas y apartando ligeramente su
mano de mi cintura.
- No te prepocupes que Yoli sabe como entrener a tu marido.
Efectivamente Carlos y Yoli se lo estaban pasando muy bien,
estaban riendo a unos pocos metros de nosotros en la barra y mientras yo miraba
hacia ellos Don Jose dejo caer su mano unos centimetros y la apoyo sobre uno de
mis cachetes. Yo estaba entre cortada y excitaba. nunca nadie que no hubiera
sido mi marido me habia puesto la mano encima con ese descaro.
Intente apartarme con suavidad, procurando no quedar mal con
el para no estropear el suculento contrato que estabamos a punto de firmar. Pero
el se acercaba un poco mas cada vez que yo me alejaba. Me tenia practicamente
atrapada entre la pared y la barra, ya que poco a poco nos habiamos ido
desplazando hacia atras, veia perfectamente a Carlos que se encontraba en el
centro de la barra, la cual era de forma circular de forma que nos veiamos
solamente de cintura hacia arriba.
Carlos y yo nos miramos y el me gui�o un ojo, no se que quiso
decir pero yo le respondi con una sonrisa. Mientras Don Jose seguia con su mano
encima de mi cachete, cada vez la apretaba un poco mas y seguia diciendome cosas
sobre lo guapa que era y demas. Hasta que llego lo que tenia que llegar, Don
Jose paso su mano por debajo de la falda y me toco el co�o por encima de las
braguitas, en ese momento me aparte bruscamente y le dijo que era mejor que
fueramos con Carlos y Yoli. Cuando nos acercamos a ellos procure disimular lo
sucedido, no queria que Carlos supiera lo que habia hecho Don Jose porque estaba
segura que acabariamos mal con el y sabia lo importante que era para Carlos el
contrato. En ese momento cambiaron la musica y empezaron a poner lentas. Don
Jose no espero ni un segundo y le pidio permiso a Carlos para bailar conmigo,
evidentemente acabe bailando con Don Jose y Carlos con Yoli. Don Jose me agarro
fuertemente por la cintura y nuestros cuerpos se juntaron el uno contra el otro.
Recuerdo perfectamente la conversacion:
- Susana, debes entender la situacion.
- Perdone Don Jose no le entiendo.
- Es muy sencillo, vosotros me necesitais para salir de
vuestro apuro en vuestra empresa y yo estoy dispuesto a ayudaros, pero un poco
de compresion por tu parte seria bueno para cerrar este asunto.
- Que? Pero...me esta pidiendo que me deje...
- Si cari�o, dejame que te toque un poco, solo por encima,
que disfrute de tus curvas aunque sea solo por esta noche, que hay de malo?
- Me esta pidiendo mucho, ademas si Carlos nos ve....
- No te preocupes por Carlos, seguro que no le importa, es el
peque�o precio que teneis que pagar.
No le respondi, simplemente calle y Don Jose entendio
perfectamente que mi silencio era un SI. A los pocos segundos su mano se deslizo
un poco sobre mi trasero y segun bailabamos notaba como su pene se endurecia
contra mi, lo notaba prefectamente, como si estuvieramos desnudos el uno contra
el otro. Cada vez que pasabamos cerca de Carlos y Yoli, Don Jose subia un poco
la mano para volver a dejarla caer otra vez sobre mi trasero cuando les dabamos
la espalda. Notaba como Don Jose estaba disfrutando de mi cuerpo, en un
sacrificio que yo hacia por mi esposo y nuestro futuro, mi cuerpo estaba alli
pero mi mente no. Hasta que Don Jose me indico que nos acercaramos a la barra
para pedir algo, me llevo hacia la zona donde habiamos estado antes y cuando me
apoyo nuevamente contra la pared note como su mano se abria paso por debajo de
mi falda hasta mi co�o. Puso su mano encima, quieta, sin moverla, esperando una
confirmacion por mi parte, y despues de unos segundos me dijo al oido:
- Susana, quiero que vayas al aseo y te quites las bragas.
- Pero...
- Quitatelas o ya sabes lo que ocurrira con vuestro contrato.
Me quede mirandole fijamente y no tuve mas remedio que ir al
ba�o, quitarme las bragas y guardarlas en el bolso. Cuando sali Carlos y Yoli
estaban con Don Jose, por un momento senti alivio al verlos alli, pero fue solo
momentaneo. Don Jose consiguio que yo quedara nuevamente entre la barra y la
pared, con mi espalda hacia la pared, el a mi lado y Carlos y Yoli enfrente. En
esa situacion Don Jose empezo nuevamente el ataque, deslizo su mano por mi culo
desnudo subiendome un poco la falda por detras. Nadie podia verme pues estabamos
contra la pared y el muy cabron se aprovecho bien de mi, metio uno de sus dedos
hasta que me toco el ano. Era la primera vez que alguien llegaba hasta alli
puesto que Carlos y yo nunca habiamos hecho nada parecido. Aquellos instantes
dudaron horas para mi. Ademas Carlos no se entaraba de absolutamente nada.
No sabia que hacer ni que decir, me quede inmovil sintiendo
como su dedo se abria paso lentamente en mi agujero trasero, al principio note
un escozor, pero poco a poco fue cambiando a placer, un placer nuevo que jamas
antes habia sentido. Don Jose mientras tanto hablaba y reia con Carlos
tranquilamente sin mostrar el mas minimo interes hacia mi. Al cabo de unos
minutos tenia el culo completamente ardiendo y sentia como me estaba excitando
aquella situacion, me sentia violada, pero lo habia consentido, era una
sensacion muy extra�a. Mi cara debio reflejar mi estado, porque Carlos me miro
fijamente y me pregunto si me pasaba algo. Don Jose saco su dedo lentamente y
dijo que era mejor que nos marcharamos, que era muy tarde y mirandome fijamente
a�adio, ademas es bastante por hoy.
Al despedirnos Don Jose me dio las gracias por tan agradable
velada y volvio a felicitar a mi marido por tener una esposa tan guapa. Carlos
no dejaba de hacerle la pelota y ser amable con el, quedamos que el Sabado nos
veriamos en casa, le habiamos prometido una cena a Don Jose y este no parecia
dispuesto a perdonarla. Ademas, debiamos dejar cerrado el acuerdo ese mismo
Sabado.
En el coche no dejaba de darle vueltas a lo sucedido, estaba
muy confusa pero ala vez muy excitada. Al llegar a casa fui directamente al
ba�o, me puse las bragas para que Carlos no sospechara nada y me fui a la
habitacion, aquella noche Carlos y yo hicimos el amor de forma muy apasionada,
incluso Carlos me llego a decir que habia sido una de las mejores noches porque
yo estaba realmente excitada.