Relato: PROSTITUIDA POR MI ESPOSO

Luego de 2 a�os de matrimonio, Esteban (mi marido) fue despedido injustamente de su trabajo. En mi af�n por ayudarlo trate de emplearme sin ning�n resultado. Pasaban las semanas y nuestra situaci�n se complicaba m�s y ya nadie nos prestaba dinero. Ambos est�bamos desesperados y nuestras reservas de alimentos se estaban terminando, en varias oportunidades al solicitar un pr�stamo me insinuaban que acost�ndome con ellos obtendr�a lo que quer�a pero esto me molestaba much�simo.
Un d�a Esteban me dijo que estaba demasiado angustiado y que ahora nos estaban amenazando que desalojarnos del apartamento pero que hab�a conversado con una persona de mucho poder econ�mico y que pod�a solucionarnos el problema pero con la �nica condici�n de que pasara la noche con �l.
No pod�a creer que mi marido me propusiera tal cosa y entre discusiones, gritos e insultos tuve que cambiar mi posici�n ya que no ten�amos salida. El llam� al se�or C�sar y le comunic� que estaba de acuerdo y lo cit� a su casa para entregarle el dinero. Dos horas m�s tarde regres� con varias bolsas y me dijo: �mi amor, lamento que tengas que pasar por esto, el se�or C�sar nos dio para solventar todas nuestras necesidades y tres meses m�s de alquiler� - �y esas bolsas� le pregunt�. �Son prendas que te envi� para que las vistieras al visitarlo�.
Me puse a revisar lo que me hab�a enviado y encontr� lencer�a muy sexy de Victoria Secret, unas botas largas de color blanco y un vestido corto ce�ido al cuerpo� Yo soy una mujer joven de 22 a�os, blanca, senos grandes talla 38, excelente cintura, caderas anchas y piernas algo rellenitas; mi cabello es rubio con ondulaciones y se extiende hasta la mitad de la espalda. Me prob� la ropa y al verme en el espejo no me reconoc�a�hac�a mucho que no me vest�a sexy pero esto era demasiado. Mi marido me miraba deseoso pero en estos momentos lo menos que deseaba era tener intimidad con mi marido.
Al llegar las 10 de la noche un taxi me vino a recoger, yo a�n me estaba maquillando y arreglando mi cabello�en minutos baj� y me sub� a un veh�culo que estaba estacionado a mi espera. Estaba nerviosa pero quer�a que esto terminara de una vez. El chofer abri� la puerta y me acompa�o a la entrada de un lujoso edificio para marcar una clave en el ascensor que me llevar�a al Penthouse. Al entrar me qued� asombrada del lujo y el buen gusto en la decoraci�n, trataba de distraerme al m�ximo para no pensar en lo que realmente har�a. Me recibi� un se�or bastante mayor. �Bienvenida se�ora, mi nombre es C�sar y desde hace mucho le he observado y admirado cuando va de compras al supermercado�. Me qued� sorprendida y recordaba a este hombre seleccionando cuidadosamente las frutas, asent� con la cabeza pero no sab�a que decir. �Acomp��eme por favor, luce maravillosa esta noche��. Nos dirigimos a una gran habitaci�n con una cama de dimensiones enormes e inmediatamente me ofreci� una copa de champa�a y conversamos de todo un poco sentados al borde de la cama, luego comenz� a acariciarme las piernas. �tienes un cuerpo maravilloso, l�stima que no sea m�s joven para disfrutarlo�quiero que te desnudes lentamente. La voz apaciguante del se�or Cesar y la campa�a me hab�an desinhibido por lo que no tuve problemas en realizar mi primer striptease. No sab�a si el hombre estaba muy excitado o at�nito pero se qued� inm�vil contempl�ndome, luego de un minuto me dijo. �Eres m�s de lo que hab�a imaginado.� Como puedes observar estoy demasiado anciano para tenerte pero quiero que hagas el amor con mi reemplazo. Yo estaba confundida, no entend�a lo que me dec�a pero a continuaci�n hizo sonar una campanita, cosa que me pareci� rid�cula y al instante entr� un hombre negro de unos 30 a�os, alto, musculoso y casi desnudo; solamente llevaba puesto un b�xer de lycra apretado que permit�a imaginar el volumen de su miembro.
Desde que asum� que deb�a tener sexo por el dinero que le hab�an entregado a mi esposo no hab�a puesto objeci�n a nada pero me sent�a algo inc�moda con la presencia de este hombre oscuro.
�Yo voy a contemplarlos desde este sill�n y espero que seas muy complaciente con Mike�. Se acerc� a m� y empez� a besar mi cuello, luego chup� mis senos y me empuj� hacia abajo. Yo sab�a que es lo que deseaba por lo que baj� su b�xer para encontrarme con un miembro grueso de m�s de 20 cms y al cual se le notaban las venas, lo acarici� y o puse en mi boca, pasaba repetidamente mi lengua por esa gruesa cabeza que se hinchaba cada vez m�s, luego lo introduc�a hasta mi garganta, lo sacaba y lo volv�a a meter. A pesar de que Mike no pronunciaba una palabra sus gestos me indicaban lo que deseaba y ahora pretend�a que tragara todo su miembro. De a poco introduc�a algo m�s de su enorme pene y conten�a las sensaciones de vomitar al pasar de mi garganta y aunque lo intent�, jam�s pude introducirlo completamente. Me levant�, me acost� y separ� mis piernas para comenzar a lamer mi cl�toris y todo el contorno de mi vulva. Fue una experiencia inigualable y en momentos pensaba que no era tan malo haberme prostituido.
Su lengua recorr�a mis lugares m�s sensibles y me hac�a sentir como nunca me hab�a sentido, fue tan intenso que llegu� al coito. Mientras tanto C�sar parec�a disfrutar lo que ve�a y se masturbaba de a ratos. Ahora Mike se coloc� encima de mi cuerpo y comenz� a penetrarme y si bien estaba h�meda su enorme pene parec�a cortarme mientras entraba, luego comenz� con movimientos bruscos como tratando de llegar m�s adentro de lo que pod�a. La mezcla de dolor y placer me recordaban que era una mujer casada y me atormentaba la realidad�me estaba prostituyendo pero me gustaba sentir a ese negro dentro de m�, sus gemidos me volvieron a la realidad y la sensaci�n del semen caliente que hab�a descargado y que iba saliendo poco a poco�ya era tarde para pensar que no hab�a utilizado cond�n. C�sar se levant� y se coloc� a mi lado para seguir masturb�ndose y eyacular en mi rostro. �Lo hiciste espectacular, creo que podremos hacer negocios juntos nuevamente, tengo muchas cosas en mente�. En ese instante me sent� sucia, tal vez ahora estaba consciente de lo que hab�a hecho. No quise asearme, quer�a regresar a mi casa y que Estaban me viese como me hab�an dejado.

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