Con Pamela el sexo fue muy bueno, ella se inici� conmigo, al
principio un poco t�mida, pero despu�s toda una tigresa en la cama. Como les
coment�, llev�bamos dos a�os juntos, cuando en un verano, ella me invita a salir
con su familia de vacaciones. A su padre, la compa��a donde trabajaba, le
facilit� unas caba�as que prestaba a sus funcionarios para ir de vacaciones con
la familia.

Las caba�as eran muy peque�as, contaba con dos piezas, un
ba�o y cocina americana. En una de la piezas dorm�an sus pap�s y en la otra las
dos hermanas mas la hermana chica y a mi, me toc� dormir en el sill�n.

Cuando nos fuimos a dormir, mi suegra se levant� para ir al
ba�o. Al abrir la puerta y prender la luz del ba�o, que quedaba justo delante
del sill�n, su camisa de dormir blanca se trasluci� completamente dej�ndome ver
su figura por completo. No lo pod�a creer, aun recuerdo esa imagen que nunca se
me olvidar�. Estuve expectante esperando que saliera del ba�o. Solo ped�a un par
de segundos para volver a tener esa visi�n. Mi suegra nuevamente sale del ba�o y
esta vez la luz de ba�o alumbr� mi cara , y vio que me encontraba despierto. Sin
apagar la luz del ba�o se acerc� a mi

Se volvi�, se acerc� al ba�o apag� la luz y entr� al
dormitorio. Yo no pod�a creer mi suerte, verla por mas de dos minutos
completamente desnuda debajo de ese camis�n. No pod�a dormir con las ganas de
correrme una paja, a si que me levant� y me fui al ba�o. Al meterme al ba�o, me
puse a escucha a trav�s de la pared que era muy delgada.

- Antonio, vamos a tener que traer a la Camila a dormir con
nosotros

Se quedan callados, empiezo a sentir como mi suegro se
empieza a follar a mi suegra. Para que le cuento la paja que me corr� con esos
sonidos.

Bueno hasta el momento , todos pensar�n la historia terminar�
follando a mi suegra o las dos hermanas, pero no. D�jenme contarles.

�

Termine durmiendo con Pamela y Lorena. Nada del otro mundo.
Como les coment� eran varias caba�as de colegas de mi suegro, y por lo general
terminaban todos afuera en una mesa grande comiendo asados o conversando. Fue
una se�ora de uno de los colega la que me cambio mis vacaciones. Se llamaba
Gloria. Era de un f�sico muy parecido al de mi suegra, aunque con algo mas de
barriga, de tez muy morena bronceada por el sol, pero de cabellos rubios y
largo, de unos 45 a�os aprox.

Gloria me miraba muy distinto a como me miraban las dem�s
se�oras. Me llamaba por mi nombre y me met�a conversaci�n, de cuanto llevaba con
Pamela, donde estudiaba etc. Al final result� que viv�a muy cerca de mi casa Un
d�a que yo me enoj� con Pamela, me encontraba en los juegos para ni�os dentro
del mismo recinto, ya estaba oscuro, cuando se acerca Gloria para vigilar a uno
de sus hijos.

Saqu� un cigarro y le ofrec� uno. Me dijo que se mor�a de
ganas, pero que su marido le ten�a prohibido fumar, de todas formas me dijo que
yo le convidar�. Nos fumamos el cigarro, su mirada era muy sensual, como que me
quer�a decir algo y no se atrev�a.

Para que andamos con cosas, me corte, no sab�a que decir, si
hubiera sido de mi edad ya me la hubiera pescado, pero no, era una mujer mayor,
y aunque yo sab�a que era lo que ella estaba buscando me daba miedo. Saque otro
cigarro de los puros nervios. Le ofrec� uno

Avanzamos por la oscuridad, lejos de las miradas de las pocas
personas que estaban afuera. Pamela debe suponer que yo me hab�a ido solo al
centro, a si que no me buscar�a al menos por ah�. Llegamos detr�s de las �ltimas
caba�as que se encontraban desocupadas. Nos metimos por detr�s de la �ltima.
Ella inspeccion� la puerta de la cocina que daba atr�s de la caba�a.

Nos sentamos , le ofrec� un cigarro

Se acerc� a mi y me bes�. Sus manos se posaron en mi pierna y
suavemente se fue a mi verga que ya estaba completamente dura. Yo solo le tocaba
el hombro, aun sin asumir que eso estaba pasando. Ella se mont� sobre mi,
dejando sus deliciosos pechos a la altura de mi boca. Empec� a besarlos. Ella se
desabrocho su blusa, subi�ndose el sost�n dej�ndolos completamente a mi
disposici�n. Eran deliciosos, los pechos mas grandes que yo hab�a tenido alguna
vez en mi vida. Sus pezones eran duros, oscuros, grandes y muy marcados ,
haciendo contraste con el color blanco que hab�a dejado marcado su traje de
ba�o. Sus pechos eran deliciosos, los chupaba con fuerza, ella me cabalgaba,
mientras con sus manos acariciaba mi pelo. Mis manos bajaron a su culo, que sin
ser muy grande me volv�a loco. La se�ora se quejaba excit�ndome aun mas.

Desbrocho mi camisa y empez� a besarme el pecho, mordiendo
mis tetillas caus�ndome algo de dolor que tuve que aguantar. Sigui� bajando,
apoyando su boca sobre mi verga. Separando su cara y mir�ndome directamente a
los ojos, con una cara de caliente, empez� a desabrochar mi pantal�n. Una tenue
luz entraba por la ventana de la caba�a que me permit�a ver como sus manos
bajaban mi cremallera. Me apoye en mis brazos levant�ndome un poco para ayudarla
a baj�rmelos. Aun con los slip puestos , empez� a frotar su cara aumentando mas
mi excitaci�n. Sin dejar de mirarme, poco a poco los fue retirando, hasta que mi
verga como un resorte quedo a cent�metros de su boca. Muy suavemente fue
recorri�ndola entera, desde la cabeza hasta la base. A diferencia de mi polola
que se la tragaba de una vez entera. Con sus labios empez� a besar solo la
punta, donde estaban apareciendo unas gotitas de semen, que se pegaban a sus
labios. Poco a poco fue metiendola hasta llegar a meterla completamente a su
boca.

Comenz� a darme una mamada suave, que causaba mas efecto que
la rapidez con que lo hac�a mi novia. Mientras lo hacia, fue desabrochando su
falda por la parte de atr�s. Se levant� y la falda cay� por su propio peso. Ante
mi se encontraba una se�ora mucho mayor que yo, con su blusa desabrochada, sus
pecho expuestos y una diminuta tanga, dentro de la cual se notaba su abultada
conchita. Mir�ndome a los ojos, comenz� lentamente a bajarla, d�ndose vuelta
para terminar de hacerlo, dobl�ndose para darme una mejor visi�n de su culo. Mis
manos lo acariciaron por algunos minutos. En esa misma posici�n se fue corriendo
para atr�s sent�ndose sobre mi, d�ndome la espalda.

Con su manos tomo mi verga y la dirigi� a su concha. Sin
ning�n problema fue entrando en esa h�meda, mas que h�meda, mojada vagina. Fue
bajando hasta que se la enterr� toda, movi�ndose de un lado a otro. Mis manos se
aferraron a sus tetas, ella misma las tom� y me indicaba como le gustaba que se
las apretara, me hizo trabajar en sus pezones hasta el punto de tomarlos con mis
dedos y tir�ndoselos fuertemente , caus�ndole un gran placer. Luego me llev� las
manos a su vagina y me hizo masturbarla mientras segu�a metiendosela. Sus pechos
saltaban en cada embestida que yo le daba. Ella en ese momento, comenz� a subir
y a bajar m�s r�pidamente, toc�ndose ella misma sus pechos, ....... -� Estoy
llegando!........ �Ahora! ........ �D�melo!........�
Siiiiiiiiii!..........�AHHHHHHHH!!!! �Acaba dentro m�o! - me dijo , al mismo
tiempo que yo , ya sin poder aguantar mas le llenaba su conchita de litros de
semen caliente. Ella se levant� y tomando su tanga se limpi� mi semen. Con la
misma me limpio a mi, me beso en los labios. En ese momento sentimos una bulla
afuera, nos quedamos quieto, eran uno ni�os que hab�an arrojado la pelota hasta
la puerta de la caba�a. Los vimos alejarse, nos vestimos r�pidamente . Ella me
dijo que saldr�a ella primero y que esperara unos quince minutos para salir.
Sal� de la caba�a al rato despu�s. Ella estaba conversando con mi suegra y otra
vieja. Pamela me andaba buscando , me pregunt� donde estaba y aun mostr�ndome
enojado no le conteste.

La se�ora Gloria al otro d�a, nos topamos afuera mientras yo
esperaba que Pamela saliera de la caba�a para ir a la playa. Me pas� un papel
con su n�mero de tel�fono y me dijo que cuando lleg�ramos a nuestra ciudad, la
llamar�. Esto pas� hace mucho tiempo, ahora tengo 32, soltero y con ganas de
conocer a alguna chilena madurita sobre 40, que son las mejores.

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