Necesito, para poder contaros algo. Es una cosa que llevo
dentro y he superado totalmente. Por lo cual, hay la presencia de alguien, en mi
vida y que no se ha acabado de ir, del todo. F�sicamente ya no hay nada, no nos
vemos y tampoco nos llamamos por tel�fono o mantenemos contacto tipo correo
electr�nico. Pero, sigue conmigo una parte del pasado, sin superarlo totalmente.

Ese amigo, o excompa�ero y yo nos ignoramos. No me extra�a
demasiado, pues ignora a su esposa, bueno a quien fue su esposa, pues ya est�n
separados. Y, no ha preguntado por su hija. Es un ser incapaz de amar, de dar
amor a alguien, vive para s�. Si tiene sexo, y comparte un tiempo de su vida
pero sin darse.

Tengo 45 a�os, trabajo para la administraci�n y vivo solo,
con una perrita �Jacky-, que es muy cari�osa y atenta. Suelo desayunar en casa,
como en un bar y ceno en un restaurante naturista (o en casa).

Hace tres a�os, reconoc� a un amigo. Nos encontramos, en la
parada del tren. Todos, sub�amos en la parada de Barcelona Sants, para tomar el
tren de la v�a cinco, "v�a Villanueva" e �bamos en direcci�n a la costa,
concretamente yo iba para Sitges (a la playa). Y, �l y yo nos quedamos mirando.
Nos saludamos y hablamos de los viejos tiempo, de los a�os de la escuela, de
compa�eros, de profesores y de piller�as.

Junto a �l, iba su mujer, una esposa joven, de 26 a�os; yo
por entonces ten�a 42. Y, tras las presentaciones, mis ojos y mi atenci�n,
estuvieron pendientes del delicioso cuerpo de ella. Su cuerpo, joven y adulto a
la vez, estaba muy bien desarrollado.

Sus senos me parecieron perfectos, plenos, redondeados e
inflamados. Su trasero daba la impresi�n de ser duro y de un tama�o median,
tendiendo a grande; era muy sugerente y lucia bien, dentro de su pantal�n.

Las piernas de la chica, eran largas y muy bien torneadas. Su
cabello casta�o, estaba cortado muy corto. Su cara, era ovalada y bella, de
rasgos suaves, redondeados. Sus ojos, eran de color ambarino, con una mirada un
poco triste.

Le quedaban unos restos, de chica pilla, pillada en falta,
que se le acentuaba, con la aparici�n de sus t�midas sonrisas, mientras
habl�bamos nosotros. Me fij�, que sus labios, eran rosados, finos, alargados y
que a ratos se apretaban mutuamente.

Hablando y hablando, surgieron cosas. Y entre ellas, apareci�
el tema de que ella estaba embarazada de seis meses. Entonces, comprend� el tono
de su piel, la inflamada redondez de sus senos y mi vista la repasaba por
encima. Llegamos a mi destino y ellos siguieron, hasta el pueblo de al lado
Vilanova y la Geltr�.

Nos pusimos a despedirnos, con bastante antelaci�n, en la
misma camareta �compartimiento de cuatro asientos-, y seguidamente nos
intercambiamos nuestros tel�fonos. Y, me pareci� notar, que la chica, la mujer
de mi amigo, se fijaba en ese dato. Tambi�n hab�a estado muy consciente, de mis
miradas, no puede ni quise disimul�rselo, pues ella era toda una belleza. Me
abrac� con mi amigo, y el se sent�.

Ella dijo, que ten�a que ir al lavabo, y me acompa�o a la
salida �que estaba en la misma direcci�n-. Ya, hab�a ido un par de veces al
servicio, para aliviarse de la molestia, por la retenci�n de orina. Y en el
distribuidor, junto a la entrada/salida del vag�n, nos miramos y fue el momento
despedirnos y en eso al besarse conmigo �muy simp�tica y amigablemente-, not�
que pareci� dar unos respingos, y hasta tembl� un poco.

Tal vez, me dije, a mi mismo: Esto, ser� por el movimiento
del tren, o por el hecho de que hay cierta inestabilidad y con el tac�n de sus
zapatos, se me ha ca�do. Pero, fue muy sentida la despedida, ya que por ese
mismo movimiento, nuestros labios se juntaron un poco y nos encontramos
compartiendo intimidad y sensualidad (esa fue mi vivencia, un sentimiento, una
emoci�n genuina).

Mi amigo, no se dio cuenta de nada de eso, estaba mirando en
direcci�n contraria, hab�an entrado dos chica, y las repasaba de arriba abajo.
Ella, lo comprob�, se me gir� y me tap�ndose con la gente, se me apret�, me dio
un beso, en dos tiempos y nuestras lenguas, jugaron con la emoci�n de ser
descubierto. Ella, se me puso adherida a m�, me mir�, se enrojeci�, y me apret�
los brazos. Me dijo: �Quiero volver a verte, no te olvides de m�!

Baj�, del tren y ella segu�a ah�, luego fue hacia el
servicio. Y estuve en la playa, me ba��, nad� y pase�, tom� el sol y sent�
m�sica, de mi reproductor MP3. Pero, pens� en ella y en llamarla. Record� cada
sensaci�n, su cuerpo con el m�o. Y envidi� a mi amigo, el excompa�ero de
escuela.

Toda esa ma�a, el medio d�a y la tarde y noche, fue un
fantasear con ella. Reviv� cada porci�n del cuerpo de ella, cada expresi�n de su
cara. Recobr�, la vivencia de estar al lado de ella. Recuper� la suavidad del
tacto de sus labios y el roce de su cara.

Rescat� el apret�n de sus manos y a mis brazos, y como su
cuerpo se pleg� sobre el m�o. Y me liber�, para sentir el tacto de sus pechos,
sobre mis pectorales y not� a mi verga, presionando sobre su vientre (que al ser
ella, un poco m�s alta que yo, y llevar tacones �pese a su embarazo-). Eso, me
hizo, pensar en la cercan�a de mi verga, sobre su pubis y sobre su co�ito.

Me imagin�, nuevamente con ella y frot�ndome, suavemente.
Not�, que ambos transgredimos algo e iniciamos una vivencia secreta. Todo fue,
una historia paralela, superpuesta a la aparente normalidad, de una despedida y
de su ida al lavabo.

Mi ser, durante varios d�as, tomando el tren, para ir al
trabajo pensaba en ella. Tanto por las ma�anas, como por las tardes. Incluso,
tomaba un tren, en Barcelona Plaza Catalunya, y me bajaba en Barcelona Sants,
para mirar hacia aquel and�n e intentar verla, tener una excusa y encontrarme
con ella. No sucedi� nada, en esa primera semana. Hasta que, una tarde, tras
llegar del trabajo y mientras recambiaba son� una llamada: era una voz de mujer.

Me dijo, que hab�a pensado en m�, y que si yo hab�a sentido
algo. Le confes� que s�, que desde el primer momento de verla y que nuestra
despedida, me dio la impresi�n de ser una cita, un primer encuentro. Y ella, con
voz alterada, me dijo que le hab�a pasado algo semejante y que hab�a temblado
entera y que no hab�a podido resistirse a la tentaci�n de llamarme.

La emoci�n al saberlo, al saber que hab�a un sentimiento
com�n, me hizo sentirme muy contento. Y, me vi, a mi mismo sentado en una silla,
sin pantalones y con la camisa abierta. Y, ella me cont� que hab�a ido
apart�ndose de sus amistades, que se hab�a dedicado a mi amigo, su esposo y que
desde antes del embarazo hab�an tenido problemas. Que, �l era bebedor y se hab�a
aficionado a jugar (a la loter�a, a las m�quinas y a las cartas), y que ella
estaba al l�mite. Me dijo, que mi amigo pasaba de ella, que a veces no volv�a
hasta las dos o las tres de la madrugada.

Y, que pese a su embarazo, hab�a pensado abandonarlo. Adem�s,
justo antes de vernos, hab�an tenido una discusi�n, por que ella sab�a que el
estaba con otras, que aprovechaba cualquier ocasi�n para serle infiel a ella.

No la hac�a sentirse querida, incluso lo hab�a visto con
algunas otras y se sent�a sola y desechada y rota sentimentalmente. Y que, hab�a
pensado en m�, que la impact� y que hab�a so�ado conmigo, como cuando era una
adolescente. Ella, se solt�, larg� y tendido, se sent�a o�da, y me dijo que
quer�a verme donde fuera.

Me dijo, que su amigo, adem�s su esposo, tiene su vida de
pareja rota: "�l" empez� tomando porros, luego pas� a tomar pastillas; y de vez
en cuando, debe tomar coca o algo as�, entonces se desequilibra m�s y le monta
unas broncas tremendas. Discuten, y el se va de casa, como acaba de suceder, y
adem�s, le ha dado guantadas, y le ha roto cosas de ella.

Me dijo, que adem�s piensa mucho en m�, y que si puede venir
a mi casa. Que, no ser� una carga, har� las cosas de casa, adem�s ella trabaja
de bibliotecaria, en Barcelona (cerca, de donde trabajo yo mismo). Y
contribuir�, a los gastos, sin obligarme a nada, pero desear�a poder contar con
un techo amigo, que no sea el de un hotel u hostal. Si me parece, puede pagarme,
como si fuera un alquiler y con tiempo buscar� algo.

Pero, me dijo que estaba resuelta, a abandonar el piso de �l
(que es de alquiler). Me qued� extra�ado, y me dijo que si me parec�a bien. Yo
acepte, le di mi direcci�n, condescendiente y sin pensar en nada de que podr�a
ocurrir. Acabamos de hablar, sobre las nueve de la noche y lleg� tras dos horas
y med�a de viaje. Vino en tren, hizo un trasbordo una vez; y luego estando
embarazada, cargada con las bolsas y con la secuelas de la reciente discusi�n
con su esposo (al que acababa de abandona), tomo un taxi, el que la dej� en el
portal de mi casa. Y al pronto, son� el interfono, le respond�, el taxista la
ayudo y ella subi�, vi�ndome esperarla en la puerta...

Yo hab�a ordenado la casa, algo m�s, pasee a Jacky, prepar�
una sopita y dos tortillas francesas. Y la esper� a la puerta, acompa�ado de mi
perrita. Ella, subi� con dos bolsas, una tipo maleta y otra m�s peque�a y
naturalmente su bolso. No me llam�, al llegar a la estaci�n, de mi villa; pero
tom� un taxi y el conductor, le puso las maletas a pie de ascensor.

La mir�, llevaba puesto un vestido largo y encima una
chaquetilla de estampados, que resaltaba u ocultaba su barriguita de algo m�s de
seis meses. Le tom� las bolsas, la acomod� en una habitaci�n, junto a la
entrada; es la que esta junto a la que suele utilizar mi madre, cuando viene de
visita. No habr� problemas, aunque se presente mi madrecita, me conoce y respeta
mi vida; ya me independic� a los veinticuatro a�os.

La ayud�, a quitarse la chaquetilla, tipo cardigan, y casi me
da un salto el coraz�n. Desde tan cerca, y con este vestido, sus senos se me
pusieron ante mi cara y ol� su olor a mujer, mezclado con su perfume. Me pidi�
por favor, usar el servici� y entr� ah�. Deb�a tener ganar, de hacer pipi, sent�
el servicio y estirar del mecanismo de descarga, la bajada de agua. Luego, se
debi� estar retocando y mejorando su presentaci�n. Y nuevamente, vino para
sentarse a mi lado, siguiendo el ruido de la televisi�n. Y se sent� a mi lado,
hablamos, se me sincer� y llor� un poco, se me apret� y se qued� abrazada.

En ese abrazo, su aliento y el m�o se mezclaban, sus enormes
senos se pegaban a m�. Me sent� excitar, mientras charlamos y despu�s de ello,
pasamos a la cocina, para cenar. Nos mir�bamos, y me agradeci� mi detallazo. Y
me dijo, de pasada que si le parec�a fea, por lo de su embarazo y se levant� y
se qued� de pie, imponente el espect�culo y me qued�, sentado mirando sus
piernas, su pubis, sus senos, su cara y tambi�n su barriguita. Luego, en una
segunda pasada, mis ojos fueron a los suyos, de ah� a sus pechos, sostenidos por
un liviano sost�n; retorn� a sus ojos, y fui a su barriguita. Y le dije:

No, no me pareces nada fea... Y t� sabes, que mis palabras
son sinceras. Pero mis ojos, y "el beso del otro d�a" son fieles testigos, de
mis sentimientos. T� sabes, que cuentas con armas de mujer, eres muy bella. Y,
el embarazo, te embellece aun m�s, a mis ojos.

[Se le dibujo una sonrisa, tal vez la sonrisa primera, tras
el largo y pesado d�a. Despu�s de la discusi�n, con su esposo, ahora le resurg�a
el buen humor, la coqueter�a y se noto deseada como mujer. La not�, consciente
de mis miradas a sus senos �no se, si se imagin� que pensaba, en tenerlo en mi
boca-]

Yo, me dej� ir, por un momento, mis pensamientos fueron a
sentirme abrazado a ella, bes�ndola y sinti�ndola conmigo en la intimidad. No
era el momento, pero es una delicia estar con las mujeres embarazadas, son m�s
bellas y en esos momentos tienen unas inagotables ganas, de ser queridas,
mimadas y de sentir que gustan y que pueden ser deseadas, mientras aun est�n
embarazadas....

No quieren renunciar, a la felicidad; durante los meses del
embarazo. Y ese zopenco, despreci�ndola y d�ndose al juego, a las infidelidades
y a las drogas (probablemente tambi�n bebe, y ella ya da eso por un hecho
natural �recuerdo, que le gustaba tomarse cuatro o seis cervezas, cuando
sal�amos juntos-).

Tomamos la sopa, que calent� en el micro hondas, luego las
tortillas, con un poco de pan de le�a, bebimos un poco de vino tinto (rioja),
como un medio vaso, cada uno. Ella a mi lado, se sent� y no paraba de m�rame.
Nos sonre�mos, recog� los platos, la hice sentirse servida. Limpi� la mesa, y vi
su mirada.

Me sent� a su lado, y estir� sus brazos, sonriente y se me
abrazo. Le mir� los ojos, nos acercamos uno al otro y nuestras bocas se besaron.
Nos dejamos llevar por nuestros instintos, le estreche conmigo, y bes� su cara,
sus orejitas, acaricie su espalda y su cintura. Ella, me apretaba hacia s�,
haci�ndome notar su barriguita, sus repletos senos. El beso, fue alarg�ndose,
avanzando en intimidad, luego entraron las lenguas, desde el uno al otro. Se me
apret� con ansia y estuvimos un tiempo indefinible.

Y, nos quedamos mirando, sorprendidos parcialmente, por el
centelleo del placer y las sensualidades de estas muestras de atracci�n y amor,
tan sencillas y tan gratificantes. Nos levantamos, vino conmigo, a mi
habitaci�n. As� estando ella de pies, se sac� el vestido ante m�. Se quedo
parada, entregada en pies, en cuerpo y alma y sinti� mi ternura, cuando afloje y
le quite el sost�n, poni�ndome a su altura.

La bese una vez y otra, por todo el cuello, por los hombros.
Le bes� los brazos, los codos y las manos. Acerque mi cara, hasta llegar a sus
senos, me apret� a ella y respiraba sobre ellos, y mi lengua se los acariciaba
con sutileza.

Miraba hacia arriba y la expresi�n de felicidad de su cara de
querub�n entregada, me excitaba, mas ver sus facciones de esp�ritu celes y not�
sus primeros gemidos, de amor y de sensualidad. Le baje sus bragas, las cuales
se hab�an humedecido. Ella levant� una pierna y su pie, luego el otro. Y As�, la
desnude totalmente, su barriguita me excitaba m�s y sent� que de su persona
emerg�a un esp�ritu de luz. Ella, esta experimentando un enamoramiento y una
dulzura, que no hab�a tenido nunca antes.

Me sent� tentado, por su cuerpo y por su pubis. Su vagina,
estaba �ntegramente depilada, entreabierta y receptiva. Me apret� a ella, y mi
lengua dio golpecitos en las paredes de su vagina, en sus labios y me dediqu�
chuparle su cl�toris, que ella me ofrec�a. Y fui acariciando sus muslos y
succionando sus l�quidos vaginales que escanciaba pr�digamente, pendiente de
como reaccionaba yo.

Me sent� en la antec�mara de placer so�ado, sus pezones se
los presionaba, a s� misma. Estaba muy sensible, y los roces de mi lengua y
labios, unidos a las caricias de sus yemas, la hac�an balancearse. Se apoyo, con
una mano sobre mi cabeza, dejando que sus dedos entrasen entre mi cabello.

Brotaba en m�, el deseo de saborear su leche e imagine que la
tumbaba en la cama. Se lo coment�, y se avino a tumbarse. Y sinti�, como
devocionalmente le chupaba y me gratificaba con sus sabores de exquisiteces, tan
nuevas y excitantes para m�.

La sentir, moverse y empezar a iniciar el movimiento de la
penetraci�n, al notar mi mano, sobre sus montes vaginales. Mientras, yo
perturbaba su tranquilidad y desequilibraba su control, haci�ndola desear m�s y
m�s. Mis dedos, separaban sus labios vulvares y su boca me jadeaba palabras de
amo.

Su mano, tomo la m�, la que inflig�a unos masajes sobre m�,
con todo su entero pubis y vientre. A la vez, ella me indicaba, que apretase
dedos hacia dentro. Me hizo, penetrarla en su vagina. Y empez� a culearse, sobre
m�, como una hembra, entregada y desesperadamente.

Sent� que me estaba poniendo, muy caliente. Se incorpor�, y
me pidi� de ponerse encima. Asent�, y s� sent� sobre mis piernas. Y asi� a mi
pen�, d�ndose unos toques interesantes; vivi� la escritura de este cincel de
carne �mi falo o verga-, sobre la ventana abierta, de su vagina. Y se sinti�
sugestionada.

Paladeaba el atractivo, de poder pasar la punta por el
extremo de los labios mayores. Luego, sujet� el pene, y uso sus labios menores
como servilletas de amor. Sus �ntimos labios internos, alargados y excitados,
pul�an mi capullo y est� les quedaba temblorosamente agradecido.

Salieron unas primeras gotas de l�quido preseminal. No
precis�bamos gomas �profil�cticos-, pero le indique si pese a todo prefer�a que
me pusiera una (las tengo, las gomas, en el primer caj�n de mi mesilla). Ella,
me dijo que por favor que no. Y con su mano acomodo a mi bocado de carne, para
sentir, de ese modo, m�s vivamente la penetraci�n.

Se empez�, a dejar caer y le entro todo el tallo, carnoso y
el tacto de las venas, se hizo notar en sus paredes vaginales. Aumentaron sus
flujos, se acomodo y se dejo ir en una secuencia de movimientos sugestionada,
por la creciente sensualidad. A ratos, ella para tener sustento, se apoyaba con
sus manos y brazos, sobre mi pecho y hombros. Otras veces, se sosten�a con sus
palmas abiertas, sobre la almohada o sobre el colch�n. Tan concentrada y
sugestiva la ve�a, que me esforc�, para no irme enseguida.

Logre contenerme, y demorarme en la eyaculaci�n; para no
soltarle, tan r�pidamente mi semen, que herv�a en mis test�culos y conductos
seminales... Me encontraba, a punto de dispararme, dentro de ella; tan
c�lidamente envuelto. Note, sus tensiones, sus apretones vaginales y surgi� un
primer grito de placer.

Se mov�a, variando los ritmos, con momentos de languidez, que
dieron paso a acciones vigorosas. Yo le acariciaba la cintura, le tocaba las
nalgas y su espalda. Me excitaba, vi�ndola a ella, a la mujer de mi amigo. Esta
ah�, encima de m�, excitada y una chica bella, con su barriga de seis meses, que
est� movi�ndose, como una pose�da sobre mi. Note, como saltaban, sus enormes
senos. Que mientras ella galopaba, los ve�a moverse se arriba y abajo.

Tras un rato, de sentir gozar su placer. Temblorosa, feliz y
anestesiada de los dolores; por su matrimonio infeliz. Se entrego, se d�a de esa
vez para siempre. Se rompi�, el �ltimo lazo con su marido. Y se dejo venir,
gozar y darse sin rubor. Se entrego, majando dulcemente mis test�culos. Y
rebosando de humedad, su vagina, dejaba abrirse sus compuertas, hasta mojarme
mis huevos, los muslos y las nalgas, y acabando por caer sobre la s�bana
inferior, en la que la mancha de su placer iba creciendo...

Se recupero un momento, sin dejar de moverse. Me enfocaba a
los ojos, con su mirada y empez� a removerse, sobre mi duro miembro. En un juego
de placer, se recreaba sobre mi, absorta, muy alerta y iniciando una aguda
vigilia de amor. La vi, completamente despierta a darme placer; lo cual
finalmente me pidi�. Me dijo:

--�D�jate ir, esta vez! Quiero sentirte, dentro de m�. He
pensado en ti, muchas veces, desde aquel beso.

Y me deje ir, pero permanec� despierto y reflexivo, valorando
los placeres de ambos. Y as�, ella encima de m� permaneci� un largo rato. Hasta
que terminaron, las culebrinas de los placeres. Sigui�, cada filamento de mi
goce. Y yo, me concentr�, en hacerla feliz y en vivir mi placer compartido.

Tras eso, se puso de lado, y hablamos, nos besamos y se me
durmi�. Justo, en la v�spera de St. Jordi: el d�a del libro y de la rosa. Y yo
sent�, que ella era mi maravillosa y carnosa rosa y el libro en el que quiero
leer una vida com�n, compartida y con esa criatura que vendr� (de la que el ha
pasado ol�mpicamente, ya que sigue con sus andares y tiene otra chavalilla).

Hemos, enlazado nuestras vidas. Y, Mar tiene dos a�itos, en
julio cumplir� los tres, adem�s tiene a su hermanita A�na y a Felip (son
mellizos). Somos una familia feliz, y mi madre, sigue visit�ndonos. Por cierto,
ellas se cayeron bien, tras unas conversaciones y confesiones: mi madre acepto a
Eva Lina (mi pareja, que es como se llama ella).

Te quiero, cari�o�