"Te estoy mal acostumbrando", dijo Cristina a su hija menor
mientras se bajaba las bragas, "no deber�a dejarte hacer nada mientras no
terminas los deberes" Laura no contest�, estaba enfrascada en lamer el co�o de
su madre, que estaba tumbada encima del escritorio, hab�an pasado 2 meses desde
su primer contacto con Carolina y desde entonces no hab�a pasado ni un d�a sin
que follara con ninguna mujer, ya que a los chicos no los quer�a ni ver, no le
interesaban. Su madre invit� entonces a Laura a que se fueran a su cama, y all�
la tom� en sus brazos y cogi� su peque�o chocho y se lo empez� a comer despacio,
mientras su hija se lam�a las tetas y se corr�a en su cara, despu�s se dio la
vuelta ofreciendo su culito a su madre y encontr�ndose con un consolador
chiquitito que la estaba penetrando por detr�s. Laura se empez� a mover como una
loca y se corri� de nuevo. Entonces su mam� se puso encima de su hija tumbada y
se dej� lamer, as�, Cristina tuvo su orgasmo y se tumb� en la cama agotada.
Laura se tumb� encima suyo y comenzaron a charlar.
Esa tarde Carolina y Cristina estaban en la biblioteca del
pueblo "estudiando" con unas amigas, hab�a una en especial de la clase de
Cristina que las estaba volviendo locas a las dos. Era alta, morena, no muy
guapa de cara pero con un sujetador un talla mas grande que los de la exuberante
Carolina, ten�a un cuerpo con muchas curvas y un trasero que no pod�an estarse
de tocar siempre que la ocasi�n se lo permit�a.
Las hermanas se fueron al lavabo y comenzaron a hablar de esa
chica, Raquel, Cristina dec�a que no se pod�a controlar, que la quer�a para
ella, intentaron echar un polvo para ver si relajaban sus sexos pidiendo guerra,
pero all� no se pod�a hacer nada, as� que se concentraron en planear como pod�an
hacerse con esa chica que las tra�a locas. Al final trazaron un plan, cuando
iban a salir la cogieron e invitaron a Raquel a dormir a casa de las hermanas
con el pretexto de seguir estudiando para el examen de matem�ticas con la ayuda
de Carolina, as� se lo platearon a la madre de la chica y dio permiso.
Laura y Cristina estaban acostadas y Laura estaba explicando
a su madre entre polvo y polvo todas sus aventuras sexuales, que estaban siendo
muchas. Seis amigas suyas ya hab�an ca�do en las redes de la peque�a, y convino
con su madre que quedar�an alg�n d�a todas juntas. Pero m�s sorprendi� a
Cristina la historia sobre dos de sus profesoras:
Laura se estaba enrollando en el ba�o de chicas con una ni�a
un curso m�s peque�a, la peque�a se hab�a desnudado y estaba con su culito
resping�n al aire, mientras pugnaba por desnudar a la ni�a. Entonces entraron
dos chicas mayores, estaban haciendo pr�cticas de magisterio en el colegio,
estaban de risas, y una de ellas comenz� a besar y a meter mano a la otra, que
no pon�a inconvenientes, estaban ya medio desnudas mostrando unos j�venes
cuerpos semidesnudos cuando se metieron en el lavabo y se encontraron con que
las dos ni�as ya se hab�an metido antes. Las mayores se quedaron paradas, la
ni�a m�s peque�a estaba siendo masturbada con habilidad por la mayor y no se
enteraba de nada, mientras que Laura se gir� despacio y las mir�. Entonces, la
chica que hab�a tomado la iniciativa antes se agach� y empez� a lamer las tetas
de Laura, mientras que la otra comenzaba a chupar el co�o a la ni�a, que no not�
el cambi�. Las chicas propusieron irse al aula de Franc�s, que estaba
desocupada, y cuando llegaron all� cerraron con llave, se desnudaron
completamente, tumbaron a las ni�as en las mesas y se las follaron sin piedad,
las lam�an con fuerza, completas, turn�ndose, despu�s cuando ambas se hab�an
corrido, la chica mas joven comenz� a meterle los dedos a la ni�a peque�a, y
aunque en principio grit� y llor� un poco, finalmente se volvi� a correr, as�
que dio la vuelta a la ni�a y le meti� los dedos por su m�s virgen a�n culo,
met�a dedos y lengua alternativamente. Laura y la mayor en cambio lo hac�an al
rev�s, esta se hab�a apoyado en una mesa y la ni�a estaba con la cara sumergida
en su culo, mientras la masturbaba con las manos, se corrieron a mares. La otra
chica, entonces cogi� a la peque�a y le puso el culo delante, mientras le ped�a
que lo chupase, la ni�a lo hizo temerosa, pero eso hac�a que se excitara m�s a�n
y pidiera m�s, as� que las otras dos se metieron y entre las 3 hicieron que la
chica tuviera un orgasmo de casi 15 segundos y gritara como una loba, despu�s
las dos parejas comenzaron a hacer un 69 y termin� todo con una especie de
cadena l�sbica, grande-peque�a-grande-peque�a.
"oooooooohh" Laura termin� su historia con un gemido mientras
su madre sacaba la cabeza de la entrepierna de la ni�a.
Eran las 12 y pico de la noche y las chicas entraron
silenciosas a casa, tras comprobar que su madre y su hermana dorm�an en la cama
de matrimonio, llevaron a su invitada a la habitaci�n de las hermanas. All�
prepararon la cama de Raquel enseguida y las hermanas comenzaron el show, se
desnudaron lentamente y acerc�ndose mucho hasta quedarse en ropa interior, y
diciendo a Raquel que hiciera lo mismo, que no pasaba nada, entre las dos la
desvistieron y vieron que llevaba un sujetador muy provocativo y un tanga
precioso y muy invitador. Raquel estaba nerviosa, pero las hermanas mostraron
naturalidad pese a su excitaci�n y comenzaron a charlar, estuvieron hablando de
banalidades durante unas dos horas, hasta que Carolina consigui� desviar el tema
a su campo, el sexo. Raquel constat� que era virgen, y al preguntar a las
hermanas respondieron que s�. Un rato despu�s comenzaron a acostarse, Raquel se
qued� perpleja cuando ve�a que Carolina y Cristina se desnudaban sin ning�n
pudor, ellas le dijeron que se desnudara ella tambi�n, que no pasaba nada, tras
un rato de insistir, las hermanas consiguieron sacar el sujetador a Raquel, se
lo quitaron ellas, dejando que sus manos acariciaran sus enormes y rosados
pezones, fue una insinuaci�n muy clara, pero que se pod�a ignorar, lo mismo
ocurri� con el tanga, se lo sacaron entreteni�ndose en acariciarle el culo. Al
final apagaron las luces, pero entonces Raquel se encontr� con dos lenguas
recorriendo sus tetas en la oscuridad, la chica dio un respingo, entonces se
encendi� la luz y se las encontr� mordisqueando sus pezones con ganas. La chica
se asust� y se quiso separar, pero las hermanas no se lo permitieron, comenzaron
a besarla mientras la sujetaban, Carolina entonces puso sus pechos encima de la
cara de Raquel y orden� que se los chupara, esta comenz� a lamerlos despacio,
cuando se encontr� con una lengua recorriendo su chocho, "�Qu� haces?" pregunt�
muy asustada Raquel, las hermanas no contestaron y siguieron a lo suyo, mientras
la chica dejaba de protestar a causa de los gemidos y se sumerg�a en las tetas
de Carolina. Cristina mamaba con habilidad, pero tardo un rato en conseguir
excitar a su "invitada" y otro rato en hacer que se corriera, pero finalmente lo
consigui�, un orgasmo muy peque�o pero prometedor. Entonces Cristina se puso
encima de Raquel y comenzaron un 69 mientras Carolina comenzaba a lamer a el
culo a Cristina, as� llegaron m�s orgasmos y gritos, ya no hacia falta sujetar a
Raquel, que se estaba dejando violar por las chicas. Dieron la vuelta a Raquel y
la apoyaron contra la pared, acto seguido metieron sus lenguas en su culo,
Raquel se estaba moviendo como una loca mientras se masturbaba, quiso darse la
vuelta pero no se lo permitieron.
Raquel ya estaba agotada, hab�a sido penetrada con dos
enormes consoladores, mamada, succionada, acariciada, y las chicas no paraban,
estaban fuera de si, ella quer�a parar ya pero no se lo permit�an. Se encontraba
lamiendo a Carolina mientras volv�a a ser penetrada por detr�s por Cristina
cuando Laura entr� por la puerta, y sin parase a pensar nada, se puso a
trabajarle el culo a Raquel. �sta ya no se cre�a nada, estaba muy cansada,
follada por todas partes, sudada y encima no pod�a parar, las tres chicas
estaban pose�das, Laura se hab�a encaramado a sus tetas y se masturbaba con sus
pezones, Cristina estaba sentada encima de su cara y Carolina hac�a con ella una
tijeras con su dolorido sexo.
Finalmente amaneci� y las 3 hermanas satisfechas se
durmieron, no sin antes atar a la cama a Raquel.
Relato: Carolina y su familia (IV)
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