Relato: Aventuras del pasado Aventuras del pasado
Mi relaci�n con mi polola tiene ya bastantes a�os, y dentro
de la cual hemos tenido un rompimiento. En esa ocasi�n ella conoci� a dos
hombres, si bien yo fui el primero en su vida sexual a los 17 a�os, tuvo unas
aventuras con ellos, lo cual al principio me provoca unos profundos celos, pero
ahora, cada vez que conversamos de eso me produce una excitaci�n tal que me
vuelvo loco de caliente y le hago el amor en todas las formas que se me ocurren,
y ella lo acepta puesto que, mientras me cuenta los detalles de sus noches con
ellos, yo le acaricio su zorra, y se moja mas de lo habitual.
La idea de contarles esto fue idea de ella, est� aqu� conmigo
para que yo no me olvide de ning�n detalle para ustedes, bueno esta es su
historia, que ella misma cuenta.
Despu�s de haber terminado con mi pololo, luego de 2 a�os de
una relaci�n en la cual le entregue mi zorrita a �l mi primer hombre, comenc� a
salir con algunas amigas para aprovechar el tiempo perdido, aunque nunca
imagine, que me acostar�a con unos amigos que conoc�.
Era un d�a s�bado cuando hab�amos ido a una fiesta con mis
amigas, estabamos pasando una noche muy agradable, y durante todo ese tiempo un
hombre un poco musculoso, me hab�a mirado. al principio no le hab�a prestado
mayor atenci�n, pero luego de algunos tragos su mirada penetrante, empez� a
hacer reaccionar mi cuerpo, y sin querer, mi concha la que hab�a empezado una
producci�n de jugos bastante abundante.
En un momento de la fiesta se acerco y me invito a bailar,
fue as� como me entere que no era de la ciudad, que estaba de paso por trabajo,
y que era amigo de una amigo del due�o de la fiesta, era agradable, y buen
bailar�n, sobre todo para la salsa, en la cual me tomaba de la cintura y podia
sentir su pico en mi estomago pues era mas alto que yo, y por lo que pod�a
sentir era bastante prometedor. A esa altura de la fiesta, mi calz�n colales,
estaba empapado y yo esperaba que el diera cualquier indicio de besarme para
salir de ah� e ir a un lugar mas c�modo. Con mi pololo, hab�a pasado ya 2 meses
de la �ltima vez que hab�amos hecho el amor, y esa sequ�a de sexo me tenia la
zorrita, loquita por tener un falo adentro.
Esa noche no paso nada, pero quedamos de vernos al d�a
siguiente en la playa.
Espere ese d�a con bastante ansia, y aunque estaba caliente
no me masturbe para as� poder disfrutar mas y tener mi mente mas abierta, y
bueno otras cosas tambi�n.
La cita era a las 8:00 de la tarde, cuando llegue el ya me
estaba esperando, comenzamos a caminar por la playa, y cuando estuvimos algo
alejados de la luces que nos delataban, me tomo en sus brazos y me beso, el solo
sentir sus labios hizo que mis pezones se erectaran y mi conchita se mojar� como
hacia tiempo no lo hacia, su tranca erecta la pude sentir en mi estomago, sus
manos comenzaron a tocar mi espalda y sus labios besaron mi cuello, eso provoc�
que se me escapara un gemido, lo que le dio la valent�a suficiente para tocar mi
culo, redondo y moreno por sobre mi pantal�n, nos sentamos en la arena me
recost� en ella y comenz� a recorrer mi cuerpo con sus manos. Sus manos grandes
tomaron mis pechos y bajaron por estomago hasta mi zorrita, yo respiraba en
forma agitada y toqu� su paquete, pude sentir su pico en mi mano por sobre el
jeans.
Tomo mi blusa, y la comenz� a desabotonar, mi sost�n
desapareci� r�pidamente, y mis tetas saltaron deseosas de ser besadas, sus labio
las recorrieron una y otra vez sus dientes tiraban mis pezones caf�s, y yo no
paraba de gemir. El desabroch� mi pantal�n sorte� mi colales con encajes, y me
sobo la concha empapada de mis jugos, no aguante mas y a tirones le desabroche
el pantal�n, los baje junto con su slip, y pude ver en toda su plenitud esa
hermosa tranca que se me ofrec�a para mi deleite, era grande mas que la de mi
pololo, y no pude menos que decirle lo grande que era, "no te preocupes no te va
a doler" fue su aliciente, eso era lo que menos me importaba.
El bajo mi pantal�n y mi colales, y me meti� dos de sus dedos
en mi zorra lo que me hizo gemir mas fuerte, se estir� al rev�s en la arena de
modo que su cabeza quedo cerca de mi productora de jugos, y su pico cerca de mi
boca, aunque no lo crean nunca le hab�a mamado la tranca a mi pololo, pero ver
esa cerca de mi boca, me calent� aun mas, la tome con ambas manos la acerque a
mi y le pase mi lengua de arriba abajo como hab�a visto en algunas pel�culas xxx
que mi pololo arrendaba, lo lam� y se la mame, como si hubiera sido un manjar
que me hubiera estado prohibido durante toda mi vida. El por su parte me chupaba
mi zorrita con locura mientras sus dedos aun entraban y sal�an de ella, gem� una
y otra vez hasta que me hizo acabar en un orgasmo que corone con un grito que de
seguro escucharon todas las parejas que como nosotros estaban en la playa.
El no me dio ning�n descanso, se dio vuelta otra vez, y se
subi� sobre mi, y me clavo su flecha que me hizo aullar, al principio de dolor,
pero luego de unos segundos de placer como hacia tiempo no lo hacia, se mov�a en
forma fren�tica sacando casi por completo su tranca de mi y volvi�ndola a clavar
hasta el fondo, trato de meterme un dedo en mi culito pero no lo deje pues
quer�a mantenerlo virgen hasta que encontrara el hombre de mi vida (ahora ya no
es virgen). Luego de estar un rato sobre mi, me pidi� que yo lo cabalgara, ah�
pude sentir mas dentro de mi su tranca, pensaba que me llegaba hasta los
ovarios, lo cabalgu� como una amazona a su caballo subiendo y bajando con ritmos
r�pidos y constantes lo que me hizo acabar una y ora vez, pero el no acababa, y
le pregunte que quer�a que hiciera, "ponte como si fueras una perrita", me puse
en cuatro patas en la arena y me lo meti� por detr�s no estuvo mucho tiempo
movi�ndose cuando me descargo toda su leche en mi concha, era tanta que me
chorreo por los muslo hasta la arena, pero estaba feliz.
Me limpio �l, y yo se la chupe hasta que le deje su palo
limpio de mis jugos y de su leche estuvimos un rato ah�, y pudimos ver de que
durante todo ese rato hab�an estado observ�ndonos tendidos en la arena algunos
hombres, nos vestimos r�pidamente y nos fuimos, esa noche, dorm� como hacia
tiempo no lo hacia y aunque me dol�a todo estaba feliz por ese dolor.
Espero les haya gustado su experiencia, por ahora es
suficiente ya habr� tiempo de volver a contarles su otra aventura, nos vemos.
Alejandro y Paula
Vi�a del Mar
Chile
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Relato: Aventuras del pasado
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