Relato: La conquista del desierto La conquista del desierto
Esta historia, es parte de la Historia....
A�o 1880, a 750 Km de Buenos Aires en direcci�n sur, ah�
comenzaba la frontera sur, no limitaba con otro pa�s, pero para el gobierno
central era territorio desconocido, separaba territorio del blanco y la del
indio, por ese motivo hab�a una serie de fortines o fortificaciones, que
imped�an que los indios Pampas pudieran atacar poblados y la mas importante
ciudad al ser de Argentina, Bah�a Blanca.
Estas escaramuzas dieron origen al comienzo de lo que luego
se llamar�a la Conquista del Desierto. (El exterminio del indio).
Los Pampas al igual que los Tehuelches, eran tribus n�mades,
y por lo tanto guerreros por excelencia, pero casi todo el tiempo pac�ficos,
solamente al principio se defend�an, pero luego de innumerables atrocidades del
ejercito, empezaron a atacar.
Ellos siempre realizaban sus cacer�as en las imponentes
llanuras sin ning�n tipo de restricci�n, hasta que llegaron los colonos y
militares, que poco a poco invad�an todo, poniendo en riesgo los cotos de caza,
que ten�an para sobrevivir.
Fue por este motivo que comenz� la guerra, los blancos
quer�an tierras y minerales, los indios, comida y vivir tranquilos.
Amanecer de un d�a de primavera, en un caser�o ( todav�a no
tenia status de pueblo) Vivian 18 familias, la mayor�a eran inmigrantes de
varias partes del mundo, pero los que se destacaban eran los Italianos y algunos
Turcos, en total , 90 almas entre hombres, mujeres y ni�os.
Los hombres capaces de portar un arma eran 28 el resto eran
mujeres y ni�os demasiado chicos como para poder ayudar.
En una avanzada a 15 Km. Hab�a un fort�n con una compa��a,
integrada por 25 soldados mal armados y sin ninguna moral para el combate, a
excepci�n de 7, los dem�s eran reclutas, tomados de las pulper�as, cuando
estaban tan ebrios que no pod�an defenderse, muchos ni pod�an despedirse de su
familia, es por eso que cuando volv�an a sus casas, despu�s de dos a�os de
servicio, muchos encontraban que ya no ten�an mas mujeres e hijos.
Ese amanecer fue muy violento y mortal para muchos hombres y
mujeres, pues en un ataque rel�mpago, los indios Pampas arrasaron el caser�o,
pasaron a cuchillo a todos los hombres que encontraron y a las mujeres que los
enfrentaban, sus ataques eran tan temidos que muchos mor�an aplastados por los
caballos y vacas que utilizaban para realizar el Malon ( este es el nombre que
se le da al ataque de los indios Pampas) antes de enfrentar cara a cara a los
indios.
El bot�n eran todas las pieles que pod�an encontrar y las
mujeres que hac�an cautivas, no importaba la edad, solo si pod�an caminar, en
este ataque se llevaron a 32 mujeres entre los 46 y 8 a�os, varias carretas y
muchas ovejas.
Era un muy buen bot�n, ya que solo perdieron 2 guerreros y 5
quedaron heridos, ahora tendr�an que apurarse, pues los "Milicos" en cuanto se
enteraran de la incursi�n saldr�an a perseguirlos.
Ten�an muchas leguas para recorrer, las cautivas demoraban la
marcha por ese motivo las pinchaban con las lanzas en los gl�teos, para que
apuren el paso, las ni�as eran llevadas en el lomo de los caballos y las ovejas
sobre las carretas para que no se escapen.
Entre las cautivas estaban do�a Flora, mujer oriunda de
Galicia que contaba con 44 a�os, do�a Sof�a,(36 a�os) de un pueblo cerca de
Roma, pero ella dec�a que era romana, su hija Andrea de 18 a�os, y Maria de 14,
todas iban caminando juntas, era el primer grupo, los indios las ten�an
separadas en varios para poder controlarlas mejor con un solo guerrero.
-Que nos va a pasar- Preguntaba Maria a su madre
- No s� hija, pero qu�date tranquila, junto a mi lado-
- Supongo que nos llevan a las Tolder�as.- agrego
Flora
- Es lo que siempre hacen-
- Qued�monos, todas juntas para poder defendernos-
Dec�a Andrea
- Eso no nos va a servir para nada- dijo Flora
- Estos salvajes son muy fuertes, y lo que quieran hacer
lo har�n-
- Tengo miedo mam�- Dec�a Maria casi llorando
Ya casi anochec�a, cuando llegaron a una aguada, los indios
se prepararon para pasar la noche, los preparativos eran r�pidos, todos sab�an
lo que ten�an que hacer, algunos acomodaban los caballos, otros buscaban le�a
para las fogatas, y los mas viejos preparaban lo que comer�an esa noche, algo de
carne seca y agua ardiente o ca�a, para combatir el fri� nocturno. Los vig�as se
instalaban a dos kil�metros del campamento del lado del cual podr�an venir los
blancos, estos eran relevados en 4 o 5 horas, no mas, ya que por seguridad no
prend�an ninguna fogata que los pudiera delatar.
Terminada la comida, fueron mandadas las cautivas a dormir
bajo las carretas, todas amontonadas para darse calor, por supuesto a excepci�n
de las ni�as, ninguna de las mujeres pego un ojo esa noche, el temor era mas que
el cansancio.
La noche transcurri� sin sobre salto para ellas, pero a la
ma�ana temprano fueron despertadas en forma brusca, y puestas a caminar de mal
modo. Las m�s veteranas buscaban alg�n punto d�bil en sus captores, pero no lo
hab�a, estaban todo el tiempo en estado de alerta, es mas, alguna buscaba que
por lo menos un salvaje se fijara en ellas para poder aprovechar en el momento
que estuviera haciendo algo para huir, pero eso no paso, como se dir�a ahora,
eran muy profesionales como para distraerse.
A media tarde de ese mismo d�a, llegaron a la tolder�a, las
cautivas temblaban, el cansancio y el miedo a lo desconocido estaba haciendo
estragos en ellas, todo lo contrario se ve�a en sus captores, que ahora si
estaban alegres y no tan alertas, pues sus familias estaban cerca y ellos les
tra�an abrigo y comida
-�Est�n todos bien? � Pregunto el cacique al l�der de
la partida (en su idioma)
- Mejor de lo esperado, traemos 5 heridos y dos guerreros
quedaron en el campo de batalla.-
- Y a dem�s traemos muchas cosas para nuestro pueblo,
comida y abrigos, tambi�n algunas cautivas, que ser�n muy �til para todos-
el griter�o de los presentes al o�r esas palabras asustaron a las cautivas,
ya que no sab�an que estaban hablando.
Hoy celebraremos por los que han vuelto con vida, ma�ana
lloraremos por los muertos- Dijo el cacique
Todas las mujeres de la tribu empezaron a cantar y bailas,
mientras preparaban el fest�n que abr�an de disfrutar los guerreros, es decir
sus esposos, hijos y hermanos, es por eso que lo hac�an con gran devoci�n.
Maria no pod�a apartar la mirada de las indias adolescentes
que corr�an por todos lados con los pechos desnudos, ella jam�s vio a otra mujer
que se exhibiera de esa manera, en cambio do�a Flora, le preocupaban otras
cosas, como que seria de ellas si el ejercito no las encontraba, ya que vio que
la tolder�a estaba bien oculta de cualquiera.
- Yo no s� Uds. Pero yo en cuanto pueda voy a escapar-
dec�a Flora
- Recuerdo que una vez mi marido me cont� de una cautiva
que estuvo 2 a�os en poder de los salvajes y que cuando la rescataron los
soldados, estaba como loca- Dec�a Sof�a mirando al horizonte con la
mirada perdida.
- Yo la voy a cuidar mama- le dijo Andrea
Durante la fiesta, y ya con varios indios en estado de
ebriedad, empezaron con el reparto del bot�n, las pieles para la familia del
cacique, las ovejas para la familia de los muertos y las carretas quedar�a para
uso del pueblo, con las cautivas se har�a una especie de sorteo, primero las mas
viejas, la que podr�an trabajar con las pieles y cocinar, las del medio eran las
del servicio domestico, es decir serv�an en las chozas de las familias con mas
categor�a.
Las menores eran distribuidas entre las parejas m�s j�venes
para poder criarlas a su costumbre, y prepararlas para ser reproductoras.
Ya muy entrada la noche todos se iban a dormir excepto los
mas j�venes y borrachos de la tribu, ellos quer�an algo mas del bot�n, por ese
motivo apartaron a un pu�ado de cautivas y las llevaron a unos matorrales, y ah�
las empezaron a violar, sin miramientos ni piedad, no importaba la edad o si
lloraban, a Sof�a la ten�an tres, uno de los pies y otro de los brazos, el
tercero le pon�a su miembro totalmente excitado en su boca, ella pataleaba y
gritaba, esto enfureci� a los alcoholizados salvajes que la golpearon con fuerza
y luego la estaquearon, (este proceso se utilizaba para dominar a los
prisioneros, y consist�a en clavar 4 estacas en el suelo y atar los pies y las
mu�ecas con tiras de cuero h�medo, esto de noche solamente era incomodo, pero de
d�a cuando el sol calentaba y secaba el cuero, este se contra�a y hacia de una
especie de potro de tortura, pues estiraba los brazos y piernas hasta el limite
), con los miembros inferiores abiertos y los brazos tambi�n, Sof�a representaba
una gran equis, y como tal, estaba totalmente expuesta.
Mientras era atada ve�a como otros indios penetraban
analmente a Maria, la chiquilla que era totalmente virgen, lloraba
desesperadamente, y su hermana Andrea estaba siendo penetrada por un viejo indio
en su vagina, este aparentemente tenia la verga muy grande ya que destrozaba esa
cueva casi virgen, Sof�a no pod�a mirar como lastimaban a sus hijas y viro su
cara para el otro lado, fue as� como vio que a do�a Flora 4 Pampas se estaban
divirtiendo haciendo que un caballo se la cogiera, con una soga al cuello la
ten�an atada aun palenque, uno tenia una lanza cerca de su cara y otro al
caballo de las crines, una india se encargaba de excitar al equino masturb�ndolo
a mano, cuando estaba casi dura la dirigi� a la entrada de la concha de Flora y
con solo sentir el calor de la vagina ,el animal introdujo su descomunal miembro
en ella, era tanto el dolor que sent�a Flora que perdi� el conocimiento, a lo
que los indios le arrojaron agua en la cara para reanimarla, quer�an ver que
cara pon�a cuando el caballo llenara de leche su vagina, este espect�culo
espanto a Sof�a, cuando miro hacia el frente vio como los cuatro que la hab�an
atado se pon�an en fila para violarla por turnos, el primero la tendr�a de 20 cm
esto asusto tanto a Sof�a que cerro los ojos, pero esto no evito el dolor al
sentirla entrar en ella, con muy pocos movimiento el salvaje invadi� su �tero de
abundante leche, el que segu�a apuro a su compa�ero, estaba tan caliente que no
pod�a esperar, y como el que estaba dentro de ella se mov�a con lentitud, tanto
por la acabada como por la borrachera, este lo empujo y acto seguido la penetro
con lujuria, este estaba un poco mas fresco y la tocaba y chupaba por donde
pod�a, los movimientos eran r�tmicos, hasta agradables pens� en un momento
Sof�a, era de noche y hacia fri�, los cuerpos traspirados le trasmit�an un poco
de calor y eso la recorfontaban en algo, hasta la leche caliente dentro de ella
era bienvenida en esas circunstancias , es mejor no resistirme y dejar que usen
mi cuerpo pens�, as� tendr� la oportunidad de poder escapar, no quiero morir y
no quiero que mueran mis hijas.
Como a media ma�ana estando aun dormida siente como alguien
le desata las tiras de cuero da las manos, era Flora, que le alcanzaba un poco
de agua y algo para comer
- Gracias- Le dijo Sof�a, y le pregunto
- �D�nde est�n mis Hijas?
- Tranquila Sof�a, est�n bien, es decir, tan bien como
podr�an estarlo en estas circunstancias,-
- Maria esta con un grupo de chiquillas de 13 a 15 a�os
que los salvajes han apartado no s� porque, y Andrea despu�s que te has
desmayado la llevaron a la choza del cacique junto con dos indias, y las
acompa�aban 6 o 7 indios y aun no ha salido-
- �Y las dem�s?, �C�mo est�n?-
- Para serte sincera Sof�a te dir� que no todas quedamos
muy bien, recuerdas a la mujer del turco Hamed y a su hija Margarita, pues
te cuento que la Sra. Se resisti� a ser violada y lucho con uno de ellos,
este muy borracho le clavo el cuchillo en el brazo y la arrojo al suelo y
ah� la ultrajo, mientras tanto los de mas violaban de forma reiterada a su
hija, que sufri� un colapso emocional al enterarse de que su mama muri�
desangrada, y ahora esta desnuda en medio de la tolder�a, ofreci�ndose a
cualquier hombre que pase cerca de ella, la pobre enloqueci�, totalmente.
Cuando Flora termina de desatar a Sof�a ven entre los indios
a un hombre blanco, charlando lo mas animado, ellas no lo pueden creer, como es
posible que no lo hallan matado, El aparentemente las vio y se les acerco
- �Hola Sras.!- saludo en forma sarc�stica.-
- �C�mo la pasaron anoche?, �Bien o muy bien?, Dijo
,ahora soltando una risotada
-�Y Ud. Quien es?, Pregunto Flora indignada
- Para Uds. Soy un desertor, pero para ellos soy una
fuente de informaci�n, y por eso me cuidan muy bien-
-Pero que descarado es Ud. No le da verg�enza
traicionar a su patria- Solt� Sof�a con rabia
- Mire Sra. Yo era un soldado de los fortines, que
deserte luego de que me tuvieron tres a�os sin paga y alejado de mi familia,
y que cuando reclame mi dinero, el comandante me condena a dos a�os mas de
servicio por desacatado-
-Como cree que me siento con respecto a mis pares, si
los salvajes me aceptaron mejor que ellos-
-Y lo que les hicieron los Pampas anoche, es en respuesta
a lo que los blancos le hicieron a sus mujeres, solo que a diferencia de los
"salvajes" los militares una vez que abusaban de ellas las mataban-
-D�game Sra. m�a, quien es el "animal" He?- -�Ellos, que
quieren sobrevivir, o nosotros que queremos conquistar?
-Pero...pero, ellos..- Intento responder Sof�a
-Pero nada Sra. Ellos pelean por sobrevivir y contra eso
no hay, no existen reglas de combate, todas las armas son licitas, sobre
todo si el contrario las emplea primero, �No lo cree as�?-
Estaba terminando de hablar cuando ven que sacan a Andrea de
la choza del cacique, la tra�an tomada de los brazos dos mujeres indias, y la
pusieron cerca de ellas, Sof�a corri� para abrazar a su primog�nita, y
preguntarle como estaba.
- OH, mi amor ,como estas?-
- Hay mama, no sabes como me siento, me hicieron de todo-
As� Andrea les cont� que en la choza del Cacique la usaron en
total 7 hombres, durante toda la noche y parte de esa ma�ana, que las dos
mujeres estaban ah� para chuparle las vergas y as� par�rselas m�s r�pido para
que la siguieran violando, era el acabar uno para que otro ocupara r�pidamente
el lugar, cuando su concha estaba repleta de leche, la daban vuelta y la
sodomisaban , fueron tantas las veces que la penetraron por atr�s que perdi� la
cuenta, en una ocasi�n cuando uno de ellos no pudo aguantar su turno, mientras
aun estaba penetrada por el culo, la cogi� por su vegina, y fue la primera vez
que no supo que sentir, era una sensaci�n extra�a y sin darse cuente perdi� el
conocimiento, cuando lo recupero, el hijo del Jefe, la tenia acostada con �l , y
la acariciaba y besaba muy suavemente, con sus manos jugaba con sus pechos y eso
la estimulaba, sus labios recorr�an gran parte de su cuerpo y este movimiento de
alguna forma excitaba a Andrea, que se dejo poseer sin ninguna resistencia,
cuando �l la empez� a penetrar ella sent�a como �l temblaba de deseo, esto
erotizaba su cuerpo y cuando acabo en su interior ella no pudo reprimir su
orgasmo. Sent�a mucha verg�enza por eso y se lo dijo a Sof�a, esta le respondi�
que su obligaci�n era sobre vivir, no importaba como, ni lo que tenga que
realizar para lograrlo. Si la forma era acostarse con el cacique, que as� lo
hiciera, tenia que vivir s� o s�.
Despu�s de pasar el d�a recuper�ndose, las cautivas fueron
alojadas en una toldera que estaba en el medio del campamento, ah� les ense�aron
lo que ten�an que hacer, como preparar las pieles de ovejas y cocinar los
perros, (los Pampas y otras tribus de la zona, criaban los canes para consumo en
�pocas de escasez), as� fue que llego la noche, y como hab�a dicho el jefe, era
hora de llorar a los muertos, los hombres con rostros serios, se reun�an en
derredor de las fogatas y las mujeres lloraban con gran esc�ndalo, en cambio los
varones solamente susurraban una canci�n mortuoria con gran respeto. Esa noche
no se consumi� ning�n tipo de alimento, y todos fueron a dormir solos.
Esos primeros d�as fueron para las cautivas muy dif�ciles,
pues no se acostumbraban a ese trato, que para ellas era inhumano, pero dentro
de todo, Sof�a que a la postre era la mas pensante e inteligente de todas, se
dio cuenta que eran tratadas bastante bien a pesar de todo, a excepci�n de las
violaciones forzadas del primer d�a, las otras veces todos fueron mas amables,
el hijo del cacique hab�a adoptado a Andrea y siempre dorm�a con ella, a Maria
todav�a la ten�an con las dem�s adolescentes , nadie sabia para que y al resto
de las mujeres adultas les dieron trabajo, eso ayudaba mucho a pasar el tiempo,
y a las ni�as las integraron con los dem�s chicos, es decir que estaban casi
todo el d�a jugando, y casi no se daban cuenta de su situaci�n.
A los 10 d�as cada mujer adulta ya tenia con quien dormir a
la noche, las cosas se iban dando con naturalidad y Sof�a quer�a sobrevivir.
A Flora se la cog�an dos indios viejos y el desertor, noche
por medio ella misma dirig�a la org�a, le dec�a a Pedro (el desertor) que le
consiga grasa de vaca, pues sabia que a los viejo le gustaba cogerla por el
culo, y para que entrara mejor le pon�a un poco de sebo a los penes y a su
propio ano, en cambio Pedro le encantaba llenarle la concha 2 o 3 veces por
noche.
A Sof�a la pose�an 2 adultos y los hijos de estos, de 13 y 15
a�os, uno de los grandes tenia problemas para eyecular y por eso siempre era el
ultimo en cogerla, ella empezaba con los chicos, al de 13 le chupaba la pija y
cuando estaba por acabar le pon�a la peque�a pija en la entrada del culo, con
ese esperma se lubricaba, luego llamaba al de 15 que la tenia m�s grande y con
un poco de esfuerzo se la introduc�a ella misma, en pocos movimientos, y gracias
a su experiencia lo hacia acabar enseguida, cuando estos ya estaban liquidados,
entraba el adulto mas joven, este tenia una mujer casi adolescente que
satisfacer, pero igual quer�a aprovechar a las cautivas, por eso lo hacia mucho
mas r�pido, es decir que se echaba encima de Sof�a, la penetraba y la llenaba en
pocos minutos, y sal�a corriendo a su choza, el otro era un problema para Sof�a,
pues tenia dificultad para acabar, le costaba horrores tirar la leche, pero
adem�s era fan�tico del culo de Sof�a, cuando se quedaban solos, El se acomodaba
, le met�a la mano en la entrepierna, le estimulaba un poco el cl�toris y la
penetraba, mas o menos 10 minutos, luego la daba vuelta y como ya estaba
lubricada por la leche del mas chico no costaba tanto entrar la cabeza, el resto
del miembro era mas dif�cil, pues era bastante grande, una vez logrado la
penetraci�n ah� empezaba el dolor y goce de Sof�a, pues el pod�a estar bombeando
dentro suyo por mas de tres horas sin sacarla, con los movimientos acompasados
Sof�a entraba en �xtasis y acababa, cuando ella lograba el orgasmo ah� empezaba
el suplicio, ya que se relajaba y le dol�a todo, pero al rato entraba de nuevo
en clima y empezaba a gozar, as� durante tres horas casi todas las noches.
Ya estaban en verano cuando en una noche muy calurosa los
Pampas empiezan a realizar lo que parec�a una ceremonia, en el medio de la
tolder�a donde se encuentra la hoguera principal se juntan todos los
adolescentes varones, entre 17 y 14 a�os, enfrentados las mujeres, tambi�n de
esa edad, un paso mas atr�s las madres de estos, observando cada movimiento y
con una gran sonrisa en sus rostros, Sof�a mira pero no logra entender que es lo
que esta pasando, se le acerca a Pedro y le pregunta.
- �Qu� esta pasando Pedro?
- Hola Sof�a, nada malo ,esta es la ceremonia del
apareamiento, ahora van a cruzar a los mas j�venes de la tribu, para que
procreen una nueva camada de descendientes, si quedan embarazada ahora ,para
primavera ya tendr�n los crios, y van a tener mas probabilidades de
sobrevivir, -
-Esta tierra es dura para los bebes-
Sof�a esta mirando todo esto cuando ve que traen a Maria y a
las dem�s cautivas adolescentes, ellas tambi�n van a participar de la ceremonia,
esto desespera a Sof�a , que no quiere que su ni�ita quede embarazada, y corre a
abrazarla, pero salen dos guerreros y la detienen, esto lo ve Maria y le grita
que esta todo bien, que no se preocupe que luego le explica.
La ceremonia continua con una danza muy sensual, en este
momento cada madre entrega su hija a un muchacho, este la toma de la mano y la
lleva a la choza, todos gritan y aplauden, las madres lloran y cantan, es todo
un acontecimiento, a las cautivas tambi�n las tratan con mucho respeto, y
ceremonia, todas para ellos son muy importantes, ellas dar�n continuidad a su
raza.
Una a una van saliendo las adolescentes de las chozas, con
lagrimas en los ojos pero a la vez con mucha alegr�a, para ellas es todo muy
especial, en cambio las cautivitas, no ,ellas fueron forzadas y para algunas
esta fue su primera vez, a excepci�n de Maria que fue brutalmente violada la
primera noche hace casi 70 d�as.
A Maria le toca un indiecito un poco mayor que ella, tendr�
16 a�os, pero bien formado a nivel corporal, alto y mucho m�sculos, a Ella la
sobrepasa en altura como 10 cm. Con bastante delicadeza (por ser salvaje) la
lleva a la choza, una vez dentro, la acuesta cerca de una peque�a fogata que
cumple dos funciones, el calentar e iluminar. Sin mediar palabras la prepara
para penetrarla, El esta tan excitado que casi no puede aguantar, con su verga
bien dura, se tira sobre Maria y con el cuerpo temblando de deseo la penetra, a
ella no le duele como pens� , es mas , casi es agradable y deja que El llene
todo su cuerpo de infinita sensaciones, as� paso toda la noche, sintiendo como
su vagina fue llenada en tres oportunidades y su ano en dos.
Cuando por fin pueden reunirse Sof�a y Maria, esta le cuenta
que lamentablemente ya esta embarazada, cuando fue ultrajada quedo en cinta,
ambas se pusieron a llorar ,pues sab�an el riesgo que era tener hijos en esa
�poca, sin ning�n tipo de ayuda medica. Pero esa no fue la �nica novedad que
tubo, Andrea le dijo que ella tambi�n, esperaba un bebe para dentro de 7 meses y
que pensaba que el padre era el hijo del Cacique.
Cuando en la tribu se enteraron que tanto Andrea como Maria
estaban pre�adas, las empezaron a cuidar entre todos, no quer�an que les pasara
nada, es mas, el hijo del jefe le dec�a con la ayuda de Pedro, que si ella no
quer�a, no la iba a coger, pero que se sentir�a mal por no poder hacerlo, ya que
ella lo volv�a loco. En cambio a Maria, el adolescente que la posey� durante la
ceremonia , todas las noche la cog�a por el culo, una o dos veces, a lo que a
Maria le empez� a gustar, se hizo adicta a este tipo de suplicio.
Una vez ,cada luna llena, durante el verano, el cacique
juntaba a todas las mujeres, no importaba si eran blancas o indias, solamente no
ten�an que estar embarazadas, para realizar una fiesta grupal de sexo
indiscriminado (como lo hac�an los antiguos Romanos en la �poca de los Cesares),
ah� no hab�a celos ni peleas, corr�a el aguardiente y la ca�a, participaban
todos los hombres que no estuvieran comprometidos con la seguridad del poblado.
Todos bailaban y se divert�an, las mujeres indias que no eran de tomar bebidas
fuertes, esa noche, lo hac�an y quedaban totalmente desinhibidas, cuando llegaba
la hora del sexo, las mujeres ten�an que elegir quien las coger�a, podr�a ser su
propio marido si estaba casada u otro cualquiera, ah� no ten�an problemas, hasta
estaba permitido las relaciones incestuosas, es decir que pod�an elegir al
hermano , padre y o hijo. Las cautivas tambi�n ten�an que tomar la decisi�n de
quien las usar�a esa noche, muchos indios hac�an se�a para que los eligieran,
pero eso no estaba permitido, pues era una ceremonia para las mujeres, les daban
la libertad de poder disfrutar por una noche de sus cuerpos con quien ellas
quisieran, esto puso en un dilema a Sof�a, a quien elegir, pues no se pod�a
negar. Despu�s de mucho pensarlo llamo a Pedro, este sorprendido la tomo y la
llevo a su choza
No puedo creer que me hallas elegido- Dijo Pedro
Esto me hace muy feliz-
Lo hice por curiosidad, ya que Flora me cont� algunas
cosas- Respondi� Sof�a con una sonrisa
Espero no defraudarte- Susurro Pedro y la tomo de la
mano y la acerc� a El
Esa noche Sof�a estaba dispuesta a gozar, quer�a disfrutar de
un hombre por completo y se dejo hacer todo, e hizo todo lo que deseo, lo chupo,
lo beso y trago su leche, El la cogi� vaginalmente en varias oportunidades y le
perforo el ano al final de la noche, Sof�a quedo sorprendida con Pedro, ya que
no aparentaba ser un macho tan aguerrido, un semental con toda la potencia, El
tenia 41 a�os y desde hace 5 que viv�a con los Pampas, siempre cogi� con las
indias, (era parte del intercambio que tenia acordado, el daba informaci�n de
los blancos y ellos alojamiento, comida y mujeres), cuando ella le pregunto si
siempre era as�, el le respondi� que desde hace mucho que quer�a hacerlo con una
mujer blanca, que aunque se acostaba con Flora ,esta era de tez trigue�a, con
cabello muy negro ( t�pica espa�ola) en cambio ella con su piel blanca ,cabellos
rubios y ojos claros ,lo enloquec�an y estimulaban.
La respuesta de El agrado mucho a Sof�a y le pregunto porque
no la tubo antes, porque no la busco ,El respondi� que no pod�a , ya que el
indio que te eligi� al principio es mi amigo (el que tarda en acabar) El salvo
mi vida en una ocasi�n y por respeto no te busque.
Bueno dijo ella, de ahora en adelante, en cuanto podamos
cogeremos, yo voy a cumplir con ellos (los 4) y antes o despu�s lo haremos
nosotros, estas de acuerdo?.
Ella, sin darse cuenta, empez� a sentir mas que pasi�n carnal
por Pedro, contaba las horas para poder estar con El, y as� su vida cambio, se
estaba sintiendo feliz, y auque todav�a tenia su obligaci�n de cautiva, de
sastifacer sexualmente a los indios y en lo posible procrear, se sent�a muy
bien. Acompa�o la evoluci�n de los embarazos de sus hijas, con mucho orgullo,
Maria ya hab�a cumplido los 15 y se sent�a toda una mujer, Andrea era la mujer
del hijo del cacique y era muy respetada.
En una ocasi�n ocurri� algo que sorprendi� a Sof�a, estaba
lavando algunos untecillos cuando dos mujeres la agarraron de los brazos y la
llevaron a la choza donde estaba viviendo su hija Andrea, cuando entro, esta le
dijo, no te asustes mama, pero Nahuel (el hijo del cacique) me dijo que como
esta muy caliente y quiere coger, pero a la vez no me quiere "traicionar" ,lo va
hacer con vos que sos de la familia, no te preocupes, el es muy suave, no
termino de explicarle cuando Nahuel, la tomo de la cintura y levantando la piel
que la cubr�a , la puso en cuatro patas y puso su miembro en la entrada de la
concha, sin mucho respeto y muy poca suavidad, el la penetro y a los pocos
minutos cuando acabo dentro de ella miro a Andrea, como diciendo, esta leche es
para vos.
As� la tubo toda la noche, cuando largaba su leche, le tiraba
besos a su "mujercita"
Eso fue algo realmente extra�o.
As� pasaron los meses, Maria y Andrea tuvieron sus hijos al
igual que muchas otras mujeres indias y cautivas, era hora que los guerreros
volvieran a atacar a los hombres blancos y traer alimentos y abrigos, el
invierno hab�a sido muy duro y estaban en malas condiciones.
Los guerreros que salieron para el malon fueron 60, entre
ellos iba Pedro, cuando estaban cerca de un peque�o poblado, preparando el
ataque, fueron sorprendidos por un regimiento completo de soldados de frontera,
estos ahora ten�an fusiles R�mington de carga ligera, es decir que pod�an
disparar tres veces mas r�pidos que con los anteriores, y los Pampas esto no lo
sab�an, y cuando quisieron entablar combate fueron pr�cticamente masacrados,
Pedro y el hijo del cacique murieron lado a lado, el adolescente que cog�a a
Maria fue decapitado por el sable de un oficial, en total murieron 28, 30
heridos y 2 capturado por las boleadoras de los baqueanos. Estos �ltimos por
medio de tortura indicaron donde estaba ubicada la tolder�a.
Una madrugada tres d�as despu�s, el ejercito ataco la
tolder�a, con total falta de cuidado abrieron fuego con sus armas, dejando
destrucci�n y muerte. Cuando el caos termino, y empezaron a reunir a los
prisioneros,( la mayor�a ancianos, mujeres y ni�os) se dieron cuenta de las
cautivas, estas, estaban totalmente adaptadas a la vida india y las mas
chiquitas solamente hablaban el dialecto Pampa.
Sof�a pidi� hablar con el oficial a cargo, pero le dijeron
que cuando lleguen al pueblo y se vistan de "cristiana" hablar�an, acto seguido
las pusieron en una carreta, eran 8 cautivas mas 2 indias, todas apretadas
custodiadas por 25 soldados, como a los 20 km. Y andando a paso lento, 4
soldados bajan a empujones a las dos nativas, el sargento les grita, que est�n
haciendo, estos les dicen que no aguantan tener esos culos y conchas y no
cogerlos, que si quiere detenerlos, tendr� que matarlos, los dem�s soldados se
unen a estos y gritan que a ellos tambi�n, que no aguantan la calentura de
violarlas, el sargento sabe que esta en una posici�n muy dif�cil, y consiente la
violaci�n, los soldados totalmente descontrolados por la lujuria y el poder que
da la dominaci�n, violan en forma reiterada a las indias, a las mas joven en un
lapso de 40 minutos la cogieron 7, pero esto no era lo suficientemente r�pido
para los que estaban esperando y empiezan a apurarlos, pero un cabo de nombre
Juan que esperaba su turno empieza a mirar a las cautivas, con el libido al
m�ximo, este no pod�an creer que ellas estuvieron secuestradas por casi 15 meses
y a merced de los salvajes. El verla con solamente un pedazo de piel de oveja,
que les cubr�a el cuerpo, se excita y de un salto se subi� a la carreta, y les
dijo,
-Como ver�n Sras. Estamos un poco atrasados, y el grueso
del destacamento, ya se alejo de nosotros, pues bien, les quiero..., mejor
dicho, les queremos decir, mis compa�eros y yo, que estamos en la frontera
hace mas de 7 meses, sin ver una mujer blanca, y Uds. Entender�n a que me
refiero con "VER", por ese motivo es que les vamos a pedir un favor... sus
cuerpos.
-Pero esta Ud. Loco � Grito Sof�a
-Como se atreve a decir semejante barbaridad-
- Le contare a su superior lo que me dijo-
Esto enloqueci� al soldado que un movimiento arranco la piel
de Sof�a, al verla totalmente desnuda, El y sus Camaradas no pudieron contenerse
y se abalanzaron hacia ellas , todas quisieron gritar, pero no pudieron y las
violaron en forma salvaje, a las mas j�venes las violaron entre 5 y a las mas
viejas �nicamente por el culo, y a Sof�a que se hab�a revelado, se la cogieron
los 20, como esto se descontrolo el Sargento manda a un baqueano a pedir ayuda.
Cuando esta llego ya era demasiado tarde, pues, fue tanto el sadismo y la
barbarie que la dejaron media muerta.
Ella ,en un ultimo suspiro, pens�, luche tanto para
volver,... tanto para sobrevivir,..... y aqu� estoy,... con los civilizados
blancos, como quisiera estar con mis adorados salvajes... y muri�.
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Relato: La conquista del desierto
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