Hola soy Maria de nuevo. Al otro dia de haber follado con Sebastian, mi vecino de enfrente a mi departamento, me levante con un terrible dolor en el ano por la follada que Sebastian me habia dado en su trastero, me latia, me punsaba, casi no podia caminar por el dolor tan terrible, y nos les digo nada cuando iba al ba�o, hasta sangre me salia. Habiendo tenido relaciones por atras con mi marido, el que realmente me rompio el culo fue Sebastian, mi vecino. Cuando me disponia a ir a hacer las compras al super, iba caminando despacio por el dolor que sentia, y en el super me lo encuentro, "hola Maria, buen dia", me saluda, "buen dia Sebastian", le dije yo, terminamos de comprar y nos vinimos juntos conversando, "Sebastian, no sabes como me dejastes el culo, me duele horrores", le dije, "de verdad tan mal quedastes?", me pregunto el, "si, me sangra cada vez que voy al ba�o, y cuando me toco lo noto terriblemente abierto", le seguia diciendo, "bueno, pero gozastes, ahora si podes decir que tenes el culo realmente roto", me decia el en tono de broma, "y que lo digas, si que goce, y tambien se que ahora si tengo roto el culo", le decia yo. Ibamos caminando muy despacio ya que no podia caminar rapido por el dolor, y Sebastian me dijo de bajar nuevamente al trastero para verme como tenia el agujero de mi culo, "si claro, y cuando este con el culo al aire tu no vas a querer follarmelo de nuevo, soy tonta yo", le dije sabiendo que si bajaba con el, seguro que me iba a querer meter esa terrible polla que tiene. "No confias en mi?", me decia en tono jocoso, "la verdad que no", le dije yo bastante seria, "dale Maria, baja conmigo y mostrame como tenes el ojete, si no queres no te la meto", me dijo con total desparpajo, "vez que si te muestro mi culo me lo vas a querer follar", le dije, "Sebastian, es que me lo dejastes muy lastimado, si no la tuvieras tan grande seguro que me lo dejo follar de nuevo, me hicistes gozar muchisimo ayer, pero tengo miedo", le segui diciendo. El seguia insistiendo hasta que le dije que bueno, que se lo iba a mostrar pero nada mas. Cuando llegamos al edificio, subimos al acensor y bajamos al trastero, ya que por las escaleras no podia. Entramos y el cerro la puerta, todavia estaba el colchon tirado donde ayer me habia follado por donde quiso y me habia destrozado el culo. Dejamos las compras en el suelo, y me empiezo a soltar el pantalon para bajarlo y mostrarle mi ano, cuando tenia mi pantalon y mis bragas en los tobillos, el me dice que me ponga en cuatro patas en el colchon, lo miro como diciendole que no se le ocurra nada, me pongo en la posicion que Sebastian me dijo y el abrio mis nalgas dejando exibido mi ano, "si que lo tenes abierto, y un poco inflamado", me dijo el pasando un dedo por mi adolorido ojete, se inclino y hablandole a mi ano, le da un beso y le pide perdon, a mi me causo gracia lo que hizo, pero despues me empezo a pasar su lengua por el agujero de mi culo, "no Sebastian, no que me duele", le decia yo sintiendo que me estaba humedeciendo el ojete para volver a meterla por ahi, mientras yo protestaba y el me lamia el agujero de mi culo, me empezo a tocar mi co�o, mas especificamente el clitoris, "Sebastian, no por favor", le decia yo notando sus caricias y sintiendo una grata sensacion, "relajate Maria", me dijo siguiendo con sus caricias en mi ano y en mi clitoris. Como dije Sebastian es un maestro en el arte de hacer gozar a una mujer, yo empece a relajarme y dejarlo hacer, el mete sus manos debajo de mi camiseta buscando mis tetas, y su lengua entrando y saliendo de mi ojete, hasta que siento como se baja la cremallera de su pantalon y saca ese monstruo que tiene entre las piernas, empezando a pasarlo como si estuviera pintando de arriba para abajo entre mi co�o y mi ojete, "te gusta Maria?", me pregunto usando una voz muy seductora, "si", le dije yo con una voz apenas audible sintiendo como me lo apoyaba en mi ano, y despues en mi co�o sin decidirse a entrar en ninguno de mis agujeros, me estaba haciendo decear ser penetrada de nuevo por esa polla enorme que tiene, pero tenia miedo de que me la quiera meter por el culo sabiendo como a el le gustan los culos. El me la pone en la entrada de mi co�o, y haciendo fuerza senti como su polla entraba nuevamente en mi, senti una sensacion facinante cuando su polla se metia toda en mi co�o, que placer, el me metia y sacaba su polla y jugaba con mis tetas, me las apretaba, me pelliscaba los pezones que estaban muy duros, hasta que la saca y la apoya en la entrada de mi culo, yo me horrorice, senti como la cabeza de su polla me empezo a entrar y di un grito de dolor, "por favor, no, me haces mucho da�o", le grite yo, y el la saco de inmediato dejandome ardiendo el ojete con solo haberme metido la cabeza y un poco mas, "Sebastian, por favor no, me duele muchisimo", le suplicaba yo con los ojos llenos de lagrimas por el dolor, "disculpame Maria, pero es que tenes un culo riquisimo", me dijo el mirandome de una forma que si no me hubiera dolido tanto le digo que me lo folle. "Dejalo que se cure y despues te prometo que me lo dejo follar de nuevo", le decia yo, mirandolo y sintiendome culpable de no darle lo que a el tanto le gusta. "Queres que te la chupe y me terminas en la boca" le ofreci yo como queriendo compensarlo de alguna manera, "si me tragas la leche si", me dijo el poniendome su polla casi entre mis labios, "mira que es la primera vez que voy a tragar semen", le dije, ya que a mi marido nunca se lo habia echo. El me metio su polla en la boca lo mas que pudo y yo empece a chuparsela muy despacio, lo queria hacer gozar, queria que se fuera satisfecho con mi chupada, el empezo a meter y sacar su polla de mi boca mientras yo lo lamia con mi lengua dentro de la boca, "asi Maria, chupala asi, lambela dentro de tu boca", me decia cerrando sus ojos y disfrutando como le chupaba la polla, asi estuvo un rato, hasta que empezo a moverse mas rapido, agarrandome de la cabeza y marcando el ritmo el, me apretaba mis tetas, suspiraba fuerte, hasta que me la metio casi hasta la garganta y empezo a correrse dentro de mi boca, jamas pense que saldria tanto semen, sus chorros pegaban en mi garganta y se deslizaban para adentro, senti mi boca repleta de leche, me apuraba a tragar para no ahogarme, hasta que senti como ya su leche salia con menos fuerza y pude tragarle toda la leche, se la segui chupando un rato mas y se la limpia con mi lengua, no le habia dejado ni una gotita de leche sin tragarme, sentia un gusto raro, entre salado y acido en mi boca y empece a sentir mi estomago revuelto, era la primera vez que tomaba leche de hombre, el saco su polla de mi boca y agradeciendome lo que le habia echo, nos arreglaos la ropa y nos fuimos despues de haber estado mas de una hora en su tratero.

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