Relato: Una isla para mi novia, un extra�o y yo Categor�a: Tr�os (H-M-H)
T�tulo: Una isla para mi novia, un extra�o y yo.
Hola a todos. Les relatar� algo que me sucedi� cuando fui con
mi novia de vacaciones a un islote poco visitado por turistas en mi pa�s.
Adem�s, no era temporada alta por lo que seguramente encontrar�amos una playa
vac�a en la peque�a isla (as� nos cuentan nuestros amigos que ha sucedido otra
veces).
Mi novia se llama Luc�a y tiene 23 a�os de edad. Es de
estatura promedio y tiene un culito resping�n que a cualquiera hace babear. Su
pechos son peque�os pero est�n coronados por unos hermosos pezones de color
marr�n claro. Su piel es blanca tirando a morena y tiene el pelo largo y de
color negro, igual que sus ojos. Sus piernas son perfectas y los pies son una
hermosura.
Preparamos el viaje con un d�a de antelaci�n, as� que �bamos
bajo nuestro propio riesgo, es decir, con la posibilidad de que se nos olvidara
algo y pasar trabajo en la isla; pero dicen que sale mejor lo que no se
planifica mucho... y eso lo comprob�.
Le hab�a dicho a mi novia que esos cuatro d�as y tres noches
de playa la iba a disfrutar como nunca antes lo hab�a hecho, as� que fuese
preparada para eso. Ella, como respuesta a mis insinuaciones, complet� la
tensi�n en el ambiente, y una vez que ya hab�amos tomado la autopista, me dice:
"Entonces la playa va a estar sola. Bueno, entonces no me
lamento por no haber tra�do la depiladora, as� que no te importa verme
peluda all� abajo, cierto?".
Aquello hizo que me excitara en el acto, y desde luego le
respond� que as� la prefer�a. Ella tiene un vello abundante y eso me vuelve
loco. Mejor que no se pudo depilar nada.
"Y para que me disfrutes m�s, esta vez no traje mi
colecci�n de trajes de ba�o, y s�lo traje uno. �Sabes cu�l?" , dijo Luc�a
con un tono de picard�a.
"Oh, Dios..... trajiste el hilo negro chiquitito?", le
pregunt� sobre el traje de ba�o que m�s me gustaba de su colecci�n.
"Nop". Respondi�.
"Y entonces? No me digas que es el de Eva?", le repliqu�.
"Ten la seguridad de que ese lo voy a usar casi la mayor
parte del tiempo, pero s� traje uno que a�n no conoces... Me lo compr�
ayer." Diciendo esto sac� de un peque�o empaque del tama�o de un rollo de
pel�cula fotogr�fica un diminuto juego de hilitos sin forma aparente. La
prenda era de color rojo y la muy malvada se empez� a desvestir para
mostr�rmelo puesto. Me pidi� que no viera hacia su lado hasta que ella me
indicara, y as� fue. Mont� sus pies descalzos en el tablero del carro y ech�
el respaldar del asiento hacia atr�s, y se contorneaba sensual y p�caramente
en su asiento. Aquello me estaba excitando mucho y como ven�a manejando le
ped� que no siguiera (aunque en el fondo deseaba seguir viendo), pero ella
hac�a caso omiso a mis palabras y mont� uno de sus pies sobre la cabecera de
mi asiento y abri� sus piernas. Pude ver sus abundantes vellos sali�ndose no
s� de qu�, ya que la tela que pasaba por sus labios vaginales era lo
suficiente para apenas taparlos, y el resto de la carne de su vulva estaba
descubierta, incuso por arriba, y con ello los vellos negros, gruesos y
medianamente rizados se le asomaban por todas partes. Yo iba entre mirar
hacia el frente y mirar el chocho de mi novia y con el guevo a mil.
"Te gusta? Te gusta esta cuca? Es para ti... Esta es la
que vas a destrozar en la playa?? Eh? Te gusta as�: peluda? Te gusta que me
abra las piernas as�?". Dec�a esto y me pon�a un pie en la cara y en la
boca, y me obligaba a meterme sus cinco dedos a la vez y chup�rselos. "Anda,
chupa mis deditos, lame mi pie como un esclavo. No lo ves? Eres mi chofer y
yo soy tu due�a... cuando te diga que chupes quiero que lo hagas
inmediatamente, estamos?"
"S� mi amor, haz conmigo lo que quieras, tr�tame como
quieras. T� ordena y yo cumplo...". Aquellas palabras fueron como
hipnotizantes y mi declaraci�n de sumisi�n la tom� en serio.
"Mira por donde llega el traje de ba�o, apenas poco m�s
arriba de mi cl�toris. As� que tendr�s mi cuca peluda casi completamente a
la vista. Te gusta que sea as� de puta verdad, que me comporte as�??"
"Si Luc�a, me gusta que seas una puta..., que te exhibas
e irradies sensualidad en el ambiente. Que no te preocupes por quien te
pueda ver el co�o y tus nalgas, ni tus pies ni tus piernas. Quiero que no
tengas reparo en ense�ar de todo a quien sea; que muestres tus axilas y tu
cuellito y buena parte de tus tetas...".
"Bueno amorcito, si tu me lo pides pues tambi�n le
ense�ar� mi culito a quien quieras? Quieres que te lo ense�e a ti ahorita?"
"Uff, s�... por favor. Mu�strame esas nalgas." Luc�a
tiene unas nalgas fenomenales. Tienen un forma perfecta, y cuando se pone en
cuatro se le ponen pulluditas y salidas hacia arriba y hacia atr�s a la vez.
Como pudo se volte� en el asiento y me apuntaba con su culo a la cara. Las
tiritas del traje de ba�o se encontraban en el medio de las dos nalgas y no
ven�an de la cintura, sino desde la cadera. Ese traje de ba�o era el mejor
que hab�a visto en mi vida. Luego me dijo que el modelo no era precisamente
as� (a la cadera)), sino que lo hab�a comprado dos tallas m�s peque�as y que
por eso era que la parte del sost�n (que no era m�s que otras cuantas
tiritas de tela con un par de triangulitos) le quedaba tan chica, y ten�a
que estar tap�ndose la superficie de su aureola, ya que frecuentemente los
pezones buscaban salirse del tri�ngulo.
Ella no aguant� mucho y se abri� las nalgas y me mostr� el
culito, y de inmediato comenz� a masturbarse con sus dedos. Estaba chorreando
muchos l�quidos (y yo con aquellas ganas de lanzarme y devorarla). Se apart� un
poco la tirita que le tapaba por debajo y se dedic� a provocarse un orgasmo, y
escuch� el momento en que lo estaba teniendo; su ano se abr�a y se cerraba con
las contracciones de sus m�sculos y acerqu� mi lengua y le lam�a el ano. Aquello
fue el climax; ella al sentir mi lengua gritaba largamente y dec�a: "Laaamemeee,
laamemeee... Hmmm Ah!! Acabo, acabo... ahhhhhh AHHHHHHH!!!!!".
Para comenzar el viaje, no estuvo mal el primer momento de
sexo, y para completar la muy zorrita unt� sus pies con los jugos vaginales que
sacaba con sus manos y me los pon�a en la boca para que chupara todos sus dedos.
Aquello era el n�ctar m�s delicioso que jam�s un hombre haya probado.
Transcurridas varias horas paramos en una tienda al lado de
la carretera y fuimos a buscar unos refrescos (gaseosas). Al momento de partir
nuevamente, le ped� que fuera ella la que manejase para que yo no me cansara tan
r�pido. Ella acept� y emprendimos el viaje otra vez. Mientras habl�bamos estuve
fantaseando con que en la isla hubiera una tribu de ind�genas (cosa que no es
cierto ni posible) y que la tomaran a ella y la amordazaran, pero le dije que a
mi los ind�genas me ten�an como un rey y que ellos hac�an lo que yo les
ordenase. En medio del cuento Luc�a se re�a a carcajadas, pero yo segu�a con la
narraci�n, y aunque me molest� un poco su saboteo, empec� a decirle que les ped�
a los ind�genas que me trajeran una buena hembra de la tribu, pues me la quer�a
follar (delante de Luc�a).
"Ah s�, con que esas tenemos... quieres follarte a otra
que no sea yo..." dec�a Luc�a.
"S�, le dije a los ind�genas que me trajeran a una india
exuberante, con unas buenas tetas y un buen culo. Y ellos sal�an prestos a
busc�rmela".
"Y yo qu�? Sin nada?".
"C�mo que sin nada?", le pregunt�.
"Bueno, a mi no me tocan unos indiecitos, por lo menos
para que me castiguen. Ellos deben tener un tremendos guevotes, y a mi
tambi�n me gustar�a cojerme a unos cuantos".
"Ahh! S���!, y como a cu�ntos?", pregunt� interesado.
"No s�, tal vez seis. Aunque si tiene el guevo chiquito
entonces como unos 20. Para que me destrocen y hagan de mi cuca y de mi culo
uno cr�teres.".
"Bueno, si as� son las cosas pues prefiero enviarte unos
20 indicitos, y ver como disfrutas de tanto guevo, manos y bocas a la
vez...".
"Uff sii, que vengan en filita, y hasta de a dos en un
mismo hueco. Aqu� hay mujer de sobra para complacer guevos." Le ped� que se
quitara la franelita que llevaba puesta para poder verle las tetas y poder
chup�rselas, y enseguida le hice esta propuesta: "Luc�a, quiero acabar en
tus tetas, y si me dejas, yo mismo limpiar� mi semen con la boca, y te
dejar� las tetas limpiecitas".
"Hmmm, qu� interesante. As� que el hombre se calent� con
mi cuento robado, porque se supone que era tu fantas�a y termin� siendo la
m�a...(la de los indiecitos)"
"Qu�.... acaso es una fantas�a tuya ser cogida por varios
tipos a la vez?"
"Bueno mi amor, eso es como aquello que dice que dos
cabezas piensan m�s que una.... Bueno, mientras m�s guevos... m�s
sensaciones, y por lo tanto m�s placer..."
Al decir esto sent� que iba a empezar a acabar ya que me
estaba pajeando y Luc�a se apresur� a quitarse la franelita. Acab� directo sobre
sus tetas, mientras ella sacaba la lengua para ver si pescaba alg�n chorro de
leche caliente. Sus tetas quedaron inundadas y en lo inmediato les hice un
masaje con mi propia leche. Sus pezones estaban erectos y ella disfrutaba
aquello.
"Bueno, qu� esperas? Empieza a chupar...". Me fui directo
a sus pezones y prob� mi propio semen. Ten�a un saber extra�o, pero prefer�
dedicarme a proporcionarle un gran placer a Luc�a, as� que recorr� con mi
lengua y boca todo su pecho, su cuello, sus hombros, sus axilas, y me
aferraba con desespero a cada uno de sus pezones que parecen biberones. Vi
su cara y se ve�a seria, pero con esa seriedad caracter�stica de alguien que
est� en extremo excitada. Pero as� se qued�, excitada aunque bien
limpiecita. Seguimos nuestro camino y tardamos otras horas m�s en llegar a
nuestro rec�ndito destino.
Llegamos al �ltimo lugar en tierra firme, y a partir de all�
deb�amos tomar una lancha-transporte de alg�n pescador que nos hiciera el
viajecito hasta la isla. Dejamos el carro bien resguardado en el peque�o pueblo
de la costa, cuya gente es bastante amable y gentil.
Un joven pesquero se ofreci� para hacernos el viaje y nos
cobr� bastante barato (econ�mico). El viaje por mar duraba 45 minutos
aproximadamente y partimos inmediatamente despu�s que montamos todas nuestras
pertenencias en la lancha. Luc�a se empe�� en ir en la punta de la lancha, y yo
iba junto al lanchero (en la parte trasera). Donde yo estaba sentado no se
sent�an los golpes de la lancha contra el agua, mientras que donde estaba Luc�a
era una sola saltadera. Ella se acomod� como pudo en la punta y la brisa le
levantaba el vestido (el cual ya iba bastante mojado por el agua que salpicaba).
Fue entonces cuando el vestido se le peg� de su espalda y ella no se daba
cuenta, y se le descubri� por completo su trasero, as� que se le ve�a su
diminuto hilo dental metido entre aquellas espectaculares nalgas, las cuales
golpeaban con la madera en cada brinco de la lancha. Me di cuenta como el
lanchero no despegaba sus ojos del espect�culo visual que le estaba ofreciendo
Luc�a, por lo que opt� por gritarle:
"VAS A QUEDAR COMO DESPU�S QUE MONTAS A CABALLO!... TODA
ADOLORIDA!.". Le dije aquello buscando que se bajara de la punta y se
viniera hacia ac�, con lo cual aprovechar�a y se acomodar�a el vestido. Pero
sorpresa fue la m�a cuando en vez de bajar lo que hizo fue que dej� su
posici�n de sentada en la punto, y opt� por acostarse boca abajo a lo largo
de la punto de la lancha. Pero lo peor de todo fue que ni se dio cuenta de
lo de su vestido y se ech� as� no m�s, sin percatarse del show que (nos)
estaba dando, y para colmo sus piernas iban medianamente abiertas!!, con lo
cual se le pod�a ver parte del mini triangulito de su tanga, pero recuerden
que no estaba depilada!! y sus pelos se les notaban claramente. Dios!, qu�
show!, y el cabr�n de al lado disfrutando de todo aquello. Pero opt� por no
pararle bolas al asunto y dej� que se le viera lo que sea, con tal, el tipo
tiene ojos para ver no?, y yo tambi�n!. Aquella situaci�n de exhibicionismo
(�voluntario o involuntario?) me hab�a excitado enormemente y me dediqu� a
disfrutarlo. Me pareci� que sus piernas se abrieron a�n m�s y se le ve�a m�s
claramente toda su intimidad ligeramente cubierta.
Finalmente llegamos a la paradis�aca playa. En lo que
llegamos a la orilla y empezamos a bajar las cosas, lo primero que me dijo Luc�a
al o�do fue: "�Les gust� el panorama?", disimul� como pude mi impresi�n y mi
excitaci�n por aquellas palabras. Luc�a hab�a hecho todo a prop�sito!, y muy
lejos de enojarme lo que hice fue aprobarle su atrevimiento con una sonrisa de
c�mplice.
En la playa no hab�a ni un alma, as� que era exclusivamente
para nosotros (aunque con la cachondez que tra�a hubiera querido que en realidad
existiera la tribu de ind�genas que se cogieran a mi novia...).
Inmediatamente sacamos la carpa (tienda) para montarla. Mi
novia quiso hacer un recorrido por la playa y vi como se adentraba a las casitas
abandonadas que hab�a en el lugar. Luc�a se ve�a hermosa caminando por la playa.
Su pelo se bat�a con el viento, igual que el vestido largo playero que llevaba.
Me sent�a satisfecho de que tuviera una Diosa como ella conmigo. Al regresar ya
yo estaba clavando el �ltimo clavo en la arena, y al levantar mi vista la
observ� completamente desnuda, abri�ndose los labios vaginales con sus dos
manos. Su sonrisa picarona me dio a entender que quer�a guerra, y en lo
inmediato me levant� a devorarme aquel bomboncito. Nos revolcamos en la arena y
hac�amos el 69. Llegamos rodando hasta la orilla de la playa, donde rompen las
olas, y ella se mont� encima de mi y me empez� a cabalgar con un gran desespero
por sentir el roce de mi guevo dentro de su cuca. Se volte� y se puso en cuatro.
"C�geme, c�geme como a una perra. Ven, m�tele el guevo a
esta perra ansiosa de pija....!!!"
Me lanc� sobre ella y empec� a bombear con fuerza, de manera
que me sintiera bien profundo. Ella gritaba como loca y yo le apretaba las
nalgas, como evitando que se separara de mi. A los pocos minutos empez� a decir
cuanta porquer�a se le pasara por la mente:
"C�geme maldito, C�GEMEEEE. Ahhh!! Siiiii, revi�ntame la
cuca!!! Ll�name de lecheee!! Me gusta la leche, me gusta el guevo, me gusta
que me echen guevooooo!!!! Ahhh!! Hmmmm Hmmmm AHHGG!!!! C�gete a esta
PutaaAA, a esta PUTA, ahh!! AhhhhhH! Acabo, acaboo, acaabooooo ahhhh
Hmmmmm....Hmmmmmmmmmm Hmmmmmmmmmmm". Luc�a estaba acabando, y yo, con aquel
lenguaje tan morboso y excitante que sal�a de su boca, empec� a bombearle
con todas mis fuerzas, y ya sent�a mi semen como recorr�a dentro m� hasta
llegar a la cabeza de mi guevo, y salir disparado dentro de la cuca de
Luc�a. Sent�a que sal�an litros y litros de leche y que estaba llenando todo
el vientre de Luc�a. Seguro que ella tambi�n estaba sintiendo la calidez de
mi semen chorrearse por sus paredes internas.
Ese d�a transcurri� bastante relajado y ya nos hab�amos
establecido pr�cticamente. Por la noche, me pidi� que la volviera a coger en
cuatro patas, en la orilla nuevamente, pero esta vez ella mirando hacia el mar.
Estuvimos en esta posici�n como 20 minutos, y por el contrario, no pronunci�
ninguna palabra sino puros gemidos de placer (y casi con la boca cerrada). Not�
como miraba hacia el mar mientras tuvo dos orgasmos. Era como que si el mar la
hipnotizara y ella pudiera ver a alguien o algo en el horizonte oscuro.
Al d�a siguiente nos levantamos bastante tarde, y
pr�cticamente para almorzar (la comida del mediod�a). Nos pusimos a hacer la
comida, que no era otra cosa que pasta en forma de arroz para beb�s. Queda
bastante espeso debido a la preparaci�n y es muy bueno. Est�bamos desnudos y
sobre una s�bana muy grande en la arena.
"Est� bueno?", me pregunt�.
"Buen�simo. Est� como t�...".
"Quieres que te lo d� en la boquita?"
"Como a un beb�. Je!, dale pues.". Ya que se trataba de
alimento para beb�, pues hab�a que hacerse el trabajo completo. Pero mi
sorpresa fue mayor cuando veo que Luc�a se echa hacia atr�s y de una manera
bastante r�pida introduce uno de sus pies sobre mi plato, y levanta un buen
bocado y lo lleva a mi boca. Le tom� su delicado pie por el tal�n y empec� a
saborear aquella exquisitez, mientras ella buscaba con su otro pie otro poco
de alimento y lo manten�a en el aire a la espera. Yo me dedicada no s�lo a
tomar el alimento, sino tambi�n a chupar por arriba y por abaj� toda la
superficie de sus hermosos pies, y a no dejar rastro de comida dentro de sus
dedos. De pronto, Luc�a coge bastante del plato con su mano, abre sus
piernas, y con ayuda de la otra mano, se abre el orificio de su cuca y
empieza a echar el alimento dentro de ella. Busc� otra vez aliment� y
repiti� el proceso. Acab� todo mi plato y no le bast�, pues tom� el de ella
y lo empez� a echar tambi�n dentro de su cuca. Mi verga estaba tan dura como
una piedra viendo aquella demostraci�n de morbosidad extrema, y sus pelos
llenos de comida me invitaban a comer en el m�s codiciado de todos los
platos del mundo, en la mism�sima cuca de una novia!!. Luc�a se acost�
completamente en la s�bana y abri� lo m�s que pudo sus piernas. Yo me
acerqu� y me dediqu� a la tarea de comer todo mi alimento, para lo cual
chupaba e introduc�a mi lengua (bastante larga) y a veces lograba sacar
buenos bocados. Sin embargo le dije que yo me acostar�a y que ella se
sentara sobre mi boca, a fin de que la gravedad nos ayudara un poco. As� lo
hizo, y pueden ustedes imaginarse al bello cuerpecito de mi novia ponerse en
cuclillas, con el culito parado, y pos�ndose hacia delante con sus manos
sobre la arena y los ojos cerrados de la satisfacci�n que aquello le
produc�a. Pero yo ten�a otro panorama, y era aquel que me mostraba una gran
cantidad de pelos sobre mi cara y mi boca, y en medio, un orificio vaginal
completamente abierto, del cual iban cayendo poco a poco una masa espesa de
comida impregnada con los fluidos vaginales de Luc�a, los cuales saben a
gloria. Mi ojos tambi�n pod�an ver perfectamente su ano, el cual ella sabe
que me gusta mucho y por lo que hac�a esfuerzos para abrirlo y cerrarlo
r�tmicamente. Creo que si tan solo me hubiera tocado el guevo en ese
momento, hubiera acabo litros de leche inmediatamente. Lo cierto es que ni
ella ni yo acabamos porque ella simplemente no quiso que lo hici�ramos. Yo
termin� toda mi comida (y debo decir que la dej� bastante limpia, aunque
ella tuvo que limpiarse con un aparatito vaginal luego) y nos quedamos as�
no m�s, sin una buena cogida y ni tan siquiera acabada. Eso me cabre� un
poco, pero acept� el asunto; estoy seguro que ella lo hac�a porque sab�a que
iba a estar como un toro todo el d�a, buscando donde meter y descargar mi
bolas llenas de leche. Y por su parte, seguro que tambi�n estar�a con una
calentura a punto de estallar en cualquier momento.
�
M�s por la tarde nos tiramos a tomar sol. Luc�a, como sabr�n,
estaba totalmente desnuda, y ni siquiera le har�a falta el micro tanga que se
hab�a comprado. Yo por mi parte tambi�n estaba desnudo, y con mi paradera de
guevo cada vez que algo morboso se me pasaba por la mente (deb�a aprovechar el
momento, ya que al parecer Luc�a estaba muy decidida a hacer cualquier clase de
loqueras... es decir, una Luc�a as� no se ve todos los d�as ;)).
Ya estaba cayendo la tarde y la puesta del sol era
espectacular. Luc�a entr� unos instantes a la carpa a buscar algunas cosas y yo
me qued� observando el atardecer. De pronto empec� a escuchar un sonido extra�o
que ven�a de lejos y afin� un poco mi mirada hacia el mar. No lograba divisar
nada a�n, hasta que de pronto pude ver, bastante alejada, una peque�a lancha de
madera que ven�a hacia la playa. Joder!, alguien ven�a a nuestra playa!. Me
asust� un poco porque uno nunca sabe de qui�n pueda tratarse, y en medio de la
cagaz�n (miedo) lo �nico que hice fue desear porque no fuera gente con malas
intenciones. Me daba mucho miedo imaginarme que la lancha estuviera cargada de
varios tipos, y que nos vinieran a robar y que de pasada se cogieran a Luc�a, o
nos cogieran a los dos!! (mierda!!). Maldije el momento en que dese� que hubiera
una tribu de ind�genas en la isla...
Luc�a a�n no se percataba del asunto, y mientras la lancha se
acercaba cada vez m�s, pude divisar que era un transportista del pueblo cercano
del cual partimos y que ven�a con otra persona (por lo menos no era una tribu
completa).
"Luc�a... C�gate. Viene una lancha..."
"Mierda!, mentira..., y ahora qu�!?", dijo ella.
"Y ahora qu� de qu�...! Pues nada!. S�lo veo que son dos
personas. Creo que est�n trayendo a alguien a la isla."
"Ponte algo, r�pido o quieres que te vean desnudo".
Inmediatamente me pas� mi traje de ba�os y ella se puso un vestidito y
debajo se puso su traje de ba�o. Esperamos a que llegara la lancha, la cual
se adentr� en la orilla como a unos doscientos metros de nosotros, pero se
pod�a ver bien. De la lancha baj� un hombre alto y blanco, y baj� varios
bolsos junto con unas bombonas de aire para bucear. Habl� con el lanchero
unos instantes y la lancha parti�. El hombre tom� sus cosas y empez� a
caminar hacia nosotros, pero como a 80 metros de nuestra carpa se detuvo y
al parecer hall� ah� un buen lugar para levantar su carpa. Parec�a que a�n
no se percataba de la presencia de nosotros (estaba empezando a anochecer),
y a nosotros tampoco nos interesaba que nos viera, claro. En menos de 20
minutos arm� carpa y encendi� una fogata; se ve que hac�a esto muy a menudo,
tal vez era un asiduo visitante de esta playa.
"Y ahora qu� haremos?"; me pregunt� Luc�a.
"Nada!, qu� vamos a hacer...? Darle la bienvenida!?. Si
se percata de nosotros y desea acercarse... pues qu� m�s nos queda.... pero
si no, pues nosotros no hagamos nada". Lo �nico que yo pensaba era que nos
hab�a echado a perder la velada, pues esa noche quer�a repetir lo mismo de
la vez pasada pero m�s salvajemente. Pero al parecer nuestra noche no
pasar�a inadvertida, ya que Luc�a empez� a jugarse conmigo y a tocarme el
guevo, el cual, al m�nimo est�mulo, se paraba de inmediato.
"Mira...", me dijo, "�no te gustar�a llenarme la garganta
de tu leche caliente?". Luc�a no dejaba de impresionarme, y todo aquello me
gustaba. El hecho de que hubiera alguien a escasos 80 metros de nosotros y
que no se hubiera percatado de nuestra presencia me excitaba mucho, y m�s si
Luc�a me hablaba y se dirig�a a mi con gestos de putona. Opt� entonces por
seguirle el juego y echarme hacia atr�s, levantarla a ella y ponerla encima
m�o haciendo un perfecto 69. Nos dedicamos a mamarnos y succionar con mucho
ritmo, y debido a la calentura que tra�amos toda la tarde, fue f�cil
extraerle a Luc�a grandes cantidades de jugos vaginales, y yo, por mi parte,
estaba seguro que esa noche no le har�a falta cenar a mi novia, dada la gran
cantidad de leche que ten�a en mis bolas. Sin embargo me preocupaba el hecho
de que el tipo se percatara definitivamente de nosotros, y en cambio a Luc�a
eso era lo que m�s le excitaba, hasta el punto en que me dijo que qu�
importaba si nos ve�a... con tal... estaba a casi 80 metros de distancia.
Qu� vaina m�s absurda... pero excitante, as� que dej� de pararle bolas al
asunto y me dediqu� a disfrutar de nuestro acto... creo que de
exhibicionismo.
�
Pero nuestro sigilo no durar�a mucho, y m�s temprano que
tarde el hombre nos divis� y estuvo observando largamente a nuestro sitio.
"Co�o ya nos vio!." Le dije a Luc�a.
"Ohhhh siiii, no importaa.... sigue chupando, sigue
chupando.... ahhhh hmmmm hazme acabar.... anda... chupa, chupaaaa". Sus
palabras y el hecho de que en medio de la oscuridad nos pudieran estar
viendo con la luz tenue de la fogata del extra�o me excitaba a�n m�s. Tal
vez y hasta el tipo nos lograba ver perfectamente en nuestro 69. Pues s�,
as� era, el tipo nos ve�a perfectamente, cosa que comprob� cuando el
aberrado se baj� sus shorts y tom� con su mano su verga, la cual empez� a
pajearse animado por nuestro espect�culo. Luc�a tambi�n se percat� de
aquello y me dec�a:
"M�ralo, m�ralo!, ya nos vio y se est� haciendo una paja
por nosotros". Terminaba de decir esto y enseguida se met�a mi guevo en la
boca y lo mamaba con desespero, y ahora m�s que sab�a que el tipo la estaba
viendo en su tarea. Luc�a mov�a su culo en mi cara en forma circular, y me
restregaba toda su jugosa cuca en mi rostro. Ten�a que hacer esfuerzos para
poder ver al tipo, y logr� pillarlo en plena acci�n. Debo admitir que tiene
una verga animal, o por lo menos as� se le ve�a a lo lejos; pero no fui el
�nico que la not� as�.
"Se est� pajeando.... se est� dando duro en ese
guevote.... mira como se pajea esa inmensa paloma, y todo por nosotros papi,
ves?, veess?. Ahh.. ahhhh Hmm Hmmmmm... Acabo, acaboo, ahhhhhh,
ahhhhggggggg!!!, Hmmmmmm AAHHhhhh!" Yo me le un� al momento, al igual que el
tipo, quien a lo lejos se le escuchaba sus gemidos y se notaba que estaba
acabando tambi�n, y no es para menos, pues lo gritos de Luc�a tuvo que
haberlos escuchado a la perfecci�n. Luc�a engull� totalmente mi guevo y
tragaba toda la leche que de �l sal�a. Yo hac�a lo mismo con sus jugos
vaginales, los cuales ca�an sin problema dentro de mi boca e iban a parar a
mi garganta, en donde los reten�a para despu�s tragarme una buena cantidad
de ese l�quido alucinante. Estuvimos unos tres minutos tirados y enseguida
empez� un extra�o sentimiento de culpa... "Co�o, que hicimos?? Delante de un
desconocido??", pensaba yo. Pero en seguida me dije que el tipo hab�a optado
por hacerse un pajazo y que se comprend�a, y empec� a quitarle importancia a
mis pensamientos. Es m�s, empec� a aceptar aquello como una buena muestra de
nuestra osad�a sexual, je!.
Luc�a se levant� de mi y me mir�. No me dijo nada. Miramos
hacia donde el tipo y este segu�a vi�ndonos, y era evidente que hab�a eyaculado
como nunca antes. Luc�a me volvi� a mirar y se coloc� en cuatro patas sobre la
s�bana y se abri� las nalgas y me dijo: "C�geme como a una perra". Bast� aquello
para que mi verga volviera a apuntar al cielo, y m�s con la situaci�n en la que
est�bamos. Ella se ubic� de tal manera que miraba en direcci�n hacia el tipo, y
yo por detr�s a punto de ensartarla por primera vez en aquel d�a. Fui directo al
grano y le met� de un solo empuj�n todo mi guevo; este entr� con facilidad dado
que Luc�a estaba demasiado mojada. Me la estuve cogiendo y Luc�a no quitaba la
vista del tipo, el cual hab�a empezado nuevamente a hacerse una segunda paja (no
era para menos!). Luc�a parec�a igual de hipnotizada que la noche anterior
cuando me la cog�a cuando ella miraba hacia el horizonte del mar, pero esta vez
ve�a al tipo paje�ndose. Logr� verle el perfil de su cara y con sus ojos
entreabiertos y su boca muy abierta, se pasaba la lengua lujuriosamente por sus
labios. Jam�s le hab�a visto una cara de puta como esa y eso me excitaba
much�simo, de hecho me sent�a (y en efecto lo era) c�mplice de aquella
demostraci�n de nuestro sexo �ntimo, pero con p�blico esta vez. A ella ya no le
importaba que se escucharan sus gritos y lo hac�a en la misma forma de las veces
anteriores: "Dame duro, dame durooo. C�gemeee! Ahhhhggg! Ahh Ahh Ahh Ahh
Ahhhhhhhh. Soy una PERRA!, C�geme DUROOO MALDICI�N!!!!, Ahhhhh Hmmmmmmmm hmmmm
Acabo, acaboooo, acaaaboooooo, ahhhh!! AhhhH!! AHHHHG!!!!! AHHHHHHHHHH!!!". Otra
vez acabamos los tres juntos. Pr�cticamente Luc�a decid�a el momento para
acabar, y al son de sus gritos nosotros, los hombres, encend�amos nuestras
bombas para empezar a disparar semen en cantidades. Yo me aferraba a las nalgas
de Luc�a como no queri�ndola dejar que se escaparan, y las apretaba y las
reten�a con la fuerza de mis manos. En realidad que la estaba cogiendo como a la
propia perra, y aquello me gustaba enormemente.
Ca�mos rendidos (los tres) y no dijimos ni una palabra sino
transcurridos unos 10 minutos. "Hay que dormir", me dijo ella. Yo no le dije m�s
nada, y en realidad no me hizo falta, s�lo estuve pensando en lo espectacular
que hab�a sido todo aquello. El tipo me ten�a sin cuidado realmente, y tampoco
lo vi m�s sino hasta el d�a siguiente por la ma�ana.
Luc�a me despert� como a las 9:00am y era un d�a soleado y
espectacular. Ella estaba preparando el desayuno y vest�a un vestido largo
playero (el mismo que tra�a en la lancha). Me levant� y fui a lavarme la cara, y
aprovech� para mirar hacia la carpa del extra�o; estaba abierta y parec�a que no
hab�a nadie; de hecho as� era. Tampoco estaba una bombona de aire, es decir, ya
hab�a salido a bucear.
Mientras com�amos le ped� a Luc�a que me diera mi comida como
la vez anterior, pero ella se rehus� y dijo que ya no podr�amos hacer eso porque
ten�amos compa��a en la isla. "Pero est� sumergido", le dije. "No, en cualquier
momento sale", me respondi�.
"Co�o!, pero ayer no te preocupaba que nos viera tirando
no?", le dije un poco enojado.
"Era diferente, ayer era de noche y casi no se ve�a".
"Siiiii, ahora vas a venir con esa... seguro el tipo
tambi�n era sordo y no escuchaba tus gemidos y gritos...".
La conversaci�n lleg� hasta ah�, y me apresur� por ir a
ba�arme en la playa. Le dije a Luc�a que me acompa�ara y se vino con su vestido
puesto. Le pregunt� que si no se lo iba a quitar y me dijo que tra�a debajo el
micro tanga, y que no pensara que ella iba a mostrarse as� ante aquel extra�o.
"Bueno, es el precio que tienes que pagar por estar
�olvidando� tus dem�s trajes de ba�o...", le dije burlonamente. Ella me dijo
que por lo menos s� trajo ropa que ponerse encima.
As� no m�s nos introducimos al agua y estuvimos
divirti�ndonos un rato en la playa. El vestido se le pegaba a su cuerpo y por
debajo se le notaba pr�cticamente el mini traje de ba�o, pero igual se le ve�an
unas curvas perfectas en sus caderas, en su cintura, en sus hombros, en sus
piernas... De solo verla yo me excito inmediatamente, y mi guevo se par� y se
puso duro r�pidamente. Me lo sacaba y se lo mostraba jugando a pegarle con �l en
sus nalgas, hasta que de pronto me lo agarr� debajo del agua y me lo empez� a
pajear. Llev�bamos con nosotros las caretas para bucear y nos las pusimos, y
casi flotando me dediqu� a disfrutar de esa paja submarina que me estaba
haciendo Luc�a. Ahora el agua casi nos llegaba hasta el cuello, y con mi cabeza
metida en el agua pude ver como ella se apart� su mini hilo y mostr� su cuca, se
acerc� a mi y rozaba mi guevo contra su cl�toris. Ella solita se estaba pajeando
con la cabeza de mi verga. Logr� en un momento introducir un poco m�s de la
cabeza de mi guevo en su cuca, y me abraz� por detr�s con sus piernas; sin
embargo el agua no permit�a una buena lubricaci�n y dol�a un poco. Me sal� de su
cuca y me sumerg� para mam�rsela por debajo del agua, a lo que ella respondi�
abriendo sus piernas lo m�s que pod�a mientras trataba de mantener su cabeza a
flote para poder respirar. Despu�s cambiamos los papeles y ella fue la que se
sumergi�. Aunque no pod�a mamarlo bien, se dedic� a hacerme una fabulosa paja;
aquello se sent�a demasiado bien, sobre todo porque te sientes flotando. Su mano
se ve�a muy bella agarrando mi palo y d�ndole aquel movimiento de sube y baja
r�pidamente. De pronto Luc�a se puso por detr�s de mi y peg� su cuerpo contra el
m�o, y sigui� masturb�ndome. Con su otra mano me recorr�a todo el cuerpo y me
apretaba el pecho, acariciaba mi cuello, apretaba mis muslos y mis nalgas, hasta
me masaje� el ano y debo decir que, viniendo de ella, no me hizo sentir
inc�modo. Tambi�n aprovechaba para masajearme las bolas. Tantas sensaciones me
llevaron inmediatamente al orgasmo y empec� a acabar. Ve�amos como los chorros
de leche sal�an de mi guevo disparados en el agua, y parec�an alejarse en c�mara
lenta. Ella segu�a d�ndome m�s y m�s r�pido y duro, como queriendo que siguiera
el espect�culo, y en frente de nosotros ten�amos casi una constelaci�n de
nubecitas blancas suspendidas en el agua, y para nuestra sorpresa, varios
pececitos se percataron de aquellas part�culas y empezaron a comerlas. A los
pocos segundos ya no hab�a quedado nada (yo me guard� mi guevo, no vaya ser que
se les ocurriera otra cosa...).
Yo sal� premiado con una buena paja y me imagino que Luc�a
habr�a quedado con una calentura que pronto iba yo a apagar; pero el hecho de
que nos pescara el extra�o a plena luz del d�a la cohib�a mucho, as� que
entonces ella se lo perder�a, pues estar�a con una calentura de mil demonios.
Le dije tambi�n que no le parara a lo de su traje de ba�os,
que se quitara el vestido y tomara el sol, pero me dec�a que le apenaba mucho,
sobre todo porque no estaba depilada y todos los pelos se le sal�an. "No
importa", le dije. "Cualquier cosa le decimos que somos franceses y que eso es
normal all�, je je", ella me mir� con cara de querer matarme, pero yo estaba
disfrutando el paseo!.
Al rato vimos salir al tipo del agua. Esta vez sali� muy
cerca de nosotros y pudimos verlo bien. Era blanco, parec�a extranjero, bastante
alto y de pelo casta�o claro. Su cabello era abundante y ten�a barba. Al
quitarse la careta vimos que sus ojos era de color azul, con lo cual
definitivamente sentenciamos que el tipo ten�a que ser extranjero.
"Hola!", nos grit�.
"Hola!", le respond� mientras �l se acercaba m�s hacia
nosotros.
"Hola, me llamo Jon�s. He venido a bucear unos d�as en
esta magn�fica playa..."
"Hola Jon�s, nosotros tambi�n vinimos a relajarnos unos
d�as ac�. Tambi�n pensamos bucear un poco, pero con equipo de snorkel. Ella
es mi novia, se llama Luc�a". Luc�a le sonri� amablemente y lo salud� con la
mano desde adentro de la carpa.
"Ah!, tambi�n les gusta bucear!. Han buceado antes con
bombona de aire? Traigo dos, cuando quieran se las presto...". Vaya!, la
idea no me pareci� mala, y pens� que no estar�a mal en que aprendi�ramos y
vivi�ramos esa nueva experiencia. El tipo me cay� bien y era bastante
amable. Result� extra�o que no tuvi�ramos ning�n tipo de pena por lo de
anoche, adem�s de que parec�a que todos lo hubi�ramos olvidado, o que tan
s�lo hubiera sucedido en un sue�o.
"Gracias Jon�s". El tipo ya estaba al lado de nuestra
carpa, nos dimos las manos (para hacerlo formal...) y empezamos a conversar.
"�De donde vienes Jon�s?", le pregunt�.
"Yo vivo en este pa�s desde hace cuatro meses, pero soy
de Alemania. Me gusta mucho este pa�s por la biodiversidad que hay, as� que
decid� venir a conocerlo y permanecer en �l por un a�o. Soy aficionado a la
ecolog�a."
"�Pero hablas muy bien el espa�ol!", afirm�.
"S�, es que he estado muy relacionado con gente de habla
hispana. Por ejemplo, visito mucho Espa�a, adem�s ya llevo cuatro meses ac�,
y tambi�n tuve una novia que era de ac�, y sin duda son las mujeres m�s
divinas del planeta". Quise pensar que �l no sab�a que pod�a utilizar otro
t�rmino, tal vez hermosas, bonitas, bellas, etc., as� que le ech� la culpa a
cuestiones del idioma; pero para completar la gracia, remat�
involuntariamente diciendo: "S�, mi novia tambi�n es de ac�.". Mierda!, qu�
he dicho!, acabo de ponerle en bandejita de plata a mi novia dici�ndole
pr�cticamente y de una manera directa que ella tambi�n est� bien divina!!.
En cuesti�n de cent�simas de segundos esper� que aquello no se fuera a notar
mucho en la conversaci�n, pero creo que igual la cagu�, porque not� como mi
novia, que ten�a las piernas hacia fuera de la carpa, las recogi� y se tap�
con una s�bana. Creo que en definitiva la cagu�. Bah!, al diablo, lo
hecho... hecho est�.
"�Y hab�as venido antes para esta playa Jon�s?", le
pregunt� r�pidamente como para desviar el tema.
"S�, s�, esta es la tercera vez que vengo. Pero es la
primera vez que consigo a una pareja aqu�. Siempre est� muy solo. Pero
bueno, esta vez ser� diferente. �Y por qu� tu novia no sale de la carpa?",
le pregunt� el tipo con un atrevimiento descarado.
"Es que a�n no me he puesto el protector solar...", le
respondi� Luc�a desde adentro.
"Ahh! bien, bueno, a mi no me hace falta mucho, primero
porque uso mucho tiempo este traje de buzo, y segundo porque mis vellos me
�autoprotegen�, je je", dijo el tipo mientras se abr�a un poco el traje y
mostraba una mata de pelos que le ven�a desde la barba. "Bueno, los dejo
para que sigan divirti�ndose. Y ya saben, cuando quieran bucear me avisan
para ense�arles a usar las bombonas, bien?".
"Gracias Jon�s, eres muy amable", le respond�.
Jon�s se retir� a su carpa. No s� a que se refer�a con lo de
"sigan divirti�ndose"... pero deb�amos estar preparados para cualquier
comentario del alem�n.
Como a las 2:00pm me acerqu� a su carpa y estuve conversando
con �l sobre cosas del buceo, y no esperamos m�s para que me ense�ase a utilizar
el equipo. Yo estaba muy entusiasmado con poder bucear a profundidad y �l me dio
�nimo, y en seguida me arm� con todos los equipos para que me sumergiera. La
verdad que aprend� r�pido y quise invitar a Luc�a, pero ella estaba cerrada por
aquello de lo de su traje de ba�o, etc. etc. No le di m�s importancia a la
cuesti�n (no hab�a alternativas para ella a menos que dejara la pena a un lado),
y decid� irme a bucear. Me sumerg� s�lo y aquello era una maravilla. Ya llevaba
como 35 minutos cuando estuve cerca de una roca y decid� posarme sobre ella, y
aprovech� y sal� un poco a la superficie. Estaba un poco retirado de la playa,
pero igual pude divisar que al fin mi novia se hab�a dejado de prejuicios y
sali� a tomar sol con su mini tanga. Se ve�a brillante desde lejos debido al
bronceador. Ella estaba de espaldas al suelo y ten�a sus piernas y brazos
totalmente extendidos. Decid� regresar y salir cerca de ella para ver aquel
espect�culo de cuerpo casi desnudo tirado en la arena y darle una sorpresa. En
lo que estuve cerca de ella me dijo con mucha naturalidad:
"Hola!".
"�Y c�mo sabes que soy yo?", le pregunt�.
"Porque creo que todo parece un poco grande para ti",
dijo ri�ndose. A decir verdad, el traje ya ten�a la forma del inmenso
alem�n, y todo estaba como hecho a su medida y no la m�a, y no hice m�s que
re�rme yo tambi�n.
"Ja!, pero sabes qu�?, lo �nico que no me caben son las
bolas y mi guevo....".
"S�, seguro, sobre todo porque los alemanes lo tienen
taaan chiquito...".
"Bien bueno pues, me sali� conocedora de guevos, acaso se
lo has visto a alg�n alem�n?"
"S�, ayer se lo v� fijamente a Jon�s... y cr�eme... lo
tiene descomunal....".
"Est�s buscando que vaya y le diga que venga a
mostr�rtelo, y que te coja adem�s..."
"S�, seguro que lo har�s...", y finaliz� la conversaci�n.
Le dije que si quer�a le echaba el bronceador por detr�s, pero me contest�
que acababa de voltearse y esa zona ya estaba bronceada.
"Pero te habr�s bronceado mal..."
"F�jate que no.... Jon�s me ayud�." Me dijo esto y me
qued� de piedra. Pens� que me lo dec�a en broma. "S�, seguro que �l te ech�
el bronceador...", le dije.
"S�, as� fue. Se acerc� y me dijo que si algo me pasaba y
le expliqu� todo. Me dijo que no tuviera verg�enza con �l, ya que en su pa�s
las mujeres no se depilaban frecuentemente y era algo normal. Pues bien, me
lo pens� mejor y decid� salir y levantarme el vestido frente a �l. T� crees
que ya no le he visto las intenciones al tipo?, se nota que lo que me quiere
es coger; y para darle un regalito estuve buscando el bronceador dentro de
la carpa e intencionalmente me puse a cuatro patas y levant� mi culo y abr�
mis piernas todo lo que pude, para que me disfrutara a plenitud. En realidad
ya hab�a encontrado el bronceador, pero simul� no encontrarlo durante unos
cuatro a cinco minutos, y me retorc�a y me abr�a como pod�a fingiendo buscar
por todas partes en la carpa. Y debo reconocer algo... me gust� que ese tipo
no me quitara un ojo de encima".
Yo no dec�a ni una palabra, pero ya me estaba empezando a
excitar como un animal. Ella continu� relatando el momento: "Luego me levant� y
le agradec� por su confianza, y que ten�a raz�n, que no deb�a apenarme por
aquello tan natural... Luego me pidi� un poco de az�car que necesitaba y se la
di en nuestro frasco, el cual debes ir a buscar en su carpa.".
"�Y qu� pas� con el bronceador?", le pregunt�. Ella ya
notaba claramente mi excitaci�n, y no dudo que le estuviera poniendo un poco
m�s de imaginaci�n a la historia. Aunque me sent�a muy confundido y debido a
sus �ltimas actuaciones la cre� capaz de hacer todo aquello que me estaba
contando.
"Ah!, cierto, bueno, le di el az�car y se retir�; pero
gir� y vio como me estaba colocando el bronceador con dificultad sobre mi
espalda, por lo que regres� y se ofreci� para ech�rmelo. Y as� fue, yo me
tir� en la toalla con el pecho hacia el suelo y �l me roci� el l�quido
espeso sobre la espalda. Sus manos son inmensas y frotaba con fuerza sobre
mi espalda y hombros, luego tom� mis piernas e hizo lo mismo, untando
tambi�n cada dedito de mis pies. Me sent�a como una peque�a presa en las
manos de aquel animal. Iba a terminar y fui yo la que le dije que faltaba un
lugar... los gl�teos, le dije... y te dir� algo... ya no eres el �nico que
conoce mi ano... este tipo me apretaba las nalgas y sin el m�s m�nimo
reparo, abri� mis nalgas hacia los lados y apart� el hilo, con lo cual
descubri� por completo mi culito y recogi� de �l el bronceador que se hab�a
ca�do hacia all�, no sin antes masajear toda mi raja del culo y mi ano, y
empapar todos mi pelos de aquel l�quido brillante a trav�s de sus
movimientos circulares de los dedos sobre lo m�s hondo de mi trasero. Sin
embargo, no quer�a que se diera cuenta de mi excitaci�n y de lo mojada que
deb�a estar mi cuca, la cual seguramente tuvo la oportunidad de ver. Ya
termin� y se levant� d�ndome un fuerte nalgada. Yo le mir� a los ojos y
sonriendo le di las gracias y el me dijo que estaba a la orden. Tom� el
az�car y se agach� nuevamente para darme una nalgada en cada gl�teo y darles
un peque�o beso a cada una de mis nalgas brillantes. Yo s�lo ve�a por encima
de mi hombro, y ve�a con mucho placer y morbo."
Sin importarme donde diablos estaba el alem�n, me baj� el
cierre (la cremallera) del traje y como pude saqu� mi guevo que estaba a diez
mil por hora. Luc�a me ve�a a la expectativa. Me lanc� sobre ella, la volte�, le
abr� sus nalgas y como la propia rana me la empec� a coger.
"Esto es lo que estabas queriendo no? Lo que quer�as era
un guevo por esa cuca eh!? Pues toma putita, toma guevo... si�nteme".
"Ah, Ah, c�geme� c�geme... Quiero sentir tu guevo bien
profundo�. C�geme!".
"Te gust� que ese tipo te metiera mano, no?... te gust�
que te manoseara, que tocara tu hueco del culo....? Hubieras deseado que te
metiera un dedo en el culo y te pajeara la cuca, ah!? Dime, anda,
d�melo...."
"Ahhh... ahhhh... hmmmm s�, siiii, quer�a eso...; tambi�n
quer�a que me cogiera mientras t� nadabas.... quer�a tener adentro ese
inmenso guevo que le vi anoche... que me cogiera como tu me est�s cogiendo
ahora... ahhhh!"
"Pues imag�nate que soy �l, y que te estoy cogiendo, y
que te voy a echar toda mi leche dentro de tu cuca".
"Siii, siiiiii, c�geme Jon�s, mi alem�n.... ahhhh, mi
guevo... ahhhh. M�temelo todo, m�temelooo, ahhhhhh, m�teme un dedo en el
culo, anda, m�telo r�pido que quiero acabar.... Ahhhhhh.... Hmmm". Como pude
le insert� un dedo en el culo, el cual entr� con mucha suavidad y not� lo
caliente y dilatado que estaba. Tal vez Jon�s hasta le meti� el dedo de
verdad y la paje�, y ella no me lo dijo.
"�l te paje�? Te meti� el dedo en el culo puta? No le
dejaste acaso?"
"No, no, �l no me lo meti�; ahhhh hmmmmm pero yo lo
deseaba, yo hac�a fuerza para que mi culo se abriera y se cerrara, pero �l
no se atrevi�; hmmmm, sin embargo me masajeaba el ano con movimientos
circulares, y �l ve�a claramente c�mo lo yo abr�a, pero no fue m�s all�...
maldici�n. Revi�ntame Alem�n, revi�ntame.. ahhhhgg! Hmmmmmm AhhhhhHHHHG!!
Ahh! Hmmmmmm HHmmm AHHHHHHHhhhhhhhhhh...! AhhhHH!". Yo me concentr� en
seguir su orgasmo y f�cilmente pude meterle otro dedo sin ninguna
dificultad. El ano de Luc�a estaba muy dilatado y por ah� cab�a lo que
fuese. Luc�a hab�a tenido un largo orgasmo y estaba en extremo relajada. No
lo dud� y en seguida saqu� mi verga y se la met� en el ano de un solo
empuj�n. Ella dio un peque�o salto, pero se acomodaba para ser enculada
mejor. Con mi otra mano logr� alcanzarle el cl�toris y se lo empec� a
masajear nuevamente. Logr� ponerla nuevamente en la v�a de buscar un nuevo
orgasmo, y mis embestidas eran cada vez m�s fuertes, como desesperado. Su
recto estaba calient�simo y mi guevo hab�a salido abundantemente lubricado
de su cuca, lo cual hac�a muy placentero el roce y el deslizamiento en su
culo. Con mi boca le mord�a la espalda y el cuello, y con mi otra mano le
apretaba las tetas. Pr�cticamente yo parec�a un violador desesperado, y
aquel cuadro me precipit� en un intenso y largo orgasmo, creo que el m�s
largo de toda mi vida. Luc�a tambi�n estaba teniendo el suyo, y con la voz
entrecortada me dec�a lo caliente que sent�a mi leche dentro de su culo.
Esta vez el alem�n no tuvo la oportunidad de apreciar nuestro
espect�culo. Qui�n sabe donde se habr�a metido. La tarde transcurri� sin mayores
sorpresas hasta que empez� a entrar la noche y a lo lejos vi como se acercaba
una lancha sobre la que ven�a Jon�s... Mir� a Luc�a y ella me sonri�... todo lo
que me dijo hab�a sido puro cuento, pues a Jon�s le hubiera sido imposible ir y
venir a tierra firme en tan poco tiempo, por lo que tuvo que haber tomado la
lancha apenas yo me introduje al agua a bucear por la tarde (me hubiera gustado
haberla visto por un huequito haciendo de verdad todo lo que me cont�...)
El lanchero dej� a Jon�s y se retir� inmediatamente. �ste se
acerc� hacia nosotros y nos dijo:
"Hola. �C�mo la han pasado? Fui a tierra firme a buscar
algunas alimentos y bebidas. Quiero invitarlos esta noche a mi fogata...
�Vienen?".
Aquello no me pareci� mala idea y mir� a Luc�a y me hizo un
gesto de afirmaci�n, por lo que le contest� que le ayudar�amos a encender la
fogata en un momento. El nos lo agradeci� y dijo que nos esperaba.
Esa noche era bastante calurosa pues no estaba pegando mucha
brisa, pero la fogata era necesaria para la iluminaci�n. Yo ya estaba listo para
ir, pero Luc�a a�n tardaba; me dijo que se pondr�a un pareo (una especie de
malla de huecos grandes a la cintura) sobre el micro bikini y que la esperara
all� porque se estaba pintando las u�as de los pies y las manos (vainas de
mujeres... pero cu�nto nos gustan!)
Estuve ayudando a Jon�s a encender la fogata y pronto la
tuvimos lista y bastante alta. �l preparaba unos platos marinos que se ve�an
bastante deliciosos... se ve que ten�a experiencia en esas artes culinarias.
Estuvimos comiendo algunos bocados y debo decir que eran demasiado buenos, sobre
todo por el lim�n que le ech�bamos encima.
"Este plato es originario de Portugal. He estado all� un
par de veces. Ese pa�s tiene una playas muy buenas", me dijo Jon�s.
"Ac� son muy populares tambi�n estos ingredientes", le
coment�. "Son utilizados muy frecuentemente en platillos como afrodis�acos;
de hecho los venden en potes y les ponen unos nombres muy c�micos: �levanta
muerto�, �rompe colch�n�, �siete potencias�, etc". �l se ech� a re�r y me
dijo que yo no necesitar�a de esos...
"Es verdad, Luc�a es una mujer muy bella y a cualquiera
le levanta el guevo... hasta a ti.... ayer te vimos.".
"Yo dir�a que fui yo quien los vio a Ustedes, ja ja. Creo
que tu novia no ha salido mucho por eso, creo que tiene un poco de
verg�enza. En Europa encuentras playas donde la gente lo hace en p�blico, y
no tiene la menor cohibici�n. Es bastante normal; claro, son playas en donde
s� se puede tener sexo... Pero ac� no hay problema. Estas playas son muy
solitarias y se puede proceder con relativa tranquilidad".
"Bueno, realmente ese no es el motivo por el que no ha
salido mucho desde que est�s ac�... En realidad es porque s�lo ha tra�do un
traje de ba�o muy peque�o, los llamados microbikinis..."
"Pero ese no es motivo para apenarse!", me interrumpi�.
"Si es verdad... lo que s� le apena es que no ha venido
depilada, me entiendes? Tiene una mata de pelos incre�ble...".
"Ja ja, pero eso tampoco es problema. No has visto a las
europeas, sobre todo a las francesas. Ellas no se afeitan nada... est�n
totalmente naturales en el mundo... Dile a tu novia que no tenga verg�enza
conmigo que para mi eso es normal".
"Bueno, tratar�, y en realidad no me importar�a si la ves
demasiado, as� que por mi no hay problema".
"No sab�a que ese era el problema. Mira, hoy tu chica fue
a pedirme que le colocara bronceador para tomar el sol. Y claro, en ese
momento no le observ� nada porque tra�a la toalla a la cintura. Le dije que
claro, que solo me permitiera unos segundos mientras guardaba algunas cosas.
Ella se volte�, se quit� la toalla y se dirigi� a su carpa. Yo llegu� y ya
estaba acostada con la cara hacia abajo y me facilit� la crema. Mientras le
untaba el bronceador por sus nalgas pude observarle sus pelos en medio de
ellas, pero igual eso no me import� mucho; lo vi muy natural; as� que dile
que no se averg�ence". Cuando me dijo aquello qued� como de piedra...
Entonces el tipo s� la hab�a manoseado. Yo estaba realmente confundido
porque Luc�a ni dio muestras de que fuera cierto su cuento, ni dio muestras
de que fuera falso...
En ese momento ella lleg� a la fogata (a�n no era totalmente
de noche) y tra�a puesto su pareo alrededor de la cintura, y por debajo se le
ve�a su diminuto bikini. Encima llevaba tambi�n los peque�os triangulitos que se
le ve�an muy bien con su pecho perfectamente bronceado. Tra�a puestas una
sandalias de tiritas que le dejaban ver totalmente su pies reci�n arreglados con
las u�as de color vino tinto oscuro (ese color me gusta demasiado). Las u�as de
sus manos ten�an el mismo color.
"Hola! Al fin termin�". Dijo ella a su llegada. Yo,
mientras tanto, continuaba mudo.
"Hola Luc�a. �Por qu� has tardado tanto?", pregunt� Jon�s
d�ndole la bienvenida.
"Cosas de mujeres..." Sentenci� como para que no le
hici�ramos m�s preguntas sobre su tardanza; sin embargo para no ser
descort�s agreg�: "Es que me estaba haciendo las u�as de los pies y de mis
manos... �Miren, qu� les parece?". Cuando dijo aquello levant� su pi�
derecho con la sandalia y lo ubic� a la altura de nuestras caras (nosotros
est�bamos sentados en la arena), y para ofrecernos una mejor vista de su
trabajo sacudi� el pie y la sandalia cay� en la arena, pero aquel delicado y
hermoso pie qued� suspendido en el aire. Ella mov�a sus dedos y nos ofrec�a
unos buenos �ngulos a cada uno para que mir�ramos bien su trabajo femenino.
"Ah!, un trabajo de 20 puntos!. Tienes unos pies de
Diosa.", le dijo Jon�s mientras le ve�a a su cara y a sus indefensos pies.
"Gracias. Y a ti qu� te parece mi amor? Acaso no te gusta
el color? Acaso Jon�s es el �nico a quien impact�?", me pregunt� a mi
directamente.
"No, no, ehhh, est�n muy lindos, ehhh, te ves muy
linda...", le dije con la voz entrecortada por el shock que hab�a recibido
minutos atr�s.
"Ah... y mi pareo... qu� te parece?. Era una sorpresa que
te ten�a...", dec�a esto mientras daba vueltas para mostrarnos a plenitud lo
perfecto que le quedaba aquel atuendo a su cintura y nalgas bronceaditas.
"Qu� bueno que te haya gustado... �No te parece sexy?".
"S�, s�, es muy sexy. Te ves fenomenal...", dije eso y
nada m�s; mi voz no daba para hablar mucho.
Enseguida Jon�s le habilit� un espacio entre nosotros para
que ella se sentara, pero antes le pas� su sandalia para que se la pusiera. Ella
lo que hizo fue estirarle el pie para que �l se la calzara en su pie, y as� lo
hizo.
Estuvimos charlando un buen rato sobre diversos temas, y como
siempre la conversaci�n volc� al tema del sexo. Hablamos sobre las mujeres, los
hombres, sus cuerpos, etc. etc y Jon�s sac� a relucir la conversaci�n que
hab�amos mantenido minutos antes.
"Me dice tu novio que te averg�enzas porque no te has
depilado... pero no te preocupes por eso. All� en Europa es com�n que las
mujeres no se depilen, nosotros lo vemos con naturalidad". Pens� que tal vez
Luc�a me hubiera querido matar en ese mismo momento, pero ella tom�
f�cilmente la naturalidad de Jon�s y creo que quiso devolverme "el favor",
as� que se involucr� con facilidad en la conversaci�n (ayudada por el
alcohol que ya la hab�a desinhibido un poco).
"Si, es que no es normal por estos pa�ses que una chica
vista un traje de ba�o y no se depile".
"Y por qu� no te has depilado?". Jon�s hizo la pregunta
del siglo...
"Ehhh, es que... es que.... Es que a mi novio le excita
que me atreva a este tipo de cosas y retos, y que me enfrente a una
situaci�n que tal vez no prev�, como que alguien m�s llegara a esta playa...
me entiendes?"
"Ja ja, claro que lo entiendo. Entonces tu te morir�as en
Europa donde la chicas son abundantes en vellos...!", se dirigi� a mi. Yo lo
�nico que hice fue sonre�r mientras Luc�a retomaba la conversaci�n. De
verdad que me estaba devolviendo "el favor"...
"Ac� las mujeres debemos afeitarnos todo... pero sucede
que yo llevo dos meses sin afeitarme mi pubis y tengo el vello muy abundante
ahora. Adem�s yo lo tengo negro y grueso, y con eso pues remato!". Luc�a ya
estaba empezando a hablar con mucha soltura y naturalidad, mientras que yo
s�lo la observaba asombrado.
"En las axilas por ejemplo ya me est�n empezando a salir
unos vellos peque�itos... mira, mira", dec�a esto mientras se acercaba a
Jon�s y levantaba los brazos frente a �l, a la vez que �ste acercaba su cara
para ver de cerca las axilas de mi novia. "Y en las piernas gracias a Dios
no me salen casi, por lo que ahora las tengo muy lisitas y suaves, mira...
toca", le estir� la pierna frente a la cara de Jon�s y �ste se la sostuvo
con las manos y las pasaba para comprobar la suavidad de las mismas. La otra
pierna me la ofreci� a mi, y pronto estuvimos Jon�s y yo cada uno con una
pierna sostenida en las manos. Con esto Luc�a ofrec�a sin pudor un panorama
espl�ndido de su cuca peluda cubierta por una microtela, a lo que Jon�s no
tuvo duda en referirse.
"En cambio all� es diferente..." dijo Jon�s sonriendo.
Luc�a se ri� y enseguida ech� mano a su vello p�bico para demostrar lo largo
que lo ten�a. Lo acariciaba y lo mostraba sin el menor reparo. Aquello ya
hab�a provocado una tremenda erecci�n en mi, de la cual pronto Luc�a se
percatar�a.
Finalmente me decid� y bes� suavemente los pies de mi novia;
met� sus dedos en mi boca y los chupaba suavemente. Ella me pel� los ojos como
dici�ndome que hab�a ido muy lejos, pero la que hab�a dado pie a aquella
situaci�n hab�a sido ella misma, y eso me gustaba.
"Anda Jon�s, no te pierdas de este delicioso majar...",
le dije a Jon�s al tiempo que �l le roci� uno poco de bebida por el pie de
Luc�a y lo empez� a chupar tambi�n. Luc�a se ech� para atr�s y se acost�
completamente en la toalla mientras Jon�s y yo chup�bamos completamente sus
pies. Luc�a no dec�a ni una sola palabra y s�lo se dejaba hacer.
Inmediatamente le hice un gesto al alem�n para que
empez�ramos a besar toda la extensi�n de sus piernas, y bien nos acomodamos para
iniciar el excitante trabajo de propinarle a mi novia un masaje de dos lenguas y
cuatro manos por su cuerpo. Bes�bamos sus piernas, sus rodillas y sus muslos.
Ella se agarr� las piernas y las manten�a elevadas, mientras nosotros
empez�bamos a chupar sus piernas muy cerca de la parte baja de las nalgas. A
escasos 15 cm de nuestras caras ten�amos a un par de globitos de carne de suave
piel, la cual se erizaba al contacto de nuestras lenguas. Luc�a nos ayudaba y
con las piernas en el aire us� sus manos para abrir sus nalgas y su entrepierna
y ponernos a la disposici�n aquella cueva que ya emanaba los sublimes olores a
hembra en celos, los cuales iban acompa�ados de una mancha de fluido vaginal que
ya impregnaba su fina tela.
Levant� la mirada para verle la cara y estaba con los ojos
cerrados atenta a aquella sensaci�n de poder estar disfrutando de dos hombres
dedicados a ella sola, a proveerle de innumerables sensaciones. Por un momento
abri� los ojos y observ� que ambos las est�bamos viendo mientras le estruj�bamos
las partes bajas de sus nalgas, momento que aprovech� para apartarse la aparte
superior de su bikini y mostrarnos unos pezones erguidos pidiendo ser mamados.
Al despojarse de su prenda ech� sus brazos hacia atr�s y su cuerpo parec�a como
el de una peque�a chica a la disposici�n de dos rufianes desesperados.
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Relato: Una isla para mi novia, un extra�o y yo
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