Me paseaba por la habitaci�n mis nervios estaban apunto de
estallar, de repente son� mi m�vil, �l me estaba llamando: -si, mi Se�or (mi voz
intento sonar con tono despreocupado), de repente me entr� el p�nico de que se
hubiera echado para atr�s y llamara para anular la cita, si as� era mi coraz�n
no podr�a soportarlo y se partir�a en pedazos en la solitaria habitaci�n de
hotel, pero lo que me dijo distaba mucho de lo que yo hab�a imaginado:-estoy en
el pasillo Laura, quiero que corras las cortinas, te desnudes y te tumbes en la
cama con las piernas abiertas ofr�ceme tu cuerpo como lo has hecho por tel�fono
esperare tres minutos para que lo hagas, y cort� la comunicaci�n. Como una
aut�mata empec� a hacer lo que me hab�a ordenado mi Amo, David, en mi cerebro no
hab�a cabida para la desobediencia, solo para el total y sincero sometimiento
hacia �l.

Estaba desnuda en la cama, ahora la habitaci�n estaba oscura,
mi excitaci�n estaba al l�mite, sent�a un aire fr�o recorrer mi cuerpo cuando la
puerta de la habitaci�n se abri� o� la voz de David hablar al mozo de las
maletas que las dej� a la entrada de la habitaci�n, si hubiera entrado medio
metro mas me hubiera visto tirada en la cama desnuda, eso me hizo excitarme m�s
todav�a, si, esa era su voz, ah� estaba mi Se�or David.

Cuando el mozo de las maletas se fue la luz volvi� a
apagarse, no ve�a nada solo o�a los pasos de David acerc�ndose a la cama,
encendi� la luz del ba�o, yo solo pod�a ver su figura ya que la luz estaba a su
espalda, pero el pod�a verme entera all� en la cama tirada abierta de piernas,
como �l me hab�a ordenado.

-�brete un poco m�s, �vamos!, quiero mirarte. Como por un
resorte mis piernas se abrieron para �l, no dejando ninguna parte �ntima de mi
cuerpo que no estuviera bien expuesta a su escrutinio, ante esta situaci�n, as�
de vulnerable y expuesta ante �l, mi cuerpo se estremeci� de placer, sent�a mi
co�o muy mojado, sent�a un anhelo por servir a mi Amo, este presinti� ese
anhelo, porque durante los d�as que estuvimos hablando me hab�a estudiado, sab�a
como excitarme, como hacer que perdiera la verg�enza y el pudor, sab�a que hacer
para que me comportara como una verdadera puta, como su puta, porque ahora que
ha pasado el tiempo me he dado cuenta que aunque en la ultima conversaci�n
telef�nica se adopto el rol de Amo y sumisa siempre nos hab�amos comportado as�.
Se acerc� lentamente se recost� a un lado de la cama y cogiendo mi cara entre
sus manos me dio un lento y apasionado beso en mi boca, a medida que nuestras
lenguas se entrelazaban mi temperatura corporal sub�a y mis caderas se iban
hac�a delante y mis piernas se abr�an m�s para �l � as� mi ni�a, as� es como te
quiero siempre expuesta y deseosa de mi. Un ruido gutural de deseo sali� de mi
garganta, no pod�a hablar en ese momento mi cuerpo solo anhelaba una cosa, a
David.

Su boca volvi� a apoderarse de mi boca, mientras lo hac�a mis
manos fueron atadas a la cabecera de la cama del hotel con finos pa�os de gasa,
esto era nuevo para mi, no sab�a que hacer, por un momento me asust� un poco,
pero cuando su lengua gentilmente rozo mis labios y se introdujo nuevamente en
mi boca todo terror hab�a sido demolido por un deseo ardiente.

Empez� a tocarme lentamente, primero el cuello y los hombros
luego mis pechos, se detuvo en ellos mas de lo que yo pod�a soportar, temblaba
de deseo, necesitaba ser usada, quer�a que me follara como a una puta, sus manos
retorc�an mis pezones suave pero intensamente, mi espalda se arqueaba todo lo
posible para ofrecer mas mis pechos a esas manos que tanto placer y deseo
despertaban, en ese momento mis caderas estaban ya muy arriba, mi cuerpo ped�a a
gritos ser tocado, ser amado por �l.-mmmmmmmm mi ni�a, veo que estas muy
excitada, dijo con voz ronca de deseo �sssi mmi Ammo logre balbucear yo entre
jadeos y sudores, sus manos bajaron por mis caderas y bajaron por mis piernas
hasta llegar a mis tobillos, los cuales fueron amarrados igual que mis piernas,
esta situaci�n de indefensi�n, de entrega absoluta de mi cuerpo a sus deseos me
hizo gemir de deseo contenido y le suplique _ Mi Se�or, mi Amo, �same, no puedo
soportarlo mas._Pero hac�a caso omiso de mi y se dedicaba a acariciarme las
piernas y los muslos, mientras mir�ndome a los ojos me dec�a � mi peque�a ahora
eres m�a, tu cuerpo me pertenece y con el tiempo t� misma te entregar�s a la
entera sumisi�n hacia mi, ahora estoy comprobando lo que es m�o, lo que me
pertenece, m�s tarde si te lo ganas y me complaces quiz� te use como la puta que
eres- diciendo esto se levant� de la cama y se adentr� en el ba�o, de refil�n
pude ver que era moreno, de cabello ondulado ah�, sola, tendida en la cama me di
cuenta de que me estaba entregando a un hombre al que jam�s le hab�a visto la
cara, mientras pensaba en estas cosas vi como mi Amo sal�a del ba�o, ten�a algo
en la mano, pero en ese momento no supe que era, aunque la inc�gnita durar�a
poco tiempo.

De repente un pa�uelo de gasa cubri� mis ojos y fue atado a
la parte de atr�s de mi cabeza, muchas sensaciones se agolparon en mi cuerpo al
ver el grado de indefensi�n tan enorme que ten�a en estos momentos, mi cuerpo
temblaba, ya bien por el miedo a lo desconocido, o por el nivel de excitaci�n
que ten�a previamente. Pasaron unos minutos que a mi me parecieron horas, pero
no paso nada, no o�a nada, no sent�a nada, intent� agudizar el o�do para ver si
pod�a deducir donde estaba mi Se�or, pero solo o�a el silencio, roto por mi
propia respiraci�n.

Un s�bito terror se acogi� en mi cuerpo y en mi mente, mi
excitaci�n se hab�a calmado y ahora tomaba conciencia de mi situaci�n, sola en
un hotel con un desconocido, desnuda y atada a la cama, y adem�s con una venda
en los ojos, un sollozo contenido escapo de mi garganta y me revolv� inquieta
intentando zafarme de las ataduras que me inmovilizaban el cuerpo, pero aunque
estas eran suaves y no da�aban mi piel, estaban fuertemente atadas, por lo que
no hab�a modo de desatarlas, cuando la desesperaci�n estaba haciendo presa de mi
sent� su maravilloso contacto en mis piernas, sus manos iban directamente a mi
sexo, pero en mis ingles estas pararon y sent� el contacto de algo h�medo y
esponjoso que estaba siendo extendido por mi pubis y mi culo, sent�a las manos
de mi Amo como habr�a mis nalgas para extender� lo que �l considerara oportuno
extenderme, sent�a el contacto de algo suave, no podr�a decir que era un dedo,
se parec�a mas a una pluma, esta despu�s de untar mi culo volvi� a mi co�o y ah�
estuvo masajeando mi cl�toris hasta que me excito bastante, entonces el contacto
paro, desapareci� tal y como hab�a venido, note una ligera presi�n en mi pubis y
un ruido de rasgar, �me esta afeitando el chocho�, no sab�a porque, pero esa
situaci�n hizo que me excitara todav�a mas, mi co�o y mi culo fueron afeitados
cari�osamente y a conciencia, ni un solo pelo quedo en ellos, para cerciorarse
de que estaba perfecto mi Amo empez� a lamerme el pubis, los labios vaginales y
mi culo, mientras yo me retorc�a de placer y de deseo, seguidamente introdujo
dos dedos en mi co�o y un dedo en mi culo, y comenz� a moverlos, que despu�s de
sus lamidas estaba m�s que preparado para ello, y as� penetrada por mis dos
agujeros me pregunt� � Dime Laura, �Qui�n eres t�?- sus dedos segu�an
movi�ndose, con voz casi inaudible le conteste � Tu puta, tu zorra, tu sumisa-
En tono duro me dijo- di lo que tengas que decir en todo alto y claro, esa
situaci�n pudo conmigo y solo pude hacer lo inevitable, rendirme, con mis
barreras completamente rotas le dije �Mi Se�or soy su puta su zorra su sumisa,
puede usarme cuando le plazca, mi placer es que usted tenga placer

Saco sus dedos de mi interior y sonri�ndome me dijo � Bien,
zorrita, ahora estas preparada para convertirte en una perfecta sumisa me quit�
la venda de los ojos, me oblig� a mirarle a la cara, ahora hab�a luz y pude
verle el rostro.

Continuara.