Hola otra vez a todos los lectores de .com. Vuelvo
a relatar una de mis mas gratas experiencias, y como dice su titulo, son de mis
tiempos de colegiala, q sin duda alguna, fue una �poca llena de experiencias y
sensaciones nuevas. Una de esas, fue mi primera vez con una mujer, y justamente
de eso se trata esta historia: mi primera vez lesbica. Esta experiencia marco el
resto de mis d�as, ya q a partir de ese momento solo estuve con mujeres, a pesar
de seguir disfrutando del mejor sexo con mi mejor amigo, el fue el �nico q
mantuvo mi lado hetero encendido. No se preocupen, tengo muchas cosas para
contar sobre el y yo, pero ahora le toca a mi lado lesbico.
Todo empez� una ma�ana c�lida de primavera, fui al colegio
como normalmente lo hacia, estaba entusiasmada, y ansiosa por hablar con Romina,
una morocha hermosa q iba a segundo a�o, es decir uno menos q yo. Mi ansiedad se
deb�a a q ella tenia q contarme como la hab�a pasado en la casa de uno de los
chicos mas lindos del colegio, ya q tuvieron un finde semana de lujuria, hab�a
sido su primera vez. Gracias al cielo, tuvimos, como era normal en ciertas
ocasiones una actividad en com�n, q a decir verdad ni recuerdo, solo se q era de
recreaci�n e integraci�n. Aprovechando la mezcolanza de chicos y chicas, nos
fuimos al ba�o de mujeres, al mas lejano de todos, llegamos tomadas de la mano
ri�ndonos, nerviosas por lo q ella tenia q contarme:
- Uy belu no sabessss!! Estuve fenomenal, goce como nunca en
mi viddaaa!!!
- Para pendeja, tranquila, quiero lujo de detalles eh???
- Bueno, me paso a buscar por casa como hab�amos quedado, yo
me puse, una pollerita bien cortita, con tablitas, una camisa roja q deje con
dos botones desabrochados, para q se me vieran las lolas, y unas sandalias.
Fuimos a su casa y ya en el camino me acariciaba la pierna, y me dec�a q estaba
recaliente conmigo hace mucho tiempo, y q se mor�a por ponerme en 4 y hacerme
chillar como cerdaaa!!!
- Mmmmmmm!! que hijo de putaaa!!! me estoy mojando nena!!!
- Entramos de la mano, entre primero, cerro la puerta y luego
me abrazo por detr�s, y me dijo al odio, pendeja puta, ahora vas a saber lo q es
un hombre... Y ah� me puso directo contra la barra del living, me apoyo el bulto
bien duro en medio de la cola...se agacho, me corri� la tanga y me entro chupar
toda...
-Todo as� tan r�pido?? estaba recaliente el nene!!
- Siii, hasta te dir�a q estaba nervioso, porq me parec�a
medio bruto, encima me met�a el dedo en el culo, y no te digo q no me gustaba,
pero si me molestaba porq no lo hacia bien... hasta q se levanto me dio vuelta y
me empez� a besar...
En ese momento est�bamos muy cerca la una de la otra, yo
estaba mojada, a ella le brillaban los ojos, sent�a su respiraci�n muy cerca de
la m�a, y lo �nico q se me cruzo por la cabeza fue darle un beso, pero me
contuve, aunque ella era quien acariciaba mi pierna, a lo cual yo hice lo mismo.
No se en realidad q me estaba diciendo, solo pensaba en morfarle esa boca... En
un momento ella miro hacia un costado y al regresar su mirada, se rozaron
nuestros labios, fue leve, pero electrizante, ella se quedo muda, y agitada,
pero ella misma me comio la jeta de un beso, muy dulce, muy leve, me invadi� su
lengua, y junto a ella un calor diferente a los q hab�a tenido antes, era algo
nuevo, era una mujer quien me estaba besando, no un hombre. No sabia si era lo
correcto, pero era maravilloso... Sus manos acariciaban mi pelo, las m�as,
jugaban con su pollerita, acariciaba sus piernas, estaba dispuesta a todo, sin
importar nada... Nos habl�bamos con los ojos, sin mediar palabras, solo caricias
y miradas solo basto eso para saber q quer�amos hacerlo ah� mismo, corriendo el
riesgo de q nos sorprendieran en medio del goce, pero no pudimos contenernos. Me
toma de la mano, vamos a un retrete, ella se sienta, y yo sobre su falda,
empieza a besarme el cuello, a pasar su lengua, llega a mi o�do y siento como su
mano esta corriendo mi tanga, q estaba plenamente mojada, y respir�ndome al o�do
me dice:
- Belu, no sabia q tenias una conchita tan rica...me muero
por chap�rtela.
Yo no pod�a ni respirar casi, de lo excitada q estaba. Sent�
como su dedo se met�a en mi raja, me hizo brincar de placer, yo solo lanzaba
peque�os gemidos:
- Mmmm si Romi, mmmmm ooii uy, as�, aaaaahh.
Nos besamos dulcemente, mientras ella me deseaba, era
hermoso, y hasta solo recordar esa imborrable imagen en el espejo del ba�o, dos
colegialas, bes�ndose, mientras una masturba a la otra. Entonces me levante y me
sent� en el retrete, y ella de rodillas, abri� mis piernas, me beso los muslos,
por dentro de mis piernas hasta llegar a mi humedad. Hizo a un lado mi tanguita
y meti� un dedo, nos mir�bamos fijamente, y ella lentamente se acercaba cada vez
a mi conchita, saco su lengua, y de repente una electricidad se descargo por
todo mi cuerpo, haci�ndome arquear mi espalda, sent� su lengua moverse de arriba
hacia abajo por toda mi raja, era incre�ble, suspiraba y jadeaba de placer no me
pod�a contener, eran espasmos incontenibles, tal es as� q no hab�an pasado ni
tres minutos de esa magnifica mamada, q ya me estaba corriendo en su boca.
Levanto aun mas mis piernas y me chupo bien el culito, metiendo su lengua, y ah�
si casi me desmayo del placer, fue otro vendaval de placer q me invadi� por
entera, dej�ndome sin aliento, el cual ni siquiera pod�a descargar a desgano,
porq si lo hacia todo el colegio se enterar�a. Estaba exhausta, temblaba entera,
no pod�a creer lo q hab�a sucedido, mi mente estaba en blanco, hasta q mire a
sus ojos brillosos de placer, sus labios brillantes de mis jugos, dir�a hasta
chorre�ndolos, ca�an por su ment�n. Su sonrisa me lo dec�a todo, mi respiraci�n
de a poco quer�a volver a la normalidad pero era casi imposible despu�s de lo
vivido, mi vida a partir de ese momento era otra, sin duda, mi rumbo cambio...
No sabia q decir, hasta q ella hablo y me dijo:
- Vamos, q nos deben estar buscando...Pero la seguimos en mi
casa...
No hab�an pasado ni 5 segundos, de haberme dicho eso, y yo ya
no ve�a la hora de devolverle el placer q me hab�a proporcionado, me temblaban
las piernas. No saben lo q me costo bajar esas escaleras, las dos de la mano, en
silencio pero bastaban solo las miradas, para hacerme saber q ella quer�a mas de
mi, y yo mas de ella. En medio de la clase nos sentamos distanciadas, era raro,
siempre est�bamos cerca, pero esta vez hab�a algo de por medio, su sonrisa
picara me derret�a, jugaba con su lengua en sus labios y me enloquec�a, a tal
punto q no prestaba atenci�n a la clase, hasta q una profesora, me rega�o.
Al fin el bendito timbre de salida, ni siquiera me miro al
salir del sal�n, ni me dirigi� la palabra al salir del colegio. �bamos con otras
amigas, y ella no me prestaba atenci�n me pon�a nerviosa, subimos al colectivo,
y ella segu�a sin decirme nada, solo me miraba, y eso mas loca me pon�a. Al fin
llegamos a la parada cercana a su casa, y nos bajamos. No quer�a ni preguntar
porq no me dirig�a la palabra, hasta q ella comenz� a re�r:
Estas asustada??? Q pasa no quer�as venir a mi casa??
No es eso, es q no me hablaste desde q, bueno, paso...
Abri� la puerta de la casa, pasamos y se aseguro de q no
estuviera nadie en la casa y as� fue, sin muchas vueltas, me miro fijamente muy
cerca de mi rostro, y mi respiraci�n era incontenible, su aliento me quemaba. De
a poco se acerco y sin cerrar los ojos me beso, y cuando quise hablarle me paso
la lengua por los labios, arranc�ndome un suspiro profundo. Y ah� sus lengua me
invadi�, sus manos tomaron mi cintura, y las m�as, su cuello, su pelo, ya nadie
nos detendr�a, �bamos directo a gozar sin limites la una de la otra. Ya sus
manos estaban bajo mi faldita, acariciando con suavidad mi culito. Solo quer�a
hacerla gozar tanto como ella lo hab�a hecho conmigo. Nos sentamos en el sof�,
un enorme sof� q nuestro lecho amoroso, testigo mudo de nuestro pecaminoso pero
divino acto sexual.
Esta vez fui yo quien fue al ataque, la mire, la bese otra
vez, no quer�a dejar de hacerlo, esa boca era una fuente de placer q me nublaba
el pensamiento, no me importaba nada, solo quer�a disfrutar de ella. Sabia q lo
q est�bamos haciendo era algo malo, algo q no era natural, pero no me importo,
era placer y de eso vive uno, al menos es una raz�n por la cual vivir, al menos
para mi.
La tumbe en el sill�n, ya no aguantaba mas mis ganas de
hacerla gozar. Desabroche su camisa, y libere por encima del sost�n, sus
pezones, grandes,

rosados, suaves y firmes. No pude evitar darle una suave y
onda lamida, mir�ndola a los ojos, viendo en su rostro esos gestos de gata en
celo, ansiosa por coger. Ah� me quede chup�ndole esas hermosas tetas, y ella a
mi merced, suspirando, emitiendo esos gemiditos q me mataban de placer y aun hoy
lo hacen. Ella acariciaba mi pelo, su suavidad me encantaba, y se transmit�a
otra vez a su cuerpo, era una cadena de placer, inagotable q nos amarraba a
ambas, la una de la otra, ella no me dejaba escapar y yo tampoco quer�a hacerlo,
no exist�a nada mas solo sus ojos, su boca y su cuerpo, todo entero para mi, as�
como el m�o era suyo. Ya deleitada con sus pechos, fui bajando por su pancita
hirviendo, mi lengua fue serpenteando su silueta, esa cintura divina y ese
ombligo q a m�s de uno en el colegio los dejaba at�nitos. Sin apresurarme abr�
sus piernas y all� estaba ese manjar tan anhelado por mi, esa concha q se
trasluc�a a trav�s de esa tanguita blanca. Rebalsaba de placer, esa concha tenia
fuego puro y yo estaba dispuesta a apagarlo, con dulzura y suavidad, me fui
acercando a mi objetivo, y comenc� mi labor. Bese por encima de su tanga,
percibiendo su aroma deleit�ndome con el. Corr� su tanga a un lado y tuve plena
visi�n de esa concha brillante de jugos, mi lengua fue directa y precisa al
centro de su raja, y pude sentir como arqueaba su espalda y lanzaba un hondo y
efusivo suspiro, tome sus piernas y las eleve un poco mas y abr� con mis manos
su culito y otra vez al ataque, desde su anito rosadito hasta esa raja hirviente
tan suave y tan fogosa. Esta vez la imagen en el espejo del living, fue mucho
m�s fuerte q la anterior en el colegio� Dos nenas gozando como nunca, probando
por primera vez lo prohibido, una piernas bien abiertas sobre el sof�, la otra
en suelo, chup�ndole la concha a la otra, bien en cuatro con su culito al aire.
Segu�a chupando, y met�a uno, dos hasta tres dedos en ella, y los mov�a como
tent�culos, volaba de placer, gem�a como gatita, y ni ella ni yo quer�a q
acabase nunca lo q est�bamos haciendo. Ella iba ya por el en�simo orgasmo, mis
manos y mi boca recib�an con gusto todo ese caudal de placer, no pod�a detenerme
no me cansaba de chuparle la concha y mucho mas me gustaba chupar ese anito tan
rico...
Tenia algo mas en mente, quer�a hacerla gozar por ese culito
tan rico y eso era lo pr�ximo q iba a hacer. Sutilmente la cambie de posici�n, y
la deje en 4 patitas sobre el sill�n, ella sin dec�rmelo entendi� lo q quer�a de
ella, y comenc� a chupar y a dedear suavemente... Pero lo mejor viene en la
proxima.