Hola a todos de nuevo!! Tras haber desaparecido durante un
tiempo por segunda vez, he vuelto!!
Vengo con una nueva historia.
Una vez m�s agradezco los mails y que la gente me agregu�
para hablar. Pero me saturo. As� que no ver�is mi Messenger pero si mi mail, por
si quer�is escribirme algo o ten�is alguna duda o simplemente quer�is saber mas
de esta historia o las que he escrito anteriormente.
Disfrutad del relato!!
Es 25 de Agosto en un peque�ito pueblo de Andaluc�a. El calor
impide que haya vida en la calle.
Javier es un chico de 15 a�os. El vive en este peque�o
pueblo.
Ahora mismo estar�a en la piscina, en cambio, esta estirado
en el suelo, delante de un ruidoso ventilador, mirando la televisi�n.
Las vacaciones ya se est�n acabando y muchos de sus amigos ya
han vuelto a sus grandes ciudades. Una vez mas, su pueblo, se quedara con los
cuatro viejos de siempre.
Menos mal que ya esta empezando anochecer, y las primera
r�fagas del fresco viento de la noche andaluza empiezan a colarse por la puerta.
Aun no hay plan para esta noche� Aunque tampoco hay donde
elegir.
La �nica persona de su edad que aun queda en el pueblo es la
catalana. No es que no le apetezca salir con ella esta noche, pero es una ni�a
mal criada, la t�pica pija ni�a de papa.
Lo unico que no le ha impedido coger el telefono y llamar es
que la ni�a esta muy buena�
-"bippp� bippp� bippp�.."
Sandra es una guapa chica de 16 a�os, pero al rev�s de
Javier, ella no es de este pueblo. Sus vacaciones aun se han podido alargar un
poco mas, gracias a que convenci� a su padre de que le dejara unos d�as mas en
el pueblo a cargo de sus abuelos, y despu�s, volver en autocar hacia Barcelona.
Este a�o ha disfrutado mucho. Casi todos los dias ha ido a la
piscina, y por las noche, ha estado en el parque con los amigos de otras
ciudades, y por primera vez, ha coqueteado con el alcohol, aunque aun ha llegado
a emborracharse.
Sandra acaba de levantarse de su siesta de verano, esta sola
en casa, sus abuelos se han ido a hecharle de comer a las gallinas y regar el
huerto, dicen que pasaran la noche alli.
Apaga el aire acondicionado y abre las ventanas y las puertas
para que la brisa comience a correr por casa de sus abuelos.
-"Ringggg!!! Ringggg!!! Ring!!!!!
-�Si? � responde Sandra, mientras aun se refriega los ojos.
-Hola Sandra, soy Javi. �Esta noche vas a salir?- dice Javi,
mientras se levanta del suelo.
-Si, ��Pero oye!! Creo que hay poca gente, �no?
-Pues la verdad es que solo quedamos tu y yo. Pero mejor que
quedarse en casa, �no?.. - responde Javi, mientras encuentra un billete de 20�
en el bolso de su madre que termina en el fondo de su bolsillo- Venga, ���que
invito yo!!!
-Jajajaja. Vale, me ducho y ceno. Despu�s, a las 2, en el
parque nos vemos.- dice Sandra riendo.
-��A las 2??, ��Tan tarde??... Bueno, vale, a las 2 en el
parque. Pero esta vez no tardes, que siempre eres la ultima en llegar del grupo-
incrimina Javi mientras se quita la camiseta que esta toda sudada- Mientras te
duchas y cenas yo me har� un bocata y compro el alcohol. Venga, hasta las 12.
Javier, aun busca una camiseta mientras los �ltimos rayos
pica sobre su torso descamisado. Su cuerpo es delgado. A sus 15 a�os aun no
tiene m�sculos donde pueda agarrarse una chica. Por lo dem�s, la verdad, un
chico del mont�n.
Pero el se ve con otros ojos, coge la camiseta de tirantes
porque cree que sus brazos son el tema de conversaci�n de las chicas. Se peina
con gomina, y se hecha un poco de colonia, como si con ello creyera que la gente
que lo ve piense que se ha duchado.
Tras comer un bocadillo de jam�n, y encerr�ndose en su
habitaci�n a escuchar m�sica, a las 11 coge las llave y se va hacia la
gasolinera ha comprar alcohol.
Esta vez solo haria falta una botella de Ballantines, otra de
Coca cola y una bolsa de hielo.
Javi esta ya harto de estar en casa y no piensa esperar a las
2 para ponerse ciego.
Marcando otra vez el n�mero de Sandra abre la nevera de la
gasolinara donde se encuentran las bolsas de hielo.
-"bippp� bippp� bippp�.."
Sandra entra en el ba�o. Se desnuda dejando la ropa sudada de
la siesta en el suelo. Abre la ducha, escogiendo el agua fr�a, es lo que mas le
apetece con este calor. Una vez adentro, coge un poco de gel y la esponja y
comienza a lavarse a conciencia. Odia sudar.
Sandra, a sus 16 a�os, se encuentra en el mejor momento de su
vida. Es morena, con el pelo por los hombros, su f�sico es responsable de muchas
de las fantas�as de hombre. Pero pese a su edad, aun es muy inocente. No se da
cuenta de las miradas furtivas que les han lanzado este a�o los amigos de su
pueblo.
Tras la refrescante ducha. Se dirige empapada al espejo, a lo
que muchas chicas de su edad hacen, contemplar sus curvas.
Sus piel morena, denotan los d�as que ha pasado en la piscina
de pueblo. Las gotas de agua fr�a que resbalaban entre sus pechos y la brisa que
acariciaba su piel hab�an puesto sus rosados pezones duros como rocas. Se sent�a
atractiva.
-"Ringggg!!! Ringggg!!! Ring!!!!!
El estruendo del movil la saco de su propia imagen reflejada
en el espejo, la cual, la ten�a hipnotizada.
-�Si?- Vuelve a responder Sandra mientras intentaba cubrir
in�tilmente su cotizado cuerpo con una toalla, con una sola mano.
-Soy yo, Javi. Oye, mira, que he comprado ya la bebida y el
hielo. ���Vente para aqu� que si no el hielo se derrite!!!- dice Javi, mientras
coge el hielo de la nevera.
-Javi, tio, aun es pronto. Aun es pronto, aun no he
cenado�-quejando Sandra.
-��Pues tu veras!! Nos tendremos que beber el Ballantines con
el agua de hielo�- responde Javi, mientras esta pagando la bebida.
-��Ballantines??... ��No hay Malibu??- dice Sandra,
acostumbrada a que sus primeros coteteos con el alcohol han sido siempre con esa
bebida.
-��Hostia!!- se lamenta Javi- Pues ya he pagado y no tengo
mas dinero�. Pero, bueno, no pasara nada si hoy pruebas el g�isqui- termina
diciendo Javi, pensando que a ver si va tener que beber lo que la ni�a pija
quiera.
-�Esta bien! Pues en un segundo estar� all�- responde Sandra
mientras va sacando un pirata tejano, un tanga rosa que tanto le gusta y una
camiseta de tirantes, esta noche saldr� sin sujetador, hace demasiado calor.
Colgando, Javi maldice de nuevo a la pija catalana. Solo
desea emborracharse ya y esperar al a�o que viene, cuando vengan sus amigos de
nuevo.
Lo �nico que le motiva es la bebida esta noche es la bebida,
aun que de paso podria reirse un rato emborrachando a la inexperta cbebedora.
Sandra se viste en un segundo. Se echa un poquito de colonia
en el cuello, coge las llaves y una la manzana que se comer� de camino al
parque. Esa ser� la cena de hoy, mejor, as� no engordara.
Cierra la puerta y mientras se dirige hacia el parque, se
arrepiente de haber salido tan pronto de casa. Ahora tendr� que aguantar al
chulo de Javi mas rato, se arrepiente de no haber podido salir mas tarde.
Javi lleva 10 minutos esperando a que la ni�a llegue. Ya la
esta viendo llegar.
Al verla, empieza a pensar que despu�s de todo, no iba a ser
mala noche.
��Joder con la pija!! Tiene un polvazo la puta�
Despu�s de todo, cuantas veces hab�a tomado algo con ese
monumento al lado. Iva a ser la envidia de los dem�s cuando lleguen el a�o que
viene.
Sandra, se sienta en el banco y saluda a Javi. Le parece que
esta noche va ser peor de lo que pensaba. Ya por el camino, iba perdiendo las
ganas de salir, pero Javi ya se hab�a gastado el dinero y seria feo no ir.
Encima, el g�isqui no lo hab�a probado en su vida. No sabia si le iba a gustar o
no.
Javi empezaba a servir la bebida a su compa�era de botell�n.
Siempre intentaba echarle un poquito mas de la cuenta. Mientras, hablaban de
cosas intrascendentes, como que cuando se ver�an el verano que viene, cuando
vendr�an los dem�s, lo bien que lo hab�an pasado este verano.
Javi disfrutaba hablando y mirando el cuerpazo que se gastaba
la ni�a.
Cunado ya iban por el tercer cubata, al agacharse al suelo a
por hielo, Javi se dio cuenta de que tenia la polla bien dura. Entre el alcohol
y la ni�a esta lo ten�an a 1000.
Sandra, sentada en el banco, intentaba perderse en la
inmensidad de ese cielo tan estrellado que en Barcelona no pod�a disfrutar
Beb�a el g�isqui con grandes tragos, el cual le provocaba una
mueca por no estar acostumbrada a esa bebida tan fuerte. Encima tenia que estar
aguantando las ni�er�as de Javi; que si cuando volver�s, sabes cuando volver� no
se quien, te acuerdas del otro d�a en la piscina�
��Aunque se encontraba de puta madre!!
El cielo estaba precioso, y la brisa se colaba entre su
camiseta de tirantes, y acariciaba su piel, se sent�a libre, tenia los pez�n
duros, ya que con la brisa, su camiseta los acariciaba con una gran dulzura.
Mirando la hora se dio cuenta de que hab�a bebido mas de la
cuenta, pero se encontraba ahora tan bien all�, es como si Javi no estuviera.
Era ella, las estrellas, la brisa andaluza.
Cerro los ojos.
Javi, ya hab�a preparado el cuarto cubata, y al pas�rselo a
Sandra, se dio cuenta que la ni�a estaba fuera de combate.
La llamo varias veces, pero nada, que no respond�a. Se
levanto, con la intenci�n de darle dos peque�as bofetadas a ver si espabilaba.
Pero, lo primero que hizo fue colocarse bien el paquete. Los pantalones le
apretaban demasiado.
De pie, se giro, y vio algo que le dejo perplejo.
Ah� estaba Sandra, borracha como una cuba, tan indefensa. No
puedo evitar mirar su pecho. Se le marcaban los pezones. Sandra tenia unas
buenas tetas�
Se acerco a ella y le dio dos cachete en la cara mientras la
llamaba. Pero no obten�a respuesta.
La tumbo en el banco. Volvi� a quedarse mir�ndola. Esta vez,
el objetivo se fijo en el culo, donde asomaba un tanga rosa de lo mas sugerente�
El ya no pod�a m�s. Todav�a no hab�a notado el tacto de una
chica, y esta oportunidad seguramente no se iba a repetir.
Con sumo cuidado, empez� a palpar el culo y las tetas de la
pija catalana por encima de la ropa, esperando respuesta. Pero nada.
La cosa estaba que ard�a. No tardo en darle los primeros
besos furtivos. En el tercer besos, el ya hab�a metido la lengua en la boca de
Sandra.
Ya no palpaba, agarraba los pechos y el culo.
No tardo en quitarse la camiseta, para ponerse manos a la
obra.
Mas le costo quit�rsela a ella, pero el esfuerzo tubo su
recompensa. Lami� y mordisqueo unos pechos que en su vida hubiera so�ado probar.
No eran ni muy grandes ni muy peque�os, lo justo para sus manos. Pero lo mejor
es que eran firmes.
Cansado ya de tanto pecho, decidi� que era hora de saciar su
polla con el joven conejo de Sandra, el cual desconoc�a que era virgen.
La llevo hasta el c�sped, el cual estaba h�medo por el roc�o
de la noche. Intento ponerla a cuatro patas, pero no se aguantaba por los
brazos. No importaba, mucho mejor as�.
Quito los piratas y el tanga con gran dificulta, la bebida
tambi�n hab�a hecho mella en el. El incre�ble, al no aguantarse a cuatro patas,
Sandra se encontraba de rodillas con los pechos y la cara apartados contra el
frescor del c�sped. Tenia el culo bien en pompa.
Javi se quedo un segundo admirando la tentaci�n que tenia
delante en forma de dos estrechos agujeros.
Sin vacilar un instante mas, se quito termino de quitar los
pantalones y dirigi� su polla directa al co�o de Sandra. Le costo al principio
entrar� Pero se abr�a paso entre el estrecho agujero.
Comenz� a bombear una y otra vez, como un loco. Ya no se
fijaba en si Sandra reaccionaba o no, la cual solo emit�a un peque�o quejido con
cada envestida.
No tardo mas de dos minutos en correrse, y tubo reparos en
hacerlo dentro.
Minutos mas tarde, miro el reloj y vio que eran pasadas las 3
de la noche.
Comenz� a vestirla con el temor de que alguien los viese
all�.
Le costo lo suyo vestir a la puta catalana, pero lo que
realmente le costo fue llevarla acuestas a la casa de Sandra.
Una vez all�, y agotado, se dio cuenta de que los abuelos de
Sandra no estaban. La noche estaba saliendo perfecta. Tumbo a Sandra en su cama
y se fue al lavabo a mear.
Cuando volvi�, y al ver que la chica segu�a KO, no se lo
pens� dos veces. Se quito los pantalones, y esta vez levanto la camiseta de
Sandra lo justo para disfrutar de una merecida cubana sin su consentimiento.
Estuvo as� un rato, para finalmente poner la guinda.
La boca de Sandra era demasiado apetecible como para dejarla
pasar por alto�
Se la introdujo en la boca y en un instante se corri� otra
vez dentro, dejando rebosar su semen por las comisuras de la pobre Sandra.
Se puso los pantalones y se marcho.
Sandra se levanto de su noche de verano. Entre el dolor de
cabeza y el no recordar como llego a su casa, tardo en darse cuenta lo de le
hab�a ocurrido. La boca y la cara pegajosa, un rasgu�o en la rodilla y los
piratas nuevos, y con gran escozor�
Sandra no volvi� al pueblo.
Sandra no volvi� a ser lo que era.
Sandra perdi� la inocencia en la noche de verano.