Vacaciones en pareja
O de los nuevos juegos
Cap. I - El viaje
Somos un matrimonio joven, y tenemos una hija preciosa, se
acercaban las vacaciones de semana santa y hac�amos planes de como pasar�amos
esos d�as. La ni�a quer�a pasarlas en el pueblo con sus abuelos, a lo cual
Helena, mi mujer, decidi� que las quer�a pasar en casa, necesitaba descansar,
tras unas serie de peque�os enfrentamientos entre madre e hija quedaron en que
cada una las pasar�a donde deseaba. As� que llevamos la peque�a a casa de los
abuelos para pasar esas dos semanas, pasamos unos d�as all�, tras los cuales
regresamos los dos solos a la ciudad.
En el camino comenzamos a conversar.
-Gracias por aceptar pasar estos d�as en casa juntos.
-No importa, yo tan solo deseo estar a tu lado.- contest�
-Necesito pasar unos d�as solos completamente solos, como
cuando �ramos novios.
-No nos vendr�a mal de todo.-dije dando a mi voz un tono
insinuante.
Ella me mir� y sonri�.
-No te preocupes te tengo preparado algo especial. Ahora era
su voz la que resultaba insinuante y amenazadora a la vez.
Durante el viaje continu� lanz�ndome peque�as indirectas e
insinu�ndose descaradamente. En un momento dato afloj� dos botones de su blusa
dejando entrever el nacimiento de sus senos, yo no paraba de mirar a la
carretera, no deseaba tener ning�n percance, era de noche y deseaba prestar la
m�xima atenci�n al tr�fico. En un momento dado sent� como su mano acariciaba mi
pene a trav�s del pantal�n, de pronto vi o mejor dicho, not� como depositaba su
camisa en mi regazo y un momento despu�s el sujetador, como pude me incorpor� a
un camino que sal�a de la carretera, par� el coche y la mire
Estaba preciosa con su busto al aire libre recortado sobre la
noche, nos fundimos en un apasionado beso, mientras recorr�a con mis manos sus
preciosos pechos, estaba enamorado de ellos desde aquel d�a que de amigos los vi
furtivamente a trav�s de la camiseta, adoraba esos pezones grandes y marrones
que al acariciarlos se ergu�an desafiantes.
Los latidos de mi coraz�n me hac�an pensar que este iba a
salirse de mi, la tome por las manos.
-No te muevas, tan solo d�jame disfrutar de t�.
Ella me dejo, baje las manos por su cuello y busque sus
axilas, tome sus senos y los bes�, hice presi�n con mi pierna para que se
abriera, acaricie su pubis, y nos enredamos en un beso, de bocas abiertas de
lenguas buscando, entrelazadas en una lucha para ver quien sacaba mas placer del
otro, yo tome su cabeza entre mis manos para profundizar mas esa delicia,
comenc� a retirarle lo que le quedaba de ropa mientras ella me ayudaba con la
camisa y los pantalones, en unos minutos est�bamos desnudos y a ella tan solo le
quedaban las medias que le deje puestas.
Met� una de mis manos por dentro de ellas y mientras m�s me
acercaba al centro de su pubis, m�s separaba ella las piernas, cuando llegu�
completamente a su sexo lo as� con fuerza, mis dedos temblaban mientras
realizabas caricias a ese adorable sexo.
Ella me agarr� mi miembro, al contacto de su mano se
endureci� m�s si cabe, as� que est�bamos uno frente al otro d�ndonos placer con
nuestras manos, su vagina se aferraba m�s a mi mano, ella buscaba la posici�n de
hacer la caricia mas intima mientras yo la masturbaba a mas r�pidamente, y
incre�blemente mi falo, crec�a cada vez mas, ella estaba que se reventaba,
gem�a... y yo al escucharla la penetraba mas con mis dedos, los sent�a en los
labios en su pubis, todo su vagina estaba haciendo estragos, de repente la solt�
y comenc� a aprisionarla contra la puerta del coche.
Ella me solt� y comenz� a acariciar sus pechos, comenc� a
comer su boca, ella no pod�a respirar parec�a que el coraz�n se le iba a salir
del pecho, tome mi pene y lo introduje lentamente en ese pozo de fluidos que era
su co�o y comenc� a bombear mi poya en su interior, ella gem�a dici�ndome.
-Oh as� amor as� no te detengas as� as� ASIIIIIII
Hasta que se corri� como loca.
Se abraz� a mi y casi de rodillas agarr� mi virilidad y
empez� a mamarme la punta enrojecida, luego comenz� a sacar y a meter su lengua
de forma tal que fueron toques r�pidos sobre mi sensible punta que me hicieron
gemir pidi�ndole mas tras los cuales me puse a menear suavemente las caderas, su
mano variaba la presi�n que ejerc�a a todo lo largo de mi pene, esto dicto mis
movimientos de caderas , hasta que lo meti� completamente en su boca, all� me
acarici� las bolas con fuerza sin dejar de chupar y darme toda la lengua, iba a
toda velocidad, not� como volv�a a estar excitada y de su co�o volv�an a emerger
jugos maravillosos, gem�, mi poya tomo en su boca toda la rigidez de la que era
capaz.
La tome por las axilas y sin dejar de besarla y restregarme
contra ella la lleve hasta uno de los asientos, all� la sent� y la abr� de tal
forma que no pod�a perder detalle de su co�o tremendamente mojado, su cl�toris
rojo de la tensi�n, lo deseaba para m�, agarr� mi miembro y se lo restregu� por
todo su co�o, en un momento la cabeza de mi pene queda como besando su cl�toris,
ella no pudo evitar un grito de placer, entonces la penetr� hasta casi meterle
mis bolas enteras en su co�o, ella acomod� sus nalgas a mis muslos y sent�
dilatar y contraer los m�sculos de sus vagina sobre el objeto extra�o que
ocupaba su interior.
Tom� un pez�n entre mis labios, estaba tenso y agrandado de
tanta excitaci�n, mientras que con la manos no dejaba de acariciar el otro
pez�n, mis manos no paraban iban desde sus senos hasta sus nalgas las acariciaba
y sobaba las abr�a y recorr�a su rajita con mis dedos, ella no sabia donde tenia
mas placer, todo era celestial as� que note como se dedicaba a disfrutar y a
subir y a bajar su co�o a lo largo de mi miembro, la cabalgaba con fuerza, como
si estuviera domando caballos salvajes hacia c�rculos, succionaba todo lo que
pudiera para poner su sello sobre ese instrumento de placer, mientras, yo
mordisqueaba sus senos como si estuviera saboreando un helado, ella desv�a la
mirada y gime.
-!Oh dios que maravilla!.
Observo como ella mira embelesada como aparece y desaparece
mi miembro dentro de ella, nunca lo hab�a visto as� tan bien, as� que levanta su
co�o hasta casi sacarlo por completo para volver a meterlo, la fricci�n de tal
objeto en sus paredes la estaba destrozando los sentidos, me mov� suavemente al
principio, pero luego agarro sus caderas y marco el ritmo, cada vez mas r�pido,
en cada bajada sus nalgas chocaban contra mis bolas como queriendo meterlas
tambi�n, not� como tenia ya como un millar de orgasmos en puerta.
De pronto advert� como empezaba a correrse, eso fue como la
orden para que yo ahogara su co�o con la carga que esperaba en mis test�culos.
-Ohh Dios - gem�a.
Mientras mas botaba, ella mas me corr�a, unos tras otro los
botes continuaron hasta que quedamos exhaustos uno sobre otro, la acariciaba las
espalda y la besaba, mientras le daba las gracias.
No dese�bamos separarnos, pero la realidad volvi� con nuestra
calma, est�bamos en pleno camino rural y era de noche, comenc� a vestirla,
deleit�ndome en cada parte de su cuerpo, ella procedi� igual, me visti�, al
ponerle mis slip, se detuvo para limpiar con su boca mi miembro sabia que la
miraba y adopto la pose mas provocativa sacando su lengua y dej�ndola caer como
si fuera un helado, , se levanto y me beso, queriendo saborear en mis labios
nuestros jugos mezclados jugos, respiramos y nos dijimos NOOOOO, pero nuestros
cuerpos ya estaban pidiendo otra cosa, as� que terminamos de vestirnos y
continuamos con el viaje antes de que volvi�semos a dar rienda suelta a nuestros
instintos.
FIN del Cap�tulo I
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