Decidimos tomarnos unas macro vacaciones para que me
recuperase f�sicamente y de camino poder salvar nuestro matrimonio, despu�s de
mucho pensar donde nos podr�amos ir, elegimos una de las m�s peque�as islas del
archipi�lago canario en un peque�ito hotel de apenas veinte habitaciones y de
trato completamente familiar, aquello era una delicia y algo con lo que siempre
hab�amos planeado en vacaciones, pero m� trabajo siempre me lo imped�a.

El planning de vacaciones era muy simple, del hotel a la
playa, de la playa al restaurante, vuelta a la playa y regresar al hotel para
cenar y descansar; todo esto era lo m�s de nuestro programa de vacaciones.
La playa nos quedaba muy cerca del hotel y por lo tanto �bamos andando solo con
nuestros ba�adores y las toallas, como la �nica edificaci�n que hab�a en la zona
era el hotel, la playa era �nicamente usada por los residentes del hotel, aunque
a nosotros nos gustaba otra peque�a cala que hab�a un poco m�s retirada en la
cual m� mujer y yo nos desnud�bamos para ba�arnos y tomar el sol, cosa que desde
siempre hemos hecho.

Llev�bamos unos cuatro d�as de vacaciones, est�bamos tomando
el sol completamente desnudos y m� mujer me susurr� al o�do que nunca hab�amos
tenido sexo en un lugar p�blico y era algo que le atra�a hacerlo, me incorpor�
lentamente mir�ndola fijamente con cara de interrogaci�n y a continuaci�n mir� a
m� alrededor por si hab�a alguien cerca.

- �Est�s loca? Eso son cosas de la gente joven,
nosotros ya estamos maduritos para eso.

- �De gente joven? El sexo lo pide el cuerpo y no tiene edad,
no me seas remilgado, �joder!.

Aquella conducta de m� mujer me dej� perplejo, la verdad es
que para nuestra edad nos conservamos f�sicamente en muy buen estado, m� mujer
siempre causa envidia entre todas sus amigas y cuando salgo a pasear con ella
provoca bastantes miradas entre los hombres, cosa que en el fondo me enorgullece
bastante.

Como hab�a dejado a m� mujer un poco cortada, decid� restar
un poco de tensi�n y tumb�ndome en cruz sobre la arena le dijo que era todo
suyo, que pod�a empezar por donde deseara. M� mujer me mir� con una
sonrisa p�cara y empez� a acariciarme lentamente por el pecho, al tocarme los
pezones not� un cosquilleo que me subi� desde los test�culos y m� pene tuvo una
peque�a contracci�n, s�ntoma de que aquello le hab�a gustado, ella sigui� con
las caricias y dej� de caer un poco de saliva en m� pez�n izquierdo y despu�s de
masajearlo unos segundos, me propin� un pellizco que al pronto me dio un dolor
intenso pero a la vez un tremendo placer, m� pene era el baremo de aquello pues
estaba totalmente erecto y con unas buenas proporciones. Sus labios se
acercaron a los m�os y cuando iban a besarme, se retiraron sin poder completar
el beso, pero la punta de su lengua acarici� m�s labios, aquello me produjo una
reacci�n de calor que me inund� el cuerpo, realmente me estaba poniendo muy
cachondo y m� mujer me estaba excitando de una forma que hac�a much�simos a�os
que no sent�a. Sigui� jugando con su lengua, lami�ndome la cara, el
cuello, luego fue bajando y empez� a masajearme el pene, que ya estaba
dur�simo pareciendo que iba a reventar, me lami� todo el glande a la misma vez
que me dejaba bastante saliva y con sus dedos me acariciaba, yo me retorc�a en
la arena de placer, ten�a m�s ojos cerrados y m� mujer me segu�a acariciando,
siempre con aquella pausa, muy despacio, d�ndome a entender que ten�amos todo el
tiempo del mundo para hacer el amor y lo �nico que importaba ahora era disfrutar
de aquel momento. Not� su lengua jugando con m�s test�culos y un dedo suyo
me acariciaba en la entrada de m� culo y la verdad sea dicha, aquella sensaci�n
me agradaba bastante, se introdujo el dedo en la boca y llen�ndolo de saliva me
volvi� a acariciar m� culo el cual se estaba dilatando y m� esf�nter dej� de
apretar, m� mujer not�ndolo me introdujo un poco de su dedo y me empez� a
follarme lentamente, m� placer era muy grande y empez� a quejarme de gozo y m�s
quejidos eran algo audibles, pero en ese momento nada me importaba, estaba
completamente desinhibido. M� mujer se acarici� su co�o y meti�ndose un
dedo en su rajita que estaba s�per h�meda, se lo llev� luego a su boca y sabore�
su dedo.

- ��Ahhh, que rico!! �Quieres probarlo, guarro?.

- ��S�!!.

Se meti� el dedo en su co�o y completamente mojado me lo pas�
por los labios, yo abr�a m� boca y sacaba m� lengua y ella me volvi� a dar a
probar sus flujos, estaban buen�simos, nunca los hab�a saboreado como ahora.
Le toqu� el co�o y cual ser�a m� sorpresa al comprobar que las dos piernas las
ten�a completamente mojadas, pues de su co�o sal�a una cantidad tremenda de
flujo a pesar de su edad. M� mujer se subi� encima de m� y empez� a
cabalgarme, le rogu� que lo hiciera lentamente, entre lo caliente que estaba y
el tiempo que llevaba sin hacer el amor, tem�a que me corriese demasiado pronto
y terminara aquel momento tan extraordinario. Poco a poco fui
acostumbr�ndome a su cabalgada y ella empez� a moverse m�s r�pido, de pronto
empez� a gemir y con unos apagados gritos, not� como de su co�o volv�a a salir
una gran cantidad de flujo, se estaba corriendo de una manera bestial, cuando
dej� de jadear se baj� y cogi�ndome la polla con las dos manos, empez� a
pajearme muy r�pidamente, pronto not� como me llegaba el orgasmo y m� polla
empez� a lanzar chorros de semen hac�a todos los lados, uno de ellos me lleg� a
caer en la mejilla y m� mujer despu�s de exprimirme hasta la �ltima gota se
acerc� a m� cara y me lami� el semen con la punta de su lengua y dejando un poco
del goter�n me lo acerc� a m� boca y me lo dej� caer en los labios, saqu� m�
lengua y lo sabore�, nunca hab�a probado el semen y me pareci� de un sabor
extra�o, entre salado y amargo. Se tumb� a m� lado y me susurr� al o�do un
"Te amo" que me dej� una sensaci�n extraordinaria, nos levantamos y abrazados
nos encaminamos hacia el agua, nos apetec�a darnos un ba�o pues est�bamos todo
encharcados en sudor y yo ten�a todo el pecho lleno de semen. Nos metimos
en el agua y empezamos a jugar como dos jovencitos, m� pene no bajaba de tama�o,
segu�a estando empalmado y aquello era algo sorprendente para m�, pues hac�a
much�simo tiempo que no me pasaba, creo que ni me acuerdo, me abrac� a m� mujer
y mientras la besaba, le acarici� el cl�toris, todav�a lo ten�a hinchado y se
contra�a de placer cuando le tocaba con la punta de m� dedo, su co�o segu�a
derramando gran cantidad de flujo y a pesar de estar dentro del agua, notaba
como aquel l�quido viscoso y a la vez tremendamente lubricado le inundaba toda
la vagina, nos salimos hasta la orilla y con las olas d�ndonos en el cuerpo, la
penetr� de una manera m�s bien violenta, a ella no pareci� disgustarle seg�n su
comentario:

- Revi�ntame el co�o, cabr�n, dale gusto a esta perra tan
caliente.

Nunca hab�a escuchado a m� mujer hablar en esos t�rminos, me
estaba descubriendo una faceta que desconoc�a completamente y la verdad, me
estaba gustando enormemente.

La estaba follando de una manera bestial, ella gritaba de
placer o de dolor, no me importaba en absoluto, solo quer�a placer a cualquier
precio. En un momento de la esa follada tan salvaje, mir� hacia arriba y
me qued� completamente paralizado, un joven nos estaba observando desde el
camino, no s� el tiempo que llevar�a all�, enseguida m� polla se vino abajo y m�
mujer cogi�ndome de los gl�teos me empujaba y me pidi� que siguiese.

- Tenemos visita cari�o, creo que nos han pillado.

- �Acaso temes que se lo digan a m�s padres? Sigue
foll�ndome, �qu� m�s da que nos vean?.

- Hay m�s d�as, buscaremos otra cala m�s apartada, me ha
encantado follar contigo y esto hay que repetirlo con m�s frecuencia.
�Vale?.

M� mujer solt� un refunfu�o, pero una sonrisa me hizo
tranquilizarme. Ella volvi� la cabeza para ver al reci�n llegado y
p�caramente coment�:

- Podr�a haber llegado un poco antes y lo hubi�ramos unido a
nuestro juego.

- �Qu� est�s hablando?

- Es broma tonto, �acaso nunca has tenido una fantas�a
er�tica con otras mujeres que no sea yo?.

- No.

- Mientes, se te nota en el ojo derecho.

M� ojo derecho me traiciona cuando miento, un casi
imperceptible tic me delata cuando no digo la verdad y es algo que me deja
impotente ante los que me conocen.

- Bueno, alguna vez lo he so�ado, pero solo han sido sue�os.
Contigo tengo todo lo que un hombre puede esperar.

- Estamos hablando de sexo, solo sexo, el amor es otra cosa.
Hoy no hemos hecho el amor, hemos hecho sexo, a eso me refiero. Te amo,
pero una mujer a veces prefiere el sexo al amor. �Me sigues?.

- Te sigo, pero me dejas desconcertado. Nunca antes te
hab�as comportado como hoy.

- �No te ha gustado?.

- En honor a la verdad, s�. He disfrutado de una manera
totalmente diferente a como solemos hacerlo.

- �Hacemos un trato?.

- Dime.

- A partir de ahora, practicaremos el sexo en lugar de hacer
el amor. Lo prefiero.

- De acuerdo.

Toda aquella conversaci�n la hab�amos mantenido sin darnos
cuenta de que el joven que nos hab�a sorprendido en aquella situaci�n
embarazosa, se hab�a sentado en un extremo de la cala, aunque dado el tama�o del
sitio, pr�cticamente estaba a unos pocos metros de nosotros, pero no era el
t�pico mir�n de playa, estaba sentado en su toalla leyendo un libro y su mirada
estaba m�s pendiente de la lectura que de nosotros. M� mujer se levant� y
mostr� aquel cuerpo que a cada minuto se me hac�a m�s estupendo y se fue hacia
donde estaban nuestras toallas, de reojo pude observar como el reci�n llegado
tambi�n se percat� del cuerpo de m� mujer, pues aunque muy disimuladamente,
sigui� su caminar hasta que ella lleg� a la toalla.

Debo decir que hac�a alg�n tiempo nos hab�amos sometido a una
depilaci�n integral mediante l�ser y nuestros cuerpos estaban despose�dos de
cualquier tipo de vello, incluidas nuestras partes �ntimas, esto hace a una
mujer ser tremendamente sexy, pues al tener los labios sin vello, el co�o se
muestra casi abierto y se puede ver hasta el cl�toris en un momento de
excitaci�n. Nuestro vecino se hab�a percatado de ello y de ah� su mirada.
Ella se tumb� boca arriba y se abri� ligeramente de piernas, por lo tanto el
joven pod�a ver el co�o de m� mujer desde su posici�n, yo estaba perplejo, no
conoc�a a aquella mujer que estaba tumbada en la toalla, siempre hab�a sido una
mujer pudorosa y muy reservada con sus cosas, a pesar de practicar el nudismo,
siempre busc�bamos playas discretas y lejos de la gente. Yo a la vez, me
sent�a en una mezcla de excitaci�n y de verg�enza, era muy dif�cil de explicar,
pero en el fondo me gustaba.

- Cari�o, creo que aquel chico se est� recreando con la buena
vista con la que le est�s obsequiando.

- D�jale que disfrute, cuando viene solo a la playa es
s�ntoma de que no tiene pareja. Adem�s, no tiene pinta de mala persona.

- Pero, �no te has preguntado si a m� me gusta que te
comportes as�?.

- �Te gusta que sea as�? Una puta para t�.

Aquella forma de dirigirse tan directa me dej� boquiabierto.

- La verdad es que s�.

- Entonces a callar. Adem�s, como te pongas tonto, me
hago una paja aqu� y ahora.

En ese momento me ruboric� y casi tartamudeando le dije:

- �Est�s loca! �T� est�s borracha o qu�?.

- Dime la verdad, �no te pondr�a cachondo que me abriese de
piernas y me masturbara delante de ti y de ese chico?.

- Me pondr�a caliente, �claro que s�! Pero t� eres una
mujer casada y no puedes comportarte as� en p�blico.

- �En qu� quedamos? S� soy una puta, debo de ser con todas
sus consecuencias. O si lo prefieres, sigo siendo "La se�ora de" y nuestra
vida sexual vuelve a ser mon�tona y aburrida.

- T� decides.

- Podr�as serlo s�lo en la intimidad.

- Y una mierda, o todo o nada.

Yo estaba que no me cre�a que pudiese tener a m� mujer
delante, que hab�a ocurrido, aquella isla la hab�a cambiado totalmente, y lo
peor de todo, me gustaba que fuese as�.

- Acepto, pero si esto se pasa de la raya debemos de parar.
�OK?.

- �Qui�n pone el l�mite?.

- La coherencia de nuestros actos.

- Me doy un ba�o, creo que es lo m�s coherente que puedo
hacer ahora.

Di� un salto y se fue hacia el agua. Me qued�
observando aquel cuerpo andando hacia el agua, contone�ndose y haciendo
ostentaci�n, me comenc� a empalmar, era asombroso, despu�s de casi 30 a�os de
casados y volv�a a excitarme aquel cuerpo. Me levant� y cuando estaba de
pie, me d� cuenta que m� polla apuntaba hacia el frente, instintivamente mir� al
joven y �ste se sonre�a de aquella situaci�n, volv� a sentarme inmediatamente y
segu� observando a m� mujer.

El muchacho se levant� y lo contempl� detenidamente, no
tendr�a m�s de 20 a�os, era algo m�s alto que nosotros y delgado, su cuerpo
demostraba que practicaba ejercicio f�sico con bastante frecuencia, pues aunque
su musculatura no era excesiva, se notaba la falta total de grasa, se notaba
cada m�sculo y cada tend�n de aquel cuerpo veintea�ero. Se baj� el ba�ador
y se qued� desnudo, al estar orientado hacia la playa, no pude ver su pene; el
se fue andando hacia el agua para darse un ba�o, m� mujer en ese momento estaba
nadando en la direcci�n hacia donde �l iba a entrar, de pronto se par� y se
qued� mir�ndolo descaradamente. Me mir� a m� y luego volvi� a mirarlo a
�l, aquella conducta me estaba contrariando. El se meti� en el agua y al
pasar nadando al lado de m� mujer, vi que ella le salud�, quiz�s devolvi�ndole
el saludo. Ella sali� del agua y estando de espaldas a �l, me hizo un
gesto con ambas manos d�ndome a entender el tama�o del pene del muchacho, por el
espacio dejado entre ambas manos, deb�a de ser descomunal. Se re�a
p�caramente. Al tumbarse en la toalla a m� lado, me dijo:

- �Le has visto la polla a ese chico?.

- No, estaba de espaldas a m�. �C�mo es?.

Me sorprendi� que yo mismo hiciese aquella pregunta.

- �Te gustar�a acariciarla?

- ���Por favor!!!! �Qu� dices?.

- Lo que escuchas, �si te gustar�a acariciarla? �Nunca
te has comido una polla?

- ���NO!!! �Pero, a t�, que te pasa hoy?

- Que estoy s�per cachonda, �no lo notas?

M� pene volv�a a reaccionar, se estaba poniendo erecto de
nuevo, me estaba traicionando, yo dec�a una cosa y �l dec�a otra. M�
mujer, mir�ndolo empez� a re�rse.

- Creo que a tu polla no le desagrada la idea de que te comas
un buen cipote. Y ya puestos, podr�a darte una buena follada por tu culito
vicioso, �porque no me negar�s que no te ha gustado que te metiese el dedo
dentro?

En ese momento, el chico empez� a salir del agua, lo ve�a de
frente y me qued� perplejo, su pene fl�cido era igual de grande que el m�o
completamente erecto, y el m�o es de un tama�o m�s que razonable no teniendo
nada que envidiar a nadie al respecto.

El joven se dio cuenta de que los dos nos hab�amos quedado
mir�ndolo y par�ndose frente a nosotros empez� a acariciarse el pelo y quitarse
el agua, mientras tanto m� pene segu�a traicion�ndome y me estaba empalmando,
los colores hab�an aflorado a m�s mejillas, m� mujer sonre�a de una forma
viciosa. El chico se tumb� en la toalla boca arriba a tomar el sol, yo me
levant� y me dirig� al agua para refrescarme, estaba demasiado caliente y m�
cabeza me estaba dando vueltas. Me zambull� en el agua y estuve nadando un
rato mar adentro sin mirar hacia atr�s. Me qued� relajado haci�ndome el
muerto mientras por m� cerebro pasaba todo tipo de pensamientos y visiones, todo
aquello era demasiado para m�, no entend�a la postura de m� mujer, nunca se
hab�a portado de esa manera.

Decid� volver a la playa, recuper� la posici�n inicial y cual
ser�a m� sorpresa que veo a m� mujer andando hacia donde estaba el joven,
llevaba un cigarrillo en la mano y al acercarse entend� que le estaba pidiendo
fuego. �l cogi� un encendedor y levant�ndose, le encendi� el cigarrillo,
los vi como empezaban a hablar y ella de vez en cuando miraba hacia abajo y le
miraba aquel pedazo de pene de un tama�o tan exagerado, que creo que ni en las
mejores pel�culas porno aparezca uno as�. Los dos se re�an, yo estaba
inm�vil en el agua observando aquella escena, ella le ofreci� el cigarro y �l le
dio un par de chupadas y se lo volvi� a pasar a m� mujer.

Ella dio una chupada a fondo y acerc�ndose a su boca, le pas�
todo el humo, que luego �l lo dej� salir entre sus labios. El est�mago me
dio una contracci�n bestial, sent� como unas profundas ganas de vomitar y la
cabeza me dio un dolor intenso. �Qu� estaba pasando?. M� mujer se
abraz� al chico y empez� a besarlo, �l empez� a tocarle las nalgas y se las
magreaba de una forma obscena, ella le mord�a los labios y le lam�a la boca y
las mejillas. Nad� despacio hacia la orilla sin dejar de mirarlos.
Cuando sal� del agua me di cuenta que estaba completamente empalmado, en el
fondo, aquella situaci�n me hab�a excitado de una forma extraordinaria.

M� mujer me tendi� la mano en se�al de que me uniera a ellos,
cuando estuve a su lado, ella me bes� profundamente en la boca y empez� a
acariciarme la polla, el joven se abraz� a m� mujer por detr�s y empez� a
comerle el cuello y yo notaba como le estaba sobando los pechos, ella se agach�
en medio de los dos y cogiendo ambas pollas se dispuso a chuparlas al un�sono,
cuando m� polla estuvo al lado de nuestro acompa�ante, me qued� de piedra, aquel
trozo de carne era el doble del m�o y vuelvo a repetir que m� pene no tiene nada
que envidiar a nadie.

M� mujer hac�a un esfuerzo enorme en lograr meterse las dos
pollas en la boca, cosa que no lograba, cogi�ndome de la mano me inst� a que me
agachase, se me arrodill� y cuando estuve a su altura, ella me ofreci� aquella
enorme polla para que la chupase, la mir� desconcertado y ella suavemente
cogiendo m� nuca me fue acercando poco a poco y casi sin darme cuenta, ten�a
aquella polla metida en m� polla, cosa que me agradaba y empec� a darle una
buena mamada a aquel joven que estaba disfrutando de lo lindo, cosa que notaba
en las contracciones de su polla, cuando menos me lo esperaba un l�quido espeso
y caliente inund� m� boca a borbotones, el muy cabr�n se estaba corriendo en m�
boca, yo aguant� como pude aquella lluvia de semen y segu� chupando y lamiendo
ese pene tan rico; cuando dej� de lanzar esperma, me dispuse a darle un buen
limpi�n y le estuve lamiendo toda la polla para dej�rsela limpia mientras por la
comisura de m�s labios se escapaba algo de semen, m� mujer muy diligente me
lam�a por los lados de m� boca y tambi�n compart�a aquella tarea de limpieza.

El joven mir� su reloj y d�ndole un beso en los labios a m�
mujer y otro a m�, se despidi� corriendo alegando que hab�a en comer con su
novia. Cogi� su toalla y sin ponerse el ba�ador, ech� a correr y nosotros
nos quedamos riendo al verlo correr por el estrecho camino mientras su polla le
golpeaba en medio de las dos piernas.

- Bien cari�o, �qu� tal?

- Pienso en que nos hemos estado perdiendo cosas
maravillosas, debemos de ponernos al d�a. Pero que conste que a m� no me
gustan los t�os, donde est� una buena mujer como t�, sobra todo lo dem�s.

- Solo sexo, solo sexo. El amor es para nosotros dos
cuando estemos solos.

Recogimos nuestras toallas y completamente desnudos nos
fuimos camino del hotel.

Continuar�...