Relato: Me volv� Lili

Todas nosotras las mujeres que nacimos siendo hombres tenemos una historia �ntima y muy secreta, esta es la m�a.

Nac� dentro de una familia muy amorosa, soy hijo �nico y de parte de mis padres s�lo recib� amor, cuidados, educaci�n y todo lo mejor que pudieron brindarme, los dos trabajaban todo el d�a y por esa raz�n casi siempre estaba solo en casa. A una semana de que cumpliera yo trece a�os decidieron inscribirme en un club deportivo donde acud�a un primo m�o mayor que yo diez a�os para que �l me ense�ara a jugar tenis. As� que los viernes al salir del colegio, �l pasaba por m� para irnos al club, c�mo �l era su sobrino preferido cuando les pidi� que para facilitar las cosas me quedara yo en su casa desde la noche del viernes y hasta el lunes en la ma�ana cuando me llevar�a los lunes al colegio, ellos dijeron que si.
La primer semana que fuimos al club Mario (mi primo) me present� a su novia, una chica muy guapa, decente y amable quien jug� tenis con nosotros, la verdad no me gust� tanto hacer deporte, pero lo que s� me gusto fueron los shorts que por encargo de mis papas me compr� Mario, estaban bien cortitos y me quedaban muy ajustados, me compr� tambi�n unos tines cortitos y unas playeras, al acabar de jugar me orden� que no me ba�ara porque ten�a prisa, pues deb�amos dejar a su novia en su casa y que ya mas tarde me ba�ar�a, as� que en cuanto terminamos nos fuimos en su auto a dejar a su novia, durante el trayecto �l quer�a besarla a ella y logr� darle uno o dos besos en la mejilla nada mas, cuando ella se baj� yo me pas� al asiento de adelante con Mario, �l se quej� un poco acerca de que a pesar de lo mucho que quer�a a su novia ella no dejaba que la besara, llegamos a la casa y subimos a su rec�mara, �l se meti� al ba�o y abri� las llaves de la regadera y me indic� que me desvistiera, yo nunca me hab�a ba�ado con un hombre y me dio algo de pena quedar desnudito, pero como Mario tambi�n lo estaba no prest� mayor atenci�n, me met� al agua y �l en son de broma me dijo que ahora si iba yo a quedar muy limpiecito, me enjabon� la cabeza y me la tall� muy fuertemente, luego con una esponja me frot� todo el cuerpo muy deliciosamente, sobre todo cuando pas� de mi espalda a mis nalgas, no se como le hizo pero sent� gran placer cuando me las acarici� con sus manos desnudas, me separ� las piernas y meti� sus manos entre ellas, ay, ay. Yo sent�a delicioso, roz� mi culito por su bordes y me invadieron muchas sentimientos nuevos y muy dulces, hizo que me volviera frente a �l y por vez primera en mi vida vi la verga de un hombre, gruesa, larga y dura, Mario me puso sus manos en mis hombros y empuj� para que me arrodillara frente a su miembro muy erecto, me dijo que lo tomara en mis manos y lo llevar� a mi boca para besarlo, lo hice y sent� la punta de su hermoso palo en mi boca, lo bes� muchas veces mientras que con mis manos apenas lo rodeaba completo y lo acariciaba todo a lo largo y a lo ancho, de tanto bes�rselo el logr� meterlo en mi boca, jam�s olvidar� lo hermoso de �se momento, lo bello que es tener la verga de un hombre muy dentro de m�, el tom� mi cabeza entre sus manos y me meci� hacia adelante y hacia atr�s muy lentamente yo me sent� en las nubes, ay tan deliciosamente lleno, seguimos as� un muy buen rato, mis manos se aprend�an de memoria cada cent�metro de su verga mientras que mi boca y hasta mi garganta hac�an lo mismo, Mario empez� a aumentar la velocidad y a jalarme y empujarme cada vez m�s r�pido, yo obedec� y mejor� mis caricias, me sent�a felizmente sometido a su voluntad, mi premio consisti� en varios chorros muy abundantes de su delicioso semen que sabore� y beb� con delicia, me acab� toda su leche ardiente y le mam� la verga mucho rato mas, luego me levant� me ba�� y nos fuimos a la cama, Mario me sec� con una toalla y me dijo que era yo mucho mejor que su novia, que yo si sab�a ser toda una mujer, me qued� fr�o del susto �Yo mujer? Jam�s lo hab�a ni siquiera pensado, de hecho me llamaban mucho la atenci�n varias ni�as en mi escuela.
Mario se qued� desnudo y sin secarse, era alto y algo musculoso, se dirigi� a su closet y sac� unas bolsas que llev� hasta y m� y me dijo que las abriera. Fui sacando de ellas ropas femeninas, varias pantaletitas muy lindas de encaje, ligueros tan bellos que parec�an de dulce, medias de color negro, blancas y caf�, algunos corpi�os muy hermosos y una microfaldita muy tableada de tela escocesa color rojo y verde, otra tambi�n muy, muy cortita, de corte recto, de tela color plata con todo y su blusita muy coqueta, hab�a mucha ropita muy linda. �Quieres que me la ponga? Mario me dijo que s�, que escogiera la que m�s me gustara y �l me ense�ar�a a vestirme como toda una verdadera y aut�ntica mujercita. Escog� unas medias color caf� oscuro casi como el de mi piel, unas hermos�simas pantaletas de encaje con mo�itos color rosa y el sostencito del juego, un liguero que combinaba muy bien y la faldita y la blusita color plata, Mario me puso primero el liguero, luego las medias y me ense�� como abrocharlas al liguero, luego me dijo que me pusiera las pantaletas y el corpi�o, yo siempre he sido muy obediente y no iba a ser esa la primera vez que no lo fuese, me sent� tan �C�mo decirlo? Feliz, realizado, amado, bueno segu� con la blusita y la mini-mini-faldita, Mario no acaba de sorprenderme, trajo unas zapatillas color plata de tac�n alto, me las puso y para mi mejor y mayor sorpresa me tendi� dos pelucas, una de cabellos muy claros y largos hasta los hombros, la otra de corte muy femenino, me qued� debajo de la nuca pero sin llegar a los hombros, era de cabellos de un tono rojos muy delicado, �sa me gust� mucho y cuando acab� de pon�rmela Mario me llev� a un gran espejo a que mirar� mi imagen, ay Dios, si soy totalmente una mujercita, tan linda, tan femenina que me sent� orgulloso de estar as� vestido. Mario me maquill� y me pint� la boca, no dejaba de decirme que aprendiera como hacerlo porque de hoy en adelante cada vez que estuviera con �l as� habr�a de arreglarme, exclusivamente para �l y nadie m�s, yo cre�a estar en el m�s bello de todos los sue�os y las ilusiones.
Mario me llev� a la cama e hizo que me sentara en sus piernas, �l segu�a desnudo y yo sent� muy claramente su enorme, grueso y duro miembro viril contra mis nalgas, me bes� al o�do varias veces y me pidi� que fuera su novia, que me convirtiera en la mujer que �l siempre hab�a deseado tener, la novia ideal. Mientras me dec�a cosas muy bellas, me meti� mano por todos lados, me acarici� completito, digo com-ple-ti-ta y yo le correspond� lo mejor que pude, lo dej� besarme en la boca y sent� su lengua dentro de la m�a, sus manos recorr�an mis muslos por dentro de mis piernas y su verga, ay, su verga empujaba mis pantaletitas contra mi culito, yo no dejaba de acariciar su cabeza, besar sus ojos mientras �l segu�a dici�ndome cosas muy bellas. Me acost� boca arriba y se subi� sobre de m�, me abri� con sus piernas muy fuertemente las m�as y me abraz� con muchas fuerzas. Me abri� la blusita y me subi� el corpi�o para dejar mis pezones libres y al alcance de su boca y de sus manos, -ayyyy, me encanta que me los bese y me los chupe- siento su verga casi romper el encaje de las pantaletitas y justo en la entrada de mi culito. Mario hizo que me arrodillara sobre la cama y que apoyara tambi�n mis manos en el colch�n, no tuvo que subirme la faldita porque desde hace mucho rato la que traigo como cintur�n, sent� que hizo de lado mis pantaletas y lubrico mi culito con algo, -ayyyy, Mario ayyyy- puso la enorme cabeza de su bello pito en la entrada de mi culito, -ayyy si, ya d�melo por favor papacito- me tom� con sus dos manos por la cadera y mientras me jalaba hacia atr�s el se empujaba con todas sus fuerzas hacia adelante, pero mi culito no quer�a ceder su virginidad tan f�cilmente muy a mi pesar, cada vez que el jalaba hacia atr�s yo me empujaba contra su verga y despu�s de varios intentos, su hermosa verga logr� entrar en mi culito, primero la cabeza, ayy que rico, luego con mucha ternura y cuidado me fue metiendo muy poco a poco toda la fastuosa extensi�n de su verga, me llen� a fondo enteramente, sent�a yo como su verga, deliciosa verga, me llegaba hasta muy dentro de m�, puso sus manos en mis hombros y de nuevo me jal� a�n m�s hacia atr�s y por imposible que pareciera su verga me inund� m�s profundamente mis virginales intimidades. -Ayyyy dios, si me la sigue metiendo se me va a salir por la boca, m�s, quiero m�s- mi hombre parece que me adivina mis deseos y ahora me recorre toda por dentro sacando casi enteramente su verga para inmediatamente sumirla hasta lo mas profundo de mi culito, siento su pelvis y sus huevos golpearme las nalgas con mucha fuerza, con empuje masculino �ayyyy me encanta que me d� muy duro� es tan fuerte su empuje que se me doblan los brazos y quedo con la cara sobre el colch�n y entre mis manos, con las nalgas muy abiertas y elevadas lo que aprovecha Mario para darme otra muy generosa raci�n de su verga, entrando y saliendo, llegando hasta el fondo de mi ser para retirarse ahora totalmente fuera de m� y de un solo golpe me la vuelve a meter toda. �Ayyyyyyy, que lindo es estar llena hasta muy adentro con la verga de mi amado Mario- Se aleja de m� y se sienta sobre el borde la cama, hace que me siente sobre sus piernas quedando frente a frente los dos, me levanta con sus poderosos brazos y me ordena que ponga la punta de su verga en mi culito, -ayyyy as� me va a destrozar toda por dentro- obedezco, tomo su verga en mi mano y la coloco en mi culito, Mario me deja caer sentada en su dur�sima verga �ayyyy me llega hasta la garganta, as�, as� mi amor, la quiero toda dentro de m�- ahora me toma con sus manos por la cintura y quedo envergada al m�ximo, me besa en la boca me mama los pezones, me besa la cara, me mete su lengua en mi boca y me vac�a varios chorros de su saliva en mi boca y yo me los bebo con deleite. �Eres una putita muy hermosa Lil�, as� mueve las nalgas, ya tienes mi verga hasta dentro de tu culito, rodea mi cintura con tus piernas, que bien lo haces ni�ita puta, eres m�a s�lo m�a, eres mi putita hermosa- Me vuelvo loca de placer con todo lo que me hace y me dice mi hombre, ayyyyy siento cosas tan raras dentro de m�, una mezcla de placer y algo de dolor, ayyyy, me gusta mucho estar as� sentada en su verga, que me la meta y me la saque completitta, ayyyyy si mi amor yo soy tuya, soy tu puta, y tu mujer, ayyy dame mas verga, b�same en la boca, dame tu saliva, ayyyyyy- Mario cada vez me levanta m�s alto y me deja caer sobre su verga, siento mi culito ardiendo y por dentro estoy toda destrozada, pero quiero m�s, quiero estar as� bien envergada. Mario me jala hacia abajo con fuerza animal y yo me abro toda de nalgas para quedar muy derechita sobre su inhiesta verga, de repente su verga palpita fuertemente y creo que se le pone m�s dura, larga y gruesa y la intensidad de sus palpitaciones aumenta.
-Ya me vine dentro de ti mi putita, ya te llen� de mocos- Qued� sentada en su verga hasta que se me sali�, Mario me acost� boca abajo y me beso mi culito, lo recorri� por dentro y por fuera con su lengua luego yo lo bes� en la boca y limpi� su cara y sus labios con mi lengua. Mario me orden� que no me desvistiera, que me arreglara la ropa, me peinara y me metiera en la cama con �l, lo hice y al poco rato los dos nos quedamos dormidos muy profundamente.

Espero que les guste mi relato de algo que pas� hace muchos a�os y que me hizo mujer, muy mujer, como sigo siendo ahora y por supuesto en busca de un hombre a quien amar plenamente y ser suya, muy suya.

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