Relato: 55 km. de viaje y 180 min. de placer
"55 km. de viaje y 180 min. de placer"
Antes que nada, empecemos por conocernos�, me llamo Edgardo,
34 a�os, 1,72 mt. de estatura, 80 kg. que estoy tratando de que sean menos, pelo
negro que suelo usarlo corto, ojos marrones, labios gruesos gracias a Dios y
seg�n me dicen soy de sonrisa f�cil�, por lo que a lo dem�s cuenta, soy una
persona normal, un poco mujeriego, juguet�n y travieso, con un despelote de vida
que la vivo o digamos que la s� vivir pero que no es para contarla por aqu� ni
para que me tomen de ejemplo.
Desde hace un tiempo que vengo leyendo textos er�ticos y que
me digo a mi mismo, que al menos seria bueno intentar mandar alguna de mis
historias, que dentro de todo, hay cosas que me pasaron que son un tanto
originales y divertidas, les dir� que buscar un t�tulo original que resuma lo
que les voy a contar no fue f�cil, pero creo que fue el ideal.
Soy del norte de Argentina, viajo mucho entre las provincias
de Jujuy y Salta por razones familiares, separado, pero mantengo una muy buena
relaci�n de amigos-compinche con mi ex-posa y con hijos para ir a visitar, los
fines de semana que puedo voy de una provincia a la otra�, no es raro que entre
viajes y viajes me hayan pasado cosas que decoran una parte de mi vida y que son
como rocas que rompen con la ola de la rutina del d�a a d�a.
Un viernes a la noche ten�a que ir y quedarme con mis hijos
para que mi ex pudiera asistir a un compromiso laboral que ten�a con su actual
pareja. Cosas del destino quisieron que ese d�a pudiera hacer algunos arreglos
en mi trabajo y me desocupara temprano, lo que origin� que saliera de viaje,
mucho m�s temprano de lo que hab�a planeado. La mitad del trayecto transcurri�
sin muchas novedades, hasta se dir�a que aburrido�, pensaba que les dar�a una
gran sorpresa dado a la hora que iba a llegar, pero la mayor�a de las veces las
cosas no son como las pensamos o planeamos y ese d�a mi �ngel de la guarda me
tenia un regalo para darme.
Pasando una ciudad intermedia entre ambas provincias,
aproveche para encender un cigarrillo, mirar un poco el va y viene de la gente y
matar mi aburrimiento; a pocas cuadras antes de retomar la ruta, en una parada
de colectivo, veo a una chica sola que parec�a que viajaba; aprovechando de que
en esta zona hay autos que hacen viajes de una ciudad a otra al precio del
colectivo, (remises o taxis truchos), par� al lado de ella y la invit� a viajar
hacia donde yo me dirig�a. La mirada que me dio no fue muy alentadora para un
cazador que busca presa, pero volv� a insistir con la invitaci�n y la verdad que
la vida te da sorpresa porque me dijo bueno y subi�.
La cuesti�n es que no iba a ser la �nica sorpresa del d�a, no
m�s termin� de subir y me cont� que estaba con mucha bronca y muy molesta, que
varios autos antes que llegue yo se hab�an detenido y la invitaron a pasar un
buen momento, que le iban a pagar por los servicios y que ella no era de esas
chicas que se regalan ni que se venden. En esas condiciones, ve�a muy dif�cil
intentar algo, pero mi voz interior me dijo � esta es la tuya, aprovecha la
situaci�n � y para que voy a decir que no, se me encendi� la chispa de maldad y
realic� mi primer movimiento t�ctico y sin darle tiempo a nada le respond� con
mi mejor cara de yo no hice nada
no lo tomes mal, pero si fuera como ellos y me tengo que
poner en el mismo lugar, tambi�n te hubiese hecho la misma propuesta, hasta
donde conozco mis ojos no me mienten y mis ojos vieron en la parada una
chica vestida con ropa sencilla pero con buen gusto, buen cuerpo y cuando me
acerque comprob� que adem�s de eso es muy bonita � sin poder evitarlo me
dejo ver una sonrisa y no la desaproveche dici�ndole � y ahora que conozco
tu sonrisa, puedo decir que agradezco no ser como esas personas que ven a
las mujeres solo por placer, sino no te tendr�a de compa�era de viaje (mitad
verdad, mitad mentira, pero me salio el Pablo Neruda).
No pude haber sido mas preciso en eso, ella me pregunto si
realmente la ve�a de la forma que le hab�a dicho, que hacia tiempo nadie le
dec�a nada tan bonito, que la iba a ruborizar, que se alegraba por haber
aceptado a subir en mi auto y as� empezamos una charla que abarcar�a temas
variados hasta llegar al muy ansiado y no por eso menos ponderado temas de la
pareja y sobre todo del sexo. Ella estaba sola hacia muchos meses, lo que en mi
mente se dibujaba la palabra "abstinencia", por otra parte me confeso que no fue
una muy buena relaci�n porque no le supieron dar cari�o y a pesar de que dur�
alg�n tiempo no llego a quedar satisfecha y gozar a pleno del sexo, puesto que
su pareja nunca le dedic� muchas atenciones; eso me dio lugar a mi segundo
movimiento y le dije:
si quer�s, volvemos y me dec�s quien es, as� le digo que
es el peor est�pido que conozco, si yo hubiera estado en su lugar te habr�a
tratado como la princesa que sos y que para ser un hombre de verdad, lo
principal para gozar en el sexo es saber dar placer y hacer que goce la
pareja.
Ese comentario le debe haber gustado porque un brillo que
nunca antes me hab�an mostrado sus ojos me llego en forma directa, para luego
con poco disimulo se dirigiera a mirar en mi entrepierna y antes que diga algo
m�s me hizo una peque�a insinuaci�n que no iba a dejar pasar
la verdad que me habr�a encantado que alguien me trate
como vos dec�s
eso depende de vos, yo no tengo problemas en hacerte
sentir una verdadera mujer, es m�s dispongo de tiempo, pero no quiero que
tomes mal lo que te estoy diciendo
no lo tomo mal, yo no quiero molestarte
no me molestas, lo que pase entre nosotros se supone que
es de mutuo acuerdo
bueno, pero donde vamos a ir?
cuando lleguemos a la cuidad nos vamos a alg�n lugar
tranquilo, con una cama, el auto no es c�modo para tratar bien a una mujer
como vos.
Me regalo otra sonrisa, mucho mas abierta que la primera y
aprovech� para probar el sabor de sus labios, que para ser sincero, hab�a
recorrido muchos kil�metros dese�ndolos, la forma proporcional que ten�an esos
labios solo llamaban a la tentaci�n y le quedaban realmente hermosos levemente
pintados y delineados, solo fue un beso a unos 90 km. por hora, no muy largo,
pero se pod�a apreciar el deseo que guardaban. Despu�s de ese beso aceler� un
poco m�s, ya no ten�a sentido demorar m�s el viaje, ahora solo quer�a llegar a
un hotel y desatarme al placer.
Al entrar a la habitaci�n la sent� un poco intranquila, por
lo que prefer� no apurarme en nada y dedicarle tiempo para que se sienta segura
y a gusto, de es manera minuto a minuto lograr�a que suba ese calorcito que
luego se transforma en deseo, pero sobre todo que hace que nos abramos al placer
de disfrutar y gozar.
Encend� la m�sica, puse luz tenue y me acerque desde atr�s,
puse mis manos en sus hombros y mientras apoyaba suavemente mi cuerpo con el de
ella, comenc� a bajarlas lento� muy lento por sus brazos, como si mis manos
fueran gotas de lluvias que resbalan por un vidrio, baj� por sus codos�, recorr�
sus antebrazos, empec� a realizar un leve balanceo con mi cuerpo al ritmo suave
de la m�sica que inundaba el ambiente, hasta llegar a tomar sus manos. En esa
posici�n comenc� a subir mis manos acompa�adas con las suyas, por su abdomen,
para terminar envolvi�ndola en mis brazos, siempre acompa�ado por el ritmo de la
m�sica lenta. Ella apoy� su cabeza entre mi pecho y mis hombros, lo que me
pareci� una buena invitaci�n para empezar a besarla..., primero besitos cortos
pero con firmeza que fui imprimiendo en su frente para lentamente ir recorriendo
parte de sus rostro y llegar a su oreja, donde transform� mis besos en un leve
mordisqueo acompa�ado de peque�os chupones que le daba al l�bulo y que fue el
motivo de quitarle un peque�o pero bien marcado quejido�, aaaaahhhhhhh�, no fue
un orgasmo, mas bien fue el haber dejado libre al placer absoluto a todos sus
sentimientos, segu� jugando con mis labios y mi lengua en todas las curvas y
cavernas que se forman en la oreja y ya con intenciones de ir a recorrer su
cuello le dije en un susurro:
"Algunos dicen que para hacer el amor tiene que existir
un sentimiento, yo pienso que se puede hacer el amor hasta con un
desconocido, los sentimientos dependen de la entrega que cada uno est�
dispuesto a dar al momento de la relaci�n."
Intentaba que mis movimientos sean sincronizados junto con la
m�sica, mientras mis labios la besaban, mis manos la presionaban contra mi
cuerpo sin dejar de acariciarla y mi juego de cintura continuaba su balanceo en
un baile rom�ntico al que me acompa�aba sin oponer ninguna resistencia pegando
sus nalgas a mi ya erecto compa�ero de batallas. Todo se convirti� en armon�a
cuando una de mis manos todav�a por encima de sus ropas, comenz� a amasar sus
pechos mientras con la otra bajaba por su abdomen dibujando sobre su cuerpo una
l�nea recta entre la uni�n de sus pechos y el cierre del pantal�n. Para ese
entonces mis labios y mi lengua ya se hab�an hecho due�os de su cuello y pasaban
besando sus cabellos semi-ondulados que ca�an como cataratas ba�ando sus hombros
hasta media espalda, recorriendo de un lado a otro para as� poder explorar con
mi lengua la otra oreja y arrancarle algunos movimientos apenas perceptibles de
estremecimientos que recorr�an su cuerpo como oleadas de electricidad.
El tiempo no era problemas, tenia varias horas para explorar,
conocer, disfrutar, gozar y buscar los secretos en ese mundo de deseo que nadie
hab�a conquistado y como un pirata adue�arme de los tesoros que guardaba,
depend�an de m� y estaba dispuesto a dibujar el mapa que me gu�e hacia el
placer, ten�a el manjar para festejar con un gran banquete y todo esto solo
estaba custodiado por sus ropas.
La di vuelta, nos besamos como dos amantes que se
reencuentran despu�s de mucho tiempo, lentamente fuimos acerc�ndonos a la cama,
mis manos acariciaban su espalda y sus muslos presion�ndola cada vez mas contra
mi cuerpo, a la vez estaban haciendo el trabajo de librar ese cuerpo de sus
prendas, primero me dedique a desnudar su parte alta, saque su remera y ante mis
ojos quedaron unos pechos medianos, tan proporcionales que conjugaban
perfectamente con su cuerpo, sus cabellos los ba�aban tratando de ocultarlos o
quiz�s en un toque de travesura solo dejaban al descubierto una parte para
hacerlos mas bellos a�n. Sostenidos muy exquisitamente con una prenda que dejaba
volar mi imaginaci�n y una inc�gnita de ansiedad me inundaba - �con que me
encontrar�a bajo el pantal�n? - no quise besarlos en ese momento porque estaba
tan bella que prefer� esperar a ver el conjunto completo decorando su piel.
Mis labios comenzaron a hacer un reconocimiento intensivo del
terreno a ser conquistado, bes� con mucho cari�o su frente, sus ojos, sus
mejillas y al encontrar sus labios no se si fue un beso o una fusi�n, nuestras
lenguas se enfrentaron en una lucha sin saber si importaba un ganador, el juego
de enredarse entre si fue mutuo y en medio de ese beso ca�mos en el altar que
seria el mudo testigo de nuestra pasi�n y deseo. Cuando por fin pude despegarme
de esos labios, llene de besos su cuello para empezar a bajar hacia mi destino
final que estaba justo debajo de su ombligo.
Sentir la suave piel de su cuerpo, solo sirvi� para avivar mi
tentaci�n de besar sus pechos, pero solo me limit� a unos besos suaves
acompa�ados por mi lengua en medio de ellos y sin dejar de bajar y besar, cruc�
por su abdomen, mis besos ya no pod�an parar, mi lengua se puso a jugar en el
ombligo y para tener una sorpresa mas en ese d�a, fue presionar el detonante del
placer reprimido y contenido de mucho tiempo, al momento en que mi lengua
jugaba, ella levanto su abdomen por unos segundos, hizo unos movimientos
circulares, luego unos movimientos hacia un costado y el otro, para caer
nuevamente a la cama acompa�ada de un quejido, aaaaaahhhhhhhhhh��, signo
inevitable que tenia el primer orgasmo. Lejos iba a estar que me conformar�a con
eso y mis manos que no pueden quedarse quietas, aprovecharon ese momento para
dejar fuera de combate al pantal�n blanco que cubr�an la otra mitad de su
cuerpo, deslizando con suavidad y sin ning�n impedimento, para dejar al
descubierto un par de piernas de porcelana, cuan firmes y torneadas eran.
Como ya dije, la vida te da sorpresas y no pude menos que
detenerme largos segundos a contemplarla, tenia ante mis ojos el mejor paisaje
que puedan imaginar y si de algo no me arrepent�a fue el esperar a verla a esa
princesa con traje de lencer�a, volv� a la realidad en el mism�simo momento que
ella me beso y sus manos comenzaron a deshacerse de la ropa que aun yo tenia
puesta, las inhibiciones ya hab�an quedado lejos, su perfume a mujer, sus
caricias, sus besos, abordaban todos mis sentidos y el calor de nuestros cuerpos
se encontraron piel con piel por primera vez.
Ahora yo no tenia porque esperar, volv� al ataque pero ahora
tenia mis objetivos directos, entre caricias, besos y abrazos, deje en libertad
sus pechos y comenc� un recorrido en espiral, comenc� besando la parte baja para
ir avanzando con mis labios y mi lengua en forma circular hasta justo el borde
del pez�n, que a estas alturas estaba muy sensible y de su color rosado paso a
un color rojo carm�n, tanto que parec�a una cereza que invitaba a ser mordida,
pero no estaba dispuesto a ser tan glot�n y antes de llegar a morderlo pase a su
otro pecho para darle un tratamiento exactamente igual que al anterior. Bien
hube terminado esa labor, no quise hacerla esperar m�s y asent� la punta de mi
lengua, justo en la parte mas alta de esa cereza, hice un poco de presi�n hasta
que el filo de mis dientes llegaron a sentirla y sin morderla cerr� mis labios
en mi primer intento de morder esos pezones, lo que trajo como resultado un
segundo orgasmo que tuvo que morderse los labios para no gritarlo y sus espasmos
fueron el principio de un sin fin de contusiones, que no obstante me tentaron a
hacer lo mismo con el otro pez�n pero esta vez fui directamente cuan ni�o que
esta con hambre y quiere su leche�, la verdad que no me preocup� m�s por contar
sus orgasmos.
Solo me quedaba una prenda por sacar y ya no ten�a muchos
sentidos a mi favor para que sea paciente y piense, sin que haya terminado de
calmarse yo ya estaba recorriendo nuevamente su abdomen, pas� por su ombligo y
bes� a trav�s de la tela de su tanga esa selva de la que quer�a ser due�o y
tratar de encontrar la ciudad perdida de la lujuria, nuevamente comenzaron los
espasmos, pero eso a mi ya no me deten�a ni me importaba, dibuje los bordes de
esa tanga con mi lengua y poco a poco la fui sacando, parte con mis dientes y
parte con mis manos, para dejar ante mi vista y deleite, una preciosa selva,
depilada con prolijidad en los costados y la parte alta, recortada para que toda
sea de un mismo largo y dejando un triangulo prefecto que apuntaba a la entrada
de una gruta de paredes rosadas, coronada con un bot�n que se notaba muy
inflamado, esperando a ser tocado para que las paredes abran paso al
conquistador y formando tan bello espect�culo hasta me hizo creer que en alg�n
lugar hab�a le�do, "Ud. lleg� a la puerta del cielo"
Cuanto tiempo, no me pregunten, pero solo fue ver ese manjar
y mi boca comenz� una tarea de lavado, lustrado y encerado, todo al precio de
uno�, ya no hab�a obst�culos que vencer y mi amada estaba totalmente entregada,
bes� el borde de sus labios vaginales, justo entre el tri�ngulo y sus piernas,
baje por la ingles para volver por el mismo camino, pero del lado opuesto,
uniendo el recorrido por el puente que queda entre la concha y el culo, al
llegar nuevamente arriba, hice caso a las se�ales que ofrecen ciertas rutas y me
dirig� hacia donde apuntaba ese triangulo�, que locura�, que placer�, hice un
peque�o salto al cl�toris, pues ese seria el postre final a todo lo que me
pensaba comer de esa bellas y palpitante conchita, su respiraci�n ya no tenia un
ritmo continuo, suspiraba, respiraba, conten�a el aire, lo dejaba salir de
golpe, podr�a decirse que bufaba y a cada que hacia esto, se estremec�a, tenia
espasmos y se dejaba caer.
Pas� mi lengua de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba,
bese directamente los labio vaginales, prob� esos jugos deliciosos que brotaban
como de un manantial y avanc� lentamente con mi lengua en lo mas profundo de esa
caverna, entraba, sal�a, sub�a y bajaba por todos lados, dibujaba rectas y
c�rculos, hasta que en mis o�dos empez� a escucharse, solo sonidos de un idioma
que viene del pa�s de los deseos, murmuraba, gritaba, se quejaba y hasta
aullaba, mientras se contorneaba y estremec�a desde la cabeza a los pies. Supuse
que ser�a suficiente y fui directamente a ese bot�n que a esas alturas, ya hasta
me llamaba por mi nombre y me prend� tal como lo hab�a hecho con el pez�n, sin
miramientos ni compasi�n succion�, lam�, chupe, sorb�, presione con mis labios y
hasta lo mord�, haciendo que todo su ser se contraiga en un mont�n de movimiento
y que no pueda dejar de gritar, por mas que se mord�a los labios y se tapaba la
boca con las manos. Todo este juego termin�, cuando en un momento dado de sent�,
aun estando yo en medio de sus piernas, con ambas manos me tomo entre el cabello
y las orejas, hizo mucha presi�n, como para que mi lengua vaya a lo mas profundo
de su ser, dio un grito, me levanto e hizo que mis labios se unan a los suyos
para de esa manera callar su grito y se tir� hacia atr�s, arrastr�ndome con ella
para terminar ambos acostados.
Mis caricias desparramaban las gotas de roc�o que ba�aban su
cuerpo�, nos besamos por algunos minutos�, me dijo que nunca se habr�a cre�do
capaz de gozar tanto y que ahora har�a lo mejor posible para devolverme el
placer y sin m�s tiempo que perder, comenz� a acariciarme y a besarme y de la
misma manera que yo me apoder� de la �ltima prenda que cubr�a su cuerpo, ella lo
hizo conmigo..., estir� su lengua y apenas con la puntita fue acariciando mi
miembro que parec�a mas grande que nunca, traz� un par de l�neas, desde la punta
hasta llegar a mis huevos�, luego se abri� camino en mi prepucio y sabore� la
jalea que con la excitaci�n se hab�a acumulado, envolvi� mi glande con su lengua
y en un movimiento en c�rculo fue metiendo todo lo que pod�a para empezar la
succi�n que tanto ansiaba sentir�
En un principio no fue mucho lo que pudo contener en su boca,
pero cada vez que sub�a, succionaba y sin dejar de succionar comenzaba a bajar,
realmente podr�a decir que me estaba comiendo el fideo, porque era casi lo
mismo, de esa manera y manteniendo un ritmo constante y mon�tono fue logrando
que penetrara m�s hasta que luego de varios movimientos mis propios huevos
sent�an el roce de sus labios, pero ah� no termino su tarea, cuando se hubo
acostumbrado lo sacaba hasta la punta, lo tragaba hasta el fondo y despu�s de
tres o cuatro movimientos iguales lo sacaba pero en vez de tragarlo lo atrapaba
con sus labios y lo recorr�a por uno de los costados para llegar a mis huevos y
subir nuevamente hasta la punta y volver a bajar por el otro costado. Eso me
pon�a mas loco que cuando se lo tragaba todo, era similar el movimiento como
cuando comemos un bomb�n helado. Los movimientos fueron aumentando a medida que
pasaban los minutos, le dije que en cualquier momento terminar�a, pero cuando
escuch� salir esas palabras de mis labios, me mir� fijo a los ojos y se limit� a
decir, pues probare que gusto tiene esta leche� y de ah� en mas no paro su sube
y baja, al mismo tiempo que le agarr� la cabeza y empec� a cog�rmela por boca
con tal fuerza, entrando tan adentro que creo que el primer chorro de leche que
derram� ni siguiera lo sinti� en su boca, pero luego si que se trago todo y sin
dejar escapar una gota.
Estaba por dejar de chupar, pero le ped� que siguiera, que me
la limpiara bien y sin protesta que brote de sus labios fue haciendo lo que le
ped�a, puso tanto esmero en su tarea, que no tarde mucho en volver a poner a mi
compa�ero de aventuras en su posici�n de batalla, - luego me comentar�a que la
sensaci�n de que crezca en su boca fue algo tan alucinante y excitante al punto
que le pareci� que hab�a crecido mas que en los minutos anteriores. Sin reclamo
que pueda salir de mi parte, me pareci� oportuno que el cambiar de labios no
ser�a nada malo�, la tom� con suavidad de su cabeza y con un leve tironcito
hacia arriba le hice entender que lo que segu�a, ten�a m�s en com�n con la
equitaci�n que con un helado.
Para no perder mucho tiempo yo prefer� quedarme en la
posici�n que estaba, aunque me sent� un poco para recibirla con un beso de
agradecimiento por su labor anterior, poco a poco sin dejar de besarla me dej�
caer hacia atr�s, solt�ndole los labios solo cuando sus otros labios besaron mi
ya dispuesta herramienta, no hacen falta palabras de explicaciones, sin dudar un
solo instante moviendo levemente su pelvis, acomod� mi pija justo en la puerta
de su concha y comenz� a penetrarse desde la punta a la base sin parar de bajar
nunca, era tal la humedad que tenia que no tuvo impedimento, aunque quiz�s por
el tiempo que hab�a pasado de que nadie recorri� ese camino, que se sent�a un
poco ajustada y muy apetitosa.
La cabalgada fue parte de alg�n capitulo de los "Jinetes del
Apocalipsis", creo que la mayor�a de los hombre somos de mas aguante en el
segundo polvo y yo no soy la excepci�n, en un momento no se si me cabalgaba o me
domaba, porque se hacia para atr�s y para adelante sin dejar de revolver su
concha contra mi pija y como cada vez que se hac�a hacia delante y bajaba me
dejaba al alcance de mis labios sus tetas, nuevamente hice de cuenta que era un
bebe y empec� a prenderme cada vez que pod�a para chuparlas, lamerlas, morderlas
y besarlas, cada vez mostraban un pez�n mas duro y levantado y fueron varios los
orgasmos que dejo encima m�o hasta que me empezaron a venir las cosquillas en
mis huevos, signo de que estaba por llenar de leche con mi pija el estuche donde
estaba guardada hasta ese momento y sin preguntarle si quer�a o no, teniendo en
cuenta que no hab�a querido desperdiciarla con la boca, empec� a descargar las
reserva que le quedaban a mis huevos�, supongo que por la sensaci�n de mi leche
caliente en su concha que ella empez� un orgasmos que fue acompa�ado con gritos,
saltos y algunas lagrimas de felicidad, hasta quedar recostada en mi pecho�
Ambos ten�amos signos de agotamiento, quedamos acostados y
muy pegados, empec� a darle mimos con caricias sobre su cuerpo, hasta que en
alg�n momento una de mis manos fue a chocar involuntariamente con sus nalgas,
ah� s� que se me meti� el diablo y me dije a mi mismo, porque no? Y sin perder
mas tiempo, volvieron a la carga mis besos, sus pechos ya los conoc�a pero no
los quise desperdiciar nuevamente, recorriendo su cuerpo llegue a su conchita,
me dijo yo tambi�n quiero besarte, me di vuelta y empezamos un 69 que para mi
beneficio personal aprovech� para empezar a jugar en ese agujerito marr�n que
escond�an sus nalgas, en un principio como que no le gust� la idea de que jugara
de esa manera, le dije:
tranquila, solo fue un beso
nunca antes nadie me hab�a besado ah�
Nunca he escuchado un coro de �ngeles cantar el Aleluya, pero
esto debe haber sido lo m�s parecido y no pod�a creer que al alcance de mis
labios y mi lengua ten�a una puerta que hab�a permanecido cerrada a los bajos
instintos.
si anteriormente te dejaste llevar y gozaste, por aqu�
podes llegar a gozar mucho m�s, todo depende de vos
no s�, no me animo, como que me da cosas
solo relajate y dejate llevar, vas a ver que es mas
placentero, de todas manera si cuando lo intentamos no te agrada, lo dejamos
ah�, no te voy a obligar a nada que no quieras, solo te pido que conf�es un
poco en m�
la verdad que si conf�o en vos, con todo lo que me diste
hasta ahora en placer, me parece justo que al menos lo intentemos
La tarea que segu�a, era responsabilidad de mi lengua, pero
hay que darle menci�n especial por el apoyo brindado tanto a mis labios como a
mis dedos. Su boca comenz� nuevamente una golosa forma comerme la pija, mientras
yo puse mucha paciencia y saliva, mi lengua empez� a dibujar l�neas circulares y
en espiral por los bordes de ese agujerito que empezaba a palpitar con cada
roce, a cada paso que hacia por el centro presionaba un poco en un acto de
penetraci�n�, estos movimientos poco a poco fueron combinados con besos suaves,
los que eran acompa�ados con peque�os empujones de su parte haciendo mas presi�n
con mi lengua, signo de que le hab�a comenzado a gustar, no tuve que esperar
mucho para que dilatara, supongo que estaba bastante relajada, fruto de sus
m�ltiples orgasmos anteriores.
Para su propio placer, cambi� de posici�n a una especie de 69
pero teni�ndola de espalda, lo que significaba que tenia un muy buen acceso a
ese culo divino con mi boca y a la vez en su conchita pr�cticamente me pod�a
sumergir con mi nariz, comenc� a lubricar uno de mis dedos en los jugos que su
gruta derramaban y tras varios masajes circulares lo fui introduciendo muy
lento, lo sacaba, jugaba un poco con mi lengua para ir lubricando con mi saliva
y nuevamente introduc�a mi dedo tratando de que los movimientos circulares
hicieran que cada vez vaya mas adentro de su agujerito; as� estuve jugando, una
y otra vez hasta que pude introducirlo hasta el fondo, sus paredes palpitaban y
hasta de vez en cuando me presionaban sus m�sculos con la intenci�n de que mi
dedo abandone el lugar que ocupaba�, pero yo no estaba dispuesto a rendirme tan
f�cilmente y abandonar tan comprometedora misi�n.
Despu�s de varios minutos de que mi dedo estuvo haciendo su
trabajo, cre� necesario que vaya a ayudarle otro de mis dedos, con tal dicen que
dos hacen mas que uno, los m�sculos ya hab�an empezado a ceder y la dilataci�n
me permiti� que al lograr mi segundo objetivo, mis dos dedos se repartieron la
tarea, se met�an juntos, pero en su interior hac�an fuerza hacia lados opuestos
y empezaban a salir, mi lengua ya hab�a empezado a hacer desflorecer de placer
ese virginal agujero, porque cuando mis dedos sal�an, mi lengua entraba y ya
jugaba en sus paredes interiores para agregar as� un poco mas de saliva y que
mis dedos vuelvan a ocupar su lugar, a todo esto, ella me ayudaba con
movimientos de cadera hacia atr�s y luego en forma circular para que la
penetraci�n sea cada vez mas profunda. Ah� el pre�mbulo se termino, me di
vuelta, le dije que me la chupara bien y que la deje bien salivada, que estaba
lista para el broche de oro.
La di vuelta, di un ultimo beso a su virginal agujero,
introduje mi lengua le agregue saliva y apunte la cabeza de mi pija a la puerta
trasera�, obviamente que para una mujer no es lo mismo sentir un dedo o dos, a
sentir la que se la est�n por meter hasta los huevos�, dio un peque�o tir�n
hacia delante como diciendo "NO", pero ya era un poco tarde para
arrepentimientos, la sujet� por la cintura, mantuve firme la posici�n que le
hab�a puesto y empec� a presionar hasta que la cabeza desapareci�, hizo algunos
gestos de dolor, pero eso no cambiaban mucho las cosas, esper� un momento antes
de seguir avanzando, aproveche para empezar a estimular su cl�toris que la
relaj� y bajo un poco las tensiones. Cuando la sent� relajada empec� nuevamente
a presionar, ahora si se quej�, hice otra pausa para que se acostumbre y fue el
�ltimo favor que le iba a dar.
Ya hab�a logrado meterme hasta la mitad, la otra mitad por
conquistar seria motivos de algunas l�grimas, la vi agarrarse de las s�banas y
morder la almohada, pero a�n as� no dej� de empujar. Al llegar a fondo volv� a
masajear su cl�toris, se afloj� nuevamente, esper� hasta que se acostumbre y
empec� un mete y saca que fue cambiando de ritmo a medida que ella empez� a
disfrutarlo m�s, al cabo de unos minutos, todo se transform� en placer y vaya
que como lo gozo, tantos van y viene la hicieron ponerse un poco loca y sus
gritos se deben haber escuchado a varias cuadras a la redonda, entraba, sal�a,
me iba hacia el borde de ese culo maravilloso, para volver a entrar hasta los
huevos, en unas de esas ella empez� a menear el culo de un lado a otro sin
perder el mete y saca que ya ven�amos haciendo, lleg� a experimentar su primer
cadena de orgasmos simult�neos que acompa�� con mas gritos y otras l�grimas de
placer y felicidad. Me pregunt� si pod�a ir arriba, le dije que si, me acost� y
ella sola se ensart� todo, sent�ndose de un solo golpe hasta llegar a chocar mis
huevos, se acomod� como para empollarlos y ah� comenz� una poes�a recitada a d�o
entre Gustavo A. B�cquer y Pablo Neruda, acompa�ados por las campanitas de todo
un coro navide�o�
No tengo palabras para describir el resto, simplemente lo
dejo a la imaginaci�n de cada uno de ustedes, lo �ltimo que me viene a la mente
es que cuando termin� en su culo, ambos nos buscamos para abrazarnos y besarnos
largamente, est�bamos ba�ados en sudor, totalmente rendidos pero inmensamente
felices�, nos ba�amos con muchos mimos de por medio�, juntamos nuestras ropas
que hab�an quedado desparramadas�, nos ayudamos a vestir mutuamente�, salimos
del hotel, mudo testigo de un amor que naci� en un viaje de solo 55 km., pero
que sirvi� para que nazcan 180 minutos de placer.
Si alguna mujer que viva en el norte de Argentina se interesa
por conocerme y est� dispuesta a ver si podemos vivir una historia compartida,
solo tienen que escribirme a
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Les agradezco por haber le�do este relato y si quieren votar
por �l, desde ya se los agradezco y seguramente me van a alentar a que siga
escribiendo alguna otra historia de mi vida.
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Relato: 55 km. de viaje y 180 min. de placer
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