ESTANDO BORRACHA MI ESPOSA ES VIOLADA CON MI
CONSENTIMIENTO (02)
Hola amigos lectores, como les promet� en esta ocasi�n
narrar� lo que le sucedi� a la metiche de mi cu�ada.
Como recordar�n en mi anterior relato les mencion� que Ara mi
esposa y yo, gust�bamos de disfrutar de los viernes sociales en compa��a de
amigos y normalmente beb�amos y bail�bamos hasta el amanecer, tambi�n les dije
que la metiche de mi cu�adita Ver�nica, que se parec�a f�sicamente a mi esposa,
s�lo que m�s bajita de estatura y que estaba muy buena, sol�a pasar los fines de
semana con nosotros, ya que su esposo trabajaba en esos d�as, en ocasiones
llegaba en compa��a de sus dos peque�os hijos desde el d�a jueves y se iba hasta
el domingo por la tarde.
Desde aquella ocasi�n que permit� a dos amigos cogerse a mi
esposa, mi mente s�lo estaba pensando en el sexo, en como he gozado desde
entonces y por supuesto que Ara no se ha enterado de lo que hemos hecho con su
culito en varias ocasiones, su gusto por el alcohol me ha permitido hacer de las
m�as, en t�rminos normales pensar�a que es alcoh�lica y llegu� a tratar de
convencerla para que no tomara tanto o quiz� tuviera alg�n tratamiento de AA,
pero desist� de ello porque ya no podr�a seguir disfrutando de sus estados no
l�cidos.
Dos veces m�s mis amigos disfrutaron de los encantos de Ara,
la segunda ocasi�n fue muy similar a la primera, la sometimos estando dormida
boca abajo, con la diferencia que tanto Pepe como Jaime actuaron con m�s
confianza lo que les permiti� disfrutarla con m�s calma, cada uno se dio su
tiempo para saborear las mieles de mi mujer y finalmente su mejor trofeo, ese
culito que nos tra�a como locos.
La tercera ocasi�n fue muy distinta, y adem�s muy sabrosa,
les dir� por qu�.
Decidimos festejar su cumplea�os de Pepe, nos reunimos adem�s
Jaime que en esta ocasi�n iba acompa�ado de su esposa Norma, - lastima por �l,
lo que se iba a perder -, ella tambi�n ten�a lo suyo a pesar de tener 3 peque�os
hijos, era de complexi�n regular y de piel blanca, cabello casta�o claro y
largo, sab�a lucir esa melena sobretodo cuando bailaba, senos regulares y culo
no muy prominente, pero caderona lo que hac�a v�rsele rico, ella vest�a pantal�n
blanco y blusa negra calada, se ve�a muy bien, no era nada del otro mundo, era
ese tipo de mujeres que son sugerentes, esta suger�a fuego. La ve�a
cachonda, o por lo menos eso me parec�a, escuchaba m�sica y a�n en su lugar
bailoteba mene�ndose con sensualidad, no era muy guapa, son de esas mujeres que
no sabes que tienen pero que quisieras tir�rtela, era un sue�o muy lejano porque
sab�a de su fidelidad hacia Jaime.
Para variar tambi�n estaba mi cu�adita Vero, sus hijos ya
dorm�an en la rec�mara que siempre ocupaba en sus visitas, la cual contaba con
dos camas matrimoniales, Vero vest�a un traje de dos piezas tipo sastre color
azul marino, de esos que utilizan las ejecutivas en sus trabajos, arriba de la
rodilla, blusa beige, medias color tabaco claro y zapatillas negras, su falda se
ajustaba perfecta a ese culo resping�n, tambi�n se ve�a sexy la condenada, mi
verga se alocaba e incluso llegu� a pajearme fantaseando en cog�rmela, lo ve�a
dif�cil porque sab�a que amaba a su esposo, �l es buena gente, s�lo que su
trabajo lo absorbe demasiado y no pod�a compartir con nosotros los fines de
semana, el cre�a que en sus ausencias su mujercita estaba segura en casa de su
hermana.
Esa noche no cambi� mucho de las dem�s, s�lo que esta vez
hubo pastel y co�ac, mucho co�ac, era un d�a especial, hab�a que festejar el
cumplea�os de Pepe.
Ara esa noche vest�a un vestido de una pieza y sin mangas
color blanco, arriba de la rodilla y se ajustaba muy bien a su cuerpo, se ve�a
guapa, tra�a un bikini del mismo color, s�lo que este por ser de encaje, se
alcanzaba a marcar en su trasero, mis cuates ya lo hab�a notado, adem�s, lo que
me encanta es sus zapatillas negras sin medias, sus piecitos me excitan al
verlos as�.
La mirada de mis amigos ya era m�s de lujuria que de afecto
para Ara, pod�a percibir como se calentaban nada m�s de mirarla, seguro evocaban
aquellos momentos de sexo no consentido, cuando sus lenguas y sus trancas ya
hab�an probado su juguitos y su rico trasero, mi esposa no percib�a lo mismo, su
trato siempre era amable y atento, sus bromas y risas eran francas y sencillas,
lo que hac�a ver su ingenuidad y desconocimiento de lo ocurrido.
La velada pas� muy agradable, el exceso de co�ac, al cual no
estaban acostumbrado las mujercitas, comenz� a hacer un efecto fulminante en
ellas, sobretodo en mi esposa y su hermana, tanto mis amigos como yo siempre
estuvimos atentos a que sus copas no estuvieran vac�as, sab�amos por que,
bail�bamos al comp�s de la salsa, ese ritmo las hac�a verse m�s antojables,
sab�an moverse, el cuerpo de Ara resaltaba en ese vestido blanco, el vino y el
baile ya iban haciendo efectos contundentes en ellas, Vero se contorsionaba al
estilo lambada, ella bailaba con Pepe, mis ojos la recorr�an de lejos, ese culo
enfundado en su faldita sastre, se ve�a riqu�simo, por supuesto que los efectos
del alcohol pon�an su parte, o no es cierto que cuando tenemos algunas copas en
la cabeza, nos queremos coger a la damita que se nos pare enfrente?.
Por su parte V�ctor bailaba con Norma, su esposa, a ella
tambi�n ya la ve�amos con mirada lujuriosa, su pantal�n blanco dejaba ver una
tanguita entre sus nalgas y sus senos rebotaban al comp�s de la m�sica, Pepe y
yo s�lo nos hac�amos chaquetas mentales, nos conform�bamos con ver de lejitos,
V�ctor se daba cuenta de nuestras miradas y tos�a un tanto inc�modo, seguramente
no le agradaba la forma en que nos com�amos con los ojos a su linda mujercita,
pero ten�a que aguantarse por todo lo que �l ya hab�a disfrutado a Ara.
Por fin lleg� el tan esperado momento, V�ctor un tanto
inc�modo por nuestras miradas, pero muy a su pesar por lo que no participar�a
esa noche, tuvo que retirarse con su esposa, no le quedaba de otra; mientras yo
ayudaba a subir a mi esposa a nuestra rec�mara, Pepe, que ya sab�a lo que podr�a
venir, muy paciente tomaba otra copa sentado frente a Vero que dorm�a en el
sof�, su falda la ten�a a medio muslo y se notaba de lado el comienzo de su
pantimedia, mi amigo ten�a un buen espect�culo y sobaba discretamente su tranca.
Con mucho trabajo logr� desnudar a mi esposa y acostarla en
la cama, en esta ocasi�n no pude vestirla con su ropa de noche, la dej� botada
boca abajo, por supuesto que aprovech� para meter mano a mi gusto, sobre todo a
su culito y a su ano que es mi pasi�n, mi verga ya dol�a dentro de mi pantal�n y
fue liberada, como en otras muchas veces introduje mi lengua en ese hoyito del
amor hasta que pude aflojarlo y lubricarlo con mi saliva, ni tardo ni perezoso
me encaram� y pude penetrarla despacio, pero firme y hasta el fondo, tan
caliente estaba que no tarde m�s de cinco minutos en vaciarme dentro de ella.
Despu�s de esta sesi�n express de sexo en su culito de Ara,
guard� mi morronga y baj� donde estaba Pepe, lo vi agitado y con la verga de
fuera mirando hacia el frente, al voltear a ver a mi cu�ada supe por qu�, not�
que sus piernas estaban abiertas y su falda m�s arriba, se ve�an sus calzones
blancos y con humedad en su entrepierna, era un panorama excitante.
No dije nada pero le ped� a Pepe me ayudara a subirla a su
rec�mara, yo la sostuve del torso mientras �l de las piernas y as� logramos
llevarla a la cama, la acostamos boca arriba y su falda estaba casi en la
cintura por lo que pudimos disfrutar de esa imagen; le ped�a a Pepe me esperara
en la sala, que tratar�a de recostarla mejor, el me hecho una mirada de
complicidad y me pidi� pasar a la recamara de mi esposa mientras yo acomodaba a
Vero, emocionado y caliente como ya estaba de nuevo acept� su propuesta, le ped�
que fuera cuidadoso con Ara, sali� cerrando la puerta tras de s�, dej�ndome con
Vero, sus hijos dorm�a pl�cidamente en la cama contigua.
Estaba ya muy excitado, primero por ser la primera vez que
dejaba a mi esposa a solas con alguno de ellos, que perversidades podr�an
hacerle al no estar yo presente?, estaba a punto de arrepentirme, pues amaba a
mi esposa y no sab�a que pod�a pasar, eso me asustaba un poco, pero al mirar a
Vero en la cama, con la que so�� muchas veces cogerme, con la falda recogida,
sus piernas con ese color de medias que me gusta, tabaco claro, sus pantaletitas
blancas, pero lo m�s importante, indefensa e inconsciente por el alcohol, todos
los sentimientos de culpa desaparecieron y me concentr� en mi cu�adita, ahora es
cuando - me dije -, si no aprovecho esta oportunidad de hacerla m�a, podr�a no
repetirse, manos a la obra, por supuesto no olvid� mi c�mara digital, les mando
la foto de Vero, me dar�n la raz�n de porqu� me calentaba.

Me acerqu� a la cama y quise comprobar hasta donde estaba
dormida, la mov� bruscamente y la llam� dici�ndole que su marido la buscaba, que
era urgente, insist� varias veces pero no obtuve respuesta, s�lo balbuceaba como
si tratara de responder, pero nada se le entend�a, entonces empec� mi tarea
olisqueando su entrepierna que estaba h�meda, ten�a un rico aroma, muy parecido
al de Ara pero menos dulce, era aroma de mujer fogosa, baj� mis labios por sus
piernas hasta llegar a sus pies, quit� sus zapatos y me puse a lamer sus
deditos, el aroma de la media y su calzado enervaba mis sentidos y enfurec�a a
mi verga, despu�s abr� su blusa y sub� sus sost�n hasta el cuello dejando libres
sus senos, eran m�s grandes que los de mi amada esposa, los sob� y bese un largo
rato, sus pezones eran obscuros y estaban firmes, inconscientemente se estaba
excitando, hasta ese momento ni se inmutaba, ten�a un pesado sue�o, al poner mi
mano en su entrepierna se sent�a m�s caliente, su humedad traspasaba el calz�n y
su pantimedia.
Despacio trat� de bajar su ropa interior, poco a poco fui
descubriendo su bello p�bico, su mata era m�s poblada que la de Ara, lentamente
pude zafar su pantimedia y su pantaleta dej�ndola totalmente desnuda a mis ojos,
s�lo le coloqu� sus zapatillas negras de tiras por que ello me excita m�s, con
eso era suficiente, logr� separar sus piernas y fue cuando mi boca comenz� a
trabajar en esa conchita que estaba ya muy mojadita, pude libremente aspirar su
aroma, con mis manos abr�a sus labios para que mi lengua explorara libremente su
intimidad, suavemente chupaba su cl�toris que estaba firmes, fue cuando ella
comenz� a gemir casi imperceptiblemente, seguro cre�a estar so�ando con su
marido.
En ese momento vino a mi mente mi esposa, que le estar�a
haciendo Pepe? llev�bamos casi una hora haciendo de las nuestras, tambi�n vino a
mi mente el esposo de Vero que cre�a que en casa estaba mas segura, pero el
aroma de su feminidad borraba todos mis sentimientos de culpa y prosegu� con mi
tarea, entonces vino lo deseado, con la verga de fuera me encaram� y con la
cabeza de mi �rgano sexual comenc� a pasarla de arriba abajo, moj�ndola m�s y
m�s, en su botoncito se deten�a y le daba peque�os golpecitos, ella daba
brinquitos inconscientes de placer, seguro tuvo un orgasmo, no pude aguantar m�s
y la penetr� despacio, mi verga resbalaba f�cil con tanta humedad, a la vez la
bes� en la boca y mi lengua se introduc�a en ella, el sabor a vino me alteraba,
explot� en su interior abundantemente, al mismo tiempo sent� en su interior
convulsiones vaginales, otro orgasmo, por fin a mi cu�adita metiche pude
cog�rmela a gusto.
Insatisfecho todav�a, la volte� boca abajo y comenc� a
besarla desde la espalda hasta los pies, abr� sus manos y piernas lo m�s que se
pudo dej�ndola casi en cruz, le hice la misma faena que a Ara, acerqu� mi rostro
en medio de su entrepierna y con la punta de mi lengua lam� su co�ito del que
escurr�an sus juguitos y mi semen que antes ya hab�a depositado, despu�s sub�
hasta su agujerito posterior y lo mam� con singular gusto, ten�a un sabor dulz�n
pero no desagradable o por lo menos con mi calentura no lo pareci�, luego
introduje mis dedos en su vagina y despu�s embadurn� su culito metiendo un dedo
y luego dos, ella estaba m�s apretadita que Ara, yo creo que tampoco era del
gusto de darle a su marido el ano, mejor, mi verga disfrutar�a mas, ya m�s
lubricada y relajada trat� de meter mi cipote logrando solo la cabeza, tuve que
intentarlo varias veces apretando constantemente y jal�ndola de su cadera hacia
m�, not� que pujaba pero segu�a perdida, por fin not� como me empec� a resbalar
dentro de ella, guauuuuuu, que placentera sensaci�n, me detuve unos minutos para
que se acostumbrara y despu�s vino el vaiv�n, al principio mi verga doli� un
poco pero ahora ya no, sent�a una dulce sensaci�n, apretaba rico, ah� si estuve
limando mas de media hora, disfrut� ese culito a su m�xima expresi�n, mi venida
ya no fue tan abundante, pero si muy placentera, dej� a mi cu�ada bien cogida,
tuve que limpiarla para no dejar huella y trat� de acomodarle su ropa, le tap�
un cobertor y sal� de la rec�mara presuroso a ver que hab�a pasado con mi
esposa, que preocupado no?
Al entrar a mi rec�mara ya no estaba Pepe, ya se hab�a
marchado, Ara estaba totalmente desnuda y boca abajo, not� como escurr�a semen
de la vagina y de su ano, su hoyito a�n estaba abierto y calientito, brotaba la
leche de mi amigo, mi cabeza daba muchas vueltas pensando hasta donde hab�a
llegado, me puse a limpiar con amor a mi esposa, los labios de su vagina se
notaban un poco irritados al igual que entre sus nalgas, pas� varias toallitas
h�medas por toda su anatom�a, para limpiar el semen que ya se secaba y para
consolar sus partes intimas, al igual que a mi cu�ada la arrop� y me acost� a
dormir junto a ella.
Al d�a siguiente me despert� un rico aroma a caf� y
chilaquiles en salsa verde, mi esposa y su hermana, a�n con cara de cruditas,
estaban preparando para almorzar, Vero solo coment� que hab�a so�ado con su
amado esposo, que ya lo extra�aba, tra�a puesto un short blanco que marcaba sus
ricas nalgas, si supiera como me cog� ese culito � pens� � y como con la cruda
se alborotan las hormonas, tuve que hacerme una paja en el ba�o recordando lo
sucedido.
El lunes habl� telef�nicamente con Pepe a qui�n le reclam� no
haberse despedido, me dijo que no quiso interrumpir mi ocupaci�n, que se notaba
la estaba pasando de maravilla a lo que le coment� que tal vez si se repitiera,
tambi�n �l podr�a disfrutar de mi cu�adita metiche, excelente coment�, pero
antes tenemos que hablar seriamente con V�ctor en cuanto a su esposa Norma, no
puede escaparse la condenada, est� muy buena, dijo seguido de una carcajada, no
entend� entonces, pero con ese comentario me qued� demasiado inquieto, ahora que
tramaba aquel loco amigo???
Nos vemos en el siguiente relato�����..continuar�.