Quedamos varias veces y al final cada noche nos calentabamos
tanto que yo llegaba varias veces al orgasmo. Mis pajas eran abrasadoras, y
cuando eran ali�adas con fotos intercambiadas, la leche me salpicaba hasta la
boca y la beb�a dulcemente.Me encantaba la situaci�n, y entonces me di cuenta de
que me gustaria beber su leche. La de �l. Al d�a siguiente me decid� y qued� con
Mario, que as� se llamaba, y despues de una larga charla me dijo que se
acostar�a conmigo si tambi�n lo hacia mi mujeer. Ella tiene unas tetas
extraordinarias. Me case con ella por sus tetas, aparte de otras virtudes, y
tambien tengo que decir que la chupa de infarto, pero ultimamente estabamos un
poco separados. Yo pens� que eso ser�a imposible, no me atrever�a a
proponerselo, pero el me dijo que le presentara en casa como un amigo de la
infancia.

El en persona era mas cachas que en las fotos y yo me
relamia, con lo cual, ced� para ver que nos ocurr�a. Esa misma noche nos
presentamos en casa sin avisar y al abrir la puerta encontramos a mi mujer,
Luc�a, en bragas en el pasillo y con un cintur�n de plumas que yo la hab�a
regalado por Navidad rodeandola el cuello. Me estaba esperando, porque por lo
visto ella tambien pensaba que lo nuestro no iba bien. Quer�a sexo pero se llev�
una sorpresa en principio desagradable, no as� Mario que qued� petrificado al
ver el cuerpo de Luc�a. Sus caderas eran el asidero perfecto y sus curvas
parec�an sacadas de un videojuego. No parec�an reales de tanta perfecci�n.

Ella corri� a ocultarse al dormitorio, y ruborizada sali� al
minuto envuelta en una suave bata de seda que dibujaba sus ya para Mario
conocidos pezoncitos. Present� a Mario como un antiguo amigo que venia a cenar y
quedarse la noche porque al d�a siguiente, part�a de nuevo a su ciudad, eso la
dije. Tras varias disculpas, que no hac�an mas que sonrojar su rostro y erizar
m�s a�n sus pezones, se tranquiliz� un poco. Cenamos y nos pusimos una copa,
mientras charlabamos, y eso nos llev� a otra copa y a otra. No solemos beber,
as� que a la tercera, Luc�a empezo a decir bobadas, y coment� que yo ya no la
quer�a.

Tuve que consolarla porque se pon�a mimosa y la abrac�. Not�
su pecho duro contra m� y vi como Mario se relam�a, y entonces se acerc� a
nosotros y la acarici� el pelo y la nuca. Yo me tens� pero enseguida me d�
cuenta de que podr�amos disfrutar los tres, y me relaj�. Adem�s el alcohol nos
hab�a atontado a los tres y yo est�ba como un potro pensando en lo que ven�a.
Era muy consciente y no lo fren�. Entonces Luc�a se ech� hacia atr�s apoyando la
cabeza en el hombro de Mario y yo la bes� en el cuello. Se tens� y di� un gran
suspiro mientras Mario atrapaba sus caderas y la besaba las orejas. Ella me mir�
y yo sonre�, lo que hizo las cosas mas f�ciles. Entonces la abr� la bata y sus
pechos se levantaron hacia el cielo al tiempo que ella doblaba la cabeza hacia
Mario, que no dudo en meter su lengua en la boca carnosa de labios rojizos de
ella.

Yo recorr� su vientre con mi lengua y lam� sus pezones.
Cuando abr� los ojos, Mario no ten�a camisa y mi polla me ped�a paso a trav�s de
los vaqueros, as� que la solte las bridas y me dispus� a cabalgar.Sin dejar de
besarla, Mario baj� su mano hasta el cl�toris y comenzo a dibujar nubes y
pajaros en �l. Luc�a di� peque�os grititos, y yo me desnud� rapidamente, e
incluso me sorprend� del tama�o que hab�an adquirido mis venas. Entonces Mario,
mientras acariciaba a Lucia meti� mi pene en su boca y durante unos instantes
creo que perd� el conocimiento.Lo hac�a fant�sticamente. Lucia se percat� y
lejos de sorprenderse, decidi� bajar a ayudarle. Nunca hab�a gozado tanto,
cuando ellos se besaban con sus lenguas rodeando mi glande.Entonces Mario
decidio soltar su miembro y Lucia cogi� los dos y los meti� en la boca.

Di� una peque�a arcada, pero luego relajo la garganta y
comenz� a mamarlas con un ritmo cada vez mas frenetico, mientras nosotros no
dej�bamos de tocarnos. Entonces decid� que Mario la penetrara, as� que chup� su
co�ito dulce hasta ponerla en un punto de no regreso y con mis manos agitaba el
enorme pene de Mario, que era al menos dos cm mayor que el m�o. Y el mio est�
bien proporcionado. Agit� el clitoris con un dedo y met� los test�culos de Mario
en mi boca. Eran suaves y carnosos. Me encanto notar como se movian sobre mi
lengua.

Entonces lo ayud� a introducir aquel pene animal, como si
fuera un mamporrero y comenzaron los movimientos con lo cual las tetas de Lucia
que ahora parec�an de una vaca, se agitaban en el aire. Yo gozaba infinito, y
comenc� a chupar sus cuerpos hasta llegar a sus culos.

Gir�bamos sin parar y yo cas� estaba a punto de desvvanecerme
por el alcohol y la lujuria cuando Mario saco su sable del tunel de Luc�a y se
acerc� con �l a mi cara, y en un instante, me llen� con su c�lida leche toda mi
frente y saque mi lengua para saborear lo que escurr�a. No dej� caer nada, y
gir�ndome met� mi polla en el cuerpo de Luc�a que me sorbia los liquidos de la
cara.

Er� un frenes�, cuando a punto de estallar, extraje mi pene y
Mario acerc� su cara a la de Luc�a y ambos bebieron mi mermelada. Caimos
rendidos, y a la ma�ana siguiente al despertarnos, Mario no estaba. Ni rastro de
�l. Nos miramos como si hubiera sido un sue�o y sonreimos, pero creo que los dos
palpit�bamos a�n. Desde entonces chateamos cada noche antes de hacer el amor,
so�ando con que Mario conecte y volvamos a hacer de la vida un sue�o.