Ocupe el lugar de mi madre
Hasta el momento en que estuve parada frente a la tumba de mi
madre me di cuenta que estaba sola en el mundo, que ser�a de mi?. No conoc� a mi
padre. Yolanda, mi madre, me dijo que nos hab�a abandonado. Ella era una mujer
muy hermosa, siempre se preocupo por mantenerse bien, Trabajaba en las oficinas
de gobierno, todos los d�as, sal�a muy temprano bien arreglada, y regresaba muy
tarde, yo la ve�a alejarse con su traje sastre de falda peque�a, o con un
pantal�n azul marino pegado, su ropa marcaba su hermoso cuerpo y acentuaban su
andar cadencioso. Los s�bados por la noche, transformada en una mujer demasiado
sexy, muy atractiva sal�a, no la volv�a a ver hasta la ma�ana siguiente,
despertaba de las dos o tres de la tarde, se arreglaba y sal�amos a dar una
vuelta. .
Hasta que yo cumpl� 12 a�os jam�s le conoc� un novio, un d�a
vino a casa Miguel �ngel, al verlo me quede impresionada, Es un hombre alto, con
unas sonrisa encantadora, mirada muy fuerte, poseedor de una sonrisa
encantadora, pasaba muchas horas en casa, acompa�ando a mi madre. Desde un
principio me gusto mucho. Era todo un hombre.
Los domingos sal�amos a comer, luego al cine, o al parque,
Miguel jugaba conmigo, era muy consecuente, yo sol�a montarme en su espalda
haci�ndome caballito, Al subirme sobre su espalda me tomaba por las nalgas, yo
sent�a una rica sensaci�n, en su momento me dec�a lo mucho que me quer�a, y lo
mucho que yo le gustaba, me alborotaba la cabellera, me daba besitos en las
mejillas o besos peque�os en la boca, la caricia me dejaba aturdida.
Te llevas bien con Miguel, te gustar�a para pap�? me
preguntaba mi madre.
Si, mami, me gusta mucho para pap�.
Por las noche mi madre me mandaba a dormir temprano, yo no
ten�a sue�o, una noche no pod�a dormir, baje por agua. Y los mire. Mi madre y
Miguel se besaban apasionadamente, �l el acariciaba a mi madre, ella montada
sobre sus piernas bes�ndolo con su boca abierta, fue un beso, ardiente,
prolongado, �l le mord�a las orejas, metiendo sus grandes manos bajo su faldita
le quit� le quito los calzones, acariciaba sus nalgas desesperadamente, con
deseo, con ardor. Miguel el hombre de mis sue�os haciendo esas cosas con mi
madre
Luego se hinc� frente a ella, Meti� su cara entre sus
piernas, sus grandes manos la agarraban por las nalgas, ella se retorc�a de
placer y le dec�a cosas, incit�ndolo a que continuara a que la satisficiera
sexualmente, entonces ella se aferro a la cabeza de �l y poniendo todo su cuerpo
r�gido le dijo.
Si, as�, sigue, sigue mamando, que me vengo papito, me
corro bien sabroso, bien rico.
Vente, en mi boca chiquita. Vente. Termina.
Uffffff Ya papito, ya me vine, me vine bien sabroso,.
Entonces �l se quito el pantal�n y su trusa, apareci� un pene
impresionante, ella lo miraba con gusto, miraba aquella verga con ojos de de
deseo, de gusto, para mi gusto era una verga grande, preciosa, a mi me parec�a
enorme. Ella comenz� a acariciarla con sus manos, le descubri� la cabeza, y le
toco sus test�culos, luego con su lengua lami� su brillante cabeza, luego a todo
el largo tronco. Abri� su boca y comenz� a chuparla, yo pens� que no le cabria,
mamaba desesperadamente, una u otra mes sal�a y entraba a su boca.
Sigue, as� cari�o, que sabroso mamas, que rico me la
chupas.
La vista de Miguel �ngel estaba perdida, de verdad estaba
disfrutando de la rica mamada que mi madre le estaba dando, mientras ella se la
tragaba toda. Luego el le dijo espera amor, espera, quiero ensartarte, ella se
tendi� sobre el sill�n, con las piernas abiertas, el se puso entre ella, y se la
apunto en su concha, y poco a poco fue introduci�ndola. Ella gritaba, lo
incitaba a que la cogiera, no soporte mas y corr� a mi cuarto y me tire en el
llorando de rabia.
Un d�a Miguel por fin llego con sus cosas a quedarse en casa,
�l ocup� un lugar en el cuarto de ella, pero a pesar de eso, resulto ser un
hombre adorable, buen esposo, nunca le faltaba el dinero. Entonces hubo mas de
comer, y mas cosas en la casa. Mi madre continu� trabajando, Miguel me
consent�a, yo segu�a admir�ndolo, como amigo, pero tambi�n como hombre, aunque
sabia que ese era un sue�o irrealizable para mi. Miguel �ngel era el marido de
mi madre.
Tan luego que �ngel llego a casa, todas las noches que me
mandaban muy temprano a dormir, yo no me dorm�a, siempre se escuchaban ruidos,
lamentos, jadeos de mi madre y de Miguel, yo imaginaba que hac�an lo mismo que
aquel d�a que los mire en la sala de la casa.
El tiempo pas�, no se cuanto tiempo trascurri� quiz� un a�o.
yo me sent�a mas madura, aunque un poco mas solita, pues mi madre llenaba todos
los momentos que Miguel, y yo pues creciendo, ya un poco mas embarnecida.
Un d�a estaba solita en casa, me arregle con ropa muy linda,
con ropa interior ya propia que guardaba celosamente, con unas zapatillas de mi
madre que ya casi me quedaban bien, me maquill�, quede muy, en eso escuche un
ruido. Me quede helada. No era hora de que alguien llegara a casa, sal� rumbo a
mi cuarto, parado frente a mi cuarto estaba Miguel �ngel
Vaya, Vaya, pero que veo aqu�. Mira nada m�s una linda
muchachita.
No pienses mal papi, yo no soy lo que t� piensas.
Que dir� tu madre si le platicara? Para lo que me gustan
a los putos.
Me lo dijo grit�ndome, tom�ndome por los hombros y
jalone�ndome. Se miraba sumamente enojado, me lo recriminaba. Nunca antes le
hab�a llamado papi, esa vez lo hice como queriendo, esconderme mi acci�n.
No, por favor papito, no le vayas a decir a mi madre. Te
juro que no vuelve a suceder
Pues creo que lo debe saber, para que ponga un remedio a
esta situaci�n.
Luego me dio muchos consejos, que yo era un hombrecito, que
no necesitaba de esas cosas, ya mas calmado me sent� sobre sus piernas, as� como
estaba yo vestida, me dijo que ese seria un secreto entre nosotros, pero que le
prometiera que no volver�a a suceder.
Te lo juro papacito, lo hice pensando que me ibas a
querer un poco m�s. Siento envidia porque quieres m�s a mi madre.
No Pienses, te quiero mucho, como un hijo, Tu madre es
diferente, ella es mi pareja, tu eres mi campe�n el hombre de la casa cuando el
no estuviera. Mientras acariciaba mi pelo, una de sus manos las puso sobre mis
rodillas desnudas. Yo sent� un escalofr�o en todo mi cuerpo, le di un beso en
las mejillas, y el correspondi� con otro en mi boca, luego con unas palmaditas
en mis nalguitas, me dijo:
Ve a cambiarte tu madre esta por llegar, no debe verte
as�, voy a invitarlos a comer fuera.
Si papi, yo quiero una hamburguesa, ya sabes que me
encantan.
Lo prometido ese d�a Jam�s cumpl� por supuesto, segu�
visti�ndome de ni�a, poniendo cuidado que no me sorprendiera, haci�ndolo, por
las noches antes de dormir, me ba�aba, me pon�a la ropa interior mas bonita que
ten�a, por ese tiempo ya tenia mi propia ropa interior, desde entonces me
gustaron las medias y ligueros, las batitas ligeras, y cosas as�,
Todo marchaba bien, mi madre hab�a ocupado un puesto m�s
importante, a �ngel le iba bien en su trabajo, hab�amos comprado una camioneta
minivan ultimo modelo, en ella sal�amos de paseo, Con Miguel �ngel mi madre
disfrut�bamos de su compa��a, un hombre muy atento con ella y conmigo, todo era
felicidad,
Por las tardes cuando estaba solita me met�a en mi cuarto y
me arreglaba muy bonita, con la ropa m�s linda y delicada que tenia, a veces me
vest�a de colegiala, otras como toda una se�orita, con una preciosa minifalda.
Una tarde con la seguridad de que mi madre tardar�a y que Miguel �ngel andaba
fuera de la ciudad, decid� salir a la calle, vestida como toda una se�orita ya
casi de noche me fui a un bar muy discreto, Ah� conoc� a Javier un se�or, como
de 35 o 40 a�os, muy agradable, me pregunto que si no estaba muy jovencita para
entrar ah�, le dije que tenia 18, acepto mi mentira, pero no dijo nada mas, me
invito una copa la cual acepte, estuvimos platicando, me dijo que a el le
encantaban las jovencitas de mi edad, que si aceptaba ser su amiguita, incluso
le acepte un beso, hasta la fecha seguimos siendo amigos.
No me di cuenta de la hora, sent� que el tiempo hab�a pasado
muy r�pido, me desped� de �l y sal� a la carrera, esperando llegar pronto a
casa, cuando entr�, Miguel �ngel hab�a llegado, trate de escabullirme hasta mi
cuarto, un poco de suerte lo lograr�a, al llegar, me quede helada, estaba parado
frente a mi cuarto, yo esperando una fuerte reprimenda.
Est�s preciosa, eres una se�orita muy linda. A ver cari�o
camina hacia all� y regresa.
Sent� su mirada puesta sobre mi cuerpo, una mirada morbosa,
llena de deseo, camin� lo m�s sexy y coqueta posible, lo mire a la cara y pase
mi lengua por mis labios, me di una vuelta para mostrarme ante �l, al final me
dirig� a mi cuarto y le mande un beso con la mano. No me dijo nada mas, me sent�
la mujer m�s sexy del mundo ante su mirada.
Por ese tiempo mi madre comenz� a sentirse desmejorada, la
situaci�n cambio. Mi madre fue internada en el Hospital sometida a fuertes
tratamientos, Miguel �ngel pasaba los d�as cuid�ndola. Yo, en casa, esperando
noticias, que casi siempre eran malas. Miguel �ngel, se ve�a muy preocupado. Yo
no le preguntaba, sab�a que las cosas no estaban bien. Casi un a�o trascurri�
hasta que por fin un d�a mi madre falleci�.
Luego del sepelio ya en casa, Miguel �ngel me tomo en sus
brazos de manera muy tierna, me dijo que el sent�a mucho la muerte de mi madre,
pero que ahora deber�amos resignarnos. Dijo que no me preocupara, siempre ver�a
por mi, era la promesa que le hab�a echo a Yolanda. Que respetaba mi forma de
pensar, y de sentir, que deber�a ser yo misma, respetar�a mis gustos, mis
necesidades, mis deseos, Se disculpo por lo sucedido aquella vez, ahora
reconoc�a mi forma de ser, que si a mi me agradaba, adelante. Y d�ndome una
nalgadita y me dijo.
Cari�o, que esperas ve a cambiarte, usa la ropa de tu
madre, la que mas te guste, te comprare ropa exclusivamente para ti, la que
mas te guste. Como vas a llamarte desde ahora.
Beatriz, papi, me gusta mucho ese nombre, pero tu ll�mame
Bety, muchas gracias
Claro mi amor, te llamar� Bety, como a ti te agrade.
Sub� a mi cuarto, feliz, por fin lograba mi mas grande deseo.
Ser toda una ni�a. Gracias a mi papi que me aceptaba as�, como a mi me gustaba.
Me arregle lo mas coqueta que pude, con una falda peque��sima, una blusa
escotada, y una ropa interior preciosa, me calce unas zapatillas de mi madre,
muy pintada de mi boca y mis pesta�as, baje
Preciosa, sencillamente preciosa. me has dejado
impresionado mi amor.
Gracias papito, todo lo aprend� de ella, al verla yo la
miraba se arreglaba.
Pues, vamos a cenar a un lugar agradable as�
platicaremos.
Si papito, vamos.
Me tomo de cintura hasta el auto, al subirme, y sent� su
mirada precisamente en mis piernas. Luego condujo hasta un Restaurante muy
elegante. Pasamos una tarde deliciosa, platicando y disfrutando el contenido de
pidi� una botella de vino rojo un mesero muy solicito nos atend�a.
Debemos platicar como va a ser tu vida, pienso que ya
decidiste como deseas ser, no puedo privarte de lo que deseas y necesitas,
siempre me pareciste muy linda y femenina Ahora vamos a hacer varias cosas.
Siempre lo he deseado papito, soy una ni�a, de mente y mi
deseo es vivir as�.
Por lo pronto vamos a cambiarnos a mi departamento, a
iniciar una vida nueva, ah� nadie te conoce, iras a otra escuela. Y
buscaremos ayuda profesional para que tus senos comiencen a crecer. Te
parece bien?
Claro que si papito. Eso es lo que quiero.
Estuvimos hablando de muchas cosas, nunca hab�a esperado eso
de �l, ahora lo ten�a. Luego me llevo a una boutique, para comprarme ropa, era
mi primer vez, nadie antes hizo por mi eso, escog� dos faldas peque�itas, dos
pantalones de tela stetch, pegad�simos a mi cuerpo, una bata cortita para
dormir, muy linda, transparente, dos juegos de ropa interior todo con el visto
bueno de Miguel �ngel.
Te vas a ver preciosa con esas minifaldas cari�o
Tu crees papito? No est�n demasiado cortitas?
Quieres usarlas? Cari�o, vas a lucir estupenda
Si, si quiero, si tu crees que me quedaran bien me la
llevo.
Dos d�as despu�s nos cambiamos a su departamento, muy bonito,
amplio, con mucha luz, tiene dos recamaras, un peque�o estudio con Divanes, una
cantina con todos las bebidas Televisi�n y computadora, cocina, comedor y una
amplia sala. La habitaci�n principal esta decorada con sencillez, con una
supercama, me dijo cual ser�a mi cuarto, y con el paso de los d�as me acompa�o
con un medico, y comenc� mi tratamiento, para el crecimiento de mis senos
Pronto me acostumbre a la comodidad, �l sal�a a trabajar, yo
me quedaba sola a disfrutar de mi feminidad, ver la tele, me vest�a muy coqueta,
a veces solo con mi ropa interior con una bata muy corta y transparente.
A veces me animaba y me bien arreglada sal�a a dar la vuelta,
sol�a ir al bar que ya conoc�a, me hice amiga de Ra�l, aquel se�or que hab�a
conocido mi primera vez. Ra�l resulto ser profesor de una preparatoria, con el
pase ratos agradables, en entendi� mi secreto, y me prometi� su ayuda
Una tarde, al entrar al estudio, me encontr� con Miguel �ngel
sentado en un banco de la cantina, vestido solo con su trusa, se notaba triste,
y que ya hab�a tomado varias copas.
Todav�a piensas en ella, verdad papito?
Si, aun pienso en ella.
No la vayas a olvidar jam�s, pero ya no te atormentes.
No mi ni�a, ya no voy a llorar, ella ya descansa en paz,
y la vida tiene que seguir.
Me acerque a �l, lo abrace cari�osamente, le di un beso en la
boca, el correspondi�, y tom�ndome en sus brazos me estrecho tiernamente, ten�a
sus piernas abiertas, y yo entre ellas, busco mi boca abierta, recib� un beso
con mucha pasi�n, su lengua busco la m�a, sus manos acariciaron mi espalda, me
pego a su cuerpo, sent� como su pene comenzaba a ponerse r�gido.
Papito, ya no te parezco un puto?
No cari�o, eres una linda muchachita, y me gustas mucho.
De verdad? No me enga�as. papito lindo?
Claro que no chiquita, me gustas y te deseo, te deseo
mucho.
Yo tambi�n te quiero mucho, y te deseo desde hace mucho
tiempo, papito.
Me beso en el cuello, sus manos bajo mi peque�a faldita
acariciaron mis nalgas, separ�ndolas, tocando mi peque�o anito, lance un quejido
de gozo.
As� papito, as�, me gusta mucho y te siento.
Bese su cuello con desesperaci�n, me fui resbalando,
recorriendo con mi lengua h�meda todo su pecho, lami�ndolo con suavidad, sin
prisa, dirigi� mi cabeza por donde deber�a besarlo, lamerlo, chuparlo, su cuerpo
ten�a un olor a hombre a macho caliente, a macho deseoso.
Con mis manos delini� su pene contra su peque�a tanga, �ste
se marcaba contra ella, queriendo salir. Lo mire directamente a los ojos, Miguel
�ngel adivino mi pregunta.
T�malo, es tuyo, disfr�talo.
Acerque mi cara a su pene, as� como estaba sobre su tanga, le
di peque�as mordiditas, lamidas en la punta. Luego volv� mi cara hacia �l en
se�al de aprobaci�n.
Sigue mamita, sigue, es todo tuyo, s�calo de su prisi�n,
has de �l lo que m�s te guste. T�malo en tus manos y Acar�cialo, desc�brele
su cabeza, l�melo, ch�palo.
Con mis manos lo acaricie sobre su trusa, lo hice lentamente,
como queriendo prolongar esa caricia que tantas veces quise hacerle, lo volv� a
morder, a lamer, lo ve�a a trav�s de la tela de su trusa, lo admiraba, lo
deseaba, quer�a prolongar el tiempo, no ten�a prisa.
Anda, preciosa, s�calo para ti, b�salo, m�malo, desfruta
de mi verga.
Si, papi, me encanta tu pene, me fascina tu verga, se ve
riqu�sima, siempre me gust�.
Pues anda cari�o no te quedes con los deseos.
Le baje la trusa entonces apareci� desnuda, su cabeza
brillante, la cog� con mis manos, le di un beso en la punta de la cabeza y luego
la lam�, mis manos acariciaron sus test�culos. por primera vez pod�a disfrutar
la verga de un hombre, y era precisamente la verga de Miguel �ngel, el hombre
que siempre hab�a deseado, el que fuera el hombre de mi madre.
M�mame la verga Preciosa, ch�pala g�zala, disfr�tala.
No lo pens� mas, abr� mi boca y la fui disfrutando, lamiendo,
chupando, mamando. Que delicia, ahora estaba yo ah�, mamando la verga que alguna
vez fue de mi madre, d�ndole mucho placer, una y otra vez sal�a y entraba a mi
boca, yo ve�a como se retorc�a, como disfrutaba del momento. Hasta que me dijo,
Espera mi reina, detente.
Me tomo entre sus brazos, me llevo a su recamara, me puso
sobre la cama, con mis piernitas abiertas, el parado frente a mi, con su verga
erecta, su cara mostraba deseo, necesidad de tenerme. Hinc�ndose frente a mi
acaricio mis nalguitas, mis peque�as tetas, Se coloc� entre mis piernas, lami�
mi peque�o penecito, luego se bajo abriendo mis nalguitas, lami� entre ellas,
que rico, que hermoso era tener sexo con Miguel �ngel
Mamita, te voy a penetrar.
Hazlo papito. Hazlo
Te puede doler mi reina
No importa lo estoy deseando.
Entonces se puso a mi lado, su cuerpo sudoroso, con olor a
hombre, con su verga bien erecta, me ten�a loca, coloco su verga entre mis
nalgas, como prepar�ndome para la introducci�n
Te gusta la verga, mamita.
Me encanta, me gusta mucho papito.
Eres tan caliente como ella verdad?
Si, me encanta tanto como a ella, pero ahora soy yo la
que te disfruta de ti mi amor.
Sent� una presi�n tratando de vencer el obst�culo. Cerr� mis
ojos, yo ayude poni�ndome flojita, y sent� como entraba, como me invad�a.
Sigue papito, sigue. M�teme la verga, toda.
aguanta un poco mas cari�o, ya va, ya te entra mamita.
Fue en ese momento que sent� como me invad�a, como entraba su
verga dentro de m�, me llenaba. me satisfac�a. Hacia presi�n para tenerme toda
empalada, su boca abierta busc� la m�a, su lengua se junto a la m�a, yo lo
abrace, me pegue a �l, lo deseaba,
Si, papito, sigue, te siento dentro de mi, por fin.
Si, hijita, lo se, estas sabrosa, bien apretada,
Comenz� a moverse, a entrar y salir, lo hac�a con mucho
cuidado, sus manos tocaron mis peque�os pechitos, y en mi peque�o pene bien
parado, sent�a deseos de terminar de venirme, a �l lo sent�a tremendo, era mi
primera vez,
Si, papito, as�, sigue, m�teme la verga, toda, soy para
ti, soy tu putita.
Si mi reina, lo eres, y vamos a pasar momentos muy lindos
tu y yo. Vas a ver.
Mamita, estoy por venirme, siento que me viene, tu como
estas?
Igual papito, m�tela termina dentro de mi.
Entonces se puso r�gido y sent� como exploto dentro de mi
colita, el me masturbaba.
Termina bebita linda, �chalos fuera, anda mi reinita.
Entonces me vine en sus manos. Su boca se junto a la m�a.
Por fin mi amor, que sabroso.
Si, mi reinita, que linda eres, que sabrosa estas.
Esa noche, disfrutamos, dormimos juntitos. Nos dese�bamos los
dos. Por fin ten�a al hombre que tanto deseaba.
Ojal� les haya gustado mi relato. Aun vivo con el. Pero han
pasado cosas que alg�n d�a platicare.