Tras muchas divagaciones, finalmente me convencieron para ir
de cocinero al campamento. Lo cierto es que no me hacia mucha gracia, no tanto
porque no me gustase cocinar, sino porque me iba a tirar la mayor parte del d�a
encerrado en la cocina para tener las comidas a la hora en punto. L�gicamente,
uno espera aprovechar un poco mejor sus vacaciones. Por otro lado, se trataba de
un campamento en el que los chavales que iban eran un tanto conflictivos
(proven�an de entornos familiares complicados y de clases m�s bajas que medias)
y en edades conflictivas (entre 14 y 16 a�os). Estuvieron 2 semanas calent�ndome
tanto la cabeza con que no hab�a nadie m�s que se ofreciera y con que al final
me lo pasar�a bien, as� que acced�. Ya conoc�a a la mayor�a de monitores y
monitoras de antes, y la verdad es que son gente con la que es dif�cil no
divertirte, as� que cruce los dedos y confi� en poder escaquearme de la cocina
con alguno alg�n rato e ir a la piscina o al pueblo a desconectar.

No me equivocaba, no hab�a hecho m�s que aterrizar en aquella
casa perdida en mitad del monte y las quejas de los chavales comenzaron
aparecer: que "no me gusta esto", que "en mi casa nunca como de lo otro"... Pero
los monitores me tranquilizaban dici�ndome que eso era as� siempre,
independientemente del cocinero, que no me preocupara.

Lo cierto es que al final me lo estaba pasando genial. Por un
lado, los chavales eran mucho m�s agradecidos de lo que en principio cre�a,
probablemente porque la vida les hab�a tratado demasiado mal para su corta edad.
Por otro lado, los compa�eros eran cojonudos y nos pas�bamos los d�as y las
noches ri�ndonos. Me asombraba la paciencia y el afecto con el que trataban a
los chavales, y c�mo estos les respond�an. Muchos deb�an recibir all� el afecto
que en sus casas les negaban. Eran chavales duros, que hab�an crecido en la
calle, algunos entre chabolas y camellos, y sin embargo en el fondo eran trozos
de pan en cuanto recib�an algo de atenci�n y afecto. Sin embargo no todo el
monte era or�gano. Tambi�n estaba Arancha.

Arancha, o Aran, como todos la llamaban, era con diferencia
la peor de todos y todas. Yo jam�s hab�a visto a un renacuajo de 16 a�os como
ella, hablar con tanta autoridad, ser tan manipuladora y tener tanta malicia. Y
digo bien: malicia. Era capaz de hacerte plantearte que co�o pintabas dej�ndote
los cuernos all� para gente como ella. Se hab�a hecho una minipandilla con otras
dos amigas, de 15 y 16 a�os, y se dedicaban a sabotear todo el trabajo que
hab�an preparado mis compa�eros durante meses con tanta ilusi�n. Desautorizaba a
los monitores constantemente, cuestionando todo, ri�ndose de todo, y con esa
media sonrisa siempre en la cara, como quien se siente en la cima del Mundo. Que
un ni�o llevaba 3 d�as haciendo una figurita para su madre, se la romp�an s�lo
por aburrimiento; que no le gustaba la actividad que tocaba, se pon�an a
trastear con lo primero que tuvieran a mano; se pon�an a insultar a la gente
mayor del pueblo, e incluso ten�amos que tener cuidado con ella para que no se
metiese en peleas con todo chico del pueblo que la mirase (si, con los CHICOS.
Os aseguro que si no era m�s fuerte que ellos, le echaba dos huevos y llegaba a
acojonarlos). El motivo de esas miradas sol�a ser que la chavala no ten�a mal
cuerpo para su edad. No era demasiado alta, m�s bien delgadita, con un culito
redondito y resping�n que llenaba los ch�ndal que llevaba, y unos pechos que,
aunque les quedaba por crecer, ya no eran incipientes y se adivinaban firmes y
duros bajo la camiseta , por holgada que fuese. Aunque yo tuviera 24 a�os y ella
s�lo 16, y tuviera que mantener la cabeza fr�a por mi posici�n de autoridad
frente a ella, a veces me resultaba inevitable clavar mis ojos en el tanga que
se transparentaba a veces bajo su ch�ndal, o en la curva que hac�an sus pechos
cuando llevaba camiseta de tirantes. Y lo que fue una aut�ntica tortura, fue el
d�a que desde la ventana pude observar como se pegaba a su bien desarrollado
cuerpo, el biquini verde que luc�a. Era imposible que los ojos no se te fueran
hacia sus marcados pezones, o hacia el pliegue de su culito o de su sexo. Pero
lo que m�s me excitaba era esa mirada, a veces desafiante y a veces suplicante y
picarona que se asomaba tras su pelo. Lo cierto es que no era una belleza de
cara, era m�s bien el morbo que despertaba el hecho de que con una mirada te
pod�a dejar embobado o en el peor de los rid�culos.

Un d�a la gota colm� el vaso de Arancha. Tras una bronca
especialmente monumental, fue a una monitora con la que ten�a especial
confianza, y le cont� de que 2 monitores la hab�an "tocado". Obviamente, por muy
desconfiada que fuera aquella monitora, pondr�a siempre la mano en el fuego por
todos sus compa�eros, as� que aprovecho para tirarle un poco de la lengua,
pregunt�ndole que como fue, que quienes fueron, que por qu�... El caso es que al
final s�lo la hab�a tocado uno (mi amigo Luis, que era un t�o cojonudo y que a
veces me ayudaba en la cocina) porque no les hab�a dado tiempo a m�s, ya que se
acababan las actividades y ya volv�an todos los ni�os y ni�as, pero que hab�an
estado demasiado "cari�osos" con ella.

Esta monitora no le dio importancia al asunto, y le quit�
hierro en su conversaci�n con Arancha. No nos hubiera comentado nada a ninguno
si no fuera porque al d�a siguiente hubo una pelea relacionada con ese asunto.
Otra ni�a se pegaba con Arancha por difundir ese rumor. Le dec�a que lo que le
pasaba es que a ella le gustaba Luis, y que como �l pasaba de ella porque era
monitor, ven�a con ese cuento. Imaginaos al enterarnos el resto del motivo de la
pelea. El caso es que dejamos el tema estar para hablarlo tranquilamente los
monitores por la noche, con las ideas un poco m�s claras y los �nimos m�s
serenos.

Lo cierto es que el tema era de extrema gravedad. Sab�amos
que la mayor�a de los chavales nos conoc�an a todos de hac�a tiempo, por lo que
nunca dar�an cr�dito a Arancha, pero, �y si una vez llegados a Barcelona a alg�n
chaval se le ocurre comentar algo referente al tema?.

- "�Sabes lo que dec�a la loca de la Arancha? Que le hab�a
metido mano el Luis, el monitor"- �Qu� padre no fruncir�a el ce�o ante esa
afirmaci�n, por mucho que conociera al bueno de Luis?. La hija de perra se hab�a
aprovechado de los esc�ndalos que �ltimamente ocurr�an en Espa�a para soltarnos
una mentira que nos pod�a joder mucho m�s de lo que ella pensaba.

Luis estaba cabreado como nunca le hab�a visto antes. Imagina
un tio agradable, jovial, que se dejaba la piel por sus chavales, con un careto
de mosqueo que parec�a que se iba a liar a hostias en cualquier momento. Yo creo
que toda su vocaci�n le acababa de dar un vuelco. Entonces, en medio de la
reuni�n en la que discut�amos qu� hacer al respecto, de una compa�era surgi� la
idea:

-"Vale, pues lo que ten�is que hacer es amenazarla con
violarla"- Me resulto raro que una mujer apoyase una idea referente a un acto
tan ultrajante para la victima.

- "Si, que vea la posibilidad real de que eso ocurra para que
sepa de qu� co�o esta hablando y la pr�xima vez cuide un poco en qu� temas se
mete a jugar". Ma�ana hay excursi�n"- prosigui�-"y ella se queda aqu� castigada.
As� que la pod�is acojonar por la tarde. Pero id todos, a saco a por ella.
Nosotros nos encargamos del resto de chavales. A ver si se espabila de una puta
vez".

Yo no es que entienda mucho de las funciones de los monitores
pero estaba shockado. - Nadie en la sala se ha opuesto a la idea � pensaba -
Esta chica debe ser mucho peor de lo que yo he visto en estos d�as.

Esa noche no pegu� ojo. Pero no por excitaci�n sexual, sino
porque me parec�a muy fuerte lo que �bamos a hacer, y tambi�n ten�a miedo de mi
reacci�n. La chica era muy lista, y si me echaba a re�r o se me notaba de alguna
manera que estaba fingiendo, se reventaba la situaci�n.

Al d�a siguiente hicimos lo acordado. Las monitoras se
llevaron al resto de chavales, y Arancha se qued� castigada limpiando la casa.
Esperamos un buen rato despu�s de que se hubieran ido, al fin y al cabo ten�amos
toda la tarde para hacerlo, as� que quer�amos ultimar todos los detalles para no
cagarla. Esperamos a que llegase a la zona de dormitorios, en concreto a una
habitaci�n en la que hab�a 3 camas en l�nea. All� estaba ella barriendo en la
penumbra que dejaba entrar la persiana medio echada, cuando entramos los 4
monitores y el cocinero.

� "�Bueno, qu�. Se te pasan las ganas de ir diciendo
gilipolleces por ah�?"- Pregunt� Luis, un poco m�s adelantado que el resto, que
permanec�amos impasibles detr�s de �l y obstaculizando la puerta.

- "Vete a tomar por culo" � Respondi� ella.

- "No, en serio, cu�ntame ahora que es eso de que este y yo
te hemos tocado"- dijo se�alando al otro monitor en cuesti�n. Lo cierto es que
era tan poco habitual verle serio que acojonaba.

Ella puso una cara de "mierda, como salgo de esta", hasta que
Luis dijo la frase fatal:

- "�Pues sabes qu�?, que te prepares porque ahora si te vamos
a violar"- Y cerramos la puerta.

Tengo grabada la imagen de sus ojos como platos, su
respiraci�n agitada y sus manos agarrando la escoba sin variar un cent�metro su
postura, como paralizada.

�"Vamos a agarrarla"- orden� Luis. Entonces ella se li� a
patadas y escobazos, y a llamarnos hijos de puta, y a amenazarnos de muerte, y a
todo lo que le dio tiempo hasta que entre los 5 la redujimos sobre la vieja
colcha verde que cubr�a la cama del medio. Lo cierto es que entre agarr�n y
agarr�n, no pod�a evitar disfrutar con el tacto duro de sus piernas, o
aprovechar para mirarle sus bien puestas tetas cuando se le holgaba la camiseta
de tirantes que no le tapaba el ombligo. Toda la tensi�n acumulada, se estaba
convirtiendo en excitaci�n sexual que hab�a aprovechado todos los roces posibles
con el cuerpo de la muchachita, para saciarse.

Finalmente acabamos 4 agarr�ndola uno de cada miembro y Luis
al lado izquierdo de la cama arrodillado. Desde mi posici�n, agarrando la pierna
derecha, ten�a una vista inmejorable de su sexo, entre sacudida y sacudida.
Empec� a ser consciente de que esa situaci�n me estaba poniendo a mil, viendo
sus pechos subiendo y bajando con la respiraci�n entrecortada, bajo la camiseta
de tirantes naranja, que se le hab�a enrollado bajo los mismos con el forcejeo.
Me empec� a avergonzar y a sentir como un loco pervertido, pero lo cierto es que
todos la mir�bamos con un deseo que llegaba m�s all� del papel que
interpret�bamos. Incluso cruzamos alguna mirada de las que dicen "joder, pues si
que esta buena la cabrona". Luis era el �nico que permanec�a impasible, serio,
mir�ndola fijamente a los ojos desde el lateral de la cama.

- "Que te pasa ahora �eh?. Vas diciendo por ah� que te hemos
tocado, violado o qu� se yo. As� que como los chavales lo van a soltar en cuanto
lleguen a casa y nos vamos a meter en l�os, pues por lo menos lo disfrutamos de
verdad, �no crees?"- Lo cierto es que solo sus dos amigas daban cr�dito a las
cosas que ella contaba, los dem�s ya hab�an aprendido hace tiempo a desconfiar
de ese mal bicho, y cualquier monitora pondr�a la mano en el fuego por nosotros.
Pero ella no lo ten�a tan claro, y nos amenazaba con denunciarnos, cortarnos los
cojones, etc...

Y ah� llego el golpe de efecto que pon�a fin a todo. Luis
dijo:

- "Pues mira cabrona, podr�amos follarte todos, pero nos das
tanto asco que no lo har�amos ni aunque nos pagases"- Luis se dio la vuelta
despreci�ndola, pero antes de que la solt�semos, tuvo su respuesta:

- "Tu no follar�as ni pagando hijo de puta, sois una panda de
maricones acojonados, que vais de malotes y os vais a cagar todos".

Error.

Luis se dio la vuelta como un resorte y le puso la mano en el
co�o.

-"�C�mo dices zorra?"-. Todos nos quedamos helados. Esa
imagen de la cara de susto de ella, luego sus intentos de zafarse, sus gritos, y
la inamovible mano de Luis nos puso a cien a todos. Le estaba masajeando el co�o
y de vez en cuando se lo pellizcaba con el pulgar y el �ndice sobre el pantal�n.
Puso su cara muy cerca de la de ella y le dijo:

- "Ya no eres tan chula �eh?, puedes gritar lo que quieras,
aqu� nadie te va a o�r ni a ayudar, y tenemos horas para hacerte lo que
queramos"- Definitivamente, los bultos de nuestros pantalones cortos reflejaban
que se nos estaba yendo de las manos. Se mezclaba la sensaci�n de tener una
chica con tanto morbo como ella, a nuestra merced, con la sensaci�n de venganza
y de darle su merecido a esa peque�a zorra.

Ella le escupi� a la cara y Luis subi� su mano hasta su pecho
izquierdo apret�ndoselo con fuerza.

-"Esc�peme otra vez zorra, a ver si tienes huevos"- Bueno,
ella ya sab�a que iba en serio, porque el grito que hab�a soltado al agarrarle
el pecho, se convirti� en un susurro y empez� a medio llorar.

-"Dejadme por favor, que ya no digo nada, de verdad"

-"�Seguro?"- tante� Luis. Arancha, al creer que ganaba
terreno, no pudo evitar que se le notase que eran l�grimas de cocodrilo y que en
sus ojos se revelase el odio y el deseo de venganza propios de una mente
criminal en potencia. El siguiente paso de Luis fue soltar su amasado pecho y
bajarle los pantalones hasta las pantorrillas. Entre gritos y patadas, le
ayudamos y la dejamos abierta de piernas con una espl�ndida vista de su tanga de
dibujitos. Los que se ocupaban de los brazos ya ve�an que esto iba en serio y
comenzaron a masajearle las tetas sobre la camiseta con total impunidad.

-"�Sois unos hijos de puta, soltadme!"-Gritaba ella con odio.

- "Una t�a con pelitos en el co�o como t�, ya deber�a saber
que con ciertas cosas no se debe jugar"- Dijo Luis recorriendo con sus dedos el
lateral del tanga y dejando ver parte de su sexo.-"Pero no te preocupes que te
vamos a ense�ar lo que le pasa a las zorritas como t�".

Tanto yo como el otro monitor que agarraba la otra pierna,
nos conform�bamos con sobar sus tiernos y firmes muslos hasta sus ingles, y
mir�bamos con envidia c�mo los que le sujetaban los brazos ya hab�an empezado a
meterle mano por debajo de la camiseta, sobre el sost�n.

Entonces Luis se subi� a la cama de rodillas y se quit� los
pantalones dejando su mastil apuntando a Aranchita.

-" �Hijo de puta me vas a pre�ar!"-Gritaba.

Pero �l se dej� caer despacio sobre ella y apoy� su glande
sobre su tanguita, haciendo una ligera presion primero, y comenzando a
restreg�rselo despu�s. Lo pasaba por encima y luego por el borde, rozando sus
labios vaginales. Poco a poco fue subiendo por su cuerpo, rodeando su ombligo y
despu�s hasta su canalillo, dejando un reguero de l�quido preseminal por donde
hab�a rozado su glande.

-"�Qu� pasa, no te gusta?"-Luis ten�a una cara de placer
desencajada.-"Venga co�o, vamos a ver que tetas se gasta la putita esta".

Luis la agarr� de los brazos y los dos monitores aprovecharon
para quitarle la camiseta y el sost�n. En ese momento casi se nos escapa, pero
entonces reaccion� con la urgencia de la excitaci�n, y lanc� mi mano a su sexo
pellizc�ndoselo por encima del tanga. Ella grit� de dolor, pero entendi� que
deb�a quedarse quieta. As� que desde ese momento, apenas se zarandeaba.

Ya sin sujetador, Luis continu� sus restregones rodeando sus
pechos, sus pezones, para luego colocar su polla entre sus tetas.

-"Hey t�os, tiene un buen par de tetas para hacer
cubanas"-Dijo pajeandose un poco con ellas-"�Qu� tal si me la chupas un poco
zorrita?"dijo golpe�ndole la mejilla con la polla. Ella le tir� tales bocados
que hicieron enseguida cambiar a Luis de opini�n.-"Ya tragar�s zorra. Abr�dmela
bien, que yo s� quiero probar a qu� sabe este chochito".As� hicimos y hundi� su
cara en el conejo de Arancha, lamiendo su tanga, apart�ndolo con la lengua, y
luego comi�ndole el co�o de una forma que hac�a que Arancha soltase un suspiro
que otro entre insultos y gritos.

A m� se me ocurri� una idea. Como Luis ya pod�a sujetarle las
piernas casi s�lo, le avis� y me fui un momento al dormitorio de Ana, una
monitora que estudiaba medicina, para volver 5 minutos despu�s y encontrarme a
Luis sobre Arancha diciendo "Osea que yo te pon�a �eh? Pues disfruta que ahora
te voy a follar. Su comida de co�o hab�a surtido efecto y la hab�a humedecido
contra su voluntad lo suficiente como para lubricar bien la entrada a su cueva.

-"�No me folles sin cond�n, joder, me vas a pre�ar!"-Ahora
sus l�grimas s� que eran reales.

-"Vaya, por lo menos s� que aprendi� algo en las lecciones de
sexo"-Ri� Luis-"Pues aprende ahora lo que es tener una polla entre las piernas"-
Y le meti� apenas un tercio de su verga, arrancando un grito y unos movimientos
salvajes de Arancha. No se la meti� mucho, la verdad, probablemente era virgen,
cosa que descubri� Luis y que nos puso infinitamente m�s cachondos. Poco a poco
comenz� el mete saca lentamente, para ir abri�ndose paso y enterrando cada vez
m�s su miembro. Mientras que ella se qued� m�s quieta, viendo que no ten�a
escapatoria ninguna.

En ese momento me acerqu� a Arancha.

- "�Sabes qu�?, que no solo te va a follar �l"-Le susurre al
o�do entre las embestidas cada vez mas fuertes de Luis -"Y adem�s nos vamos a
correr todos dentro".

-"Noooo". Pudo contestar entre gemidos de dolor y sensaciones
nuevas que descubr�a.

-"Pero yo tengo la soluci�n a tus problemas, �recuerdas la
clase de educaci�n sexual?"- Y entonces saqu� mi as de la manga- "Esto es una
p�ldora del d�a despu�s"- Dije sacando del bolsillo una de las que Ana llevaba
siempre en su bolso por si acaso, y que hab�a conseguido en un Centro de Salud.
Arancha no apartaba los ojos de la p�ldora.

-"�La quieres?"- Le dije.

- "S�, d�mela"- Susurr�.

Este era mi momento, me baj� los pantalones y me puse la
p�ldora debajo del prepucio.

-"Pues te vas a tener que portar bien, y sin tonter�as".

Ella comenz� a llorar de nuevo y apart� la mirada, momento
que aproveche para coger la p�ldora y tirarla bajo la cama.

-"Yo que t� lo har�a, si o va a ser mucho peor para ti"-Dije
apuntando con mi pene a su cara y acerc�ndome con mi mano en su mejilla. Ella se
dej� hacer.

-"Ahora vas a probar el sabor de una polla, putita".

Me recorri� un gusto indescriptible al mirar a Luis
follandosela, mientras 3 pares de manos la magreaban por todo el cuerpo, y ver
sus ojos desafiantes sometidos a mi voluntad mientras abr�a la boca con
resignaci�n para probar su primera polla. Luego el roce de sus labios y de su
lengua, que seguro buscaba infructuosamente la p�ldora bajo mi prepucio. Por un
momento perd� el control y empec� a met�rsela tan adentro que le daban arcadas
mientras le amasaba un pecho. Era mucho m�s suave y duro de lo que hab�a
imaginado. Y Luis se corri� y pregunt� por el siguiente. Mi compa�ero que
sujetaba la otra pierna se abalanz� sobre ella sin pens�rselo 2 veces y se la
empez� a follar sin piedad mientras le estrujaba las tetas. Ella se defendi�
mucho m�s, estando a punto de morderme la polla, y �l la amenaz�:

-"O te portas bien o tambi�n te vamos a follar por el culo"-�
Fue como un sedante.

-"Tranquila, que ning�n monitor te la va a meter por el
culo"- Le promet� mientras volv�a a acercarle la polla a la cara y le aproximaba
de nuevo sus labios con mi mano en su mejilla, con la ternura de quien amamanta
a un bebe. Pero esa forma tan brutal de follarla me hab�a encantado, creo que en
ese momento si hab�a tenido lo que se merec�a.

Tras correrse dentro, ped� mi turno. Su co�o estaba h�medo
despu�s de 2 corridas, pero estaba tan apretado que me deleite con la sensaci�n,
primero, de mi polla frot�ndose entre sus labios vaginales. Le dedicaba un poco
de tiempo al cl�toris y le acariciaba de nuevo la vulva hacia abajo. Despu�s la
introduje poco a poco hasta el fondo y me quede as� unos segundos, disfrutando
del interior de su caverna. La foll� suavemente mientras le pellizcaba los
pezones, y masajeaba su cl�toris, hasta que consegu� lo que quer�a, comenz� a
respirar m�s fuerte y entrecortado. Esper� a que se acostumbrase a esa nueva
situaci�n y le dije:

- "�Estas disfrutando guarrilla?".

Pero antes de que me respondiese, se la enterr� de un golpe
hasta los huevos, haciendo que gritase como hac�a rato. Empec� a follarmela con
rabia mientras que apretaba con fuerza sus pechos y tironeaba de sus pezones sin
piedad. Los dem�s me vitoreaban:"dale duro a esa zorra". Nunca hab�a follado as�
con nadie y nunca iba a tener una oportunidad m�s propicia que esta. Todos se
quedaron pasmados cuando de repente dije:

- "Dadle la vuelta que le voy a estrenar el culo".

- "Nooo, hijo de puta, me dijiste que ning�n monitor me la
iba a meter por el culo"- Llor� ella.

- "Ya, pero yo no soy un monitor zorrita, soy el
cocinero"-Respond�.

Cost� un poco darle la vuelta, pero ah� estaba ese culo que
tanto me hab�a perturbado al verla en la piscina.-"Pero qu� culito tienes
zorra"- Exclam� ante tal redondez en pompa esperando a ser sometida por m�.
Apret� fuerte mi polla llena de flujos, pero no pasaba ni medio glande.

- "O te relajas un poquito o te voy a hacer mucho da�o"- le
advert� meti�ndosela bruscamente en la vagina. As� poco a poco empujando,
consegu� meter el glande. Y en ese momento ella se zaf� un poco y, al moverse,
se enterr� sin querer unos cent�metros m�s de mi polla ella sola. Dios, que
apretado estaba, y sus movimientos de fuga con mi polla en sus entra�as me
estaban volviendo loco de placer. Pero desgraciadamente perdi� pie y cay� boca
abajo en la cama. Momento que aprovech� para tumbarme encima y bombearla con
todo hasta que me corr� dentro. Sintiendo c�mo los chorros pasaban desde los
huevos, a lo largo de mi comprimida polla, hasta su estrenado culo.

Aguant� unos segundos as�, disfrutando la corrida. Hab�a
estado tan a gusto que no me hab�a dado ni cuenta de que los otros se hab�an
adue�ado de su boca en alg�n momento de mi follada. Finalmente me levant�,
dejando el sitio a otro, me vest� y me dirig� a vigilar, por si acaso surg�a
alg�n imprevisto y los excursionistas volv�an antes de lo establecido.

Justo antes de cruzar el umbral me di la vuelta para decir:

-"Ah, por cierto, casi me olvido, la p�ldora del d�a despu�s
se me call� debajo de la cama"- Luego me march� escuchando por el pasillo risas
y jadeos que recordar�a toda mi vida.