El d�a anterior fui a la est�tica, me pint� unos rayitos en
el cabello ya que la verdad quer�a verme muy guapa para ver si de esa forma
lograba garantizar para el hotel los contratos de eventos del sindicato de
maestros. A lo mejor est� mal que lo diga pero mi nueva imagen me hab�a tra�do
muy buenos resultados durante ese d�a lo cual me dio tranquilidad para mi cita
del s�bado siguiente.

Me levant� muy temprano para arreglarme, aunque record� que
ellos me iban a dar mi uniforme, por lo que s�lo me puse una playerita rosa de
manga corta y una falda de mezclilla. Record� que les hab�a llamado mucho la
atenci�n el vestidito que me hab�a puesto y recordando lo que hab�a pasado el
d�a que los visit� y que estuvimos en la universidad, me imagin� que el uniforme
que me dar�a ser�a una minifalda super cortita, as� que me puse una tanguita
blanca que de los costados sube un poco m�s arriba de la cadera, casi hasta la
cintura quedando en forma de tri�ngulo como si fuera bikini (la mayor�a de las
que uso s�lo llegan a mi cadera por los costados), de atr�s es un hilo delgado
que se mete por completo entre mis nalgas a excepci�n de un triangulito que es
donde se une con los hilos de los costados; me puse un sujetador de media copa
sin encaje pensando que me dieran una blusa que fuera muy pegada, lo malo era
que mis pezones se me marcaban mucho. Como era un encuentro informal no me puse
medias, s�lo tom� unos tacones blancos y me esper� a que pasaran a recogerme.

A las diez en punto pas� por mi un joven de unos 30 a�os, se
ve�a que era de origen humilde y tra�a una camioneta con las siglas de la
universidad. Me cost� un poco de trabajo subirme a la camioneta, por lo que la
minifalda se me subi� hasta casi mostrar mi tanguita, me la acomod� de inmediato
y nos dirigimos al auditorio. Para bajarme de la camioneta fue la misma
situaci�n, pero ahora no me import� nada y dej� que la minifalda se me subiera
hasta casi la cintura, ense��ndole mi rajita cubierta por el delicado encaje de
mi tanguita.

En el auditorio hab�a mucha gente, no se cuantos equipos
ser�an pero estaban muchos se�ores que intu� eran maestros y algunos se hac�an
acompa�ar de sus familias. En cuanto me vio, se acerc� el profesor con el que no
hab�a cogido la semana pasada cuanto los hab�a visitado, tra�a una mochila en la
mano y al estar frente a mi me abraz� por la cintura d�ndome un beso en la boca,
aunque como no lo esperaba no abr� mis labios.

Me tom� del brazo y nos dirigimos a los ba�os, me entreg� la
mochila y me esper� afuera. Me met� de prisa para cambiarme (Sergio me hab�a
puesto nerviosa), el traje no era la minifalda que hab�a imaginado, era un
pantal�n color azul cielo y un top blanco, las dos me quedaban super pegados,
pero fue hasta que me vi en el espejo que me di cuenta de c�mo me ve�a. En
cuanto sal� del privado unas se�oras que estaban en el ba�o se me quedaron
viendo con cara de asombro, su mirada era de sorpresa y molestia por como me
ve�a y al verme en el espejo las comprend�. El pantal�n se me adher�a como una
segunda piel, delineaba mi cintura y mi cadera como nunca lo hab�a visto con
otra prenda, se me met�a por completo entre mis nalgas haciendo notar mi
tanguita completamente por el frente, incluso el encaje tambi�n se ve�a
claramente, lo malo era que el corte del pantal�n era a la cadera y se alcanzaba
a notar los hilos de mi tanguita por los costados y un poco por detr�s.

El top era de manga corta, tambi�n me quedaba exageradamente
ajustado pareciera como si me lo hubieran pintado encima de mi cuerpo, la
redondez de mis tetas se marcaba de una manera exagerada haciendo que lucieran
m�s grandes a�n de lo que ya son, mis pezones parec�an que iban a salirse
rompiendo la blusa y se me marcaban por completo, incluso la aureola que los
rodea se notaba a distancia. Me alarm� un poco por la forma en que me ve�a pero
tambi�n me excit� el pensar que los hombres me devorar�an con su mirada en
cuanto me vieran vestida as�.

Sal� del ba�o mostr�ndome un poco t�mida, Sergio me estaba
esperando y en cuanto me vio su mirada la clav� en mis tetas, o mejor dicho, en
mis pezones que eran muy notorios y no s�lo por lo r�gidos que se me hab�an
puesto, sino por la forma en que se me transparentaban. Se dirigi� hacia m�
indic�ndome que me diera una vuelta, muy obediente me la di para dejarlo
disfrutar un poco y en cuanto me tuvo al alcance me abraz� por la cintura y puso
sus manos sobre mis nalgas

Me llev� abrazada por la cintura hasta el centro del estadio,
ah� estaban varios se�ores platicando en espera de iniciar la clausura de su
torneo, en cuanto me vieron su mirada recorri� mi cuerpo de arriba abajo, yo
caminaba muy derechita mostrando mi cuerpo como nunca antes (al menos como nunca
hasta ese momento, ya que lo que iba a pasar por la noche ser�a peor) pero ten�a
mis brazos cruzados tapando mis tetas. Cuando llegamos con ellos me presentaron
al delegado (que al parecer era su jefe y se llamaba Pedro), sus ojos los sent�
pegados sobre mi

Pedro tendr�a unos 40 a�os, estaba un poco pasado de peso,
ten�a el cabello canoso y bigote espeso, vest�a de jeans, botas vaqueras y
camisa abierta casi hasta su gran est�mago, cuando me acerqu� a �l, me
impresion� que tan temprano oliera a alcohol. Yo me sent�a excitad�sima, siempre
me ha gustado provocar a los hombres vistiendo atrevida, pero en esta ocasi�n la
ropa que tra�a me hac�a ver como nunca lo hab�a siquiera pensado, esto era
demasiado y adem�s estaba rodeada de hombres, me sent�a como una puta que
hubieran contratado para deleitarse, vestida as� me sent�a como si mi �nico fin
fuera prestarme a los antojos de los hombres y satisfacerlos entreg�ndome a
ellos, sent�a que mi desnudo y predestinado a calentar a los hombres. Por un
momento me sent� mal conmigo misma, pero todo esto me estaba gustando, aunque no
sab�a si podr�a controlarlo.

En cuanto baj� los brazos y mostr� mis tetas que se
trasparentaban a trav�s del delgado top, escuch� algunos silbidos de los se�ores
que estaban a mi alrededor y comentarios

Me qued� callada y sin moverme, no pod�a hacer nada, estaba a
su merced y eso me excitaba, me pon�a a mil ver lo que hab�a provocado en ellos.

Sergio le dijo algo en secreto al delegado y �l s�lo sonri�
con malicia volte�ndome a ver. El delegado puso en orden a todos y a una
indicaci�n suya todos se alinearon de frente a la tribuna para empezar la
ceremonia de clausura, tom�ndome del brazo me jal� a su lado en lo que iniciaba
los honores ala bandera. Despu�s un se�or dijo unas palabras y le pidi� a "don
Pedro" que pasara al micr�fono, as� que con su brazo me rode� la cintura y
caminamos al frente muy juntitos, como si �l fuera mi novio o algo as�.

En todo el auditorio se escucharon expresiones y algunos
silbidos dirigidos a mi, Pedro me abraz� m�s fuerte peg�ndome a �l y yo empec� a
caminar un poco m�s sexy, toda esta situaci�n ya me casi me ten�a fuera de
control. Nos paramos de frente a la tribuna dando la espalda a los se�ores que
al parecer eran los de m�s alta jerarqu�a y de pronto su mano empez� a bajar por
mi cadera hasta tocar ligeramente mi culo, yo me sorprend� un poco pero no me
mov�, dej� su mano encima y s�lo me apretaba un poco mis nalgas. De pronto la
empez� a mover recorriendo todo mi trasero siguiendo el contorno de tanguita y
como se me sal�a por encima de pantal�n, me la agarr� jal�ndola suavemente hacia
arriba, para que se notara a�n m�s. Intent� quitarme haci�ndome un poco a un
lado pero nuevamente me jal� hacia �l, ya era in�til resistirme y tampoco era
buena idea armar un esc�ndalo.

Yo estaba muerta de pena pero tambi�n me encontraba muy
excitada, nunca como hoy sent�a que estaba calentando a cuanto hombre me viera,
mi traje me hac�a ver espectacular y mi cuerpo luc�a al m�ximo, la verdad es que
no faltaba mucho para estar desnuda, la delgada tela del pantal�n delineaba mi
figura y transparentaba mi tanguita, adem�s de que se me alcanzaba a salir un
poco haciendo ver lo chiquita que era y ni hablar del top que tra�a puesto, mis
tetas se marcaban por completo y mis pezones se notaban con facilidad sin
necesidad de estar cerca.

Cuando don Pedro termin� su discurso nos subimos por los
escalones de las gradas para ver el partido final, al subir por en medio de la
gente sent�a las miradas sobre mis tetas que se bamboleaban con cada paso que
daba. En los primeros escalones don Pedro llevaba su mano sobre mis nalgas, me
las tocaba y acariciaba haciendo que mi temperatura subiera cada vez m�s, pero
al darse cuenta que todos al verme pasar volteaban su cabeza para verme el culo,
la quit� de ah� dejando que contemplaran mi cuerpo a su gusto, ya que al subir
las escaleras mi trasero se mostraba a�n m�s generoso de lo que ya de por si se
ve�a.

Llegamos hasta la parte alta de las gradas y nos sentamos en
medio para ver el partido, ven�an con nosotros 5 se�ores que no me despegaban su
mirada. Me sent� t�midamente sin recargarme mientras don Pedro se sentaba a mi
lado rode�ndome por la cintura con su brazo izquierdo, se me peg� lo m�s que
pudo y puso su otra mano sobre mi rodilla derecha fingiendo que ve�a el partido,
se le alcanzaba a notar una tremenda erecci�n y �l traba de acomodarse su verga
sin importarle que lo viera.

Conforme avanzaba el partido me dec�a cosas al o�do que me
hac�an estremecer, con su mano izquierda ya me estaba tocando mis tetas y la
otra ya la ten�a a medio muslo acarici�ndomelo sin descansar un instante. De
pronto me empez� a besar t�midamente mi oreja y el cuello mientras sus dos manos
se posesionaron de mis senos, los apretaba y estrujaba con cari�o sintiendo mis
pezones que se endurecieron desde el primer contacto. Cerr� mis ojos y empec� a
disfrutar de todo esto, estaba encantada sintiendo como mis tetas se mov�an
prensadas por sus manos y yo tambi�n me volte� para empezara besarlo, me fund�
con �l en un beso largo y apasionado, segu�a toc�ndome mi cuerpo y al sentir que
su mano empezaba a abrirse paso por entre mis piernas reaccion� y abr� mis ojos
recordando que est�bamos rodeados de gente que no perd�a detalle de mi. �l me
continu� besando mientras yo recorr�a con la mirada a todos los que nos
rodeaban, ve�a sus ojos sobre nosotros sin perder detalle de lo que est�bamos
haciendo, yo segu�a con mis labios pegados a los de don Pedro mientras sent�a su
lengua recorrer cada rinc�n de mi boca, �l ten�a sus ojos cerrados y yo ten�a
cara de sorprendida viendo a todos los que nos rodeaban aunque no dejaba de
mover mi boca en cada embate de besos que recib�a.

Intent� separarme haciendo mi cabeza a un lado pero Pedro
s�lo cambi� el lugar en que me besaba poniendo su boca en mi cuello, estaba como
pose�do, me lam�a mis mejillas bajando hasta mi cuello, una de sus manos no
soltaba mis tetas y la otra la ten�a sobre mi rajita sob�ndomela con fuerza,
haciendo que el pantal�n se me metiera un poco en mi conchita.

Se me qued� viendo con una sonrisa de maldad, aunque ya no me
besaba sus manos segu�an movi�ndose por todo mi cuerpo, sin decir nada se puso
de pie quedando de frente a m�, me espant� al pensar que iba a querer que ah�
mismo, frente a todos, se fuera a sacar su verga y quisiera que se la mamara sin
importar que nos vieran; pero no fue as�, me tom� de los brazos y nos fuimos
caminando por en medio de todos los que estaban en la tribuna, �l ven�a atr�s de
m� con su cuerpo pegado al m�o, sent�a su verga en medio de mis nalgas y por lo
del delgado del pantal�n alcanzaba a apreciar que era de muy buen tama�o, sus
manos las pas� por debajo de mis brazos y me tom� de mis tetas, las mov�a como
si las sopesara agit�ndolas de arriba abajo.

As� nos fuimos caminando hasta bajar las gradas del estadio,
no me import� que todo el mundo viera que me tra�a agarrada de las tetas,
incluso por momentos nos deten�amos para que Pedro tomara su verga por encima
del pantal�n y me la acomodara en medio del culo, yo ya hab�a perdido conciencia
de mi y me entregaba a su antojo, incluso alcanc� a escuchar comentarios de
algunos hombres y mujeres que nos ve�an.

Pedro se puso delante de m� y nos encaminamos al mismo sal�n
en d�nde hab�a cogido con el otro maestro que se llamaba Mat�as unos cuantos
d�as antes. Entramos y me fui a sentar a un sill�n, segu�a muy sacada de onda
por todo lo que estaba pasando, Pedro se sent� a mi lado pero no hizo nada, s�lo
me ve�a.

Mientras me dec�a esto otra vez sus manos se posesionaron de
mis tetas, baj� la cabeza para ver como sus manos jugaban con mis senos, las
recorr�an por todo lo largo, me las apretaba y pellizcaba mis pezones haciendo
que se levantar�n a�n m�s, parec�a como si quisiera exprimirlas y logrando que
mi temperatura subiera a mil.

Lo volte� a ver con mi mirada casi perdida, el ten�a una cara
como de depravado sexual, se notaba que estaba extasiado, yo habr�a un poco mis
boca jadeando sutilmente al sentir como sus manos se mov�an con maestr�a en mis
senos. De pronto ya no pude m�s y con la mirada fija en sus ojos saqu� mi lengua
y la pas� por mis labios mostr�ndole que necesitaba que me cogiera, que me mor�a
por sentir su verga en mi interior y que era completamente suya.

Me levant� sin dejar de verlo y estando frente a �l comenc� a
levantarme el top para dejar mis tetas libres, en cuanto me lo quit�, mis senos
rebotaron en mi cuerpo quedando libres para �l, me los empec� a acariciar
roz�ndolos, delineando la aureola de mi pez�n como invit�ndolo a que me los
mamara como ni�o hambriento. Pedro estaba sorprendido de verme desnud�ndome sin
que me lo hubiera pedido, se puso de pie y se puso frente a m�, empez� a tocar
mis tetas nuevamente sopes�ndolas y yo me le entregu� completa, lo abrac�
rode�ndolo por el cuello y ahora fui yo quien lo empez� a besar, abr� mis labios
para recibir su lengua que empez� a girar y hurgar dentro de mi boca, nuestra
saliva se mezclaba mientras sent�a sus manos ahora encima de mi culo, me
apretaba las nalgas con fuerza haciendo que me parara sobre las puntas de mis
pies al mismo tiempo en que sent�a su dura verga tocarme por encima de mi
rajita.

No pude soportar mucho tiempo y empec� a desabrocharle la
camisa, con una mano abr�a sus botones uno por uno y la otra la dirig� hacia su
verga, se la apretaba y acariciaba por encima de su pantal�n provocando en m�
algunos gemidos, se sent�a de muy buen tama�o y eso me encantaba, Pedro con una
mano empujaba mi cabeza hacia abajo para que me apurara a llegar a su pene.
Cuando termin� de desabrochar su camisa continu� con su pantal�n, tra�a una
hebilla muy grande en su cintur�n y sin darme cuenta tambi�n la bes�, as� que
mejor me separ� un poco para abrir su pantal�n; empec� a besar y tocar su verga
por encima de sus calzoncillos, era enorme pero no pude estar segura hasta que
la liber� por completo y la tuve entre mis manos.

Me puse de rodillas frente aquel palo que se ergu�a enorme
ante m�, parec�a que iba a adorarlo y realmente lo merec�a, era de muy buen
tama�o, considerablemente m�s grande que el de mi novio y de los �ltimos que
hab�a visto. Lo empec� a besar con delicadeza recorri�ndolo de arriba abajo, con
mi lengua lo recorr� por todo su gran tama�o y le lam� sus huevos, lo tom� con
mis manos y lo apret� contra mis mejillas con una gran devoci�n, pareciera que
estuviera enamorada de esa verga y la verdad es que poco faltaba para que as�
fuera.

Me la met� en la boca y empec� a cumplir con mi tarea de la
mejor manera, mi cabeza la mov�a lentamente saboreando y disfrutando cada
cent�metro de carne que ten�a entre mis labios, me lo embut�a por completo
sintiendo sus vellos en mi cara y con mi lengua jugaba con �l.

No me importaba lo que me dijera, me sent�a feliz y era
verdad todo lo que me dec�a.

Se escuch� un ruido pero de momento no me import� mucho,
segu� disfrutando mi tarea sinti�ndome realizada con ese pene en mi boca
moviendo mi cabeza sin necesidad de que Pedro me la tocara. Con una mano me
quit� el cabello que ten�a sobre mi cara y al abrir los ojos me di cuenta que
estaban tres se�ores frente a nosotros vi�ndonos, estaban parados a nom�s de 3
metros de distancia y ve�an perfectamente como le estaba mamando la verga a don
Pedro. Desconozco cuanto tiempo llevaban ah� pero no ser�an m�s de 3 � 4
minutos, tiempo m�s que suficiente para darse cuenta que nadie me obligaba a
hacer lo que estaba haciendo y que, sobretodo, lo disfrutaba como una loca.

No supe que hacer, estaba muy sorprendida pero no me saqu� de
la boca la verga que estaba disfrutando, los ve�a con cara de sorpresa pero eso
no era motivo para que dejara de hacer mi quehacer. Don Pedro tambi�n se dio
cuenta y los rega��

Yo �nicamente me saqu� su pene de mi boca pero segu� d�ndole
leng�etazos en la punta, mientras con una mano lo sujetaba masturb�ndolo y con
la otra intentaba taparme mis tetas.

"�ya l�rguense!!!�.luego los alcanz�cabrones mirones��.."

Los pobres se retiraron pero no pod�an dejar de verme, se
notaba que tambi�n ellos se hab�an sorprendido. Yo s�lo les sonre�a y antes de
que se salieran volv� a meterme a la boca esa hermosa tranca y moviendo mi
cabeza con rapidez, reanud� mi labor con dedicaci�n, no me import� que los
se�ores me siguieran viendo mientras sal�an, me sent�a excitad�sima y quer�a que
tambi�n ellos disfrutaran vi�ndome ah�, hincada en el suelo mamando la verga a
ese se�or que apenas acababa de conocer.

Reanud� mi trabajo con mayor rapidez, con mis manos empec� a
acariciar el abdomen de Pedro y sin darme cuenta de mi boca empezaron a salir
gemidos cada vez m�s fuertes. De pronto don Pedro me tom� de los hombros para
que me levantara, me dio la vuelta para quedar de espalda a �l y sent� como
bajaba sus manos hasta llegar a mi culo, pens� que me iba a meter un dedo en mi
rajita y me inclin� un poco para que se le hiciera m�s f�cil, pero lo que empez�
a hacer fue a bajarme el entallado pantal�n, poco a poco lo desliz� hasta
llevarlo al suelo, yo levant� mi pies y me lo termin� de quitar. Me qued� s�lo
con mi tanguita puesta y mis tacones, don Pedro se termin� de quitar su ropa y
me llev� al sill�n que estaba frente a nosotros. Sin que �l me pidiera nada me
puse de rodillas sobre el asiento y me qued� quieta esperando que me cogiera,
quer�a que su verga me penetrara hasta mis entra�as, quer�a que me hiciera suya,
quer�a darle todo el placer que el buscaba y que yo deseaba igual que �l.

Con una mano me quit� el cabello de encima de mi cara y lo
volte� a ver, abr� mi boca y nuevamente pas� mi lengua por mis labios esperando
que me penetrara con su hermosa verga.

Me empez� a coger con lentitud, poco a poco me introduc�a su
tranca y yo con mis manos me abr�a mis nalgas para recibir m�s y m�s de ese
hermoso pedazo de carne. Cuando la tuve toda adentro, empec� a moverme en
c�rculos para disfrutarla totalmente, era enorme y me hac�a delirar de locura,
mi boca no dejaba de emitir gemidos y escuchaba que Pedro ten�a la respiraci�n
cortada dici�ndome cosas que casi no entend�a.

Yo s�lo sent�a su verga entrar y salir de mi arranc�ndome
gritos de placer.

Sin que nos di�ramos cuenta, nuevamente volvieron a entrar al
sal�n otros tres se�ores, levant� la mirada y los vi frente a mi sob�ndose sus
penes que apuntaban hacia mi, no se los hab�an sacado de sus pantalones pero se
ve�a que estaban muy calientes de vernos cogiendo, estaban parados a unos dos
metros de mi y esta vez Pedro no les hab�a dicho nada. No me import� nada, ya
hab�a perdido toda decencia y me vali� que me vieran tirada a cuatro patas
siendo cogida por su jefe, me quit� el cabello de la cara y los cerr� mis ojos
disfrutando la verga que ten�a en mis entra�as taladr�ndome.

No tuvieron m�s opci�n que irse pero no dejaban de verme, sus
ojos se clavaron en mis tetas que bamboleaban con cada arremetida que Pedro me
daba.

"aaahh��ya me vengo!........ven�.quiero llenarte la cara de
mecos�..lev�ntate!...."

Don Pedro me sac� su verga y ahora el se sent� en el sill�n,
yo me pude de rodillas y me met� su garrote en la boca, con mi mano lo empec� a
masturbar mientras con mis labios le daba besos y lamidas en la punta esperando
que su semen no me fuera a manchar mucho.

Cuando lleg� al cl�max, empez� a aventar borbotones de mecos
que fueron a caer en mi cara, afortunadamente por la posici�n en que estaba casi
todo su semen lo pude recibir en mi boca y mi cara sin que manchara mi cabello.
Segu� dando lamidas a esa verga que expulsaba leche mientras Pedro aullaba de
placer, mi mano segu�a movi�ndose de arriba abajo y mi lengua segu�a recibiendo
ese delicioso n�ctar. Cuando sent� que ya no sal�a mecos de su verga, me la
volv� a meter en la boca para limpiarla y dej�rsela brillosa hasta que se puso
fl�cida nuevamente.

Lo volte� a ver con mi cara llena de su semen, con mi lengua
intent� limpiarme la cara pero no fue suficiente, tuve que recoger el que ten�a
alrededor de mi boca con la mano y limpi�rmela con la lengua, Pedro se ve�a
cansado pero extasiado a la vez.

Seguimos un momento as�, yo me sent�a feliz con su verga
entre mis tetas y el me acariciaba el cabello y me dec�a cosas; me puse de pie y
empec� a vestirme, me sent�a muy excitada todav�a por todo lo que hab�a sucedido
y Pedro no quitaba la vista de mi cuerpo.

Salimos caminando juntos, yo intent� abrazarlo pero �l se
hizo a un lado trat�ndome con un poco de indeferencia. El partido de la final
del torneo a�n no acababa pero varios compa�eros de �l se acercaron a nosotros,
era incre�ble la forma en que me ve�an y no pod�a culparlos, me imagino que no
es com�n que vean el espect�culo que dimos Pedro y yo, sent�a sus miradas en
cada rinc�n de mi cuerpo y esto me segu�a excitando, me sent�a m�s deseada que
nunca antes en mi vida y me encantaba ser el centro de sus deseos.

Pedro se separ� de mi lado y se dirigi� con uno de los
profesores que estaban ah�, le dijo algo al o�do y mov�a su cabeza afirmando no
se que cosa, luego fue con el chofer que me hab�a recogido y tambi�n le dijo
algo. Mientras yo estaba siendo rodeada por unos cinco maestros que cada vez se
me acercaban m�s, les sonre�a y trataba de ser amable con ellos pero me
preguntaba si me iban a hacer algo, empec� a sentir como un par de manos me
abrazaban y otra m�s me acariciaba el brazo, me asust� un poco porque tem� que
entre todos me llevaran al sal�n en donde hab�a estado con Pedro y fueran a
querer cogerme entre todos. De pronto sent� que una mano me jalaba, era don
Pedro que me intentaba zafar de la bola de lobos hambrientos que me ten�an
rodeada, como pude pas� entre ellos sintiendo algunas manos que me acariciaban
mis nalgas y una m�s que me pellizc� en una teta.

Yo no sab�a que hacer, s�lo mov�a mi cabeza diciendo que si
mientras pon�a cara de sorpresa con lo que estaba pasando, no pod�a negarme, no
sab�a porqu� pero no pod�a negarme.

Lleg� el chofer que hab�a pasado por mi y nos fuimos
caminando hacia la camioneta en que llegamos, me olvid� de cambiarme de ropa y
no volv� a ver la minifalda que tra�a en un principio, me di cuenta de esto
hasta que salimos del auditorio y unos jardineros me vieron vestida como iba y
me empezaron a decir piropos muy atrevidos, pero eso ya no importaba, lo que me
preocupaba era lo que pasar�a esa noche en el baile.