Guao! la sorpresa del encuentro a�n la siento en esa piel, la
que est� m�s abajo del ombligo�. La intensidad de las caricias as� como el deseo
manifestado pod�an m�s que cualquier imagen apote�sica del ser femenino. El
deseo, la entrega y sobretodo el disfrute de la caricia recibida o dada eran los
elementos que lubricaban, y muy bien utilizada la palabra, la relaci�n entre
nosotros.



Pablo sab�a como sorprenderme y me convid� a pasar un grato fin de semana en
CHILE, una de las playas de VI�A DEL MAR donde en incontables oportunidades
hab�a disfrutado de las caricias an�nimas de los rayos del sol que para muchos
son mas sensuales que las de los dedos de cualquier mortal en la tierra.



Nos encontr�bamos en un bonito hotel llamado NILAHUE en una suite bellamente
decorada con una terraza privada y jacuzzi incorporado. Pablo me hab�a ofrecido
una sorpresa a la cual no le hab�a prestado mucha atenci�n. Me dijo: Prep�rate
para un masaje, y sali�. Me quede confundida porque �l no sabe nada de masajes y
que solo pod�a ser otra travesura de las cuales apenas me estaba acostumbrando.
Pens�, d�jame sorprenderlo y me puse una pantaletica muy peque�a blanca y a
prop�sito me la estir� hacia arriba para que me quedara metida entre lo labios y
resaltara mi depilaci�n casi total. Esperaba y me aburr� en la terraza y me fui
al cuarto.



Al poco rato sent� ruido y Pablo entra en la habitaci�n y me pregunta: �Lista
para el masaje? y le respondo que si y en el momento que iba a desprenderme de
la bata y acostarme en la cama me dice que el masaje es en la terraza. Segu� su
broma y pens� lo que se va a sorprender cuando vea mi pantaletica. Salimos junto
a la terraza y me encuentro una gran camilla para masajes pero inmensa que pod�a
aceptar dos personas tranquilamente. Bueno, Pablo siempre ocurrente y me quito
la bata. Sus ojos expresaron toda la sorpresa y antes de que comentara algo me
acost� boca abajo en la camilla.



Pablo se acerc� y me dijo al o�do: Te queda espectacular, no puede estar m�s
acorde para el momento y me da un beso en la nuca. Siento ruido a mi lado t�pico
de una sesi�n de masajes y busco el sue�o y la relajaci�n. Comienzan dos fuertes
manos a aplicarme un masaje espectacular en la espalda y me doy cuenta que estas
manos no son de Pablo. Me volteo y me encuentro a un bello joven moreno, que se
presenta inmediatamente y me dice que se llama Juli�n. Pablo ve mi reacci�n y
comienza a re�rse y se acerca a m� y me dice: Deja que Juli�n haga su trabajo es
muy bueno. En efecto, sus manos son fuertes y sus masajes logran su objetivo. Me
relajo y comienzo a sentir los efectos del mismo. Recuerdo la pantaletica que
llevo puesta y lo que hab�a hecho para resaltar mis labios vaginales y mi
depilaci�n. Juli�n por lo joven debe de estar excitado. Por encima de su short
blanco se asoma la forma de su pene, y mi totona empieza a lubricar
descaradamente.



Juli�n lleg� a mis piernas y comienza con un suave masaje en mis muslos, los
cuales separo para que sus manos puedan trabajar libremente, y sus ojos puedan
llenarse de una hermosa visi�n de mi totona apenas cubierta con la pantaletica.
La humedad contin�a en aumento. Sus manos se mueven con mucha cautela tratando
de no tocar mis labios hinchados pero el roce es inevitable. Cada vez que el
dorso de su mano me roza se me escapa un suspiro de placer. Siento a Pablo
apoyado al lado de mi cabeza y se inclina y me da un beso largo y h�medo. Entre
el roce de Juli�n, la pantaletica blanca entre mis labios vaginales, el sol en
la terraza comienzo a pensar que mi fantas�a pudiera hacerse realidad. Dos
VERGAS dentro de m� al mismo tiempo. Estiro mi mano y agarro a Pablo por las
nalgas y busco su pene bajo el short. Pego mi rostro contra su pubis y la
siento, se esta endureciendo.



Las manos de Juli�n cambian su ritmo, el masaje se convierte en caricias, la
timidez de sus roces se convierte en movimientos abiertamente sexuales y toman
posici�n de mi trasero. Mientras Pablo me la ofrece para que se la mame, �l
comienza a masajearme la totona a trav�s de la tela de la pantaletica y usando
el aceite del masaje comienza a acariciarme la raja del culo con ganas. Uno de
sus dedos busca colarse en mi agujerito y relajo el esf�nter para dejarlo
entrar. Su otra mano libre encuentra la v�a entre la tela y mi piel y toma
posici�n de mis labios, los cuales a esta altura est�n chorreando jugos de
placer. Me acaricia el cl�toris descaradamente, me mete un dedo, dos dedos
dentro de mi vag�na, los mueve, busca mi punto de m�xima excitaci�n y creo que
lo consigue. Con tanta excitaci�n no tengo tiempo de concentrarme en Pablo, a�n
as� la mantengo su verga dentro de mi boca y se lo chupo entre gemidos que se me
escapan de placer. Juli�n es muy bueno, y s� que lo es, me hace acabar de
maravillas, el orgasmo viene increcento y me hace gemir y gritar al acabar.



Ahora Pablo me dice: Mi put�sima amada, tu fantas�a se har� realidad. Juli�n me
obliga a colocarme de rodillas y manos para cogerme por detr�s como una perra.
Pero mi sorpresa es mayor cuando veo el tama�o de la verga de Juli�n. Le digo a
Pablo con temor;

- Me va a hacer da�o con esa verga tan grande.- y el solo me responde

- S� que lo gozaras�. rel�jate y d�jate coger. En mi mente solo transitaba un
pensamiento� c�geme bruto con esa verga inmensa que tienes� Pablo se coloca al
frente y me mete su verga en la boca. Juli�n no pierde tiempo y me introduce la
de �l por detr�s poco a poco y siento como me expando y me llena hasta el �ltimo
rinc�n de mi vagina. Los orgasmos se ponen en fila y vienen casi uno detr�s de
otro con esa inmensa verga abri�ndome en dos como una patilla. Con sus
embestidas me empuja y me trago todo la verga de Pablo. Cuando Pablo me empuja,
la verga de Juli�n termina de meterse completamente. Este vaiv�n se mantiene
hasta que Juli�n comienza a aumentar la rapidez de sus movimientos. Siento que
va a acabar y saca su pinga y eyacula, derramando su leche caliente entre mis
nalgas y la siento gotear a trav�s de mi rajita. Mientras Pablo sigue como una
estaca. Pero Juli�n es muy bueno, lo dijo Pablo. Su erecci�n no cede y me
voltea, sube mis piernas y se las coloca en los hombros, y me vuelve a penetrar.
Su inmensa verga nuevamente toma posesi�n de mis espacios internos y siento como
las paredes de mi vagina protestan de placer por el da�o causado, casi como
quien gritara que quiere m�s.



En mi �xtasis y con esa necesidad de expresar todo el placer sentido y lo que me
excitaba m�s, le gritaba:

- C�geme bruto, m�teme tu inmensa verga con ganas � mientras mov�a mis caderas
buscando que su enorme verag me llegue hasta el �ltimo cent�metro de vagina,
�tero y ovarios que pudiera alcanzar.



- Dame duro y no pares muchacho, eres un bruto adorable � repet�a incansable.

Dentro del paroxismo del momento manten�a la verga de Pablo en mis manos y me la
acerco a mi cara y vuelvo a chup�rsela. Ahora mi orgasmo comienza a crecer, el
sentimiento de que me est�n follando dos vergas me excita mucho... Chupo duro el
de Pablo y se lo meneo de arriba a abajo. Le pido que me de sus bolas para
chup�rselas mientras se lo meneo con fuerza. Ahora si siento la eyaculaci�n de
Pablo, viene y me preparo a recibirla.



Mientras ese bruto adorable me ha bajado las piernas y me las ha juntado de
manera que mi cuquita este m�s estrecha. Co�o! que divino, la posici�n hace que
me estimule m�s con su inmensa verga, comienzo a sentir el n�ctar de Pablo salir
de su pene y lo bebo con sublimidad, Juli�n nota mi urgencia y aumenta su ritmo,
entra y sale como un martillo y me viene el orgasmo fuertemente, Pablo termina
de acabar y le doy un inmenso chup�n que lo hago gemir de placer. Mi adorable
bruto acaba con inmensos chorros de semen que se escapan y bajan por mi rajita y
acarician el culito como despidi�ndose del valle del placer donde fueron
invitados. Comienzo a relajarme y Pablo me toma en sus brazos y me lleva al
dormitorio. Me coloca en la cama y se dirige al cuarto de ba�o a buscar una
toalla h�meda para asearme. Me conciente y cuida. Me limpia, me arropa y me pone
a dormir. Estoy satisfecha de haber hecho realidad una fantas�a dentro de otra
fantas�a y no tengo palabras de elogio para ese BRUTO que tanto placer me dio�







Autor: anna karina