Pamela
Todo paso hace mas o menos 3 a�os atr�s, pamela tenia en ese
entonces tenia 16 a�os, cursaba 1� a�o, eran los �ltimos d�as de verano, ella
era una chica sencilla, cuyo �nico deseo era ser abrasada por su primer amor,
por Luciano, lo conoci� en un forro de noticias de lord of the rings de
Internet, all� descubrieron que ambos iban al mismo colegio, y se hicieron
amigos r�pidamente, en esos d�as ella era una chica bastante introvertida, casi
autista. Luciano tambi�n era un chico bastante simple, incluso poco varonil.
Igualmente pamela se sent�a muy atra�da por �l.
Al poco tiempo empezaron a volver juntos del colegio, a
charlar sobre los libros que le�an, floreci� una relaci�n muy entra�able. Paso
el oto�o y el invierno, pamela tenia Luciano a su lado solo para ella, eso la
hacia feliz, una felicidad que quisiera que durara para siempre, como un sue�o
eterno del cual no podr�a despertar.
Por las noches so�aba con �l, como era desvirgada, no le
importar�a el dolor, estando al lado de Luciano se sent�a segura, se calentaba,
y instintivamente una de sus manos se posaba sobre su entrepierna y se met�a
dentro de su intimidad, para simular el placer que sentir�a cuando ese d�a
llegase, pero al acabar se sent�a molesta, como si lo que acababa de hacer
estuviera mal, y se resignaba a que ese d�a jam�s llegar�a para ella.
Pasaron uno cuantos meses igual y en el d�a m�s caluroso del
a�o, justo despu�s de clase, Luciano le hizo una confesi�n impactante a pamela.
Luciano hab�a pasado los ex�menes para la universidad, y quer�a un recuerdo de
sus �ltimos d�as en secundaria, resulto que no era tan inocente como pamela, �l
quer�a entablar una relaci�n m�s adulta con pamela.
Pamela amaba a Luciano y se dejo convencer, aunque hab�a
so�ado, muchas veces con ese momento, estaba nerviosa y algo indecisa todav�a,
ya no estaba tan segura de s� misma.
Muy a su pesar, fueron hacia un hotel y alquilaron una
habitaci�n, al pasar el cerro la puerta con la peque�a llave que le entregaron
en la recepci�n, ella se quedo parada unos cent�metros junto a la puerta y el se
adelanto unos pocos pasos.
Todo estaba en silencio, solo se escuchaban los latidos del
coraz�n de pamela, cada ves mas fuerte y acelerados, tenia la cara muy colorada
y no savia bien que decir o que hacer.
Su boca se abri� y trato de decir: -estee... yo..... Luciano
se le arrojo en sima, la tomo de los hombros y la callo con un bezo, mientras
estaba abrazados �l la dio vuelta y la arrojo sobre la cama violentamente.
-no, yo..... no me ba�e..... no estoy limpia..... grito
tratando de alejarlo, pero el no hizo caso. En realidad si estaba limpia, pamela
se hab�a ba�ado dos veces ese d�a.
La respiraci�n de el se acelero mas y m�s, se pod�a escuchar
su fuerte respiraci�n en la habitaci�n, sus ojos se llenaron de lujuria al ver a
pamela tirada en la cama sometida ante �l, tan indefensa.
Ella sent�a algo de miedo, parec�a como si fuera a ser
violada, pero a la ves la idea de ser violada la excitaba, as� que ella solo
cerro los ojos y lo dejo seguir, �l comenz� a desabrochar los botones de la
camisa que ella tenia, apurado y con poca delicadeza, incluso rompiendo algunos.
No termino de desabrocharle la camisa cuando le bajo uno de sus pechos asomo por
sobre su sost�n, r�pidamente le lo tomo con su mano y lo apret�, caus�ndole un
poco de dolor a pamela, con su otra mano libero el otro, acerco el rostro a uno
de ellos y paso su lengua sobre el, pasaba su lengua por todo el contorno de su
pechos, dirigi�ndose hacia sus pezones, meti� uno de ellos en su boca y comenz�
a mamarlos como si fuera un reci�n nacido. Mientras con la otra mano apretaba el
otro pez�n sin soltarlo, retorci�ndolo suavemente en su mano.
Pamela gem�a y gem�a de placer, su respiraci�n se agitaba, se
estaba excitando cada ves mas y m�s, le gustaba lo que �l le hacia, la calentura
de su cuerpo aumentaba cada ves mas, su conejito comenz� a humedecerse. Quer�a
que siga, que siguiera hasta lo ultimo.
El no se conformo con eso, quer�a mas de ella, bajo �l sierre
de su pollera y se la quito de un solo tir�n, el ver su bombachita completamente
h�meda, lo enloqueci� aun m�s de lo que estaba, se la bajo tan desesperadamente
que termino por romperla, el se saco la remera tirando la a un costado y de bajo
los pantalones hasta las rodillas.
Toco con sus dedos su conejito, meti� sus dedos dentro de
ella, ella se convulsiono de placer, sus gemidos se escuchaban en toda la
habitaci�n, el saco sus dedos cubiertos de sus jugos, los llevo hacia su nariz y
los oli�, bajo asta su boca y los probo, le supieron a gloria.
Sin mas la penetro, de un solo envi�n le mando toda su verga
dentro de su conejito, ella grito de dolor al sentir como se romp�a si himen, �l
sigui� con el saque y ponga sin importarle los gritos y las suplicas de pamela.
Pamela se sent�a morir del intenso dolor, pero pronto ese
dolor se fue calmando, y pamela comenzaba a gemir de nuevo. Ambos acabaron al
mismo tiempo, pero como �l pen� de Luciano segu�a largando semen, �l le ordeno a
pamela que se lo limpiara con la boca. Pamela, muy sumisa, obedeci� sin poner
oposici�n alguna. El se sent� a horrillas de la cama y ella se arrodillo a sus
pies. Cuando tuvo �l pen� de Luciano a pocos cent�metros de su cara, pudo sentir
el olor que desped�a su pen� mezclado con el de su conejito, ese olor la
impulsaba a negarse al pedido de el, pero a la ves hacia que se muera de ganas
por probarlo. Sigui� el consejo de sus m�s bajos instintos y sin dudar mas se lo
meti� en la boca, aunque al principio le desagrado bastante, despu�s le fue
gustando el sabor.
Mientras con una mano masturbaba a Luciano, le pasaba la
lengua por toda la cabeza del pen�, limpi�ndolo de los restos de semen que
hab�an quedado en �l. Luciano presiono la cabeza de pamela contra su pen� cuando
sinti� que estaba por acabar de nuevo. A pamela ya no le molestaba, se lo trago
todo, sin derramar ni una sola gota.
Pamela sigui� lamiendo �l pen� de Luciano, no le importo que
se le baje, ella la sigui� lamiendo hasta que se volvi� a parar, mientras
Luciano acariciaba uno de sus pechos, la mano que a ella le hab�a quedado libre
se ocupaba de su conejito.
No pudieron seguir mas por ese d�a, debido al encargado de la
limpieza que toco la puerta avis�ndoles que se hab�an pasado del tiempo pactado,
pero a ellos no les importo, podr�an seguirlo en otra ocasi�n y en cualquier
lugar.