_Espera un poco, te ense�o las tetas, 5 minutos para terminar
de ponerme a cien, y correrme.

_Por supuesto, tan amable como siempre accedi�. Pero esta vez
lo hice diferente. Le dije:

_Voy a dejar q veas mi cara mientras me corro.

As� q dej� la c�mara dirigida a mi rostro, me desnud�
mostr�ndole mis pechos, mis pezones brillaban mojados con la saliva de mis dedos
mientras me los pellizcaba. Entonces cog� mi cepillo de dientes el�ctrico, se lo
ense��. Lo encend�, y lo acerqu� con cari�o a mi pepita, mi gran amiga, q tantas
satisfacciones me ha dado. Abr� las piernas, puse una sobre la mesa y la otra
sobre el manillar de la silla. Y abr�a cada vez m�s mis piernas, y el cepillo me
daba m�s y m�s gusto y yo no quer�a correrme, quer�a q durara m�s. Pero a la vez
necesitaba estallar. De vez en cuando miraba mi cara en la c�mara, y me gustaba
ver mi cara q reflejaba el placer q estaba sintiendo. Y miraba lo q �l me
escrib�a, me hablaba de sus dedos en mi culo, ya sabe lo cachonda que eso me
pone, de su lengua en mi co�o. Y estall�, q rico, me corr� tan a gusto�Y
entonces le di las gracias por escrito. Y le mand� un beso a la c�mara. Y vi mi
sonrisa, mi cara de felicidad. Y me abrac�, y me di cari�o. Y me puse el pijama
de nuevo. Y devolv� el cepillo a su sitio.