Relato: con el esposo de mi cu�ada!
Quiero contarles como me hice amante del esposo de mi cu�ada, todo comenz� hace poco mas de 8 a�os, yo tenia como 7 a�os de casada y mi cu�ada (quien es 3 a�os menor q mi esposo) tenia como 4 a�os de casada. En la familia son muy unidos y todos nos tratamos como hermanos por lo que no exist�a a mi parecer ning�n tipo de morbo entre cu�ados. O al menos eso parec�a, porque de vez en cuando me deleitaba viendo a mi concu�ado a quien llamare Ernesto, realmente era un hombre muy agradable al trato y de paso bien parecido. De buen cueerpo y con un paquete notorio a trav�s de los pantalones. Eso si muy respetuoso. Un buen d�a est�bamos reunidos en casa de mi suegra y a mi me tocaba irme de viaje con mi peque�o hijo de 3 a�os a la casa de mi mam�, quien vive en otra ciudad como a 3 horas de carretera, casualmete mi concu�ado se iba hacia su casa en un lugar cercano a lo d mi mama y dejaba a mi cu�ada en casa de la suegra. El viaje comenz� normal, �bamos conversando de todo un poco, y de vez en cuando tocabamos ligeramente el tema de nuestras parejas haciendo alusiona que ellos eran un poco fr�os en cuanto al sexo, yo estaba algo nerviosa y creo q el tambi�n pero no pas�bamos de mirarnos y ya... Continuo todo. Tranquilo hasta q hicimos una parada en la estaci�n de servicio y compramos algunos golosinas entre ellas chocolate. Continuamos el viaje y mi peque�o q iba en el asiento de atr�s se durmi� y como Ernesto iba manejando un auto sincr�nico, no ten�a las maneras de comerse su chocolate, yo me ofreci a d�rselo, ah� todo cambio, cuando lleve el chocolate a su boca , no se sin con premeditaci�n o por instinto comenz� a besar y a lamer mis dedos en una forma tan lujuriosa y dulce q parec�a q en lugar de comerse el chocolate, estaba comi�ndose mis dedos y todo mi cuerpo, sin siquiera tocarme, fueron pocos segundos pero se transformaron en una eternidad, ese hombre q de vez en cuando hacia apariciones traviesas en mis sue�os, con esa acci�n me hab�a dicho q me deseaba. Por un momento reaccion�, quite presurosa mi mano de su boca y el me pidi� disculpas, yo dej�ndome llevar por la atracci�n q sent�a y el calor del momento solo le dije q estuviera tranquilo y procedi a comerme un trozo de chocolate, el bajo la velocidad para poder observar la manera como comenc� a lamer aquella golosina, como si fuese su pene le pasaba la lengua, lo met�a entre mis labios y lo succionaba suavemente. En mi mente estaba devorandome su pene mientras com�a chocolate, ah� comenz� todo durante el resto de la carretera nos seguimos calentando, ya hab�amos comenzado hablar de sexo tanto con acciones como con palabras, nos tocabamos iniciamos la locura mas dulce, complacernos mutuamente. Cuando tuve la oportunidad casi haciendo maromas me acerque a el lo suficiente y nos besamos. Fue el beso mas dulce y apasionado, ambos est�bamos descuidados por nuestras parejas y ahora nos hab�amos convertido en c�mplices!, el camino segu�a y yo tocaba su enorme bulTo por sobre el pantal�n, el me acariciaba como queriendo deJarme desnuda y poseerme all� mismo . Tocaba mis senos, trataba de sentir cada cent�metro de mi piel, mientras yo loca de deseo lo acariciaba y disfrutaba al m�ximo con mi Querido Ernesto! No recuerdo bien si fue en ese momento o en el viaje de regreso, que por supuesto hice con el, solo recuerdo cuando por fin pude ver en directo el objeto de mi deseo, saque su miembro del pantalon y por fin pude disfrutarlo, estaba tan grande, grueso perfectamente erecto, duro , con unas venas hermosas y vibrantes que me invitaban a lamerl�, estaba h�medo, de su prominente glande emanaban grandes cantidades de liquido presem�nal, lo primero q hice fue sostenerlo, para sentir entre mis manos ese instrumento poderoso q. Deseaba tanto, a esas alturas ya estaba entregada a vivir el momento,. Como pude lo introduje a mi boca, tuve q hacer un esfuerzo, era tan grande casi no me entraba, lo met� lo mas que pude a lo profundo de mi boca y solo pude alcanzar a comerme la mitad! Que delicia! Su sabor era incre�ble, era el dulce mas rico del mundo con la forma de un pene, empec� a disfrutarlo, lo met�a y lo sacaba, lo lam�a, lo chupaba, lo devoraba hambrienta de el! Segui haci�ndolo, mientras acariciaba sus test�culos y el gemia de placer mientras sus manos acariciaban mi cabello. Y de vez en cuando impulsaban mi cabeza hacia abajo para q me entrara mas y mas, senti q se pon�a mas tenso , me dijo q iba a acabar y yo golosa le dije que se viniera en mi boca! El apenas pod�a creer q yo le estuviese pidiendo su leche! Me sostuvo fuerte y me embisti�, se derramo en mi! Lleno mi boca con su vitalidad, casi no pod�a tragarlo porque era tanta la leche que emanaba de mi Ernesto, lo bebi por completo, desde ese instante supe q seria mio, mi amante secreto, mi hombre prohibido, mi mayor deseo mi adoraci�n, mi querido y dulce Ernesto! Hoy 8 a�os despu�s seguimos teniendo nuestros encuentros locos y fugaces, aunq ya no es tan f�cil por muchas razones, pero aun lo veo y se que me quiere , como yo lo quiero, que me desea como yo lo deseo, q me necesita como yo lo necesito y que El mas m�nimo roce entre nosotros nos pone a hervir la sangre. Mi Ernesto esto es para ti y por ti! Siempre tuya . M. Pronto les contare mas, en especial la primera vez Q senti su hombr�a haci�ndome mujer!