Soy puta, �para que negarlo a �stas alturas? Y soy puta
porque me gusta el Sexo, disfruto mucho con �l y casi no hay d�a sin que
amanezca con ganas de meterme algo en la cuca. Ya no recuerdo cuando empec� con
esto, quiz�s ten�a doce a�os y a�n estaba en primaria (leer "Mi nombre es
Susana"), goc� con objetos primero y as� fue como me desvirgu� yo misma, aunque
en mi caso no hubo sangramiento, si acaso algo de dolor, �qu� cosas me he
metido? Veamos: Mis dedos (l�gicamente, por lo general tres, pero caben mas al
mismo tiempo), pepinos (imprescindibles), pl�tanos con su concha, un topocho
(variedad de pl�tano, mas grueso), cambures, el mango de una sart�n (mi primer
consolador), un batecito de b�isbol;
Eso fue un diciembre, resulta que a mi sobrinito le regalaron
un juego de b�isbol, con su pelotita, su guantecito y su batecito, de cuarenta
cent�metros de largo por un m�ximo de cuatro cent�metros de grosor, cuando se
durmi� yo se lo quit� y en la oscuridad del cuarto me di a la tarea de
introduc�rmelo en mi gruta ya lubricada:
"�Ah si!... �rico!... �que bien!", recuerdo que dije cuando
veinte cent�metros entraban y sal�an de mi cueva de adolescente, cuando todav�a
no me hab�a follado Choclo, mi perro (leer "La Perra de mi Perro"), aceleraba y
retardaba el ritmo de la metida del bate, aunque intentaba no hacer ruido, mi
calentura era tal que no pod�a contener mis quejidos de placer, as� mi sobrino
de dos a�os se despert�.
"�Qu� edt� ciendo?", me pregunta, en su lenguaje infantil.
"Nada, estoy...gozando...�mmm rico! �como gozo!", le
contest�, presionando a�n mas aquel bate hacia mi �tero, estaba forzando mi
vagina al m�ximo, sin saber que la estaba preparando tambi�n para mi primera
verga viva, unos d�as despu�s: La de mi querido perro. Carlitos, mi sobrino,
se acerc� en la penumbra hacia m� para verme mejor, yo estaba sentada en una
silla al lado de la cama, �l estaba acostado en ella, yo con la falda arriba,
con las piernas bien abiertas y con el batecito enterrado en mi concha
dilatada. Carlitos se qued� tranquilo vi�ndome gemir de placer, entonces vio
el bate.
"�Eh! �Eh bate m�o! �dame!"
"No, ya v�, deja que termine, �ay s�! Que rico tu batecito!
�uff!."
"�No! �dame ya!".
"�C�llate pendejo! Me llegan los jugos! Estoy...�co�o!"
"�Nooo! �dame! �Dameeeee!"
Aceler� el ritmo de la metida y sacada del bate, mientras
frotaba mi cl�toris, mis fuertes gemidos producto del descomunal orgasmo que me
estaba viniendo coincidieron con los gritos y lloriqueos de mi sobrino pidiendo
su juguete, qued� un poco turbada y Carlitos aprovech� para sacarme el bate de
mi totona con su manito, casi soy sorprendida por mi cu�ada, cuando entra al
cuarto al tiempo que me paro de la silla r�pidamente, acomodando mi falda.
"�qu� te pas�? �qu� pasa aqu�?"- pregunta mi cu�ada.
"Edta Susana t� gozando", acusa el ni�o.
"Si, esta mu�rgana siempre est� gozando a costillas tuyas
mi amor", indica la madre, d�ndome una mirada de reproche y cargando en brazos
a su hijo. Lo de "gozando" ella lo interpret� como alguna maldad o travesura
que por jugar suelo hacerle a mi sobrinito, menos mal, porque en �se momento
sent� que se me sal�a el coraz�n. Mariana, mi cu�ada �ahora excu�ada- ten�a
una fina de blusa de seda gris que le dejanba la espalada descubierta, cuando
Carlitos estaba en sus brazos el bate toc� su espalda, "�d�nde metistes ese
bate Carlitos? Est� todo mojado", pregunta ella, tuve que contener mi risa.
Al darme la espalda Mariana, Carlitos se asoma por su
hombro derecho, sac�ndome la lengua, yo le replico sac�ndole la m�a y
subi�ndome la falda para que vea mi almeja trajinada, todav�a rezumando los
jugos de mi abundante corrida provocada por su batecito de b�isbol.
Mmm...�qu� otra cosa? A ver...el mango de las escobas, velas,
l�pices, un tubo met�lico, zanahorias, el mango de un secador de pelo, una
berenjena, mazorcas... una mazorca: La primera vez que lo intent� fue sumamente
rico, lo hice con granos y luego la desgran� y me met� la tusa pelada, la cual
herv� antes para suavizarla un poco, hagan la prueba chicas, es genial. La
segunda vez no fue nada agradable. Intent� con una mazorca a�n mas grande, pero,
a pesar de estar bien mojada con mis jugos, no s� que pas� que no funcion�,
forc� mi vulva y empuj� con fuerza, el resultado es casi me la enterr� toda y
luego no pod�a sacarla, a�n as�, halando con mis u�as mas arriba de donde tiene
los pelitos logr� extraerla con violencia, el resultado fu�e un intenso dolor en
le interior de mi vagina, hab�a quedado dilatada como cuatro y casi no pod�a
caminar, parec�a un muchacho cuando le dan una patada en los test�culo o cuando
los tiene inflamados.
Aquello fue una pesadilla que no se la deseo a nadie. Durante
varias noches el dolor no me dejaba dormir. Lloraba en silencio para que
Ariadna, mi hermana, que comparte el cuarto conmigo, no se despertara, no ten�a
a quien acudir, nunca tuve la suficiente confianza con mis hermanas como para
comentarle esto y no pod�a decirle a mi t�o, seguramente me castigar�a con
severidad, no pod�a ir a un m�dico sola, ten�a que ir con un representante y
adem�s �qu� le iba a decir cuando me preguntara? La verg�enza ser�a para morirme
en el acto.
Desesperada, acud� a lo que me quedaba: Los consejos de mis
cyberamigos. Internet, descubierta por m� hace poco ha ejercido una influencia
muy importante en mi vida y coincidi� esto con mi etapa de exploraci�n sexual.
Por fin, fue mi amiga, Tibisay Cardoza, la misma que me ayuda a preparar mis
experiencias para ustedes- ella misma ha tenido vivencias fuertes, leer "Fiesta
en Tasajera"- quien me proporcion� la ayuda que necesitaba. Sin siquiera
conocerla en persona , logr� conectarme con una doctora en Cagua- no dir� su
nombre- tan cachonda como yo, y sobre todo tan profesional que me dej�
gratamente impresionada.
Me meti� mano en la cuchara, vio lo trajinada que estaba,
hizo algunas bromas al respecto, me ense�o un consolador de uso personal -es la
primera y �nica vez que he tenido uno de estos en mis manos- me dio un
diagn�stico ("Vulvovaginitis", inflamaci�n e infecci�n interna provocada por un
desgarre en la pared vaginal, probablemente ocasionada por una part�cula entre
los granos de la mazorca), me dio el tratamiento, me dio incluso algunos
condones y me dijo, sin cobrarme la consulta, que cuando quiera podr�a venir
para que, juntas fu�ramos una noche a gozar como buenas putas, �pueden creer
todo esto? Lo cierto es que en un momento de desesperaci�n la soluci�n me vino
como ca�da del cielo. Hasta la fecha mi familia no sabe nada de lo que tuve que
pasar.
�Mi �ltimo objeto-follador? �una chayota! No s� si la
conocen, es un fruto parecido a la berenjena, de concha clara y cuerpo mas
grueso que aquella. �sta vez tom� precauciones: Superexcitada (puse a Choclo a
trabajarme con su lengua), unt� el fruto con aceite de oliva, antes lo limpi�
bien, le atraves� un tenedor para poder manipularlo y �zuas! �p� dentro y p�
fuera! �p� dentro y p� fuera!
Al terminar de correrme, con la chayota en mi cuca pude ver
lo sorprendente de mi cuerpo, cerca de cuatro cent�metros de separaci�n dej� la
chayota en los labios de mi vulva, as� que, inmediatamente intent� con algo que
no hab�a resultado antes: Se le llama "Fist fucking", o sea, meter el pu�o, �sa
vez lo intent� y lo logr�, quiz�s es porque mi mano es peque�a, lo cierto es que
logr� insertar mi mano derecha hasta la mu�eca en mi tronera abismal, no hubo
ning�n placer en particular, s�lo lo hice por experimentar, supongo que con
todos estos "ejercicios" no sufrir� mucho cuando tenga mi primer beb�...o
intente follar con un caballo (si, confieso que lo he estado pensando, en donde
yo vivo puedo conseguirlos, y tambi�n burros).
�stas son s�lo algunas an�cdotas, peque�as confesiones, si
creen que he vivido demasiado, esperen a leer la segunda parte de mi
recopilaci�n de ocurrencias, si no se ponen calientes, por lo menos se
asombrar�n un poquito, esp�renlas...