ALICIA MI NEGRITA
Llego a trabajar a mi casa una morenita a todo dar, de
abundantes carnes por la naturaleza de su raza, buenas tetas y un cuerpo
formidable. Yo estaba ya cerca de casarme y andaba siempre caliente. Yo la
miraba y ella se sent�a atra�da, me volv�a a ver y manten�a su mirada seria.
Cuando pasaba cerca rozaba sus nalgas o piernas y esto cada
vez se hizo mas descarado, ella nunca cambio su forma de verme con seriedad lo
que no llegaba a interpretar del todo.
Un d�a que sal�a de la casa y bajaba hacia la planta baja de
la casa, ella estaba parada a un lado de las gradas y al ir bajando y volverla a
ver tendr�a un primer plano de sus piernas y algo m�s.
Descaradamente me puse a verla, fui bajando hasta llegar a
ver el tri�ngulo de sus bragas blancas, me detuve en el mejor lugar y ella se
mantuvo en la misma posici�n, sabia que la miraba en forma completa pero no se
movi�. Me regrese un poco y le dije que entrara a su dormitorio y se quitara su
braga, ella se meti� y cre� que no saldr�a pero para mi sorpresa volvi� a
colocarse en el mismo sitio y separo un poco mas sus piernas, estuve observando
y le dije que bajara, me fui directo a una bodega y entre, ella entro despu�s y
nos besamos suavemente, sintiendo sus labios, su lengua, saboreando lo que
vendr�a despu�s.
Le sub� su vestido y quedo totalmente desnuda, en mi
calentura no hab�a notado sus pechos visibles. Yo me desvest� r�pidamente y ella
me dijo que tuviera mucho cuidado con ella pues nunca hab�a estado con un
hombre.
Acariciaba y besaba sus tetas y con la mano recorr�a su
cl�toris ya mojado, la recost� en un gran bulto de ropa amontonado que esperaba
en la lavadora le separe las piernas y fui bajado bes�ndola, baje a sus piernas,
su interior para ir gradualmente subiendo hasta su rajita la que consum� con mi
lengua, ella me tomaba la cabeza y la apretaba contra su sexo, despu�s de su
orgasmo le di a probar mi verga, la lami� y temerosamente se la meti� a la boca
y le dio una leve mamada.
Me le monte encima pero estuve largo rato sobando la cabeza
de mi verga en su raja hasta que ella me pregunto si se la iba a meter, le
pregunte si quer�a que se la metiera y me respondi� que si.
Cambiamos de posici�n, me acost� boca arriba y le indique que
se sentara poco a poco para que se penetrara gradualmente.
Cuando se coloco con sus piernas separadas y v� su raja
abierta dispuesta para ser perforada, esa imagen quedo grabada para siempre,
casi no se distingu�an sus bellos por el color de la piel especialmente sus
labios vaginales muy oscuros.
Ella se aproximo, la cabeza de la verga se la coloco en la
entrada y desapareci� entre sus labios gruesos, sent� el freno de su himen y le
dije que tenia que empujar, la verga se quiso doblar por la presi�n pero la
agarre a la mitad, en un segundo impulso la penetre hasta algo mas que la
cabeza, luego fue empujando sin detenerse hasta que toda la verga desapareci� en
su interior.
Por primera vez la vi sonre�r plenamente, me confi� que hacia
d�as esperaba ese momento de ser penetrada, yo le guste desde que llego a la
casa a trabajar y se hab�a propuesto como meta coger conmigo, esa ma�ana que se
dejo ver lo hab�a pensado con anticipaci�n y hasta hab�a pensado ir sin ropa
interior, cuando se lo ped�, en su interior dio un grito de triunfo porque sabia
que iba a gozar de una buena verga.
La tuve de amante durante tres a�os y ya casado pude tenerla
una vez por semana, despu�s de ese tiempo desapareci� y nunca la he vuelto a
ver.