Una Esposa Modelo y Actriz de Ocasi�n . �
Adaptaci�n * Ludo Mentis , Jordy Notebook y G. O. Tigers.
*(Adaptaci�n de un Viejo Relato contado
hace tiempo por Chezshirecat � . Recientemente encontrado entre los archivos de
la PC )
�
4� Cap�tulo
( Usada y Tomada en Adulterio )*�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers.
A la noche siguiente, poco despu�s de las siete y sin
verdaderamente haber visto que se durmieran los ni�os sino m�s bien, encargando
al peque�o con la escasamente mayor hermana de �ste, Isabella se despidi� de
ellos indic�ndoles que se encontrar�a a menos de cincuenta metros enfrente de su
casa, aunque lo que en realidad esperaba, era que la ni�a pudiera hacerse cargo
de todo lo necesario y tan s�lo llamar o acudir a buscarla si algo urgente
ocurr�a. � Nos vemos encantos, espero que est�n bien cuando yo regrese. Por
favor no me esperen despiertos o vayan a buscarme a donde el Se�or D�bora, que
yo estar� ocupada ensayando pero pendiente de que ustedes est�n bien. �
��Pero por que tienes que ir con ese se�or si mi Papi no
est�? � pregunt� algo inquieto el peque�o David.
� Bueno mi hijito., lo que pasa es que ya lo habl� con pap� y
el Se�or D�bora va a darme una oportunidad para ver si puedo salir en la tele
con �l � Contest� ella para tranquilizarlo y que se quedase en paz junto con su
hermana mientras ella volv�a., aunque al hacerlo, al estarle explicando, record�
de pronto la petici�n que le hiciera David para que dejase de tomar las p�ldoras
anticonceptivas y poder as� darle un nuevo hermanito a su menor hijo.
Minutos m�s tarde, Isabella se encontraba en la sala de la
casa de su vecino ensayando ya la obra al lado del siniestro hombre, hasta que
despu�s de repasar algunas l�neas, el le pidi� que intentasen trabajar sobre la
primera escena de amor, ante la cual inevitablemente ella comenz� a ponerse
tensa.
� Vamos primor, realmente no tienes por que preocuparte de
nada � intent� convencerla primero para despu�s aclararle � Es mejor que lo
hagamos ahora y as� tu te vayas soltando un poco m�s conmigo para que cuando mi
amigo el productor te vea no te note nerviosa �
� E... es... t� bien � titube� ella al principio mientras que
con notorio nerviosismo volteaba a mirar a trav�s del enorme ventanal de la
sala, dirigiendo su mirada hacia las propias luces de su casa al otro lado del
condominio, donde le esperaban sus ni�os. Y despu�s expres� � Hag�moslo, pero
eso s�, le pido por favor, que no me rega�e o se enoje conmigo si me toma algo
de tiempo acomodarme a la idea �
En tanto que Mart�n casi sin poder ocultar su sonrisa y sin
poder creer lo f�cil que todo estaba saliendo para �l con esta mujer, decidi�
que quiz�, lo mejor que podr�a hacer en ese momento era cerrar las cortinas del
ventanal para impedir que ella se distrajese o desistiera de ejecutar la escena,
por lo que sin m�s, se par� y cerr� por completo el ventanal.
� Supongo que as� estaremos mejor para que no tengas temores
y "te dejes" ir con el personaje, � no crees? � Pregunt� al hacerlo, al instante
en el que ella, sin decir palabra -ni darse cuenta del estado de vulnerabilidad
que con ello provocara-, observaba desaparecer tras los lienzos de tergal
franc�s, toda la seguridad de su hogar; aprovechando D�bora el momento para
confirmar que en el bolsillo de su pantal�n, estuviese la pastilla que,
ocasionalmente, ten�a preparada para ocasiones como esta y asegurar tenerla a
mano por si la situaci�n lo ameritaba.
Dirigi�ndose poco despu�s hacia un mueble cerca del comedor,
de donde tom� una botella de vino y dos copas para compartir con su invitada. �
No te apures encanto., ya ver�s como no tardas mucho en acostumbrarte y despu�s,
hasta te parecer� bien naturalitas las cosas que haremos, en la medida en que te
vayas apropiando del personaje� Y coment� a la desprevenida Isabella, al tiempo
que terminaba de preparar su bebida., para despu�s comentarle algo que ella no
pudo entender en ese momento, al voltear hacia ella y decirle: � Y ver�s como
tambi�n yo me meto "en lo tuyo" antes de que te des cuenta � y todav�a remat�
con la frase de doble sentido � Anda preciosa, toma, te har� bien �
� �Qu� es ?, � Vino ? � pregunt� ella un poco preocupada,
aunque sin saber por qu�. Para despu�s aclararle � No se si deba, soy mal�sima
para esto de beber y a veces, con tan s�lo una o dos copitas, me lleg� a marear
�
� Oh, vamos peque�a, nada te pasar� con una simple copita �
Contest� el hombre primero, para despu�s intentar calmarla un poco, mientras la
observaba por m�s de en�sima ocasi�n en esa misma noche, acomodar el dobladillo
de su falda para que no se subiese m�s de la cuenta, y �l, fingiendo no darse
cuenta de el movimiento, extendiendo la mano derecha con el delicado cristal,
asegurando calmadamente � � Adem�s, que te podr�a pasar estando aqu� mismo,
conmigo, y apenas a unos cuantos metros de distancia de tu casa? �
� Bueno, est� bien, pero s�lo le pido se�or, que no vaya a
dejar que se me pase la mano � acept� ella por fin tomar de aquella bebida.
Sin reparar tampoco, cuando despu�s de haberla visto beber
algo de la bebida, �l sin molestarse mayormente por guardar mucho m�s las
apariencias, se sent� a su lado sobre el sof� para continuar ensayando el papel.
Pretendiendo �l poner atenci�n a los di�logos, hasta que de
pronto se encontraron ante el momento del texto donde se requer�a la uni�n de
sus bocas para besarse. Pero en esta ocasi�n en vez de detenerse a comentar
cualquier situaci�n, �l se acerc� hacia ella para acariciarle primero el rostro
y despu�s cerrando el espacio que a�n los separaba, posar sobre ella sus labios
para iniciar el contacto. Apoy�ndolos apenas ligeramente para dejarlos all�,
descansando suavemente pero sin intentar apartarlos para invadir su interior.
Sintiendo en todo momento, como la bella mujer recorr�a varios estadios de
sobresaltada expectaci�n hasta que, finalmente, quiz�s debido al efecto de la
bebida, comenz� a relajarse lo suficiente como para que �l pudiese intentar
mojarle los labios con su lengua.
� � Qu� tan profundamente debemos besarnos para esta escena ?
� pregunt� ella con candidez, tomando un sorbo m�s de vino cuando despu�s de
algunos instantes m�s, por fin, separaron sus bocas.
Para un hombre experimentado en conseguir siempre lo que
quer�a, y saber distinguir las diferentes maneras de ir venciendo la resistencia
de una mujer, las se�ales eran ya inequ�vocas y sab�a que pronto tendr�a a esta
donde �l siempre hab�a querido, para hacer con ella lo que quisiera. Por lo que
tras verla beber un poco m�s todav�a del alcohol y notando cierto estupor que
parec�a estar provocando este en la cabeza de su joven vecina, finalmente, antes
de tomar de su propia bebida le contest�: � Bueno mi vida, pues tu ver�s, yo
creo que en realidad, lo correcto ser�a que fuera un beso muy intenso y
apasionado; los di�logos y el libreto as� lo exigen. �
Isabella entonces, tomando un trago m�s de aquel vino para
as� darse valor y sentirse confiada en s� misma de que podr�a hacer lo que
pudiera venir despu�s, trat� de mentalizar la situaci�n en la que se encontraba,
apartando cualquier sensaci�n, as� como la informaci�n que ten�a sobre la escena
que se supon�a tendr�a que ejecutar junto con aquel hombre, y despu�s de dar un
fuerte respiro, coloc� primero la copa sobre la mesa de centro de la sala, para
despu�s tomar su posici�n nuevamente sobre el sill�n y recomponerse la falda de
nuevo, al tiempo que volteando a ver a su mentor, contuvo un poco la agitaci�n
que sent�a ante ese momento y termin� por decir � De acuerdo, esta bien, estoy
lista para continuar �
Para que entonces Mart�n D�bora, satisfecho con el �xito que
hasta el momento estaba teniendo con aquella confiada criatura, colocase su copa
sobre la mesita lateral del sof�, y sin mayor ceremonia, apartando tambi�n el
escrito sobre el cual supuestamente deber�an de seguir ensayando, inclin�ndose
sobre el cuerpo de la mujer para comenzar a besarla. Urgi�ndola poco despu�s de
haber iniciado a que se dejara sentir el momento, y fuese el personaje quien
ocupara su cuerpo, acariciando con sus oscuras manos toda la superficie de los
blancos brazos de Isabella, para despu�s intentar atraerla hacia s�. Mientras
que por su parte, la asombrada y sumamente inexperta mujer, no atinaba a decidir
que hacer en respuesta, como no fuese simplemente apartar los labios para
dejarlo invadir con su lengua la intimidad de su boca.
Sinti�ndose tambi�n bastante turbada por alguna extra�a raz�n
que parec�a de pronto estar afectando sus facultades de sensatez y habitual
razonamiento, cuando sin a�n haberse acostumbrado a la extra�a sensaci�n de
estar permitiendo a que un hombre distinto de su marido la tocase y pudiera
besar, sinti� de pronto, que este, en vez de atraerla hacia �l, ahora la ten�a
presionada contra el respaldo del mismo sill�n sobre el cual hab�an estado
intentando ensayar sus papeles. Aceptando que �l continuara bes�ndola
fren�ticamente durante varios minutos durante los cuales ella no hizo m�s nada
ya por impedirlo, hasta que en un momento dado, lleg� a olvidarse de la raz�n
por la cual encontraba con �l en ese lugar y comenz� a disfrutar de la invasora
humedad de su lengua y de aquellas intensas caricias que el personaje le
prodigaba. Hasta que sin m�s, comenz� a responderle con besos, sin importar que
aquel no fuera el hombre con quien ella estaba casada y de quien ella era esposa
para deberle respeto y fidelidad absoluta.
� Bien, muy bien chiquita � le dijo �l suspendiendo el beso
por unos instantes, casi sin apartarse de ella, para luego dirigirse hacia la
acalorada oreja de la mujer y murmurarle � Veo que te est�s soltando un poco m�s
y eso es bueno preciosa, pero ahora voy a mover las cosas un poco m�s para
ponerle intensidad a la escena....� Y humedeciendo un poco su pabell�n auditivo
con la lengua, mientras la dejaba sentir su respiraci�n exhalando
prolongadamente, para variar la temperatura, le pregunt� � � Est�s segura de que
est�s lista para lo que sigue preciosa? �
A lo que ella cada vez m�s confundida por los efectos de la
bebida y lo que fuera que tuviese para hacerle perder la cordura, simplemente
musit� dando su aprobaci�n al tiempo que se preparaba para lo que pudiera
seguir, humedeciendo sus labios un poco, apenas un par de d�cimas de segundo
antes de que la lengua de su instructor de escena volviese a atacar su boca.
� Hummpghhh.,sluuck pliff � Se escucharon por unos momentos
m�s �nicamente los casi h�medos sonidos de sus bocas, hasta que de pronto,
aparentemente imposibilitada para poder impedirlo o decirle nada siquiera, la
joven mujer sinti� la enorme manasa del viejo sujeto, descender de sus hombros
para encontrar con ella sus fabulosos senos y comenzar a englobarlos dentro de
la misma y juguetear con ellos. En tanto que con su otra mano, que inicialmente
se encontrara posada sobre la parte expuesta de sus piernas cuando �l iniciara
su sorpresivo ataque, hab�a comenzado a subir hacia arriba, desplazando a su
paso hacia ambos lados sus muslos para separarlos y colocar sus enormes dedos
entre los mismos. Cuando de pronto, Isabella volviendo por un momento a sus
sentidos, se dio cuenta de lo que estaba ya a punto de ocurrir y cerrando sus
piernas lo apart� con la mano para alejarlo de ella.
� L...lo sie...nto � Tartamude� ella cuando �l reacciono
sorprendido ante la ya inesperada negativa � creo que e...esto es ya demasiado y
demasiado r�pido para m...m�.�
� � No !., � que pasa primor �? � pregunt� �l en tono
tranquilo intentando aparentar calma, como si nada hubiera pasado, aunque
queriendo saber si en realidad la ingenua mujer se habr�a dado cuenta de sus
verdaderas intenciones antes de que el efecto de la infusi�n le hubiese podido
causar el estado deseado. Por lo que luego insisti�, en tono de verdadero
profesional: � Lo estabas haciendo de maravilla... te apuesto que nadie se
habr�a dado cuenta de que todo era actuado.
� Pero si gustas lo haremos entonces con calma a tu paso �
Sugiri� finalmente intentando no delatar ninguna expresi�n que pudiera dar al
traste con su proyecto de llevar a la cama a esta hermosa mujer.
�No lo s� Se�or , quiz�s todo esto es demasiado para m� y
mejor deber�a ya irme a casa � Contest� Isabella sin poder contener su angustia.
�Mart�n ... � Contest� �l � Puedes llamarme Mart�n mejor,
conmigo, cuando estemos a solas, no hace falta que me hables de usted � le
aclar� �l un tanto sorprendido de que aquella mujer fuera tan inocente como para
no haberse dado cuenta ya de que todo aquello no era otra cosa, sino un simple y
ma�oso plan para poder arrancarle las pantaletas y conseguirla como su nuevo
trofeo. Y haber estado hac�a menos de un par de minutos con sus manos
toqueteando por todas partes del cuerpo, para incluso haber sido sorprendido por
ella cuando intentaba deslizarse bajo su falda para alcanzar sus calzones., y
a�n as� todav�a no atreverse a llamarlo por su nombre de pila. Por lo que
notando que dif�cilmente la joven madre y esposa de su vecino, se atrever�a a
alzarle la voz o pensar en reclamarle por nada de lo que �l intentara, decidi�
no dar marcha atr�s en su intento por conquistarla.
� Tranquil�zate que nada pas� � Casi le orden� �l con tono
severo, mientras que acomod�ndose lo mejor que pudo sobre el sill�n, intento
disimular el bulto que se hab�a formado sobre la tela del pantal�n, para despu�s
indicarle � Pues si es eso lo que quieres m�rchate y olvidemos todo el asunto
este de pensar que pudieras llegar a ser una actriz �
� N...no, no es que no pudiera pero s�lo es que no s� , tengo
nervios de hacerlo y que alguien pudiera vernos � Le dijo ella casi
suplic�ndole.
�� Ver que? � pregunt� el continuando en su tono inflexible �
� Qu� estamos haciendo o que ver�an ellos? ., � a una mujer intentando actuar
para conseguir un papel en una obra?� Para luego, levant�ndose de su asiento,
dirigi�ndose lejos de la mujer, arrancarse casi de un solo tir�n la playera
deportiva que llevaba puesta y mostr�ndole a la sorprendida mujer todo el vigor
de su cuerpo aun en espl�ndida forma, volver a decirle � � Ver qu�?., �el cuerpo
de un hombre desnudo? �
� No, no es eso, s�lo que por favor t...e ped� que me dieras
tiempo para poder a...acoplarme � titube� ella al referirse a �l sin hablarle de
usted y tratar de no parecer demasiado pretenciosa al decirle.
� Pues es que en realidad no lo s� � Le contest� �l sin
inmutarse siquiera por encontrarse ya sin camisa delante de ella., para luego
a�adir � Talvez c�mo tu dices, lo que pasa es que simplemente esto no es para ti
� al tiempo de comenzar a sentir la mirada de ella pase�ndose sobre todo su
torso.
Isabella , simplemente no pod�a creer lo que este acababa de
hacer delante de ella, ni el cuerpo vigoroso que de repente se hab�a revelado
ante sus ojos. Sorprendentemente cuidado para la edad del se�or y sin mostrar
por ninguna parte de su oscura anatom�a un solo gramo de grasa o m�sculo que
pudiera estar fuera de condici�n. Teniendo que reconocer para s� misma a�n
dentro de su estupor, que definitivamente, a�n considerando el color de su piel,
aquel era un portento de hombre que har�a voltear la vista en m�s de una ocasi�n
a cualquier otra mujer.
Sintiendo en ese momento por primera vez en su vida
Isabella., o al menos que recordara despu�s de haberse casado, rebasada en su
capacidad de razonar correctamente, anteponiendo a sus buenas costumbres e
imagen de respetable mujer casada , el llamamiento a admirar el cuerpo de otro
hombre que no fuera su marido. Descubriendo que la atractiva presencia de la
atl�tica figura de su anfitri�n le llegaba incluso a infundir miedo y temor de
si misma. A tal grado que tal y c�mo �l mismo se lo sugiriera , por un momento,
considerar seriamente el salir corriendo de aquel sitio para no volver a
acercarse jam�s., pero de pronto, cuando finalmente Mart�n le extendi�
nuevamente la mano para sosten�rsela, al mismo tiempo en que, sonri�ndole, le
ofreci� ayudarla para conseguir el papel. � Vamos preciosa., yo se que tu puedes
hacerlo pero tan s�lo te falta dejarte ir un poco m�s �
Haciendo sentir con aquellas palabras, que logrando calar
hondo dentro de la atribulada y bastante atontada cabeza de la confundida mujer,
consiguieron hacerla flaquear y volver a enturbiar sus ideas, al pensar que sin
duda alguna abandonar el proyecto ser�a una gran decepci�n para si misma y todas
las personas a quienes les hab�a contado sobre la posibilidad de convertirse en
actriz. Adem�s de ser esta quiz�s la �ltima oportunidad que tendr�a para
conseguir un papel dentro de alguna obra en caso de no continuar participando
con el reconocido artista. Mientras que por otra parte, demostr�ndole que pod�a
hacerlo, sin duda le ayudar�a en su nueva carrera., al recomendarla no s�lo con
su productor si no con otros amigos interesados en verla.
� A ver dulzura d�jame que te explique � Le dijo finalmente
al notar que definitivamente aquella confundida criatura, lo �nico que
necesitaba era un poco m�s de direcci�n para empujarla hacia su trampa., y luego
le dijo en manera por dem�s condescendiente hacia ella al tiempo en que tomando
la botella de vino volvi� a llenar ambas copas � Perdona si te parec� un poco
brusco, pero es que pens� que ya estabas casi lista para hacerlo y tan s�lo
quer�a ayudarte a lograr que traspasaras tus ataduras �
� �...sta bien., por favor disculpa � Intento ella decir
primeramente para cambiar un momento despu�s � ... Disc�lpeme, no se que me pas�
� Y luego pedirle de nueva cuenta � � P...odemos volver a...a intentarlo? �
� Por su puesto que si peque�a. � Contest� entusiasmado el
experimentado hombre., acerc�ndole a ella su copa y disponerse a sentarse sobre
un exquisito div�n tapizado en color cardenal, colocado a unos cuantos pasos del
resto de la sala., cerca de las escaleras que conduc�an hacia la planta
superior. Indic�ndole poco despu�s que se sentara a su lado: � A ver peque�a
venga ac� conmigo que creo que aqu� estaremos m�s c�modos para intentar ensayar
las cosas con m�s calma...� tras dar un par de palmadas sobre el brocado de la
fin�sima tela del mueble con la mano que no ten�a ocupada.
De no haberse talvez encontrado Isabella tan presionada bajo
los efectos del alcohol y ese momento, seguramente que hubiera actuado como
cualquier mujer sensata lo hubiera hecho., pero en aquellos instantes su cabeza
se encontraba hecha un mar de dudas y sentimientos encontrados, respecto a lo
que era normal o inaceptable e incorrecto., pero al momento en que finalmente
acept� sentarse al lado de aquel hombre., de pronto volvi� a envalentonarse lo
suficiente como para pensar que finalmente todo aquello no era sino un simple
papel que le exigir�a interpretar el rol de una mujer enamorada perdidamente de
un semejante al que le deb�a demostrar su amor.
Ella intent� entonces sumergirse en el personaje , aunque sin
poder apartar de su mente la idea de pensar y sentir q ue finalmente todo esto
ser�a algo muy similar a tomar el papel y actitudes de una mujer a punto de
convertirse en su amante y enga�ar a su marido por primera vez en su vida. Pero
aun as� decidi� que tendr�a que permitirse guiar y dejar hacer por su maestro,
por lo que permaneci� inm�vil, sin oponer resistencia cuando este despu�s de
repetir algunas de las �ltimas l�neas del texto, comenz� a acerc�rsele para
colocar nuevamente la mano sobre sus piernas.
�Bien., as� est� mucho mejor encanto � Le coment� �l al
empezar a trepar su mano hacia arriba palpando la suave piel del muslo de la
mujer � S�lo d�jate llevar y ver�s que bien nos sale esto �
Mientras que ella ahora cada vez m�s sorprendida consigo
misma por permitirle aquella clase de contacto y tomarse tales libertades a
aquel hombre, comenz� a estremecerse sin decirle palabra alguna.
�� Lo ves c�mo ahora ya va saliendo mejor? � Le escuch�
decirle despu�s cuando �ste por segunda vez en la misma noche prob� a apartarle
las piernas para continuar subiendo la mano hacia su objetivo., aunque sin ella
oponer resistencia alguna en esta ocasi�n.
� Eso es !! primor, tu s�lo d�jate hacer c�mo si fuera en la
vida real y tu estuvieras dispuesta a convertirte en mujer casi por primera vez
� Le dijo el ventajoso maestro, aprovechando la repentina debilidad de su
alumna, al mismo tiempo en que aplicando sobre ella su pes�, comenz� a hacerla
recostarse sobre el mullido coj�n del mueble, con la intenci�n de hacerla quedar
tendida de espaldas y colocarse entre sus piernas.
Entonces en ese momento., cuando de pronto ella sinti� que de
nuevo la calma que por unos instantes hab�a conseguido tener, comenzaba a
evaporarse para volver a sentirse culpable por estar permiti�ndole acomodar en
tal situaci�n., completamente tensa al temer lo que sin duda pronto se
avecinar�a., �l cambio el ataqu� para colocar nuevamente los labios contra los
suyos y volver a besarla suavemente.
Haci�ndola casi enloquecer por completo ante la incertidumbre
de no saber ya como intentar reaccionar ante semejante tipo de asaltos a su
recato y pudor. Hasta que de repente ella sinti�ndose victima una vez m�s de sus
buenas costumbres y decoro, le pidi� que se detuviera: � Alto., por favor
det�ngase., no as� ...�
�� Ahora que pasa Isabella? � Le pregunt� �l en tono molesto
para luego recriminarle � ... S� vas a estar as� toda la noche , ya mejor nos
olvidamos de tu papel en la obra y mejor le digo a mi amigo que se busque otra
persona que est� m�s segura de hacerlo. Cualquier mujer que se preciara de
querer llamarse actriz, sabe que uno necesita explorar todas las posibilidades,
hasta parecer que en realidad esta haciendo el amor con la otra parte, para que
parezca real y no un simple intento de actuaci�n para secundarias �
Entonces Isabella sintiendo que en realidad la oportunidad se
le iba nuevamente de entre las manos, le pidi� que la dejara tomar un poco m�s
de la bebida que por un tiempo hab�a permanecido olvidada sobre la mesita justo
al lado de aquella elegante otomana. A lo que apenas levant�ndose un poco de
encima de ella, �l accedi� mientras le reconven�a todav�a m�s aunque en tono
menos severo. En tanto que la joven mujer mientras apuraba de un solo trago poco
m�s de la mitad del alcohol que hab�a contenido a�n dentro del cristal,
in�tilmente intentaba poner en claro por �ltima vez todas sus ideas acerca de lo
que hab�a estado ocurriendo desde su llegada a la casa de aquel hombre.
Reconociendo por una parte, que aunque, hasta el momento hab�a estado
permiti�ndole cometer con ella algunos excesos que jam�s hab�a considerado ya
permitirle a ning�n otro hombre que no fuera su marido, por otra parte �l era un
actor profesionalmente reconocido por todo el mundo, a quien, al menos que ella
supiera, nunca se le hab�a conocido esc�ndalo alguno por intentar aprovecharse
de alguna otra actriz o alumnas.
�Disc�lpame por �ltima vez� Le pidi� nuevamente ella tras
cavilar un poco m�s dentro de su obnubilada mente al terminar de beberse la copa
de vino., y todav�a incluso m�s ofuscada por el vertiginoso efecto narc�tico del
alcohol invadiendo su torrente sangu�neo, despu�s le prometi� � Yo puedo
hacerlo. Por favor no me saques de la obra y ya ver�s como ni tu ni tu amigo se
arrepentir�n de haberme elegido� Sintiendo un extra�o estupor que s�bitamente le
hac�a mover la cabeza con cierta torpeza.
� Est� bien., pero que conste que esta es la �ltima
oportunidad y si vuelvo a escuchar una queja , damos por terminado el asunto y
me busco a alguna otra muchacha m�s interesada que tu y con menos problemas para
trabajar.
Entonces volteando por �ltima vez hac�a la enorme ventana
tras de cuyas pesadas cortinas se podr�an haber alcanzado a mirar las luces del
condominio, y su casa incluida, si hubieran estado abiertas., sin preocuparse ya
m�s por acomodarse la falda., volvi� a recostarse sobre el oscuro div�n, para
indicarle que se encontraba lista para continuar desde el punto donde hab�an
abandonado su ensayo.
Sentado a los pies de la atribulada mujer que ahora se
ofrec�a sin m�s para lo que �l considerara necesario hacer., Mart�n se sonri�
para sus adentros, agradeciendo su buena fortuna y se limit� a contemplar por
unos momentos la figura de la qua sin duda ya alguna, pronto ser�a su pr�xima
victima. Admirando mientras lo hacia, aquel sim�trico par de imponentes pechos
que sin poder esconderse debajo de la suave tela de su blusa, parec�an
simplemente ser unas colinas en espera de ser descubiertas y reclamadas para s�
por sus �vidas manos. Notando tambi�n que para antes de hacerlo, tendr�a que
apartar del camino aquella otra prenda que bajo del promontorio de tela
alcanzaba a distinguirse de manera muy tenue con la forma de un brassiere de
seductoras formas.
Decidido entonces a renovar el ataque sobre la ya casi
absolutamente entregada mujer, Mart�n volvi� a inclinarse sobre ella para
recordarle � Tan s�lo piensa que yo no soy yo, sino un hombre del cual esta
mujer esta enamorada y no puede ya decirle que no a nada y se quiere entregar a
�l sin condici�n alguna � Antes de comenzar a besarla y acariciar una vez m�s
cada parte expuesta de su cuerpo, al tiempo que, entre beso y beso, tom�ndole
una de sus manos para acomod�rsela sobre su desnudo cuello, le se�al� para que
ella se relajara : � Y tu mujer, est�s loca por mi., quieres que esto suceda y
tampoco puedes apartar tus manos de mi �
Con su fuerte aliento y aroma de macho llen�ndole todas las
fosas nasales, Isabella se dej� nuevamente besar por el hombre, al tiempo en que
dej�ndose ir un poco m�s, ella subi� su otra mano para abrazarlo y mover sus
manos sobre su musculosa, aunque bastante oscura, espalda., intentando
t�midamente acariciarlo para hacerlo sentir que ella pod�a responder a sus
besos. Pero de repente, la aturdida mujer, a�n sin darse cuenta de ello, comenz�
a desvanecerse dentro de su propia cabeza y abandon�ndose entre sus brazos,
comenz� a contestar a sus arrumacos sin objeci�n alguna.
� Tu aroma es encantador � Le susurr� suavemente al o�do �l ,
mientras que habiendo dejado de besarla, se dispuso a buscar con sus manos, los
enclaustrados pechos de la inocente, y cada vez m�s desorientada vecina,
palp�ndolos tiernamente entre sus gruesos dedos, esta vez con m�s calma que la
anterior.
Para Mart�n simplemente aquello estaba resultando incre�ble,
y tampoco pod�a creer que despu�s de haber buscado por medio mundo y haber
conocido a cuanto mujer se hab�a cruzado en su camino., ahora pudiera haber
resultado que a la vuelta de su casa � enfrente de la misma para ser m�s exactos
� pudiera existir una mujer, que en forma de madre casada, fuera la exacta
encarnaci�n de la persona que m�s hubiera el jam�s anhelado tener.
Sin poder a�n concebir a una criatura como ella, con aquellos
formidables pechos que a�n pese a haber ya amamantado a dos hijos, lograran
sentirse tan fascinantes, firmes y excelsos., pronto �l dej� de respirar en la
oreja Isabella para rozar con sus labios su cuello y empezar a lamerlo y besarlo
en su camino hacia abajo. En tanto que ella sinti�ndose cada vez menos
perturbada por lo inapropiado de aquel tipo de actos que ahora �l intentaba
sobre su cuerpo -aunque no as� por las mismas caricias en si � solt� un suave
gemido, que sin propon�rselo ella, claramente le pudo dar la pauta al oscuro
sujeto para indicarle que iba en el camino correcto.
Avivado entonces �l por aquella se�al intensific� la acci�n
de sus manos sobre los senos de la ya pr�cticamente vencida mujer y dejando un
h�medo rastro de saliva por donde quiera que iba pasando, dirigi� sus labios
hacia el frente del cuello para comenzar a besuquear la barbilla y abriendo la
boca cuanto m�s pudo metersela dentro de la boca como si intentara engullirla de
un solo bocado., para despu�s soltarla y dejarla embarrada con la babosa
sustancia por todos sus lados., hasta que as� de repente y sin dar muestra
previa de pensar intentarlo, se abalanz� hacia abajo nuevamente para encontrar,
lo m�s abajo que el escote de la blusa de ella se lo permiti�, la parte baja del
cuello de Isabella y besarla casi entre la separaci�n de los senos.
� Oh Dios mio ., hueles y sabes a gloria mi vida � le dijo
entonces en un momento dado, sintiendo que la ten�a ya a su merced, para
continuar poco despu�s bes�ndole un poco m�s hacia un lado, en el mismo instante
en que buscando ya con sus dedos, tante� el modo correcto de desabrochar el
primero de los botones de la blusa, que ahora estorb�ndole de manera definitiva
en la obtenci�n de su siguiente objetivo, pronto ceder�a a sus intentos.
En tanto todo esto ocurr�a., imposibilitada ya de pensar de
una manera correcta, la desconcertada Isabella simplemente parec�a estar ya en
otro mundo, permitiendo a su cuerpo que mandara sobre su conciencia., sin poder
ella impedir lo que fuera que la desmedida pasi�n de aquel hombre intentara
hacer con el mismo., intentando �nicamente utilizar la escasa cordura que a�n le
quedaba dentro para idear una digna manera de salir del embrollo en el que se
encontraba metida, por si acaso �l rebasaba las nuevas fronteras que ahora le
hab�a ido cediendo, pero dudando ya poder evitar la cada vez m�s inminente
seducci�n y conseguir detener sus siguientes avances si �ste no se deten�a
pronto.
Mart�n se encontraba cada vez m�s excitado y su potente
virilidad ansiosa por entrar en combate., mientras que por su parte Isabella
ahora empezaba a sentir la jugosa humedad de su m�s �ntima hendidura desbordarse
hacia la fin�sima tela de sus blancas pantaletas y parec�a haber principiado a
esparcirse sobre el refuerzo de algod�n de las mismas. Por lo que intentando a�n
encubrir su pudor femenino, evit� deliberadamente encontrar con sus ojos la
mirada de aquel ordinario bellaco y se abraz� m�s fuertemente hacia �l., pero
sin atreverse a impedirle que continuara palpando a placer con sus manos toda la
suave redondez de sus senos., en tanto que continuaba desabrochando el siguiente
bot�n de la blusa y segu�a con la boca pegada hac�a la nueva porci�n de su piel
que se mostraba ante �l para ser cubierta de besos.
Encarg�ndose ya poco despu�s �l de abrir el siguiente bot�n.,
hasta terminar por llegar al que se encontraba cerca de la cintura de su falda y
tras detenerse apenas un breve momento zafarlo de un solo tir�n y apartarle de
par en par ambos extremos de la prenda que separ� hacia ambos lados de sus
pechos, para contemplar finalmente su obra maestra de haber casi ya despojado
por completo a la mujer de aquel pedazo de tela y descubrir ante su vista por
fin de esa manera, la encantadora pareja de encapuchados globos de carne que
debido a la brusquedad de su anterior movimiento y lo agitado de su respiraci�n
entrecortada, tan s�lo lograron captar aun m�s su atenci�n., sin sospechar por
si mismos que dentro de apenas unos cuantos segundos m�s ser�an exhibidos ante
la enardecida y turbia mirada de aquel hombre., que al verlos desnudos por
primera vez se avoraz� sobre ellos para pellizcarlos y morder suavemente los
sonrosados bornes de sus dilatados pezones.
� Vaya vaya, pero si mira nom�s que bonitas cosotas las que
ten�as escondidas aqu� dentro � Le dijo en un momento que aprovechando para
acomodarse nuevamente entre las piernas de la atontada mujer, �l se separ� de
ellos por un breve instante, dejando caer poco despu�s todo su peso sobre el
cuerpo de Isabella. Dej�ndole sentir por primera vez al hacerlo, apreciar toda
la magnitud del tremendo bulto, que de tanta excitaci�n y sabiendo que aquella
mujer ser�a suya., amenazaba ya con perforar la gruesa tela del pantal�n.
Deteni�ndose as� por unos cuantos momentos para dejarla acostumbrarse a la
presencia de su enorme paquete.
Hasta que de pronto, levantando todav�a un poco m�s la cabeza
para separarse de ella, y poder contemplar su reacci�n al hacerlo, inici� �l un
movimiento hacia abajo, para poco despu�s dirigirse hac�a arriba, arrastrando la
falda junto consigo mismo bajo gran corpulencia y empujarle todo aquel
envoltorio contra la empapada separaci�n de sus piernas y dejarla sentir cada
vez m�s cerca su a�n contenida virilidad. Ocasionando con ello que Isabella
presa ya del momento y de sus propias naturales reacciones, entreabriendo los
labios, intempestivamente exhalara soltando un ahogado suspiro al sentir su
calurosa arma aproxim�ndose hacia donde hac�a tiempo que ning�n otro hombre
hab�a estado.
Isabella entonces, sinti�ndose bastante apenada consigo misma
por no haber podido contener aquel inequ�voco signo de su derrota ante �l,
intent� por un momento excusar su reacci�n, alegando para sus propios adentros,
que todo esto lo permit�a pos intentar salir adelante con su idea de ser alguien
famosa de quien su esposo y sus hijos pudieran sentirse orgullosos y que aunque
aquel hombre hab�a conseguido hacerla sentir aquella delirante sensaci�n, ella
a�n no hab�a sido infiel y si lo propon�a podr�a detenerlo en cualquier momento
en que se lo propusiera. Aunque sabiendo muy en el fondo que en realidad aquello
no era del todo cierto., y confirmando aquel terrible temor de reconocerse a si
misma que hac�a ya varios minutos atr�s que hab�a perdido el control de las
cosas., cuando sin haberse tampoco dado cuenta del momento en que hubiera
iniciado., de repente se percat� del hecho de que lentamente hab�a comenzado a
mover la pelvis para buscar un poco m�s la fricci�n de aquel bulto contra la
tela de sus pantaletas.
�� Eso es !!., mu�vete as� Mamita ... � Le azuz� �l � Busca
mi garrote y p�nmelo bien duro para que te pueda coger bien rico con �l �
Contin�o murmurando entre dientes al sentirla perderse.
� No se si tus tetas o como te mueves es lo que m�s me gusta
de ti., pero si sigues as� me voy a salpicar dentro de los pantalones en
cualquier instante� Le solt� despu�s el burdo comentario. Consiguiendo que en
respuesta ella, en vez de pararlo y salir corriendo de aquel cuarto, como
seguramente hubiera hecho hasta hac�a unos cuantos minutos., ahora arqueara la
espalda para ofrecerle sus senos y que �l volviera a mamarlos.
Sin duda alguna que aquella mujer hab�a ya dejado de
pretender que jugaba a actuar con aquel hombre., y sab�a que �l la deseaba, pero
de pronto al sentir que se encontraba perdida entre sus brazos y con �l entre
sus piernas., nuevamente alguna voz interior la hizo pretender negar lo
innegable. Por lo que intent� decirle � No., no debemos de ha...... ahhhhh � Sin
conseguir terminar cuando sin haber estado preparada para ello, inesperadamente
sinti� que los dedos del tal D�bora a tientas empezaban a toquetearla sobre la
ya de por si h�meda protecci�n del refuerzo de tela de sus pantaletas.
� Vamos primor., lo est�s haciendo muy bien, sigue solt�ndote
que ya casi lo tienes ...� Le dijo �l pretendiendo darle a entender que para �l
hasta ahora todo aquello hab�a sido �nicamente parte del juego de su personaje.
Aunque sin siquiera pensar por un solo instante en apartar de ella sus dedos.,
que para ese momento parec�an haberse adue�ado del �rea y hab�an comenzado su
ataque invasor, jugueteando con el borde el�stico de la entrepierna de las
pantaletas, para despu�s probar a hundir suavemente la punta de uno s�lo de
ellos contra la empapada entrada de su hendidura junto con la tela que se
supon�a que deber�a de estar all� para protegerla en vez de convertirse
simplemente en un casi mudo testigo de la inminente profanaci�n de su intimidad.
Situaci�n ante la cual embebida dentro de aquel remolino de
sensaciones encontradas, Isabella ya no supo que hacer como no fuera
sencillamente dejarse llevar nuevamente por todo aquel torrente de c�lidas
sensaciones. Sin darse cuenta mientras lo hac�a de cuan peligrosamente se
encontraba ya a punto de ser tomada por aquel hombre., quien sin siquiera
terminar de desvestirse , se hab�a limitado a desabrochar su pantal�n y abriendo
la porta�uela del zipper, extraer el embravecido falo que de inmediato brinc� en
busca de acci�n.
Isabella sinti� entonces en ese momento, cuando �l, habiendo
acabado de extraerse su miembro, volvi�l a intentar recostarse sobre ella., que
todos aquellos bruscos movimientos le indicaban que se encontraba en una
posici�n peligrosa y f�cil de ser tomada por aquel hombre., por lo que sin
comentarle nada intent� acomodarse de lado para poder as� detenerlo si es que
acaso este intentaba ya hacer algo m�s decidido sin consultarle primero.,
encontr�ndose naturalmente con que esto le resultaba imposible hacer, debido al
gran peso de �l sobre su delicada figura. Limit�ndose entonces ella a solamente
ir buscar con su mano la de �l, que a�n se encontraba palpando por todas partes
su zona m�s �ntima, con la sola intenci�n de calmarlo un poco y poder contener
de esa manera los intentos que ahora �l hac�a por apartar de una buena vez la
pantaleta hacia un lado. Encontr�ndose en vez de con aquella mano o incluso los
dedos de �sta, con la m�s fulminante sorpresa que pudiera recordar desde que
estaba casada, al toparse con la gruesa arma de amor de aquel hombre.
Por lo que buscando apartarse de ella, como si en vez de un
pedazo de carne viva, hubiera tocado m�s bien un carb�n encendido, lo m�s pronto
que pudo intent� apartarse de aquella barra candente pero sin poder conseguirlo
cuando sin darle tiempo para hacerlo, Mart�n coloc� sobre la de ella su mano
para imped�rselo y hacerla rodearla con sus finos dedos. Al tiempo que le dec�a
� Eso, as� t�mala entre tus dedos y siente ya como me tienes nada m�s de puro
querer clav�rtela hasta donde nadie te la ha dado nunca antes �
Sin poder ella hacer otra cosa m�s que dejarlo hacer con su
mano una empu�adura para despu�s comenzar a deslizarla a todo largo y lo ancho
de aquella tremenda estaca., mientras que dejando de tocarla con su otra mano
por encima de las pantaletas, se levant� sobre sus rodillas para incitarla a
mirarlo mostr�ndole aquel miembro que ahora le hac�a manosear y despu�s para
hacerla voltear preguntarle morbosamente. � � Hab�as alguna vez visto una de
este tama�o? �
�
�N...no � Contest� ella t�midamente, despu�s de sobreponerse
a la indigna y lacerante pregunta., simplemente no pudiendo caer de su asombro
al tener dentro de su mano agarrado aquel duro �rgano masculino de tan
sorprendentes medidas que le costaba creer que hubiera sido real al tocarlo,
pareci�ndole m�s bien como si toda aquella barra de oscuro color, hubiera m�s
podido ser una gruesa barra de chocolate o caramelo macizo a punto de
derret�rsele entre los dedos. Pues sin duda alguna, a�n cuando dentro de su
turbada mente le costara y sintiera verg�enza al reconocerlo., aunque le
hubieran hablado de ellos, nunca hab�a visto o sentido semejante tipo arma
viril. Ya que tanto la del padre de la ni�a que escasamente podr�a haber
rebasado los 15 o diecis�is cent�metros de longitud., como la de David, quiz�s
un del mismo largo, aunque si bastante m�s gruesa, en nada se comparaban con el
tremendo vigor y presencia de aquel gran instrumento que ahora ella ten�a
sujetado como un bebe a la mamila que espera succionar.
� Pues � que crees encanto? � pregunt� entonces �l al tiempo
en que soltando de entre sus dedos la mano de ella, divertido observ� como sin
presi�n alguna Isabella, continuaba masaje�ndole el miembro candente , para
despu�s comentarle � �sta es tu noche de suerte por que casi sin ir m�s lejos de
casa , vas a probar lo que se siente tener dentro de ti a un hombre por primera
vez�
� N...no, no puedo � titube� ella al decir para luego
intentar explicarle volteando a mirar hacia la cortina que los manten�a
pr�cticamente aislados del resto del mundo � No, por favor no., no puedo., mis
hijos... �
� Ni ellos ni tu marido o alg�n otro vecino tienen por que
enterarse a menos que tu se los digas � Le contest� vilmente, apartando ahora la
fr�gil mano de ella que continuaba aferrada a su miembro, notando al hacerlo la
sobrecogedora e inquietante visi�n de poder contemplar ojos los fin�simos dedos
de la sorprendida esposa de su vecino y el resplandeciente brillante que
adornando las delicadas falanges de aquella mujer, parec�a titilar con la sola
intenci�n de hacer incluso aun m�s grande la afrenta de ser sorprendido en ese
momento decorando la portentosa rigidez del falo de un hombre distinto al que
inicialmente lo colocara en aquel sitio como s�mbolo de la devoci�n y rectitud
que su poseedora jurara hac�a ya alg�n tiempo para asegurar que desde antes y a
partir de ese momento Isabella jam�s le ser�a infiel y se cuidar�a de no empa�ar
con sus actos o pensamiento su imagen., y que sin embargo ahora simplemente
sufr�a la peor de las deshonras a la que un anillo de compromiso pudiera
enfrentarse, al engalanar la p�rfida mano de una mujer que sin tener cuidado de
lo que en realidad pudiera significar aquella reliquia, osaba llevarlo puesto al
momento de tomar la enhiesta erecci�n del hombre que pronto se convertir�a en su
amante. Permaneciendo all� c�mo un simple y pervertido ornato sin m�s valor que
el de incitarle a�n m�s a marcarla de una vez y por todas como una simple y
vulgar ad�ltera.
�l terminando por fin de contemplar aquel morboso contraste
de los tiernos dedos de la dama soltando su incandescente aparato sexual, se
sonri� divertido para despu�s, llevarla a pasear con su mano por debajo de los
test�culos cargados de semen y hacerla frotarlos con el suave tacto de sus
yemas, hasta que sintiendo agitarse sus enormes y aterciopelados sacos de macho,
comenz� a temblar de placer y se dispuso a cambiar de estrategia antes de que
fuera demasiado tarde.
�... A ver Mamita, ven para ac� para que puedo yo d�rtelo �
Se expres� �l al tiempo en que soltando su mano se dispuso a terminar de
levantarle la falda con sendos tirones que dio a la prenda para hacerla resbalar
bajo sus nalgas, hasta terminar por colocarla enrollada sobre sus caderas,
dejando a la vista tambi�n, adem�s de la atrevida exhibici�n de su m�s intima
prenda, que sum�ndose a la sensual panor�mica de la provocativa hondonada que su
ombligo produc�a sobre el parcialmente descubierto y palpitante vientre de la
mujer.
� Vaya vaya, pero si mira nada m�s que tenemos aqu� !! �
Se�al� el al contemplar las suaves pero incitantes curvas de su estomago y la
tenue franja de aterciopelada pelusa de melocot�n que parti�ndola en dos a la
irregular y accidentada geograf�a de su vientre, parec�a ir ensanch�ndose y
aumentando de intensidad conforma se acercaba hacia abajo., hasta desaparecer
repentinamente bajo la tela del calz�n femenino.
� De saber que tu tambi�n usabas calzoncitos como los que
usan mis t�as, te hubiera prestado algunos de los que tengo guardados all�
arriba y que han dejado olvidados mis novias o amigas a veces cuando vienen a
verme � Profiri� el sumamente vulgar y mezquino comentario. Antes de comenzar a
jalonearle la prenda, para, no contento con ello, despu�s a�adir en tono un
tanto m�s fastidiado: � En fin que se le puede ya hacer., habr� que buscar entre
tus dem�s prendas por algo m�s sugerente., o sino comprarte algo que te lo
pongas y te haga lucir un poco m�s cachonda y moderna para la obra o los
siguientes ensayos �
� Si ten...go � Tartamude� ella � p...ero es que estos son
m�s com...m.... � No pudo terminar la desorientada y cada vez m�s aturdida mujer
terminar de ofrecer la torpe , y sumamente fuera de lugar disculpa, cuando sin
rematar �l sus comentarios, poco despu�s de atenazar entre los dedos el borde
el�stico de la prenda para comenzar a bajarla hacia su pubis, le dijo �... A ver
mi vida, veamos que guardas tan escondido aqu� abajo.� Sabiendo Isabella que
ahora ya todo estaba perdido y muy pronto la despojar�an de aquella �ltima
protecci�n ,que aunque ahora ya deshonrada y mancillada por los continuos
avances y toqueteos de aquel invasor sobre su delicada superficie., por lo menos
durante alg�n tiempo hab�a pretendido cumplir cabalmente la tarea de mantener a
resguardo su m�s velada intimidad femenina. Sirvi�ndole ya en ese momento
�nicamente para intentar, de precaria manera, contener y mantener bajo el tejido
sus jugos de hembra dispuesta para el apareamiento., y que estos casi no se
esparcieran sobre las piernas o alguna parte de cuerpo de aquel violador.
� E...eso ., as� esta mejor � Exclam� �l cuando not� que aun
pese a aquella lucha entre la naturaleza y los principios morales Isabella, que
se inclinaba una vez m�s hacia su favor., con cierto dejo de abochornada congoja
reflejado el rostro., y apoyando ella levemente sus tacones sobre el div�n para
elevar sutilmente los gl�teos, le facilit� la tarea de baj�rselas y despojarla
finalmente de la femenina prenda, hasta hacerla descender hacia los muslos y
dejarla enrollada alrededor de sus piernas.
� Pero si mira nom�s que animalito peludo tenemos aqu� �
Solt� �l, el burdo aunque sumamente inspirado comentario, gustoso de poder
apreciar por vez primera los incitantes vellos pubicos de Isabella, que de
manera por dem�s incitante le indicaban la proximidad con su tan ansiado sexo.
Enderez�ndose todav�a un poco m�s de su posici�n sobre el cuerpo casi totalmente
desnudo de ella para, despu�s de contemplar todav�a un poco m�s el territorio
reci�n descubierto y en espera de ser conquistado por �l., tom�ndola entonces
por los tobillos alzarle las piernas.
� N...no., no debemos � Titube� ella, apenas balbuceando, al
sentir la vulnerable posici�n en que hab�a logrado situarla con aquel
movimiento., haci�ndola quedar totalmente expuesta ante �l para disponer a
acercar ahora hacia ella su miembro. Y despu�s intento explicarle � Mi esposo...
No he tomado mis p�ldoras... P...o...dria quedar
embara...ahhh...za...aaah...ada�
Apenas alcanz� a terminar de decirle cuando soltando un
suspiro, la apesadumbrada vecina, sinti� la firme carne del miembro de aquel
abusivo entrar en contacto con su feminidad para hacerle notar la reciedumbre de
su grueso miembro. Pero �l ya no estaba escuchando realmente razones y si acaso,
conocer las posibles consecuencias de aquel ilegal ayuntamiento carnal ,
solamente sirvieron para estimularlo aun m�s.
� No te apures mi cielo que no tengo intenciones de andar
dejando hijos regados por el vecindario � Le contesto �l para tranquilizar a la
casi ya totalmente vencida mujer con la intenci�n de no perder m�s tiempo ,
aunque sinti�ndose particularmente incitado a poseer a la desventurada mujer,
despu�s de haber escuchado la providencial advertencia.
�Aqu� vamos mi cielo. � Fue su siguiente expresi�n antes de
tomar su erecci�n entre sus gruesos dedos para dirigirla m�s firmemente hacia la
entrada del refugio amoroso de la mujer para comenzar a apartar con la punta sus
pliegues., y tras soltar un resoplido al sentir la humedad y tibieza de aquel
cuerpo rode�ndole el glande., decirle entre dientes � A terminar la escena
primor. Vamos a ver que tan a fondo puedes manejar este papel !!! � Al tiempo en
que con la otra mano sujet� m�s s�lidamente las piernas de ella contra sus
hombros y hacerla flexionarla hacia atr�s hasta serle posible acercarse lo
suficiente a su rostro como para despu�s de contemplar la incitante belleza de
sus facciones en ese preciso momento, darle un �ltimo beso e iniciar el asalto
definitivo hacia su intimidad. Consiguiendo apenas introducir la cabeza del
miembro y un par de cent�metros m�s dentro del ajustado canal en el primer
movimiento.
� Oooouuughh, aaaahhhhg � Isabella exhal� boquiabierta , al
sentir los labios de su vagina separ�ndose para recibirlo, aunque sin poder
acomodarlo del todo en aquel primer movimiento debido a su extraordinario
tama�o.. Por lo que sintiendo �l tambi�n la intensa fricci�n que aun pese los
caldos secretados dentro de la cavidad, resultaron insuficientes aun en ese
momento para facilitarle el acceso. Mart�n decidi� disminuir la intensidad de
aquella primera embestida para permitirle a ella acostumbrarse a su voluminoso
instrumento.
�l estaba estir�ndola hasta el l�mite, c�mo nunca antes hab�a
ella sentido dilatarse las paredes de su vulva para intentar recibir un
miembro., tocando por dentro lugares de ella que simplemente no recordaba jam�s
haber sido tocados al mismo tiempo de aquella manera, hasta que sintiendo
disminuir el intenso roce inicial de las femeninas membranas sobre la
circunferencia de su erecci�n, que parec�an ajustarse a esta como una mano a un
guante., por fin �l coment�: � Oh madre santa, est�s como nueva...!!! Si no
conociera a tu marido y tus ni�os jurar�a que tuviste alg�n accidente y por eso
no hay sangre!!! ...�
Empuj�ndose despu�s de soltar el soez comentario, todav�a mas
dentro del cada vez m�s resbaloso y desprotegido orificio ., mascullando entre
dientes � Es dif�cil pensar que con lo ajustada que est�s aqu� abajo hayas
tenido ya alg�n ni�o .� Y repetir un par de veces m�s aquel movimiento hasta que
finalmente toda la longitud de su miembro qued� alojada dentro de la ajustada
envoltura que ella le ofreci� para cobijarle. Ocurriendo todo esto apenas una
fracci�n de segundos antes de que Isabella sinti�ndose totalmente llena con
aquella masculinidad encajada en su ser, de pronto sinti� todo su cuerpo
tensarse para estallar poco despu�s con un estremecedor orgasmo. Sin haberle
sido necesario siquiera que �l comenzara a fornicarla en forma con su punzante
aguij�n.
� � Whhhhoooahh !!! , Mammiiiiita chiquita, chiquiitahhh,
chiquita!!! � Repiti� el casi gru�endo al sentirle colapsarse alrededor de su
miembro � Que rico me lo aprietas all� adentro � Sin que ella pudiera acabar de
creer lo acababa de suceder con su cuerpo., primero acept�ndolo todo entero
dentro de s� y luego sin haber podido evitarlo, habiendo explotado ante �l como
nunca le hab�a sucedido antes con su marido tan r�pido., habiendo �nicamente
terminado de penetrarla con su virilidad.
Sin embargo., apenas unos segundos m�s tarde y sin a�n haber
podido recuperarse de aquel primer orgasmo., comenz� a sentirlo crecer todav�a
m�s dentro de ella conforme aumentaba �l la intensidad y frecuencia de sus
embestidas., por lo que con algo de la lucidez que aun conservaba, con
preocupaci�n le pidi� titubeante: � No!!!., por favor p...are., tiene u...sted
que sacarlo, va a terminar y.... quedar� embarazada ...., por favor no quiero
que e...so suceda...�
Ocasionando que por lo menos aquel hombre rompiera el
acompasado vaiv�n y fuerza de sus acometidas por unos momentos para buscar paso
menos violento al que ya estaba teniendo., En tanto que Mart�n un tanto
complicado en sus propios pensamientos por primera vez en la noche., se debat�a
intentando pensar con claridad sobre las consecuencias reales de lo que pudiera
pasar a si no se retiraba a tiempo. Mientras que por la otra parte., el deseo
por saciarse y alcanzar el �xtasis dentro del cuerpo de aquella mujer y regarla
por completo con su potente esperma y gozar impregn�ndola, era una tentaci�n
demasiado grande para poder resistirla. Pero entonces al escucharla gemir una
vez m�s, ella misma le hizo decidir su destino. Comenzando a vaciarse sin poder
contenerse mas tras un par de embestidas que lo mandaron fuera su propio
control.
Por fon hab�a sucedido lo inevitable y tras emitir unos
ahogados gru�idos, el formidable �rgano viril de Mart�n comenz� a desparramarse
dentro de la desprotegida matriz de Isabella, rociando su interior con la
semilla creadora de vida que �l hab�a fabricado para ese momento, reg�ndola en
fuertes y sucesivas oleadas que disparadas salieron de la punta del miembro para
ir a inundarla. Terminando finalmente cuando habiendo vaciado ya casi toda la
carga del espeso liquido., acompa�ando una final embestida con un fuerte
estertor, lanz� una �ltima descarga. � Oaaaaaghghrrrrrr ...�
� Oh noooo. Noooo, un cond�n por favor, no debe... Por favor
ponga...se... Ohhh., no debehhhh.... � Trat� ella totalmente fuera de tiempo
decirle, reproch�ndose a si misma por no haberse dado cuenta antes de la
inminente eyaculaci�n del malvado hombre sino hasta ese terrible momento.,
cuando ya todo era tarde y �ste absorto por el extremo placer de haber alcanzado
el orgasmo., se clav� lo m�s hondo que pudo en la femenina hendidura, arrancando
a la agobiada mujer una nueva explosi�n de placer al sentirlo tan profundamente
en su interior como ning�n hombre antes que �l se hab�a encontrado dentro de
ella. Haci�ndola arquear toda su espalda por unos instantes., mientras que todo
su cuerpo se tensaba y relajaba para despu�s acogerle, sin ella poder controlar
la involuntaria reacci�n de sus m�sculos y todo su ser.
�Oooohhh siii, si ah� te va todo dentro so putaaahh!!!,
tomalos todos y siente como te dejo cargada ohh ohhhsiihh.!!!.. �Fueron las
finales palabras que aquel salvaje esp�cimen profiri� al descubrir aquellos
espasmos de su vagina alrededor de su miembro., hasta que satisfecho ya , dej�
vencer todo el peso de su cuerpo encima de ella, doblando incluso a�n m�s al
hacerlo, las extenuadas piernas de la mujer sobre sus pechos durante algunos
minutos para descansar un poco sin reparar en la incomodad que al descargar su
pesada humanidad sobre la delicada anatom�a de Isabella produc�a en la mujer,
hasta que completamente aturdido por su palpitante cerebro, termin� por
liberarlas para dejarse caer de costado apoy�ndose sobre el borde del mueble,
sin extraer del todo su miembro, que permaneci� parcialmente incrustado dentro
del mancillado orificio.
Ella pudo sentir todas aquellas descargas de la pesada y
candente sustancia, fluir bati�ndose en la profundidad de su violentada matriz.,
mientras que intentando apartar de su cabeza cualquier pensamiento sobre el
oscuro tab� que acababa de cometer con aquel hombre, acongojada por todo lo
sucedido entre ellos, tuvo que reconocer para sus adentros que la fuerza de su
poderosa descarga hab�a resultado ser algo que ella no hab�a experimentado nunca
antes al lado de su marido., y para conmemorarlo de manera callada su cuerpo,
sin siquiera darse ella cuenta de ello., involuntariamente sus m�sculos
vaginales parecieron contraerse sobre el ya agonizante miembro para orde�ar
hasta las �ltimas gotas de jugo que este pudiera aun ofrecerle.
Cuando despu�s de algunos minutos, por fin volvi� ella a
bajar a la tierra de la nube en que aquel tipo la hab�a puesto a flotar,
bastante apenada consigo misma por las reacciones y suspiros que se hab�a dejado
arrancar., de pronto como una l�pida que amenazara venirsele encima volvi� a
pensar en las posibles consecuencias que aquel inmoral apareamiento podr�a
traerle consigo si alguien llegaba a enterarse del mismo. Especialmente para la
relaci�n con su marido si, como ella ahora tem�a, pudiera ella haber quedado
pre�ada con la infame y oscura semilla de aquel hombre. � Como le explicar�a a
�l o al mundo tener un hijo de piel morena., siendo ella tan blanca como David?.
�
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POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO
�ste T�tulo ha sido escrito en 13 Cap�tulos contenidos en 4
Partes enumeradas a continuaci�n en la Lista de Contenido** que una vez
revisados ser�n publicado �ntegramente de forma impresa., sin que necesariamente
aparezcan en Internet la totalidad de las mismas. Pero de cualquier manera se
encuentran ya registrados de acuerdo a los tratados internacionales sobre el
Derecho de Autor., por lo que no deber� ser copiada en forma manual, electr�nica
o impresa sin la autorizaci�n previa de sus realizadores. Cualquier consulta o
comentario sobre el mismo se agradecer� en los correos que anteceden a esta
declaratoria.
�
** Lista de Contenido
Introducci�n:
1� Pte Cap 1 ( Enga�ada Con Una Falsa Promesa ) �*
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers El
Relator
1� Pte Cap 2 ( Curiosidad Femenina )*�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers El
Relator
1� Pte Cap 3 ( V�ctima de la Tentaci�n ) *�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers El
Relator
1� Pte Cap 4 ( Usada y Tomada en Adulterio )*�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers El
Relator
1� Pte Cap 5 ( Segunda Toma ) *�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , Chezshirecat y G. O. Tigers El
Relator
�
2� Pte Cap 6 ( Encubriendo el Adulterio ) * �
Ludo Mentis , Chezshirecat y G. O. Tigers El Relator
2� Pte Cap 7 ( Mart�n Viene a Casa a Ensayar ) *.�
Ludo Mentis , Chezshirecat y G. O. Tigers El Relator
2� Pte Cap 8 ( Audici�n con el Director ) * �
Ludo Mentis , Chezshirecat y G. O. Tigers El Relator
�
3� Pte Cap 9 ( Reuni�n en Casa del Productor ) *�
Ludo Mentis , Chezshirecat y G. O. Tigers El Relator
3� Pte Cap 10 ( Melissa Consigue una Audici�n ) * �
Ludo Mentis , Chezshirecat y G. O. Tigers El Relator
3� Pte Cap 11( Conociendo a la Coprotagonista ) *�
Ludo Mentis , Jordy Notebook , y G. O. Tigers El Relator
�
4� Pte Cap 12 ( Prueba de Sonido y Video ) *�
Ludo Mentis , y G. O. Tigers El Relator
4� Pte Cap 13 ( Isabella Hace su Debut Cinematrogr�fico) *�
Ludo Mentis , y G. O. Tigers El Relator
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POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO