Un paseo por el Parque.
Relato imaginario que trata sobre una madura desafortunada
que se desmaya en plena noche en un parque y de c�mo se aprovecha de la
situaci�n un putocabr�n enfermo que pasa por all�.
Este era un domingo cualquiera, y como todo domingo,
regresaba yo a casa de noche despu�s de pasar la tarde con unos buenos amigos de
cervezas, durante la conversaci�n con los amigos hab�a surgido la conversaci�n
sobre que era lo mas guarro que le hab�an hecho a una chica y quien era la mujer
mas guarra con la que hab�an estado. Durante esa conversaci�n me hablaron de
meadas, folladas de boca, folladas de culo, trios, bisexualidad y otras cosas a
la cual mas fuerte. Pero hubo algo que me puso especialmente caliente, algo que
me cont� uno de ellos sobre que una vez, despu�s de estar una chica detr�s de el
calent�ndole, a la hora de la verdad le dijo que no pod�a, que ten�a novio y que
no estaba preparada psicol�gicamente. Mi amigo que estaba como un burro, en vez
de camel�rsela y convencerla, la dijo algo as� como, �y una polla! Y cogi�ndola
del vestido, se le arranc�, le sac� la ropa interior a la fuerza y se la foll�
fuertemente. Al final lo �nico que quer�a ella era �marcha� y fue lo �nico que
recibi�, quedando los dos muy satisfechos.
Entre la inactividad sexual y los relatos de mis amigos,
aderezados con algo de alcohol, resultaba que me dirig�a a casa con un calent�n
incre�ble, llegu� en esto al solitario parque en el que solo hab�a un grupito de
personas paseando a sus perros, estaban todos juntitos, cerca de la zona con
luz, supongo que hablando de cosas de perros. Hice caso omiso y continu� andando
hac�a mi hogar.
Al llegar al final del parque, escuch� como un quejido, me
gir� hac�a donde ven�a el ruido y me acerqu� poco a poco a una zona arbolada que
se encontraba en la penumbra, la verdad es que esperaba encontrar a un
drogadicto o un pordiosero, pero en vez de eso vi a una mujer como de unos
cuarenta a�os apoyada en un �rbol, vest�a unos vaqueros algo anchos y una camisa
de cuadros, se la ve�a que lo que intentaba ocultar detr�s de la ropa ancha era
un poco de sobrepeso. Me fij� m�s y vi que estar�a paseando o buscando al perro,
pero no vi a ning�n perro.
Al acercarme y preguntarla que si le pasaba algo, con voz de
mareada, dijo: �No te preocupes, no estoy borracha, es solo un baj�n de tensi�n,
espero no desma�..� y en ese momento se desplom�.
Intent� agarrarla por la camisa, pero solo consegu� que se
enganchara en un �rbol y se desgarrara, dej�ndome el panorama de una mujer
madura en sujetador en el suelo en una zona un tanto apartada.
Mi primera intenci�n fue ayudarla, pero al acercarme a
cogerla, pude notar lo suave y terso de su piel y lo bien que ol�a,
instintivamente me fij� en sus gordos pechos y le acarici� el escote. Eso fue mi
perdici�n, en un momento me decid� a superar las haza�as de mis amigos, mir� a
todos lados y comprob� que no hab�a nadie. Estaba cegado por el deseo, le baj�
los tirantes del sujetador y salieron a la luz dos tetas magn�ficas, me puse a
estrujarlas y a chuparlas como un poseso, lo que me llev� a casi correrme en los
pantalones, la erecci�n me dol�a, as� que la libere de su prisi�n y la puse en
una prisi�n de carne que form� con sus tetas, tard� poco en estar al borde del
orgasmo, en ese momento, me separ� y le abr� la boca con las manos, le met� la
polla hasta la garganta y cuando ella hab�a ruidos de atragantamiento que yo
sent� como espasmos sobre mi capullo, me corr� copiosamente.
La situaci�n no era normal, ni mi excitaci�n tampoco, ya que
ni siquiera se me baj� con la corrida, de hecho, casi ni afecto a mi estado
enajenado y lujurioso. En ese momento me decid� por explorar otros lugares,
desaboton� a toda prisa los pantalones y se los baj� junto con las bragas hasta
los tobillos sin sac�rselos del todo. El panorama era realmente magn�fico,
estaba algo gordita, pero si tuviese de describirla con una palabra dir�a
�jugosa�. Le sub� las piernas hacia arriba y empec� a calentarla con el dedo,
una vez humedecida, sin esperar a nada, se la met� hasta el fondo de un
empell�n, empec� un metisaca furioso, creo que incluso gru��a, era como un
animal salvaje con su presa, al estar unos minutos bombeando, se me ocurri� que
aquello pod�a tener un final mejor, sal� de ella y la di media vuelta, la puse
hac�a abajo en plano, por lo cual, su culo, quedaba algo cerrado, pero no lo
suficiente como para que con mi excitaci�n no lo pudiese abrir, abr� los
cachetes con la manos y apuntando a su ano, poco a poco la fui penetrando,
aquello estaba muy estrechito y caliente y fue demasiado para mi aguante, sal�
casi del todo antes de dar el �ltimo empell�n, con el que me corr� en su culo,
soltando mas lecherazos y obteniendo mas placer que nunca en mi vida.
Ca� sobre ella, como sin fuerzas, pero aquel culo caliente me
imped�a salir y consegu� una tercera erecci�n, esta vez mas pausada y
profundamente, fui horadando ese culo hasta que ca� en la cuenta de que pod�a
despertar y encontrarme en esa situaci�n, con lo que aceler� el ritmo hasta
correrme de nuevo en ese magnifico y jugoso culo.
Ca� al lado sin fuerzas y me di cuenta de lo que hab�a hecho,
aquello me pod�a llevar a la carcel. As� que lo mejor era que ella no
denunciara, me vest�, fui a por agua a una fuente y con esmero la limpi� y la
vest�. Me cost� despertarla, pero cuando lo consegu� la hice beber agua que era
buena para los bajones de tensi�n (y para el sabor a semen de la boca), tambi�n
la di un caramelo, con la misma excusa. Al levantarse, se toc� el culo y se
quej�, le dije que se ten�a que haber pegado una buena culada contra el suelo y
ella afirm�. Tambi�n me cont� que la pasaba de vez en cuando y que hab�a salido
a buscar a su perro perdido hac�a tres d�as.
Antes de que se le pasase el estado de semi-borrachera que
ten�a, yo la hab�a dejado en su casa y la dije que se acostara para evitar otro
desmayo.
Ni que decir tiene que no regres� a ese parque en much�simo
tiempo, no fuese que atara cabos de alguna forma y me estuvieran buscando.
Esa noche super� con creces a mis amigos, pero fue un triunfo
que no pude compartir con nadie, excepto con la mujer del parque.
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