La infantilizaci�n de Malena
Por Daniel (
POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO )
Esta es la historia de vida de una mujer sumisa que reneg�
de ser adulta. Escrita de pu�o y letra por ella misma hasta el m�s intimo de sus
detalles. �Que lo disfrut�is!
Elmentos contenidos en este relato: infantilismo, lluvias,
dominaci�n, humillaci�n, cambio de roles, adultos en pa�ales, lenguaje obsceno,
fetichismo.
Pr�logo: Mi hermana, mi cu�ado y yo
�Hola! Me llamo Malena, tengo 35 a�os y hace 5 a�os que vivo
en estas condiciones. Ante todo quiero contarles mi historia familiar para que
se entienda como llegu� aqu�.
Yo siermpre he sido una mujer sumisa y dominada por
naturaleza. Tengo una hermana, Mercedes, que tiene tres a�os menos que yo. Pese
a ser la menor de las dos, ella siempre fue mas lista. En todo terreno me ha ido
sobrepasando y humillando a cada paso. Tiene un car�cter mas fuerte, es mas
decidida y mas talentosa. Siempre fue mejor que yo en la escuela, termin� antes
que yo sus estudios de hecho. En lo profesional conigui� triunfar donde yo
fracasaba y el lo personal siempre me gan� todos los hombres que me gustaban.
Mecha est� casada desde hace 6 a�os con Diego, un hombre guapo y fornido que una
vez fue mi novio. En efecto hace 8 a�os Diego y yo sal�amos juntos. La relaci�n
pudo haber sido buena pero yo lo arruin� como siempre con mis inseguridades y
mis celos. El hecho es que Diego termin� fijandose en mi hermana y antes de que
yo me diera cuenta �l y Mercedes estaban saliendo juntos y yo qued� colgada. Lo
que sigui� en mi vida fue una serie de fracasos en cada relaci�n personal que
intent�. Finalmente termin� aceptando que ella era mejor que yo y que Diego
merec�a una mujer de su altura y no alguien tan insignificante como yo.
Despu�s de tantos fracasos personales tambi�n empece a fallar
en mi vida profsional. Yo soy abogada, igual que mi hermana y estaba dirigiendo
un estudio jur�dico. En breve despu�s de romper relaciones con Diego casi llev�
el negocio a la banca rota. Para entonces le ped� ayuda a Mercedes, que tiene
los mismos estudios qu yo y gracias a ella las cosas mejoraron. Finalmente deid�
qu ella termine administrando el negocio y m convert� en su empleada. A esta
altura ta ten�a en claro que siempre ser�a una sombra de ella. Con el tiempo
tampoco pude ejercer como empleada pues resultaba ser muy incompetente y s�lo
causaba problemas. Finalment Mercedes de me despidi� por ineptitud profesional y
desde entonces empec� a vivir de una renta que ella me destinaba mensualmente.
I � En busca de mi felicidad: Orinando la bombacha
Un d�a finalmente fui a ver a mi hermana al estudio para
rtirar mi renta mensual y le encontr� algo depimida. Era la primera vez que la
ve�a as�. Despu�s de un rato termin� contandome cual era su problema. Diego y
ella no pod�an tener hijos. Despu�s de varios estudios descubrieron que Mercedes
ten�a un problema de esterilidad. Trat� de consolarla pero inepta como soy, solo
consegu� emporar las cosas. "Mejor marchate Malena" me dijo ella. "Sos demasiado
inmadura para entender estas cosas".
Ya iba a marcharme cuando Mercedes tuvo una idea repentina.
"Esper� un momento Malena" me dijo. Se volvi� hacia uno de sus escritorios y
hurg� entre sus papeles. Finalmente sac� una carpeta con un historial de
contratos civiles. Busc� un t�tulo determinado. Un nombre hab�a venido a su
cabeza cuando habl� de inmadurez. Finalmente encontr� lo que neceitaba. Ley� un
t�tulo a mis espaldas: Contrato de infantilismo. Era un caso muy peculiar que
hab�a ojeado hace un par de a�os, un contrato entre conyuges en el cual la
esposa cambiaba de roles para convertirse en hija de su marido a algo as�.
Marcedes ley� un buen rato mientras yo le aguardaba obediente. Sab�a que no era
buena idea desobedecer a mi hermana en aquella situaci�n.
Despu�s de unos diez minutos Marcedes se volvi� hacia m� y me
habl�: "� Me har�as un favor Malena, en verdad ?".
"Por supuesto - respond� yo � lo que quieras Mercedes".
"Muy bien" dijo ella. "Quiero verte hacer pis�".
Me qued� at�nita. "Como respond�, que haga que�".
"Que hagas pis, Malena quiero ver como lo haces�"
"Pero Mercedes, yo�".
"Por favor" insisti� ella. "es importante para m�".
Reflexion� un minuto. Sab�a que Mercedes siempre ten�a raz�n
en lo que dec�a. As� hab�a sido siempre. Pens� que tendr�a una buena raz�n,
aunque segu�a desconcertada.
"Esta bi�n - le dije- Vamos al ba�o".
"No, no..quiero que lo hagas aqu�.."
"�Aqu�1 Pero�bueno �donde? "
"All� mismo donde est�s sentada"
"� Quer�s que orine este sill�n ?�bueno, como quieras. No
entiendo porque pero en fin�"
Comenc� a bajarme los pantalones, pero Mercedes me detuvo.
"No, no Malena, no te quites la ropa"
La mir� desconcertada. Finalmente levant� un poco la voz y me
dijo en tono imperativo "�Quiero que te hagas pis encima!"
Me qued� sin aliento. No atin� a contestar nada. Estaba
horrorizada. Hubiese querido salir coriendo de all�, pero no pod�a moverme.
Nunca me hab�a atrevido a desobedecer a mi hermana. "Mi..mi ropa". Es todo lo
que atin� a decir.
"Yo me encargo de tu ropa luego" dijo con la misma firmeza.
"Y bien, Malena�Dijiste que har�as lo que sea por ayudarme �no?. Que est�s
esperando �Acaso no confi�s en tu propia hermana?"
"Si�si, claro, yo�". De pronto sent� que no ten�a salida. Me
mor�a de miedo de contradecirla. Finalmente me rend� y decid� aceptar.
Me sent� en el sill�n y trat� de hacerlo, pero no era facil
conseguirlo. Ten�a ganas de hacer pis pero la incomodidad y la veguenza me lo
imped�an. Debo haber estado cerca de quince minutos intentandolo, bajo la
inquisidora mirada de mi hermana. Trat� despu�s de imaginarme que estaba sentada
sobre el inodoro y sin ropa. Me cost� un buen rato. Tom� varias veces agua para
ayudarme. Marcedes me rega�� un par de veces "Que esper�s hermanita. �Acaso ya
no me quer�s? ". Puse todo mi esfuerzo. Finalmente, despu�s de un largo rato
buscando posturas sobre el sill�n, retorciendome, tomandome mas de un litro de
agua y tratando de imaginar que estaba desnuda en el toilet para vecer las
inhibiciones, consegu� mi cometido. Sent� de pronto unas peque�as gotas de or�n
que brotaban de mi vagina. Estaba tan concentrada en aquel esfuerzo que hab�a
olvidado la situaci�n en s�. De pronto reacion�: �Estaba mojando mi bombacha con
pis!. Sent� terror. Intent� contenerme pero ya era tarde. El envi�n inicial me
impidi� detener aquel chorro que comenz� a brotar de mi argolla sin control.
Levant� la vista y vi como Mercedes me miraba sonriente y
satisfecha. Con esa mirada sobradora y altiva qu siempre ha tenido. Mientras mis
ojos se posaban en ella mi atenci�n volvi� mas abajo. A la altura de mi vientre.
Sent� como mi bombacha se empapaba y comenzaba a traspasar hacia los jeans y
casi de inmediato a la tela del sill�n. Quer�a detenerme pero ya era tarde "�Me
estoy haciendo pis encima!" grit� de pronto.
"Si Malena, te estas haciendo pis encima" contest� mi hermana
victoriosa. De pronto sent� que me mor�a de verguenza. Aquello no pod�a ser mas
humillante.
Pero Mercedes corri� hacia m� y me abraz� con cari�o.
"Gracias Malena" me dijo con dulzura. No sab�s lo importante que es esto para
m�. De pronto me sent� mas relajada. Aquella sensaci�n de contenci�n que sent�a
en los brazos de Mercedes era algo casi maternal. Me tom� de la mano y me dej�
llevar. "Vamos al toilet me dijo con la misma voz cari�osa, que all� tengo una
bombacha limpia y una falda para que te cambies". Tom� consiciencia de mi
situaci�n, yo, una mujer de 30 a�os me hab�a hecho pis encima como un bebe
delante de mi hermana menor y estaba de pronto disfrutando de aquellos mimos que
ella me propinaba agradecida. Cuando llegamos al toilet me oden� que me sentara
en el banco del vestuario y yo obedec� sumisamente. Me di cuenta que estaba
empezando a gustarme aquel juego. Mercedes abri� su locker y tom� una de sus
bombachas y una falda. Yo hice un adem�n de empezar a quitarme los jeans y la
falda, pero Mercedes me detuvo. "No te preocupes Malena, yo me encargo de todo".
"Recostate" me orden�.Yo obedec� sumisa y me recost� sobre aquel banco. "Ahora
levant� las piernas � me dijo � as�. Muy bien hermanita�". De este modo me quit�
la ropa. Primero el pantal�n de jean y a continuaci�n mi bombacha orinada. Qued�
totalmente expuesta delante de ella, con la concha y el culo al aire. Para peor
con un olor a pis que no se aguantaba. "Mmm�Viole, que olor � me dijo ella � hay
que limpiarte enseguida". Aquellas palabras me produjeron una humillante
exitaci�n. Casi sent� deseos de pajearme all� mismo. En seguida volvi� Mercedes
con toallitas de papel y comenz� a limpiarme toda la vagina y parte de mis
nalgas que tambi�n se hab�an mojado con la terrible meada encima. Las caricias
de las manos de Mercedes sobre mi cuerpo me pusieron deseperada. A continuaci�n
Mercedes me lavant� las piernas y comenz� a colocarme la bombacha limpia.
Nuestra pose era como si ella fuese mi mama y me estuviese cambiando los
pa�ales. Esta imagen fue fatal para m�. Mi exitaci�n lleg� al l�mite y no pude
contenerlo mas. Dej� que mis fantas�as mas pervertidas fluyeran en mi cabeza. De
pronto era la hermana mayor cochina a quien su hermanita menor le estaba
poniendo los pa�ales antes de que se vuelva a hacer encima. Al instante en que
las manos de Mercedes terminaban de posarse en mi cintura para terminar de
colocarme la tanga "pa�al" orgasm� brutalmente como nunca en mi vida. Fue un
orgasmo sucio, humillante, divino.
Mercedes lo not� pero se qued� callada. Comprendi� que hab�a
logrado en m� el efecto deseado. Otra vez sonri� victoriosa. Termin� de vestirme
y ambas salimos del toilet en silencio. Los minutos siguientes hablamos de
asuntos triviales, tratando de suponer que nada hab�a sucedido. Yo me excus�
enseguida y me march� aprisa.
Dos d�as despu�s Mercedes y yo hablamos por tel�fono y
lentamente llegamos a tocar el tema. Yo confes� que me hab�a hcho sentir bien su
cari�o y que fue muy grato. Mercedes me dijo que estaba muy agradecida por aquel
favor y que si estaba de acuerdo le gustar�a repetirlo la semana siguiente. Por
supuesto que acept�. La segunda vez me cost� mucho menos hacerme encima.
Repetimos la escena del vestuario y una vez m�s me dej� llevar por mis fantas�as
de ser la nena de mi hermana hasta que alcanc� otro orgasmo magnifico.
Finalmente, despu�s de aquello venc� mi verguenza y le confes� que me hab�a
gustado lo sucedido. Me humill� tanto como fue necesario para llegar a los
detalles. Mercedes y yo nos citamos para la siguiente semana.
Esper� con ansiedad aquella cita. Hab�a concurrido a su
estudio muy bien vestida. En gratitud a Mercedes eleg� mi mejor vestuario para
orinarme encima. Una tanga de fina lycra, con unas pantymedias de seda italiana
y un pantal�n de gamuza a la moda. Incluso me compr� una blusa de sat�n, que de
antemano hab�a seleccionado bastante larga para que sobrase batante debajo del
pantal�n por debajo de la entrepierna para que el or�n tambi�n la manchase. Unos
zapatos de charol lo coronaban todo. Mercedes me aguardaba sentada en su
despacho. Ni bien entr� me inclin� para saludarla con un beso en la mejilla. Al
momento hacerlo mi esfinter revent� tal como lo hab�a previsto y mi hermosa ropa
qued� empapada toda de una s�la vez, la bombacha, las pantymedias, el pantal�n y
la blusa ten�an el mismo perfume cochino de mi or�n. Me abrac� a Mercedes y
segui orinandome por mas de tres minutos. Siempre con cuidado de no manchar sus
ropas, pues una mujer de su clase no pod�a permitirse tal cochinada de
ensuciarse como un bebe como yo lo estaba haciendo. Cuando termin� Mercedes me
bes� apasionadamente y me acurruc� en sus brazos.
"Vaya hermosa sorpresa que me has dado Malena. Que elegancia
para orinarte, en verdad estoy muy orgullosa de vos". "Gracias Mercedes, le
contest� sumisa. �Vamos a cambiarme? ". Estaba ansiosa por ir al toilet a
continuar aquel juego morboso. Pero Mercedes me detuvo. "Yo tambi�n te prepar�
una sorpresa, mir� detr�s tuyo"
�Me di vuelta y vaya que tuve una terror�fica sorpresa. All�
detr�s m�o estaba Diego, el esposo de Mercedes, el mismo hombre que una vez fue
mi propio novio! "Hola Malena" me dijo con vos dulce. Comprend� que hab�a visto
desde atr�s toda la escena. "No te preocupes � me dijo � Mercedes ya me cont�
todo sobre vos y tus necesidades. Yo estoy aqu� para ayudarle a mi esposa". La
verguenza y la humillaci�n que sent� fueron demasiado para m�. Una cosa era
compartir aquel secreto con mi propia hermana. Pero que un var�n, que encima fue
una vez novio m�o me viese en tal vergonzoso estado era demasiado para soportar.
Me tir� sobre los brazos de Mercedes y comenc� a llorar desconsoladamente.
Mercedes me acun� con cari�o "No te preocupes Malena, Diego
te va a entender igual que yo. Los dos queremos tu felicidad. No tengas
verguenza de mostrarte como realmente sos". Salt� de sus brazos a los de Diego
que me consol� del mismo modo. Finalmente dej� de llorar y los tres nos
dirijimos al toilet de damas.
Cuando llegamos a la puerta entr� con Mercedes y Diego entr�
enseguida. "Pero Diego, no pod�s entrar aqu�, este es el ba�o de mujeres". "No
hay problema � dijo Mercedes � aqu� no hay ninguna otra dama mas que yo". Dicho
esto entre ambos me sujetaron y me recostaron sobre el banco como siempre lo
hac�a Mercedes. Intent� resistirme, pero Mercedes me sujet� y me orden�
imperativa "Quieta, Malena. Portate como una chica grande�". Una vez mas la voz
de mi hermana fue demasiado para una mujer sumisa como yo, no atin� a reaccionar
hasta que Diego me hab�a quitado el pantal�n. Luego se fue a buscar elementos de
higiene mientras Mercedes me quitaba las pantymedias. Finalmente y contra mis
quejas entre los dos me quitaron la bombacha. "Por favor �grit� yo - soy una
mujer y me da verguenza delante de Diego".
El me mir� sonriente. Yo estaba tirada sobre el banco en
posici�n fetal, con la concha y el culo al aire como un bebe y oliendo a orines
delante de un var�n, que para peor una vez fue mi novio. No te preocupes Malena
me dijo �l, yo no te veo como mujer sin� como a un bebe. La �nica mujer que
quiero es tu hermana." Aquellas palabras terminaron de destrozar mis defensas. A
continuaci�n Mercedes y Diego comenzaron a limpiarme al un�sono. Me sent�
profundamente derrotada destruida. Humillada como mujer y como adulta. Y
enormemente exitada. Diego lo comprendi� al instante y m sigui� el juego. Ambos
lo hicieron. Se besaron all� mismo y Mercedes dijo "hay que terminar de cambiar
a esta chica, Diego." Yo deseperaba por la verguenza de estar desnuda delante de
�l. "Ponganme la bombacha, me da verguenza" grit� una vez m�s. "Verguenza
deber�a darte haberte hecho encima" agreg� Mercedes.
Diego comenz� a limpiarme la vagina al tiempo que termin� de
perderme el respeto all� mismo. "Hay que limpiarte bien ese agujerito con pis
que ten�s aca entre las piernas antes de vestirse."., me dec�a.Yo estall� de
placer po semejante humillaci�n y comenc� alloriquear otra vez
desconsoladamente" Que verguenza" segu�a diciendo mientras me limpiaba los
labios de la concha y me hablaba con su voz de macho "una chica tan madura y a�n
no sabe usar este agujerito cochino para hacer pichi como una mujer grande. Mir�
el olor sucio que tiene tu agujero, Malena" segu�a diciendo. Mientras sus dedos
de var�n me tocaban sin ning�n respeto y hac�a m�s comentarios obscenos sobre mi
�ntimo orificio de mujer, haciendome sentir denigrada al m�ximo como mujer y
como adulta. "mir� que mujer tan cochina sos, dijo finalmente al palpar mi flujo
vaginal. Adem�s de haberte hecho pis ahora te estas empapando otra vez el
agujero como un bebe" Cuando me dijo esto estall� en el m�s denigrante y
asquroso orgasmo de mi vida. Cuando estaba lista esper� que Mercedes viniese a
ponerme la bombacha limpia, pero para mayor sorpresa a�n apareci� delante m�o
con un pa�al de talla adulta...
II � El contrato: quiero ser la hija de mi hermana
Tres d�as despu�s Mercedes y Diego me citaron en el estudio
para lo que ellos llamaron una charla para el porvenir. Previendo lo que se
vendr�a concurr� a la cita una vez elegantemente vestida. Me puse mis mejores
bombachas y pantymedias y un traje muy costoso. Mercedes y Diego me recibieron
cortesmente.
Conversamos algunas trivialidades de momento hasta que
Mercedes fue al grano. "El asunto es este Malena: vos ya has dado muestras de
tus necesidades infantiles, ya sabemos que te guste que te consideremois igual
que a un bebe. �Cierto?" .
"As� es Mecha, como vos dec�s" respond� sumisamente.
"Adem�s - a�adi� Diego � todos sabemos que tu vida adulta ha
sido un completo fracaso, tanto en lo profesional como en lo personal. Nadie lo
sabe mejor que yo que fui tu novio � cierto Malena ?".
"Si Pablito" respond� muerta de verguenza "Siempre ha sido
as� para m�".
"Muy bien � agreg� Mercedes en un tono mas serio � el punto
es que vos te sent�s m�s c�moda actuando como un bebe que como una persona
adulta. Tambi�n es cierto que a Diego y a m� nos gusta mucho coniderarte de este
modo. Por otra parte como bien sab�s nosotros no hemos podido tener hijos as�
que es una gran descarga poder colocarte en ese papel".
"Estoy de acuerdo" asent� yo, entendiendo adonde quer�a ir la
conversaci�n de Mercedes y Diego.
"Muy bien hermanita, entonces lo que queremos es legalizar
esta situaci�n"
"�Legalizarla?" pregunt� curiosa y confundida
"As� es Malena. Mediante un contrato"
"Un contrato de infantilismo � agreg� Diego � mediante el
cual se acuerde de ambas partes tu condici�n infantil y se nos otorgue tu
custodia".
"En otras palabras � agreg� Mercedes � te adoptar�amos
legalmente como a una hija nuestra"
A toda respuesta me abrac� a ambos deseperadamente. "�Mama,
papa, si quiero!".
Nos quedamos los tres abrazados durante largo rato.
Finalmente Mercedes rompi� el silemcio. "Muy bien, Malena.
Sin embargo hay algunas cosas que discutir. Existen cietas condiciones que
queremos estipular Diego yo"
"Si por supuesto" respond� exitada
Mercedes tom� de su archivo unos papeles y comenz� a leer.
"Ante todo, Malena. Nosotros vamos a requerir que tu conducta
de bebe se completa. No basta con que te hagas pis encima por tu propia
voluntad".
La mir� extra�ada. Mercedes not� un poco de susto en mi
expresi�n y prosigi� en un tono mas dulce: "lo que quremos decir, mi amor, es
que para ser una mujer bebe vas a tener que volverte realmente incontinente.
Necesitamos que pierdas el control de tus esf�nteres".
"Pero yo�como�"
"No hay problema � agreg� Diego � record� que nosotros te
vamos a cuidar siempre"
"�Pero como lo vamos a coneguir?"
"Te vas a someter a un tratamiento � agreg� Mercedes �
mediante hipn�sis. Adem�s de tomar cierta medicaci�n. Diego y yo ya hicimos
nustra avriguaciones. No preocupes. Te vamos a ayudar a conseguirlo"
"Entiendo, como ustedes digan" respond� cada vez mas sumisa.
"Por otra parte vas a comenzar a usar pa�ales diariamente, a
toda hora"
"Y�como voy a hacer con�lo otro�"
Mercedes y Diego se miraron "quertemos decir que vas a tener
que volverte incontinente en todas tus formas Malena" agreg� Diego. "Por tu
agujerito de hacer pis y por el de hacer caca". La manera infantil en que
hablaba Diego sobre mis organos intimos me exitaba terriblemente y me humillaba.
"Para que esto marche bien � agreg� Mercedes � deber�s
acordar en obedecernos siempre como un hijo obedece a sus padres". Yo asent�
inmediatamente. Despu�s de todo ya staba acostumbrada a recibir ordenes de mi
hermana y de casi todos los dem�s todo el tiempo.
Luego discutimos varios puntos menores. Deber�a hacer algunos
cambios en mi vestuario, en mi h�bitos alimenticios, en mis horarios, etc.
Acordamos que me mudar�a al d�a siguiente a su casa para comenzar el tratamiento
de inmediato. Luego de unos pocos meses, si todo marchaba bien firmar�amos el
contrato formal de adopci�n. Yo s�lo negoci� una condici�n: que ellos deber�an
hacerse cargo de m� por siempre. De mi mantenci�n, de mi cuidado, de mi higiene,
de cambiar mis pa�ales, de alimentarme y darme todo el cari�o que un padre le
brinda a sus hijos.
Finalmente Mercedes toc� un punto �lgido: "Hay un asunto muy
importante en todo esto Malena y creo que debemos decidirlo ahora si queremos
seguir adelante". Yo me dispuse a escuchar atentamente.
Mercedes prosigui�: "no se puede firmar un contrato de
adopci�n sobre una persona adulta como en tu caso. Los contratos de este tipo se
ejercen sobre menores no emancipados y vos ya ten�s 35 a�os. Excepto bajo
ciertas condiciones�"
La mir� sorprendida y expectante. Diego entonces me aclar�:
"sucede que tenemos que disponer las cosas de modo que no figures como una
adulta competente delante un tribunal Malena."
Empec� a entender hacia donde quer�an llegar. Mercedes fue al
punto: "Aqu� es donde necesitamos tu aprobaci�n Malena. Necesitamos hacerte
pasar por retrasada mental. De este modo conseguir�amos que te retiren tus
derechos civiles y te otorguen a nuestro cuidado de por vida"
"Es s�lo una formalidad � agreg� Diego � pero es un paso muy
importante en tu vida. A partir de all� no hay retorno. Por eso ten�s que
decidir por vos misma ahora".
Me recost� sobre la falda de Mercedes mientras me chupaba el
dedo. "�Que tengo que hacer, mama?"
"Simplemente hay que someterte a un examen picof�sico unos
d�as antes de firmar el contrato" me explic� Diego. "Vas a tener que
convencerlos de tu condici�n, para lo cual vas a tener que esforzarte un poco.
Ya que vos no sos una retrasada mental genuina, hay cosas que van a tener que
simularse. Por otra parte nunca fuiste demasiado inteligente lo cual va a jugar
en tu favor, pero vamos a tener que corregir algunas cosas m�s".
"No te preocupes agreg� Mercedes, para ese entonces creo que
ya vas a ser realmente incontinente y esto va a ayudar mucho. Por lo dem�s te
vamos a hacer un tratamiento para ayudarte a disminuir lo mas posible tus
facultades mentales mas avanzadas". "Aunque no vas a dejar de tener la
consciencia de una mujer adulta vamos a intentar que te vuelvas un poco mas
tonta de lo que ya sos, querida hermanita"
"Gracias mam�" fue todo lo que atin� a decir mientras me
acurrucaba en sus brazos muerta de placer por lo humillante de aquellas
palabras. Luego de unos instantes comenc� a orinarme encima como las veces
anteriores. De inmediato Diego y Mercedes me llevaron al toilet, m limpiaron y
me pusieron en pa�ales. Luego los tres volviomos al estudio a celebrar nuestro
acuerdo. Mecha y su marido destaparon una botella de champagne y brindaron por
su nueva bebe. Yo por mi parte quise sumarme a su brindis pero no me lo
permitieron. A cambio Diego puso a calentar leche y Mecha tom� un biber�n de su
bolso. Me sent� en su falda y comenz� a darme el biber�n.
Continuar�
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