Yo era un chico de 11 a�os, mi madre ten�a una boutique en el
centro de la ciudad, as� que ten�a f�cil acceso a la ropa de �ltima moda de
jovencita, cuando sal�a de la escuela me iba al negocio de mi madre a ayudarle a
atender, a veces en la tarde me dejaba sola ah� mientras ella ten�a que salir,
yo aprovechaba para cerrar con llave y medirme algunos vestidos y minifaldas, y
aunque varias veces estuvo a punto de sorprenderme y descubrir mi secreto, yo no
dejaba de hacerlo.
Un d�a llegu� a la tienda y mi madre me dijo que deb�amos
cerrar ese d�a, puesto que ten�amos que salir de la ciudad, yo le dije que mejor
ella fuera sola y yo me quedar�a etiquetando la mercanc�a que acababa de llegar,
a ella le pareci� buena idea y se retiro de buena gana, satisfecha de tener un
hij@ tan trabajador y considerado.
Cuando se fue yo estaba de verdad disfrutando la tarde, me
med� unos vestidos primero, despu�s unas minifaldas, todo estaba estupendo.
Usaba sandalias y zapatos de tac�n alto, etc. De pronto de una de las cajas
salieron unos shorts de mezclilla, muy cortitos y muy ajustados, estaban
divinos, me puse una pantiblousa de tirantitos, y me dispuse a provarme todos
los modelos de shorts, ven�an en varios colores, lisos y estampados, estaban
fabulosos, me prob� varios, hasta que me puse unos blancos, completamente lisos,
y sin bolsas, estaban hermosos, y me hac�an ver muy sexy, la verdad me quedaban
muy bien, sin duda las pastillas de estr�geno que hab�a "tomado prestadas" de
casa de t�a estaban haciendo efecto, ya que las pompis se me ve�an redonditas y
las caderas se me hab�an ensanchado un poco.
Me encantaba como me ve�a con esos shorts, me ve�a
detenidamente en el espejo, admirada de la figura que me formaba la prenda,
adrede, me los sub� lo m�s que pude, casi dejando al descubierto media pompi, me
ve�a divina. Supe que ten�a que hacer algo, as� que fui por la c�mara. Estaba
extasiada tom�ndome fotos cuando escuche un ruido afuera de la tienda, alguien
tocaba la puerta, estaban todas la luces apagadas y las puertas cerradas, por lo
que solo estir� la cabeza por encima de un biombo que cubr�a la entrada a la
bodega pero no pude ver a nadie, as� que decid� salir de detr�s del biombo, y
ver mas de cerca, escondi�ndome detr�s de unos mostradores de ropa, me dirig�
hacia la entrada del lado del centro comercial de donde pens� que ven�a el
ruido, me estir� por encima de unos ganchos de ropa, pero no vi a nadie en la
puerta, as� que di la vuelta para regresar a la bodega; pero al dar la vuelta, a
unos pasos de la puerta, dentro de la tienda, estaba el mandadero de la
papeler�a, vi�ndome.
El muchacho de la papeler�a hab�a venido a dejar unos
panfletos publicitarios impresos, y entro por la puerta de atr�s, seguramente,
yo por la emoci�n de ver a mi madre irse, olvid� cerrar la puerta que da al
estacionamiento y conectar la alarma.
Yo me qued� helada, nunca nadie antes me hab�a visto vestida,
y menos quer�a que alguien me viera vestida con aquel mini short ajustado, que
verg�enza sent�a, el me hab�a visto en todo momento, me hab�a parado de
puntitas, hab�a caminado vestida as� y con aquellas sandalias tan femeninas todo
frente a el, lo peor de todo, me hab�a agachado delante de el d�ndole la
espalda, lo que debi� haberle dado una excelente perspectiva de mi redondo
traserito, casi al descubierto por aquellos extremadamente cortos shorts que
inclusive yo me hab�a esforzado por subir hasta dejar al descubierto media
pompi.
Yo estaba petrificada, abr� la boca pero no sali� de ella
ning�n sonido coherente, solo unos balbuceos y otros sonidos raros, el muchacho
tambi�n estaba at�nito, cuando me vio me reconoci�, ya lo hab�a visto yo varias
veces, puesto que la papeler�a estaba doblando la esquina del centro comercial,
aparte que seguido iba a la tienda a dejar papeler�a.
traigo los panfletos que encarg� tu mam� � por fin se
atrevi� a decir el �
Si gracias � contest� yo, con una sonrisa fingida;
mientras tomaba los panfletos y los guardaba �
Me tiene que poner aqu� su firma, y el nombre de la
persona que recibe � me explic� alarg�ndome una tabla con un recibo �
Tome la tabla y la pluma, no sab�a que hacer, si firmar con
mi nombre o inventar un nombre falso, estaba muy confundida y asustada, as� que
us� el nombre de la muchacha que contrat� mi madre para que atienda los fines de
semana. "Mar�a Laura Pe�a", firm�. El chico me mir�, sonri� divertido, dio media
vuelta y se fue de la tienda.
Yo sent�a que el cielo se me ca�a encima, mi madre nunca me
perdonar�a eso, no sab�a ni que hacer, me fui a la bodega, me quit� la peluca y
me desmaquill�, estaba apenad�sima, lloraba de verg�enza y de coraje por ser tan
est�pida de no cerciorarme de haber cerrado la puerta de la tienda; me puse mi
ropa normal de ni�o, y trat� de desempacar las cosas, pero estaba demasiado
nerviosa. Pensaba que el mandadero ir�a con mi madre y le contar�a que hab�a
visto a su hijo vestido de mujercita. Tambi�n pensaba que en ese momento toda la
papeler�a sabr�a que el hijo de la se�ora de la boutique era jotito, y se
estar�an riendo a carcajadas de m�; quer�a que me tragara la tierra, todo mi
mundo se me ven�a encima; me fui a mi casa y me tumbe en mi cama, me sent�a
perdida.
Ya tarde en la noche, llego mi madre a casa, yo no quise
bajar a recibirla, como siempre lo hac�a; me quede tumbada en la cama. Mi madre
entro en la casa y subi� a mi cuarto y al verme como estaba pens� que estaba
enfermo, le explique que solo me sent�a algo cansado, y le extra�� que no bajara
ni siquiera a cenar.
Los siguientes d�as fueron algo extra�os, yo no quer�a ir a
la boutique, pero sab�a que mi madre necesitar�a de mi ayuda con lo de la nueva
colecci�n, as� que no pude excusarme. Cuando estaba en la boutique solo escog�a
actividades que tuviera que hacer encerrado en la bodega, como etiquetar la
mercanc�a y seleccionarla y acomodarla. En cualquier momento esperaba ver al
mandadero entrar en la tienda y contarle todo a mi madre, pero pasaron los d�as
y no fue as�; las pocas veces que tuve que salir de la tienda, lo hac�a casi de
inc�gnito, usaba lentes oscuros y gorra de beisbolista, sent�a que todos me
miraban; un d�a mi madre se le terminaron las notas de remisi�n y me orden� que
fuera a la papeler�a por m�s, me rehus� rotundamente, cosa que le extra�� puesto
que siempre usaba cualquier pretexto para salir de la tienda y perderme un rato
paseando en el centro, as� que mi madre telefone� a la papeler�a y orden� que le
llevaran las notas, al poco rato lleg� el mandadero. Desde dentro de la bodega,
me estiraba por encima del biombo tratando de ver y escuchar lo que hablaran,
entr� a la tienda y se dirigi� a mi madre, le entreg� las notas, y comenz� a
hacerle comentarios, le pregunt� que si estaba sola, y mi madre le contest� que
no, que adentro en la bodega estaba yo trabajando, el le dijo que me hac�a
tiempo que no me ve�a que pensaba que estaba fuera de la ciudad, siguieron
platicando un poco, el mandadero se despidi� de mi madre y se fue sin decirle
nada de lo que hab�a visto. Yo segu�a esperando lo peor, pero pasaron los d�as y
nada ocurri�.
Tiempo despu�s una tarde que sal� de la escuela me dirig� a
la tienda, me baje del bus y rode� todo el centro comercial, evitando pasar por
enfrente de la papeler�a, pero al dar la vuelta una esquina, me top� de frente
con el mandadero, el no me hab�a visto, y trat� en vano de esconderme, pero el
al levantar la vista me vio, yo me hice la desentendida viendo un aparador, pero
el se me acerc�.
Hola me llamo Pedro, �tu c�mo te llamas? � pregunt�.
Yo me mor�a de verg�enza, me di la vuelta y me alej�, pero el
me sigui�.
�Por qu� no me quieres hablar? � pregunt� � hola �Qu� te
pasa?, Regresa.
Segu�a detr�s de mi, me dieron ganas de correr, pero no
quer�a hacer una escena, de pronto hizo algo que nunca esper�.
�Maria Laura ven! � grit� �
Varias personas que pasaban por ah� voltearon al escuchar el
grito de Pedro, yo me detuve en seco, y lo deje que me alcanzara.
�C�llate por favor!, lo que viste el otro d�a no era mas
que un juego, te agradezco que no le hallas dicho a mi madre nada de lo que
viste, pero por favor no lo vuelvas a mencionar � le dije �
�pero que te pasa?, a mi no me molest� verte as�, al
contrario, te ve�as muy bien � me dijo �
Yo me sent� halagada, y hasta cierto punto me gust� que me
dijera eso, lo vi a la cara y me di cuenta que estaba sonriendo.
gracias, pero no lo volver� a hacer, era un juego
est�pido � le dije avergonzada �
no me digas eso, esperaba que alg�n d�a me invitaras a
verte a la tienda porque me gustaste mucho Mar�a Laura � contest� mientras
re�a �
como broma es muy pesada, te juro que todo es un mal
entendido � le contest� �
Mira yo no le dije anda a tu mama, ni a nadie, y creo que
me debes una � me dijo �
Pues si te debo una, gracias � dije dudosa �
Bueno, como ves si en pago a mi discreci�n, ma�ana en la
mediod�a que no este tu mama, me invitas a la tienda y te vistes para mi �
me propuso �
�est�s loco?, �claro que no! � dije enf�ticamente �
bueno, entonces tendr� que decirle a tu mam� todo lo que
vi � dijo mientras daba media vuelta y se dirig�a directamente a la tienda
donde se encontraba mi madre �
Me dio terror, corr� detr�s de el, lo jal� de la camiseta y
lo arrastre hasta la esquina mientras el re�a divertido, y gritaba lo que
planeaba decirle a mi madre.
Se�ora, vi a su hijo vestido con la ropa de ni�a que
vende usted, maquillada como una teibolera y con peluca, jajaja � re�a y
vociferaba �
Yo me lance encima de el y le tap� la boca, mientras el re�a.
Ya c�llate por favor, esta bien, har� lo que me pides
pero no se si pueda exactamente ma�ana, a veces mi mama no me deja sola � le
dije �
Esta bien, pero estar� al pendiente a que tu mam� se
valla, y cuando lo haga ir� a la tienda a verte vestida � contest� resuelto
�
Me tom� de la cintura me dio vuelta quedando yo de espalda a
el y me palme� una pompa, yo me horroric�, volte� a ver a todos lados para
cerciorarme que nadie nos hubiera visto, cuando quise dirigirme a el para
reclamarle, ya se estaba yendo, riendo.
Yo no sab�a que hacer, la idea de que me viera vestida me
daba mucha verg�enza, pero el que hablara con mi madre de lo que hab�a visto, me
horrorizaba. Y adem�s el muchacho pues ya vi�ndolo bien, no estaba tan feo, 20
a�os, delgado, y aunque su manera de vestir no me agradaba, era guapo.
Al otro d�a mi madre iba a salir a comer, pero yo me aprest�
a ir por la comida sin que ella tuviera que dejar la tienda, al salir, sentado
tras el mostrador de la papeler�a estaba Pedro, cuando pas� me sonri� y me gui�o
el ojo. Yo segu� caminando.
Varios d�as pude evitar que mi mam� saliera de la tienda,
pero hubiera sido imposible mantenerla ah� diario. Un d�a me dijo que se iba a
comer, despu�s har�a otros menesteres, me dijo que me quedara en la tienda, -
diablos � pens�, pero no pod�a hacer nada por que no se fuera. Al salir ella de
la tienda la vi alejarse en su camioneta, y como era de esperarse, al poco rato
lleg� Pedro.
Hola, �se fue tu mam� verdad? � me dijo sonriendo �
Este� si, pero no va a tardar Pedro, de hecho esta por
regresar � contest� �
Mentirosa, �ndale, cierra la puerta y comienza a vestirte
� me dijo �
Trate de convencerlo de que mi mam� llegar�a, pero me dijo
que si no me vest�a, esperar�a a que llegara mi mam� y le contar�a todo. No tuve
m�s remedio que probarme algo de ropa. Primero me puse unos vestidos algo largos
y recatados, pero el se quej�, y me dio a que me pusiera unas minifaldas y tops,
al principio estaba yo muy nerviosa.
�ya te cambiaste?, �ndale sal para que te vea � gritaba
el �
sal� vestida con una minifalda blanca y un top rosa,
sandalias, etc.
wow, que guapa te ves Maria Laura, ahora ve y ponte
peluca y maqu�llate � orden� �
no tengo el maquillaje ni la peluca aqu�, esas no son
m�as son de mi madre � conteste avergonzada �
pues que l�stima porque el d�a que te descubr� te ve�as
realmente bonita � dijo �
Yo estaba muy apenada, pero sus halagos eran bien recibidos
por mi vanidad femenina.
ven y si�ntate aqu� conmigo � me dijo � te ves hermosa
Mar�a Laura.
Gracias � dije mientras me sentaba a su lado en una banca
y cruzaba la pierna �
Comenz� a preguntarme si ten�a novio, si hab�a besado antes a
alg�n chico, si sab�a lo que era el sexo, etc. Yo le contest� que no, que lo que
hab�a visto era una broma, un juego, y que yo no era gay ni nada de eso. Sigui�
haci�ndome preguntas acerca de chicos y de mi sexualidad, y poco a poco se me
iba quitando la verg�enza de que me viera vestida as�.
entonces �Por qu� lo haces Mar�a Laura? � pregunt� �
�acaso nunca te ha llamado la atenci�n un chico?
Pues no se � dije ya mas en confianza � la verdad a veces
cuando estoy vestida de chica, fantaseo con alg�n muchacho, que soy su novia
y que me lleva al cine, o que me lleva a pasear en cu coche, pero sexo, la
verdad nunca he pensado bien si es lo correcto.
Ya me hab�a despabilado, estaba hablando con confianza, como
si ese joven fuera mi mejor amigo de toda la vida. Inclusive, estaba disfrutando
mucho su compa��a y el hecho que me tratara como una chica, siempre se dirig�a
hacia mi como Mar�a Laura, y a mi me encantaba que lo hiciera. De pronto, puso
su mano en mi rodilla, nunca pens� que fuera a hacer eso; me sorprendi�, pero a
la ves provoc� en mi cuerpo unas reacciones que nunca pens� sentir, un
escalofr�o hizo que se me enchinara la piel, y me estremec� de pies a cabeza;
Pedro ri�.
�que te pasa?, �te tom� desprevenida? � me pregunt�
sonriendo �
eh, este� si, me sorprendiste � le dije, mientras quitaba
su mano de mi pierna �
�Qu� te pasa? � pregunt� extra�ado �
nunca antes me hab�an tocado la pierna Pedro � expliqu� �
Bueno, mira, te voy a poner la mano en la pierna, si no
te gusta me dices � me dijo, mientras pon�a la mano de nuevo en mi rodilla �
Yo sent� otra ves que mi piel se enchinaba, pero esta ves no
quite la mano de Pedro de mi pierna, el comenz� a mover la mano, acarici�ndome
la rodilla primero, despu�s bajando la mano por mi muslo desnudo. Me gustaba la
sensaci�n, la mano de Pedro estaba tibia, y sobaba mi pierna diestramente,
apretando y soltando mi muslo, provoc�ndome escalofr�os, esas sensaciones eran
nuevas para m�, sin querer cerr� los ojos y me recargu� en el respaldo de la
banca, respiraba entrecortadamente, sent�a las caricias de Pedro recorrer mi
muslo, de pronto, sent� como su mano se escurr�a por debajo de mi falda, esto
era nuevo para mi y me hizo estremecerme abruptamente. Abr� los ojos y ten�a a
Pedro casi encima de mi, con su cara muy cerca de la m�a. Me asuste � �Qu�
haces? � pregunt� mientras me apartaba de el; pero el paso su mano por atr�s de
mi cintura, y la otra en mi nuca y me jal� hacia el.
Sus labios se apretaron contra los m�os, intent� apartarlo de
mi, pero era m�s fuerte, el era un joven ya mayor, y yo un adolescente delgado
que acababa de cumplir los 11 a�os. Me apret� contra su pecho, al principio me
asust�, pero despu�s, al sentir la tibia humedad de sus labios en los m�os me
hizo cooperar un poco, pas� mis brazos alrededor de sus hombros y dej� que mis
labios saborearan aquel primer beso; duro unos cuantos segundos, pero juro que
me elev� al cielo, cuando despeg� su boca de la m�a me sent�a mareada, abr� los
ojos y lo mire sonriendo, sent� miedo y asombro a la ves, me puse de pie sin
poder decir nada, en eso por encima del biombo pude ver pasando a mi mam� por
enfrente de la tienda en su camioneta buscando lugar para estacionarse.
�mi mam�!, sal por la puerta que da hacia el pasillo del
mall � le grit� �
Pedro se puso de pie y sali� corriendo, desde el biombo me
mir�.
�te voy a volver a ver verdad? � pregunt� �
No � contest� �
Claro que si mi amor � dijo el y sali� corriendo �
Me cambi� r�pidamente y sal� de la bodega justo cuando
entraba mi madre por la puerta de la tienda que da hacia el estacionamiento.
Esa noche estaba muy confundida, nunca pens� atreverme a
besar un chico, y aunque verdaderamente el era el que me hab�a besado, yo
cooper�, lo dej� besarme y lo hab�a disfrutado. Me tocaba los labios, casi
pudiendo sentir de nuevo aquel beso, me excitaba mucho pensar en aquel momento,
mi piel recordaba sus caricias, sentirme deseada, sentirme mujer.
Al otro d�a pas� por la tienda, yo estaba ayudando en los
quehaceres de la boutique, el me miro desde el pasillo y me hizo una se�a que lo
siguiera, Sal� de la tienda y fui tras de el hasta llegar al cubo de la escalera
de emergencia, entramos al solitario lugar y ah� me dijo que le hab�a gustado
mucho lo que hab�a pasado el d�a anterior, y que quer�a que pasara otra ves, yo
le dije que tambi�n me hab�a gustado, pero que mi madre ese d�a no iba a salir
de la tienda, as� que me ser�a imposible verlo. Quedamos que en cualquier
oportunidad de quedarme sola, lo llamara a la papeler�a. Al momento de
despedirnos, el volte� para todos lados, se cercior� que no hubiera nadie, y me
volvi� a besar; se despidi� de mi y se fue. Regres� a la tienda, y mi madre me
mir� extra�ada.
�a que se debe esa sonrisa? � me pregunt� �
a nada mam�, me acord� de algo que vi en la televisi�n �
conteste tontamente �
En cuanto mi madre sal�a, inmediatamente telefoneaba a Pedro
y el llegaba a la boutique y me vest�a para el, a veces ten�amos tiempo de
besarnos un rato, pero mi madre siempre nos interrump�a, a veces incluso no
terminaba de cambiarme cuando ella regresaba y nos estropeaba el encuentro.
Un d�a me avis� que tendr�a que salir de la ciudad, y que no
regresar�a hasta tarde en la noche; yo me emocion�, estar�a sola con Pedro toda
la tarde, me vestir�a para el y nos besar�amos, estaba emocionada.
El d�a que mi madre sal�a fuera estaba yo impaciente, al
final cuando se fue, yo estaba feliz, me vest�, me puse un vestido corto con la
espalda descubierta, floreado, de gasa y shif�n, y unas sandalias muy sexy, me
maquill� y me puse una peluca rizada rubia; me ve�a muy bien. Llam� a pedro y
lleg� en unos minutos, cuando lleg� me abalance hacia el, le pase los brazos por
encima de sus hombros y lo bes�.
mi mam� sali� de la ciudad, as� que tenemos toda la tarde
para estar solos � le dije �
�de verdad?, que bien, y ya te cambiaste y todo, que bien
te ves, que sexy � me dijo �
si, me puedo poner lo que tu quieras, mi mama regresa
hasta en la noche, as� que no hay prisas, dime que quieres que me ponga � le
coment� emocionada �
pues te ves muy bien, mejor vamos a sentarnos a la banca
� me tom� de la mano y me hizo seguirlo �
"Ir a la banca" significaba: vamos a besarnos. Pens� que era
muy temprano para besarnos, y que perd�amos tiempo para probarme m�s ropa, pero
a�n as� acced� gustosa. El se sent� en la banca y me jal� para que me sentar en
su regazo, comenzamos a besarnos, me acariciaba la espalda, y con la otra mano
me acariciaba las piernas, deslizaba su mano por debajo de mi falda, me tocaba
las nalgas y me las apretaba.
Est�bamos sentados en la banca y de repente empec� a sentir
como me empujaba con su cuerpo hacia atr�s, hasta hacer que me recostara en la
banca, se pos� sobre mi, habri� mis piernas y se las coloco a los lados de su
cadera, estaba yo con las piernas abiertas debajo del, me besaba y me
acariciaba, su mano se hab�a escurrido dentro de mis panties y estaba jugando
con mi culito, yo me sent�a rara, pero a la ves me gustaba.
De pronto me solt� y se sent� en la banca, se desabroch� el
pantal�n, se los bajo hasta las rodillas, y me dej� ver su pene, era largo y
algo grueso, mucho mas grande que el m�o, yo lo ve�a anonadada, sent�a cosas
raras en todo mi ser, no sab�a si me gustaba, pero si sab�a que lo quer�a tocar.
jejeje, �como ves?, ag�rralo, �ndale � me dijo �
Lo agarre con una mano, estaba caliente y muy duro, la gruesa
cabeza brillaba, y las venas se resaltaban en todo lo largo de aquel hermoso
falo; lo tome con las dos manos y lo comenc� a manipular, el se recarg� en el
respaldo y cerr� los ojos, mientras yo lo sobaba, lo apretaba ligeramente y lo
acariciaba, su respiraci�n se hac�a entrecortada mientras yo jugaba con su
verga. Despu�s me tom� del cuello y dirigi� mi cara hasta su pene y me lo puso
en los labios.
abre la boca � me dijo �
quieres que te lo chupe, como en las pel�culas � pregunt�
�
jajaja, si, m�tetelo en la boca � me orden� riendo �
esta bien, pero no me vallas a mear � advert� preocupada
�
jajaja, no te preocupes � me dijo riendo, no se porque lo
que le dec�a le causaba gracia de esa manera �
Abr� la boca y deje entrar aquella cabeza gruesa y caliente,
sent�a en mi lengua y mi paladar aquella suave sensaci�n, con mi lengua empec� a
recorrer aquel hermoso pene, con sus manos dirig�a el movimiento de mi cabeza,
haciendo de esta manera un recorrido de arriba abajo, cuando hube tomado el
ritmo, me dej� sola, aquello me gustaba, el gem�a y yo estaba encantada, me
sent�a como una mujer. Estaba extasiada chupando aquel vergajo exquisito,
lamiendo �vidamente, sin dejar una sola parte sin pasarla por mi boca.
�uff! Mi amor, que bien lo haces, pareces una experta �
me dec�a el con voz entrecortada �
De repente me tom� de la cabeza y me empuj�, sac�ndome su
pene de la boca abruptamente.
�Qu� pas� mi amor, te mord�; no te gust�? � pregunte
preocupada �
Nada de eso, me encant� como me chupaste, pero todav�a no
quiero terminar, falta lo mejor de la tarde � me dijo con una sonrisa
enigm�tica y picaresca �
Me tom� de las caderas, haci�ndome bajar de la banca, y me
puse de rodillas en el piso, el me abrazo por la espalda y me besaba el cuello,
y las orejas, sent�a su cuerpo caliente pegado a mi, en mis pompis sent�a su
pene duro, como se apoyaba en mi, me abrazaba y acariciaba. Me puso una mano en
la nuca y me empuj� hasta quedar de panza en la banca y las rodillas en el suelo
me levant� la falda hasta la cintura y baj� mis pantaletas, yo me sorprend� por
esa acci�n, y trat� de enderezarme, pero el me volvi� a empujar hasta hacerme
otra ves recostarme boca abajo en la banca � tranquila Mary, no te voy a hacer
nada, si no te gusta me dices y me detengo � me dijo mientras me sosten�a
agachada tom�ndome por la nuca, presionando mi cara contra el asiento, con su
otra mano acariciaba mis nalgas, la met�a en medio de ellas hasta llegar a mi
ano, con el cual jugaba con sus dedos. Yo sent�a escalofr�os en todo mi cuerpo,
aquello me gustaba mucho, nadie antes me hab�a tocado esas partes de mi cuerpo.
De pronto sent� sus labios en mis nalgas, bes�ndolas y
lami�ndolas, las mordisqueaba suavemente, provocando sensaciones nuevas para mi,
su lengua comenz� a jugar en medio de mis nalgas y comenz� a bajar suavemente,
hasta que lleg� a mi ano, lo empez� a besar y lamer, su lengua iba de arriba
abajo, recorri�ndolo, se sent�a suave, su aliento caliente me rozaba las nalgas,
y su boca chupaba mi ano, sent�a como su lengua mojada, recorr�a mi agujerito y
empujaba tratando de acceder a mi, de pronto una mano acudi� al mismo lugar, un
dedo comenz� a recorrer mi ano, asistiendo a su lengua en aquel delicioso juego.
Sent� la punta del dedo presionando en mi mojado ano, y despu�s pude sentir como
estaba cediendo ante esa presi�n, su dedo entr� en mi culito casi de un solo
empuj�n, provoc�ndome un reparo abrupto.
tranquila mi preciosa, �te duele? � pregunt� �
no pedro no me duele, al contrario, me haces sentirme en
las nubes; pero no crees que llegamos un poco lejos ya � le dije �
si apenas empezamos mi preciosa, falta lo mejor, te
prometo que no te voy a lastimar � me dijo tiernamente, y despu�s me bes� �
Aunque yo segu�a pensando que eso ya se hab�a salido un poco
de mis expectativas, el placer que estaba sintiendo me convenci� de seguir. Me
volv� a recostar de panza en la banca, con las rodillas en el piso, dejando a mi
ano a merced de Pedro. Volv� a sentir su tibio beso en medio de mis nalgas y su
dedo de nuevo entr� en mi, eso me hizo olvidarme de mis reservas y lo dej�
actuar libremente, estaba yo sintiendo algo maravilloso, aquel hombre jugaba
conmigo, caus�ndome un placer exquisito, y nuevo para mi. Despu�s de un rato de
estar as� el se detuvo y lo v� ponerse de pi�, intent� enderezarme de mi
posici�n, pero el me volvi� a empujar boca abajo contra el banco.
espera preciosa, apenas voy a empezar con lo mejor, te
voy a penetrar, si te lastimo me dices y me detengo, �entendido? � me dijo �
Aquellas palabras me asustaron un poco, hab�a visto en
pel�culas aquello, y los actores parec�an disfrutarlo mucho, pero no me sent�a
yo preparada, pensaba que todav�a faltar�a mucho para que eso me pasara a mi,
pero a la ves, sent�a que ten�a que hacerlo, sent�a que se lo deb�a a el; as�
que acept� y me dispuse a recibir lo que viniera.
Estaba agachada en la banca, sent�a que el jugaba con mi ano
con sus dedos, y lo humedec�a, de pronto sent� como escurr�a saliva de mi ano,
estaba bien mojado, sent� sus manos apoyadas en mi espalda; de pronto sent� su
cabeza caliente y h�meda afuera de mi ano, en la entrada a mi ser, con una mano
abr�a mis nalgas, y con la otra dirig�a su pene, aquel objeto suave por fuera,
pero a la ves enhiesto, empujaba en mi culito, primero suavemente, despu�s al
fallar en su intento por acceder, sent� como empujaba mas fuerte; mi ano comenz�
a ceder, se abri� lentamente, dejando entrar solo una parte de aquel falo duro y
caliente, - aaaggghh � gem�, me dol�a y me dio miedo, trat� de empujarlo, pero
el me tom� de la mano y me la quito.
perd�name preciosa, te doler� un poquito, pero solo ser�
por unos momentos, trata de aguantar, todav�a no termino de met�rtela � me
dijo �
Acced� a dejarlo que siguiera penetr�ndome. Trat� de
relajarme, pero el dolor lejos de aminorar, estaba por empezar. Tom� mis brazos,
presion�ndolos contra el asiento de la banca, y empuj� mas adentro todav�a,
sent� como aquella tremenda verga entraba en mi, resbalando en las paredes de mi
ano, grit� muy fuerte, y trat� de enderezarme, pero Pedro estaba empuj�ndome los
brazos hacia abajo, por lo que me fue imposible moverme, hasta que sent� que sus
caderas toparon con las m�as y supe que ten�a adentro de mi toda aquella barra
incandescente que me quemaba las entra�as.
-que iron�a � pens�, el juguete inocuo que me hab�a divertido
tanto hace unos momentos en mi boca, ahora provocaba en mi un tremendo dolor,
sent�a que me iba a partir en dos. Gem�a y gritaba, le rogaba que me la sacara.
Pedro mi amor, por favor, s�camela, me duele mucho � le
suplicaba, mientras sent�a que las l�grimas corr�an por mis mejillas �
Espera mi preciosa, aguanta un poco mas, ver�s como en un
rato deja de dolerte � susurr� en mi o�do mientras recostaba su pecho en mi
espalda �
Estaba ah� acostada, suplicando por piedad mientras era
empalada, pero a la ves no sab�a porque no me mov�a, no lo empujaba, el dolor
era insoportable, pero algo en mi me hac�a intentar soportarlo. Entonces levant�
la mirada y entend� todo.
En un espejo que estaba a un lado de nosotros pude ver
nuestro cuadro, pude verme, empinada, con el vestido levantado hasta encima de
las caderas y las pantaletas enrolladas a la altura de las rodillas, mis caderas
blancas y desnudas estaban dobladas en �ngulo recto, poniendo mis nalgas a
merced de mi hombre, mi cabello rubio ca�a sobre mi rostro que mostraba una
expresi�n de dolor, mi maquillaje algo corrido por el llanto a�n me daba el
aspecto sensual de colegiala que tanto me gustaba, y excitaba a Pedro. Recostado
sobre mi espalda estaba el cuerpo de mi hombre, acarici�ndome las mejillas que
estaban algo distorsionadas por el rictus de dolor de mi rostro y retirando el
cabello de mi cara, como queriendo compensar con aquellas caricias el tremendo
dolor que me causaba con su falo erecto dentro de mi culo, sus caderas morenas
dobladas tambi�n en la misma forma que las m�as, daba a entender que nuestros
sexos estaban coincidiendo, sus piernas velludas, fuertes y musculosas
contrastaban con lo blanco y suave de mis muslos.
De pronto se me vino a la mente los recuerdos de las
pel�culas que hab�a visto, donde una mujer era sensualmente cogida por su
hombre, donde las mujeres gem�an de placer al sentir a su macho dentro de ellas,
donde eran usadas como juguetes sexuales, donde eran el objeto de placer de los
hombres, y me di cuenta que yo hubiera querido ser ellas siempre, que siempre
que hab�a visto una pel�cula, me excitaba porque deseaba ser aquellas mujeres,
quer�a ser yo a la que abrieran las piernas, quer�a ser yo aquella actriz que
gritaba de placer al ser penetrada, so�aba ser yo la que era deseada por un
hombre. Y ahora, mi sue�o se estaba cumpliendo, era yo la del espejo, era yo la
que hab�a puesto mi culito a merced de mi hombre, me pertenec�a el reflejo de la
mujer que era violentamente invadida por el pene de su macho, esa era yo. Cerr�
los ojos y me solt�, me liber� de toda duda y reserva y me entregue a mi hombre.
Pedro, te amo, soy tuya � dije con vos entrecortada �
Yo tambi�n te amo mi ni�a preciosa, eres solo m�a � dijo
Pedro excitado �
Pedro se empez� a mover, sent� como saco un poco su verga de
m�, y despu�s la volv�a a meter, el dolor a�n era muy agudo, y me hac�a gritar,
pero escuchaba los gemidos de mi Pedro y eso me motivaba a seguir aguantando,
volte� a ver de nuevo el espejo, y ah� estaba yo, acostada, mi cara reflejaba mi
sufrimiento, pero mi hombre se notaba que gozaba, Pedro disfrutaba penetr�ndome,
desde donde estaba yo, alcanzaba a ver reflejado en el espejo sus caderas
despeg�ndose de mis nalgas y entre ellas la parte posterior de su verga, que
conectaba a el macho con su hembra, esa hembra era yo, esa mujer que estaban
cogiendo era yo, esa verga estaba entrando en mi ano.
Sent�a como la verga de pedro segu�a entrando en mi, como
sal�a por mi ano y como volv�a a entrar toda, primero se mov�a despacio, despu�s
sigui� con un movimiento continuo de mete y saca mas r�pido y mas en�rgico, la
banca comenz� a rechinar, y yo comenc� a gritar mas fuerte.
hay mi amor, Pedro, papito, soy tuya, hay mi amor, hazme
el amor, hazme tuya � gritaba excitada y adolorida mientras sent�a su verga
dentro de mi �
si mi preciosa nena, mi ni�ita, siente como te cojo,
siente como te la meto � bufaba pedro �
si mi amor, siento como me metes la verga, la siento
caliente y dura, �c�geme, c�geme! � le gritaba yo entre llanto y gemidos �
Mis gritos excitaban mas a mi hombre, lo cual lo hac�a que
imprimiera mas velocidad en sus metidas, por el espejo, pod�a ver sus piernas
movi�ndose en un sensual vaiv�n, su cadera chocaba con mis nalgas, provocando un
r�tmico palmeteo y mis muslos se cimbraban al sentir sus arremetidas. Esos
movimientos en�rgicos me provocaban un dolor muy fuerte, pero lo soportaba
sabiendo que esas cogidas me convert�an en su mujer. Yo me ten�a que asir
fuertemente a la banca porque las cogidas de mi macho me empujaban hacia
delante; mis manos agarradas en los bordes del asiento, eran claro reflejo de mi
dolor y excitaci�n.
De pronto sent� que mi macho se estremec�a, los m�sculos de
sus piernas se tensaron, las venas de su cuello se resaltaron, comenz� a meterme
la verga m�s fuerte, mas r�pido y mas profundo, lo que me provoco que tambi�n yo
gritara mas fuerte de dolor. Sent� que su verga se ensanchaba un poco m�s,
levant� la cara y lanzo un gemido ahogado, sent� que mi recto se llenaba de un
l�quido caliente. Me dio un par de metidas m�s y se tumb� en mi espalda sin
sacarme la verga, puso su cara junto a la m�a y me susurr� al o�do.
mi preciosa ni�a, aguantaste como toda una mujer, pens�
que no ibas a poder continuar cuando comenzaste a llorar � me dijo
respirando entrecortadamente �
Te amo Pedro, y por eso aguanto porque quiero hacerte
feliz � le dije a mi hombre �
Me bes� y comenz� a sacarme la verga, al hacer esto, sent�
como un l�quido sal�a de mi ano y corr�a por mis piernas. Al tocarlo me di
cuenta que era blancuzco.
es mi semen, me vine adentro de ti � me dijo �
Se puso de pi� y se fue al ba�o, yo trate de levantarme pero
no pude, me dol�an las piernas y las caderas, me sent� en el piso sin poder
moverme, lo vi caminar por la bodega desnudo, y me pareci� muy sensual. Cuando
sali� del ba�o me vi� tirada en el suelo y sonri� � �no te vas a lavar? �
pregunt�. Le contest� que si, pero que me dol�a la cadera y no me pod�a parar.
Fue hasta donde estaba y me cargo en brazos, me llev� a l ba�o, me quito los
zapatos y las pantaletas � sost�n el vestido � me dijo, abri� la regadera y me
lav� las pompas y el ano, las piernas, etc. Me volvi� a cargar en brazos, me
llevo hasta la banca y me recost� ah�, me dijo que ten�a que regresar a la
papeler�a a reportarse y que volver�a conmigo en 1 hora.
Yo me quede recostada en la banca, adolorida, pero
satisfecha, mi hombre me hab�a hecho el amor. Cuando regres� me cambi� de ropa
le modele varias prendas, hasta que fue hora de retirarnos.
As� estuvimos vi�ndonos un tiempo, casi hasta que cumpl� los
13 a�os, hac�amos el amor a veces, otras solo me vest�a para el, inclusive ya no
solo lo hac�amos en la boutique, sino que frecuent�bamos su casa y la m�a,
parajes solitarios, etc.
Hasta que un d�a en mi casa, y est�bamos en mi rec�mara
haciendo el amor, yo hab�a puesto la m�sica fuerte por si alg�n vecino estaba
cerca, no escuchara mis gemidos y gritos, pero esa misma m�sica me impidi�
escuchar que mi madre llegaba a casa y habr�a la puerta de mi cuarto,
encontrando a pedro desnudo encima de mi, y yo acostada boca arriba vistiendo un
baby doll y con las piernas alrededor de el.
El esc�ndalo fue may�sculo, mi madre denunci� a Pedro a la
polic�a, ya que yo apenas ten�a 13 a�os y el ten�a 22, lo encarcelaron pero yo
convenc� a mi mama que el no era del todo culpable, y que yo lo amaba, y que si
no retiraba los cargos y lo dejaba libre me suicidar�a, mi madre al fin retir�
los cargos, pero con la condici�n que no lo volviera a ver, y que me ir�a lejos
a donde ella me mandara, habl� tambi�n con Pedro y le dijo que si me volv�a a
buscar lo volver�a a encerrar y lo mandar�a matar en la c�rcel.
Yo fui a dar a un internado militar al sur de los Estados
Unidos, un tiempo dej� el gusto por la ropa femenina, pero despu�s volv� a
hacerlo. La relaci�n con mi madre se distanci� para siempre, nunca regres� a la
ciudad donde viv�a, por el tremendo esc�ndalo que se form�. Ahora que tengo mi
est�tica y vivo full time como Mar�a Laura en EU he intentado hablarle a mi
madre, pero ella solo me responde que ella tuvo un hijo hace mucho, pero que no
sabe que fue de el, me dice que no me conoce; aunque parece que no le gusta que
le llame, nunca me lo ha prohibido, lo que me hace pensar que mis llamadas la
tranquilizan, igual que a mi, que aunque no pueda volver a verla, se que esta
bien.
De pedro solo guardo los hermosos recuerdos, fue el primer
hombre en mi vida, mi primer amor, nunca volv� a saber nada de el, inclusive
hable varias veces a la papeler�a y no saben nada, en la que era su casa, ahora
vive otra familia, le he perdido completamente el rastro, tal ves as� tuvo que
ser. Igual y si tu, Pedro mi amor, estas leyendo esto, me gustar�a que me
escribieras.
Siempre tuya� Mar�a Laura