Relato: Salida noctura de mi mujer

Llevaba mucho tiempo so�ando con que mi mujer se follara a
otro, pero no hab�a manera. Primero fueron insinuaciones, luego preguntas
directas pero nada. Lo mas que consegu� despu�s de insistir fue que sali�ramos
una noche a la discoteca llevando ella un modelito espectacular.



As� que lo primero fue salir de compras y elegir bien. Mi mujer tiene 32 a�os,
rubia, 1,68 y delgada, as� que no fue dif�cil encontrar cosas interesantes. Se
prob� de todo y al final optamos por una micro falda de 23 cm tableada tipo
colegiala, una blusa blanca semi transparente y unas botas de ante hasta las
rodillas con 12 cm de tac�n.



Cuando llegamos a casa se arregl� y se visti� con lo comprado poni�ndose por
encina un � de cuero del que parec�a que no hab�a nada debajo, ante mi enorme
excitaci�n. Salimos a cenar a un restaurante y todo el mundo se la com�a con la
mirada. All� le iba llenando las copas de un vino excelente y notaba como iba
poniendo caliente. Luego nos fuimos direcci�n la discoteca pero antes de salir
del coche la quit� las bragas y el sujetador mientras ella asent�a complaciente.
Tras su blusa se pod�a entrever unos pezones erectos dispuestos a ser tocados y
lamidos. Toqu� su chocho y estaba mojado dispuesta para ser penetrada.



Entramos a la discoteca cada uno por su lado ya que acordamos que cada uno
ligar�a con quien quisiera. La discoteca estaba repleta de gente y chicas guapas
pero ella estaba deslumbrante. All� en seguida se puso a bailar en la pista y no
tard� el momento en que el t�pico macho se fue acercando a ella y se puso a
bailar alrededor suyo.



Poco a poco el acercamiento fue mas evidente, �l la hablaba y se re�an. Yo
tambi�n estaba con otra pero no perd�a ojo de lo que hac�an. Cuando terminaron
de bailar salieron de la pista con las manos entrelazados dispuestos a tomarse
una copa. Ella caminaba deslumbrante mientras la faldita revoloteaba .



En la barra se pusieron a charlar y beber. Poco a poco �l se iba acercando a
ella, la hablaba en la oreja, luego empez� a besarla en la mejilla mientras ella
en ocasiones le apartaba mientras se re�a, pero en ocasiones entreabr�a sus
piernas para que �l pudiera ver que no llevaba nada debajo. Notaba que del
pantal�n le sobresal�a lo que parec�a una verga enormemente excitada.



El acercamiento se hizo m�s evidente y comenz� a besarla en los labios. Ella ya
no se resist�a y al cabo de un rato estaba con sus brazos alrededor de su cuello
y con la minifalda pegada a su bragueta mientras se besaban ardientemente, as�
que ya no pude resistir m�s y me fui al ba�o a desahogarme.



Al rato salieron juntos de la mano. Yo me fui a casa y ella no lleg� hasta el
mediod�a siguiente. Se sent� a mi lado y me cont� lo ocurrido esa noche mientras
su aliento emanaba un dulce aroma a polla.



Lo que ocurri� esa noche os lo contar� en otro relato si quereis. Mientras
estamos preparando otra salida nocturna. Quiz�s seas tu el afortunado.

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