Esa tarde de invierno todo era lluvia en santiago. Me encontraba viviendo con
mi madrina, hermana de mi padre, en el sector de vitacura, y estudiando mi
segundo a�o de universidad.
Mi madrina, Margarita, estaba separada hace 1 a�o y viv�a sumida en una
profunda depresi�n.
Ella es mayor, tiene 4 hijos grandes y ellos ya hab�an salido de casa para
instalarse en sus propias vidas. Por �rdenes de mi familia yo y mi hermano mayor
que estudiaba arquitectura nos quedamos viviendo con ella y mi familia se
encargaba de pasar el dinero suficiente para que pudieramos vivir.
Mi tarea era estudiar en las ma�anas hasta las dos o tres de la tarde. Luego
me iba a casa donde almorzaba con mi t�a y enlas tardes la acompa�aba a hacer
sus cosas, el supermercado, pagar cuentas y las cosas comunes de una casa.
Esta frecuencia logr� que ella se sintiera lo suficientemente tranquila, ya
que ve�a en mi un soporte, una persona que se preocupaba de ella y sus estados
de animo.
La depresi�n hacia que ella no se levantara hasta pasadas las tres de la
tarde y, a veces , no ten�a �nimo de hacerlo y se quedaba en su dormitorio
leyendo el diario que llegaba sagradamente todos los d�as. No niego que me
excitaba pensar en ella, pero la situaci�n nunca estuvo cierta para ninguno de
los dos.
Hasta el momento en que yo me convert� en agente de los hechos. Comenc� por
mirar mas alla de la cuenta. Cuidar sin detenerme en tiempos y trabajo. Hab�a
d�as en que la ayudaba a hacer las cuentas y pagarlas, por mi suerte, usaba el
auto de ella que era nuevo. Con eso ganaba la posibilidad de salir con el en la
noche e invitar a alguna amiga. Mi mente de alcantarilla comenz� a fantasear con
la idea de saborear esa mujer adulta, baja y regordeta, con unas grandes tetas y
un trasero alto y elevado. Creo que ella es bastante distinguida. En las ma�anas
que no hab�a clases en la universidad, me cambiaba de cama a la de ella, una
king con un televisor y la posibilidad de leer el diario tomando desayuno.
Esos viajes siempre dejaban algo, una vista panoramica de las tetas o una
mano perdida que rozaba algun lugar de su cuerpo. Not� que ella comenz� a darse
cuenta y que no rehu�a ninguno de mis "fallidos actos". Mi mente de 20 a�os
comenz� a generar las mas incre�bles fantas�as. Imaginarme a esa mujer adulta,
llena de experiencia me excitaba al maximo. Lograba que me escondiera para
masturbarme.
El hecho que lanz� esto hacia lo incontrolable fue el d�a en que me pidi� que
manejara hasta la estaci�n de buses, porque mi prima iba al norte y quer�a
llevarla. Como yo con esos actos ganaba el uso del auto en la noche, acced� con
gusto. Mi prima es una mujer muy inteligente y estaba salindo hacia el norte a
ver a su padre.
EL viaje hacia la estaci�n fue normal, reimos y conversamos normalmente. Ella
subi� al bus y yo ayud� a dejar las maletas con el chifer que las acomodaba.
Acto seguido, me desped� y esperamos que saliera el bus. Para decir adios, me
coloque detras de mi t�a, tomandola por los hombros, y acercandome
descuidadamente a su trasero. Ella, al sentir esto, respondi� haciendo que su
trasero en un pantal�n ajustado quedara justo en mi cierre. Ese hecho logr�,
casi de inmediato, que tuviera una erecci�n, la cual me encargu� de hacersela
sentir. Apretando y moviendo mi brazo en se�al de adios me encarge de refregar
todo mi pene en su tremendo trasero. Fueron minutos agradables.
Luego, bajamos al estacionamiento del terminal, conversando. Pero algo en su
mirada me dec�a que estaba en el camino correcto.(Si se puede llamar as�.). Una
vez en el auto ella me coment� de una ropa interior que hab�a comprado, no saben
la erecci�n que eso me provoc� otra vez.
Manejando es algo dificil disimularlo. Ella miraba a mi entrepierna sin
verguenza, lo sabia porque mientras manejaba miraba de reojo y sus ojos no se
despegaban de mi pene.
Me tom� la rodilla, con suavidad, la pierna del acelerador.
- Tomemos una cerveza?
- ok- respond� con la voz atragantada.
Ella sonri� al ver que pod�a manejar la situaci�n.
- en casa hay dos o prefieres ir a algun pub?
- en la casa t�a- respond� sin inquietarme.
El resto del camino a casa se dedico a hacerme cari�o en la pierna, cada vez
mas arriba lo cual me llevaba, sin ser exagerado, enfermo de caliente. Llegamos
a eso de las 8 , invierno, muy oscuro, mi hermano estaba en su taller trabajando
y estabamos solos.
La cerveza no hizo mas que subir la temperatura de ambos. Ella estaba
increiblemente cari�osa, se acercaba y me hacia cari�o en el pelo, en la cara.
Comenzaron las noticias, estabamos acostados en su cama y les puse atenci�n. Se
recost� en mi pecho, alto, porque soy gordito, mirando la televisi�n y comenz� a
hacerme cari�o en el estomago. Era demasiado para mi. Mi erecci�n ya iba por la
garganta(no por el tama�o, sino por el nerviosismo que sent�a). De pronto sent�
su mano en mi entrepierna y no di mas.
Lleve su mano a mi cierre con cuidado, lo cual ella hizo con suavidad, cerr�
los ojos para disfrutar esa caricia encima de mis jeans y no hice mas que
deleitarme. Baj� mi cierre , corri� el boxer hasta sentir su piel en mi piel.
Acarici� mi pene despacio, con la maestr�a de los a�os, con los dedos lo
recorr�a y hac�a de ese momento sublime.
Mi mano derecha estaba en su pelo, corto como estaba de moda y te�ido, por
las canas de la edad. Gem� despacio y sent� el roce de la bajada de la mejilla
por mi est�mago. Lo meti� en su boca, despacio. Estaba fr�a por la cerveza y
comenz� a lamerlo, chuparlo y hacer lo que ella quer�a.
No vi el reloj, pero fue fantastico en el rato que dur�.
LOgr� hacer que me retorciera de gusto, con su lengua , con su suavidad, con
las ganas que ten�amos los dos.
Despu�s de acariciarme todo se volte� , saco sus pantalones, mir�ndome. Puso
su trasero desnudo el alto sobre las piernas flectadas y , con una mirada me
pidi� que la penetrara.
Lo hice sin problemas, ya que su vagina estaba mojad�sima, humedec�a todo.
Estuve cerca de acabar cuando ella grit� que no mas.......
Ella ya hab�a tenido un gran orgasmo, estaba tan concentrado en mi que no me
di cuenta. Ella volvi� hacia mi y con su mano logr� que yo acabara. De pie
manchando el cubrecama. Me estremec�.
Nos recostamos uno al lado de otro. Sin aliento. La cerveza estaba ya
caliente. Ella sonri� y tom� su pijama.
Rodrigo
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