Siempre he sido del tipo de hombre reservado que no cuenta
sus cosas. Desde hace un tiempo para ac� conoc� a Javier, un compa�ero de
labores que mas que compa�ero se ha convertido en mi amigo. Javier es un joven
de veinti tantos a�os, alto, corpulento y de una personalidad que hace a las
chicas del trabajo desfallecer por el. Javier, al contrario de mi, era del tipo
de persona extrovertido y amigable, sumamente seguro de si mismo y con una
autoestima digna de admirarse. Esta inherente confianza en si mismo le ha
alcanzado muchos �xitos en la vida, sobre todo con las mujeres.
Un dia mientras me acercaba a llevar unos documentos a su
oficina note que de la misma sal�a una de las compa�eras de trabajo arregl�ndose
su minifalda. Ella no not� mi presencia y continu� caminando, mirando hacia
todos lados y terminando de acomodar su peque�a falda roja. Autom�ticamente mi
mente corri� y mi pensamiento se desboc� al imaginar que estar�a ocurriendo en
la oficina antes de yo llegar a ella. Tuve que hacer un gran esfuerzo para
disimular la tremenda erecci�n que se comenzaba a dibujar sobre mis pantalones.
Al entrar a la oficina de Javier pude notar en el aire el
inconfundible olor a placer y pasi�n.
"huele interesante tu oficina" le dije a mi amigo quien
autom�ticamente me contest� con una sonrisa y me extendi� su mano derecha
dici�ndome: "te parece conocido el olor de mi mano?" Al acercarme a su mano pude
percibir el embriagante e inconfundible aroma de almizcle caracter�stico de los
jugos de la pasi�n femeninos. Mi cabeza quer�a estallar por el embriagante y
dulce aroma, mi pene se inflam� y me puso en evidencia ante aquel regalo que
estaba recibiendo.
"Esto es de Marina verdad?" le pregunt� mientras observaba la
sonrisa amplia de satisfacci�n en su rostro
"si� esa nena me tiene bien bellaco" me contest� sin reparos.
"Dichoso tu" le dije "que tienes la oportunidad de tocarla�
muchas son las veces que he so�ado con ella y otras tantas la he hecho m�a en
mis fantas�as, pero nunca he podido ver mas all� de su escote o mas arriba de su
minifalda"
"Te gustar�a ver mas?" me pregunt�
"Definitivamente" le respond� mientras trataba de ocultar con
mi mano derecha mi pene a�n erecto.
Entonces, rep�rtate a esta oficina dentro de una hora, justo
antes del timbre de salida, te tengo un asiento de primera fila para que
disfrutes del agasajo. El plato principal de hoy: Marina a la vara" "ahora
vuelve a tu trabajo, te deben estar extra�ando"
Durante esa hora no pude dejar de pensar en el fest�n visual
que me esperaba. Me imaginaba a "la nena" , como sol�amos llamarle los varones
de la compa��a , completamente desnuda, con sus senos voluptuosos y erectos
apuntando hacia mi mientras con sus delicados dedos tocaba su vagina. Me
imaginaba su cara de satisfacci�n al masturbarse y durante esa hora solo pude
sacar uno de los documentos atrasados de mi escritorio.
Lleg� la hora esperada y justo antes de sonar el timbre me
person� a la oficina de Javier. Mi amigo ten�a todo listo, hab�a colocado una
silla en el armario que quedaba detr�s del escritorio. Hab�a limpiado es
escritorio de todo objeto que estorbara y solo hab�a dejado algunos papeles para
no levantar sospechas en cualquier eventualidad. Es escenario estaba listo y por
su puesto yo ten�a la mejor posici�n de todo el teatro�
"Si�ntate tranquilo y trata de no hacer ruido" me dijo Javier
mientras me conduc�a hasta dentro del armario. Las puertas del armario permit�an
una visi�n bastante buena de la futura acci�n a desarrollarse mientras que la
oscuridad del mismo ocultaba mi presencia.
A los quince minutos de sonar el timbre entr� a la oficina
Marina. Vest�a una minifalda roja muy ce�ida al cuerpo que dibujaba
perfectamente sus nalgas redondas y apetecibles. Su pelo rubio llegaba a su
diminuta cintura, remate de dos hermosas y muy bien proporcionadas piernas. Su
blusa de lycra dejaba poco a la imaginaci�n al dibujar unos senos
espectaculares.
Javier la recibi� sentado en el escritorio y le dio la
bienvenida con un apasionado beso.
"Me tienes loca" dijo Marina "hace tiempo que te vengo
observando y me tienes loca"
acto seguido la joven mujer baj� sus manos hasta la
cremallera del pantal�n de mi amigo y sin pensarlo mucho la baj� y sac� la
herramienta de Javier. Marina no podia creer lo que ve�a. Un enorme pene de casi
ocho pulgadas de largo, descomunalmente grueso y rematado por una cabeza roja
a�n mas descomunal. Marina mir� a mi amigo con una cara de asombro y excitaci�n
y sin perder tiempo engull� la enorme cabeza de Javier. Sus labios carnosos
recorr�an el gigantesco glande con una satisfacci�n como quien se saborea un
bomb�n de chocolate. La expresi�n de mi amigo era de intenso placer y arqueaba
su cuerpo hacia atr�s tratando de introducir su enorme pija dentro de la boca de
Marina. Por su parte Marina hac�a grandes esfuerzos por tragarse aquella pieza
de carne y acariciaba sus test�culos como quien juega con plasticina.
Despu�s de varios minutos de intensa acci�n oral, Javier tomo
por la cabeza a Marina y retir�ndola de su pene, la levant� y le dijo: "Muy bien
chiquita, ahora me toca a mi"
Ya para entonces llevaba yo un tiempo masturb�ndome pensando
que era a mi a quien Marina complac�a con su deliciosa boca, pero cuando vi que
Javier recost� a la despampanante mujer en el escritorio, casi me provoca la
venida�
Mi amigo acarici� los suaves y muy blancos muslos de Marina
provocando en ella suspiros de placer, lleg� hasta su falda levant�ndola y
mostr�ndome unas diminutas panties de encaje rojas. Javier se apresur� a
quitarle su ropa �ntima y al instante qued� al descubierto un hermosos co�o
completamente rasurado. Su piel era tersa como la de un beb�. Al abrir sus
piernas pude ver sus labios vaginales rosados y jugosos, hinchados de excitaci�n
y h�medos por la lujuria.
"C�metela papi, es toda tuya" dec�a la nena mientras se
frotaba con sus dedos el cl�toris inflamado. "Ven papito, no me hagas esperar,
ch�pame el totito y hazme venir con tu lengua"
Mientras se masturbaba, Javier alargaba el tiempo de espera
de Marina a fin de que yo pudiera disfrutar del fest�n visual. Mientras tanto
los jugos de Marina ya comenzaban a derramarse sobre el escritorio. "Cl�vame
papi" gem�a la nena mientras se retorc�a de placer "ven papito, quiero sentir tu
pingo dentro de mi. Quiero tu cabezota en mi totito" dec�a mientras introduc�a
sus dedos hasta el fondo de su vagina.
Javier no aguant� mas y se le fue encima a Marina. Solo pod�a
ver la cabeza de mi amigo entre las piernas de la ni�a, pero los espasmos de la
joven mujer y su manera de jadear me hac�a confirmar el placer que mi amigo le
estaba dando con su lengua a aquella escultura viviente. Marina comenz� a frotar
sus pezones por encima de su blusa. Al instante estos se endurecieron y se
pararon como peque�os soldaditos en atenci�n. Mientras la excitaci�n crec�a, la
ni�a se quit� la blusa y dej� al descubierto dos hermosos senos, redondos,
perfectos, con unos pezones rosados como su vagina y muy erectos.
"M�temela" gem�a Marina, "m�temela ahora papi, cl�vame hasta
adentro papi, M�temela ya!!!"
Mi amigo se irgui�, levant� la pierna derecha de la ni�a y la
coloc� sobre el escritorio dej�ndome as� ver su co�o abierto y en todo su
esplendor. Javier tom� su descomunal pene y como quien realiza una pintura,
comenz� a frotar su cabezota contra la h�meda vagina de Marina. De pronto y sin
mas pre�mbulos meti� su verga hasta lo mas profundo del t�nel de Marina. Esta
grit� de placer y arque� su cuerpo hacia atr�s, mientras, Javier comenzaba a
bombear su descomunal verga dentro y fuera de la ni�a.
"que rico papi," suspiraba Marina mientras Javier le clavaba
hasta el fondo " as� m�temela todita� me encantas� Me encanta tu pinga�.
As�!!!!"
Javier apretaba su paso y pronto comenz� a gemir como ella "
Te gusta mamita? Quieres mi leche? Quieres que te la de? Me voy a venir en tu
boquita� quiero que te la tragues toda� lo vas a hacer verdad? � Lo vas a
hacer?... No bien termin� de hacer la pregunta cuando sac� la pinga de dentro de
Marina y trayendo su cabeza hasta su pene, lo coloc� en la boca de la ni�a.
Marina abri� su boca para recibir la deseada leche y sac� su lengua hasta tocar
la cabezota de Javier. Javier tuvo una venida descomunal. Los chorros de leche
parec�an interminables. Chorro tras chorro de leche llenaron la boca de la ni�a
mientras mi amigo sufr�a los espasmos maravillosos de una buena venida. Marina
trag� toda la leche de Javier mientras mi amigo caia exhausto en su silla
ejecutiva. Tengo que admitir que el ver la nena tragando leche y disfrutando del
manjar, provoco en mi una eyaculaci�n casi tan grande como la de Javier. Todo
hab�a terminado para Marina Javier y para mi. Marina comenz� a acomodarse su
ropa mientras Javier re�a como quien se disfruta una maldad bien hecha. Sin
embargo, nada me pod�a preparar para o que estaba a punto de o�r� al terminar la
sesi�n de pasi�n desenfrenada escuch� la voz de Marina que pregunt�
"Y bien, que te pareci� la funci�n?"
Me qued� frio� todo estaba planificado� Ella quer�a
satisfacer sus fantas�as exhibicionistas y yo fui el elegido...
Desde entonces todas las semanas, un d�a diferente cada vez,
bajo a la oficina de mi amigo despu�s del timbre y disfruto del mejor teatro del
mundo: sexo en vivo y a todo color.