Relato: Sof�a
SOF�A
Agosto 2003. Buenos d�as, son las 12 de la ma�ana y me acabo
de levantar. Me miro al espejo y tengo una cara de mil demonios. Lo que anoche
empez� como una inocente celebraci�n de las vacaciones con los compa�eros,
termin� en una salvaje org�a en casa del jefe de equipo. Con mi cuerpo, y mi
cabeza arrasados por los efectos de la coca, el hach�s y el ron desplazo mi 1,90
hasta el tel�fono. Un mensaje de mi novia (d�nde est�s, que hiciste anoche, bla,
bla). Paso. Estoy atascado, y necesito huir, sentir que pongo tierra de por
medio.
El m�vil. Mensaje recibido �leer ahora?. Es mi primo. �Co�o!.
"Vente unos d�as a Punta que no quieres n� con la gente". Parece una se�al.
Marco su n�mero y una hora despu�s aparco mi coche en su plaza de garaje. Punta
(Punta Umbr�a) es una zona de playa del litoral de Huelva (ciudad donde vivo).
Cuando voy a llamar, sale mi primo, un t�o de 1,90 de alto aproximadamente,
cuerpazo de gimnasio (yo estoy un poco m�s delgado) y un envidiable moreno. Coge
mi maleta, la tira a una habitaci�n y me obliga a ponerme un ba�ador. Al rato
estamos en la playa, fumando hach�s y ri�ndonos como desesperados. No cesan las
miradas de varias t�as de una sombrilla cercana. Mi instinto se tensa. Necesito
follar. A secas. Sin ataduras, sin relaci�n, sin un nombre ni un ma�ana. Follar.
Las horas se suceden acolchadas por el efecto de los canutos
y las risas. Volvemos a casa y me presentan el plan para la noche. Paco y Edu
(�ntimos de mi primo) inauguran un local. La cosa pinta bien, sus amigas est�n
buen�simas y Paco pincha de esc�ndalo. Prometen ambientazo. Estoy tan contento
que salgo al porche del chalet desnudo y empiezo a saltar como un descosido.
Tomo una ducha bien fr�a. Mis nervios se calman y mientras hago zapping aparece
una (imagino que) amiga de mi primo. Charlamos un rato, no le hago ni puto caso,
su voz chillona me martillea. Me mete mano a la polla y aunque se me pone dura
paso de ella. Quiero reservarme, que el esperma hierva en mis huevos hasta el
momento definitivo. Tras pasar de mi novia, si es que a�n puedo llamar as� a esa
perra, quiero ser reventado por una sacerdotisa del placer, una de esas que a
los ojos de los dem�s no parecen nada especial, pero que unos pocos sabemos
reconocer por una mirada, un gesto inequ�voco, una actitud vital que las delata.
Salimos y nos reunimos con los colegas para cenar. Los
conozco a todos de anteriores farras, y nos alegramos mutuamente de vernos. No
como mucho, pues la coca que quita el hambre y necesito espacio para copas,
drogas, fluidos, etc. Tras esto llegamos al local. Hay un gran ambiente,
multitud de t�as buenas y me animo bastante. Dos copas, algo de tabaco y me meto
en el servicio con mi primo. Le hemos pillado tres gramos a un tal "Lepero", que
pasa material de calidad, lo que atestiguamos tras las dos primeras rayas. Salgo
como un tiro y la veo.
Se llama Sof�a y la conozco de la facultad. Me estuvo dando
un morbazo incre�ble durante los cinco a�os de carrera hasta que se fue a
Sevilla a doctorarse con su novio, un subnormal completo llamado Pedro, cuyo
�nico atractivo radica en su cuenta corriente. Ella es rubia, 1,60 con un
cuerpecito precioso, unas tetas y un culo que me llaman y una piel, ahora
morenita, cuyos poros emiten sexo. Tras su cara de dormida subyace el placer, el
orgasmo en toda su dimensi�n, cuando el fin justifica absolutamente cualquier
medio.
Mi primo los conoce, y me pongo a su lado para que me los
presente. Noto que me mira con aprobaci�n, y tras darme dos besos sonr�e
inequ�vocamente. Charlamos vagamente sobre los a�os de universidad y me ofrezco
a traerle una copa. La mirada del pitbull (Pedro) nos taladra. Ella va al
servicio y la sigo. Ella me besa tibiamente en los labios. "Espera un poco,
pronto nos iremos". Mi est�mago se contrae. Me bebo la copa de un trago y pido
otra. Llego al grupo de amigos y mi primo, que no para de meterse mano con una
morenaza fenomenal, se despide de m� y me pide que no haga ruido cuando llegue.
Sigo bailando y coqueteando con alguna guarrilla a la espera de acontecimientos.
En una de �stas, noto que me cogen el culo, me vuelvo y Sof�a con una amplia
sonrisa me entrega las llaves de un coche. "Quiero follarte vivo".
Lo que sigue es una carrera a alta velocidad por las calles
de Punta hasta que llegamos al chalet. Las llaves est�n en la maceta. Entramos
ri�ndonos. Dos rayas de coca se van formando en la mesita mientras sirvo unas
copas. La figura de mi nabo es notoria bajo mi pantal�n. Nos metemos las rayas,
las copas y nos besamos. Lentamente la desnudo y voy bes�ndola por el cuello, la
boca, las orejas. Ellas me empuja, no tiene paciencia, y me arranca la camisa.
Me lame el pecho como una desesperada y me saca la polla del pantal�n. �sta sale
como un resorte y ella sonr�e ante mis 23 cm. Empieza a lamer de arriba abajo y
a met�rsela en la boca. Una mamada espectacular. Mientras, yo me agacho y voy
bes�ndola. Me como sus tetas, sus pezones me taladran la lengua de duros que
est�n. Bajo y le lamo el vientre, las ingles y cuando cree que voy a por su
co�o, la hago sufrir un poco m�s y bajo por las piernas hasta los pies. Un
gemido estremecedor suena en la sala cuando me meto su dedo gordo en la boca. Y
decido subir. Le como el co�o con dedicaci�n, abriendo sus labios, mordisqueando
el cl�toris con suavidad y le meto uno, dos y tres dedos.
Estamos a punto y la pongo a cuatro patas. Le embisto desde
atr�s, directo a su chumino. Me quema la polla. El mete-saca es brutal, empiezo
lentamente, pero ya vamos desenfrenados hasta que ella se corre por primera vez.
Aprovecho la circunstancia para sac�rsela y mientras me la come y degusta su
propio jugo, le lamo el ano, y se lo voy lubricando. Me vuelvo a poner detr�s y
le hundo el nabo en el culo. Ella a�lla de dolor la primera embestida, pero gime
como un gatito con las siguientes. Alterno el culo y el co�o hasta que le
escucho decir "ven aqu�, no me basta con una polla". En mi excitaci�n, pienso
que se le va la olla, pero no es as�. Mi primo est� en la puerta del comedor con
la polla enhiesta, y Sof�a ruega, casi llora para que se acerque. �l viene, me
mira y sonr�e, y le clava la polla hasta la garganta. Seguimos as� hasta que mi
primo se la saca de la boca y se tumba bajo ella. Se la mete en el co�o y yo en
el culo. Ella gime como una perra, y yo cada vez estoy m�s cachondo, entre el
lenguaje soez de la ni�a "folladme viva" y su sed de sexo me estoy volviendo
loco. Se la saco y me voy a su boca. Noto que el orgasmo me sube desde la base
de los cojones hasta correrme de un tiro en su boca (�tanta leche hay en los
huevos de un t�o?). Noto los estertores de Sof�a con la polla en mi boca, mi
primo se est� corriendo en su culo.
Nos quedamos tirados en el suelo hasta que ella, tras darle
un par de caladas a un canuto sonr�e y nos pide que la volvamos a follar viva,
que no la dejemos salir de ah�. Voy a mear y cuando empieza a salir el chorro,
noto una mano en mi entrepierna; "tengo sed"dice Sof�a. Le meo en la cara y se
pone a mil. Aprovecho para meterle la polla en la boca, me la limpia
cuidadosamente. Mi primo, totalmente empalmado llega por detr�s y se la hunde en
el co�o, as� estamos hasta que me tumbo y se meto en el mismo sitio. "As�,
rompedme el co�o, ahhhhhhhhhhhh". Se corre bestialmente, lo que aprovecha mi
primo para clav�rsela en el culo. "Ven t� tambi�n". Pongo la punta del nabo en
el agujerito que ya est� ocupado y dejo caer el peso de mi cuerpo. "Reventadme
el culo cabrones". Nuestras pollas se deslizan con facilidad debido a la mezcla
de flujo, semen y a saber qu� m�s. No aguantamos m�s y nos corremos, llenando el
culo de Sof�a hasta los topes. El semen se escapa de su culo de lleno que est�.
Tras fumarme otro canuto (�cu�nta droga llevo encima?) decido
ducharme. Cojo a Sof�a en brazos y la meto en la ducha. La limpio con mi lengua
y despu�s acciono el grifo. Ella despierta, nos besamos y echamos un polvete
suave, de baja intensidad pero muy placentero, pues su co�o hierve de tanto mete
y sacar. Me corro en sus tetas y se las chupo. Salimos, la seco muy
cuidadosamente, besando cada zona tras pasarle la toalla, tetas, culo, muslos,
pies. Me pide que la lleve a casa, as� que la visto, ella me regala su tanga, y
la llevo en el coche que, seg�n descubro luego, es de Pedro, as� que no me
resisto a darle un par de golpes y hundirle el parachoques y un faro.
Ahora son las 13:00. Me acabo de levantar y tras desayunar
algo, y encontrar un paquete de Marlboro Lights que seguramente dej� Sof�a,
escribo y me fumo un cigarro. Mi polla se ve fl�cida y mientras escribo esto, no
he podido evitar masturbarme como si volviera a tener 15 a�os. No s� c�mo, ni si
para bien o para mal, pero siento que algo ha cambiado. Mientras lo busco, y
quiz� no lo encuentre, s�lo resuena la boca de Sof�a que repite una y otra vez
"follar".
�
Autor: Guillermo IX de Aquitania.
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Relato: Sof�a
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