Relato: Mariela la esclava perfecta... Mariela, la esclava perfecta
Solo hab�an pasado 5 minutos desde que te vi, y me parec�a
una eternidad, te encontrabas justo al centro de aquel cuarto, con solo una luz
dirigida directamente a tu rostro, as� en esa posici�n, de rodillas, con tus
hermosas manos pegadas a la nuca y las piernas separadas, llevas ese vestido que
me excita tanto, con un escote que me deja ver esa espalda perfecta, digna de
una diosa, tengo tanto morbo, ya estoy esperando que cometas un peque�o error,
que por muy min�sculo que sea, me dejara castigarte esos pechos tan generosos, y
sobre todo tan perfectos que hasta el momento siguen intactos, tambi�n puedo ver
tu culo, virgen aun, ya deseo que pase la hora que me he planteado dejarte con
la inc�gnita de que pasara contigo, pero solo han pasado 5 minutos, que lento
pasa el tiempo�
�Mas tarde, ya a pasado una hora, y se que tu te encuentras
desesperada, no sabes que pasara contigo, te sigo observando, y que gusto me da
que no te hayas movido ni un cent�metro, ojala que en toda la sesi�n tengas esa
resistencia, de repente entro en la sala, intentas voltear a mirar quien es,
pero sientes un palmazo en tu nalga y regresas a la posici�n original, despu�s
comienzo a hablar "Mary, desde este momento�eres nadie, eres una puta que
solo le servir� a su amo�recibir�s castigos y premios durante tu estancia aqu�,
estos castigos y premios te los dar� a mi juicio " despu�s de eso me tomo un
momento�
"Desde este momento, te dirigir�s a mi como amo o se�or"
tu escuchas atentamente, "no podr�s dirigirme la vista, ni mucho menos
hablarme a menos que se te pida, entendido?" te noto muy nerviosa, y como
no, es la primera vez que te dicen Ali, nunca hab�as sido tratada como a una
cualquiera, pero no respondes, en eso sientes que te golpeo la nalga pero con
mas fuerza que la anterior "creo que pregunte si hab�as entendido?, sabes no
me gusta repetir las cosas te has ganado el primer castigo sabes�" en eso
noto una lagrima que recorre tu mejilla, y me contestas muy t�midamente "si,
mi amo", "Veo que ya vas entendiendo" respondo te pido que te pongas
de pie y comiences a desnudarte, mas sin embargo noto que te sonrojas, te da
morbo de que te pida que te desnudes enfrente de mi, en eso sientes un fustazo
en tu espalda, y es que no te hab�as dado cuenta de que en una mesita que
introduje sin que te dieras cuenta, hab�a muchos instrumentos, seg�n yo para tu
tortura, entre estos instrumentos puedes observar, un collar, 2 mu�equeras con
unos peque�os arillos para sujetarte, as� como 2 tobilleras con sus respectivos
arillos, esposas, consoladores de diferentes grosores, un bote de vaselina,
l�tigos y fustas una raqueta de ping-pong, cuerdas, 3 mordazas de diferentes
tipos, y un bozal.
Con todo esto te estremeces, yo lo noto y te digo "calma,
de ti depender� el instrumento que use" mientras tanto, creo que te dije que
te desnudaras, para lo cual comienzas por recorrer el zipper de tu traje, miro
como es que va apareciendo la tanga que te ordene que trajeras para esta
ocasi�n, despu�s de que ya te despojaste del vestido, solo quedas con la tanga y
el sost�n, cuyos tirantes son transparentes, mas tarde te quitas el resto de
ropa y te paras frente a m� con la mirada al piso, despu�s te digo "para
empezar hay que depilar ese monte de Venus", te llevo hasta el ba�o y unto
una considerable capa de cera, despu�s de un rato, procedo a retirarla poco a
poco, procurando que sientas cada uno de los vellos que se desprenden de tu
hermoso cuerpo, despu�s procedo a lavar y retirar los restos de cera, te
pregunto como estas y me respondes "bien amo, gracias" mas sin embargo
noto que las lagrimas te escurren por tus mejillas, entonces te digo "no
llores puta, esto no es nada a comparaci�n de lo que viene", te asustas y
comienzas a temblar, despu�s te ordeno "a cuatro patas perra" al instante
obedeces, y te pongo el collar con la argolla, y ato una correa al mismo, y
despu�s me dirijo nuevamente al sal�n de sesiones, de donde cuelga una barra de
1 metro al cual procedo a atar tus manos, y tus tobillos al piso, separados a
una distancia considerable de 1.25 metros, quedas parada en forma de X, despu�s
procedo a levantarte de tal forma que solo toques el piso con las puntas de los
dedos de los pies, estas ah� indefensa, sin ninguna forma de escapar, con casi
todo tu peso descansando en tus mu�ecas y tus tobillos, en realidad es una
posici�n bastante incomoda, luego procedo a colocarte una mordaza, y a pinzar
tus pechos, cuando coloco las pinzas te estremeces a tal grado de soltar un
quejido que es ahogado en su mayor�a por la mordaza.
Despu�s comienzo a recorrer por todo tu cuerpo un l�tigo de
tres puntas, sientes el fri� del l�tigo, en eso lo introduzco poco a poco en tu
rajita, lo rozo con tu cl�toris, y te digo "este ser� tu primer castigo, y
mas vale que me obedezcas, por que los pr�ximos ser�n mas fuertes que estos"
en eso sienten tus pechos el primer latigazo, despu�s de este, vienen otros 14,
dando un total de 15, despu�s le toca su raci�n de azotes a tu estomago, co�o,
piernas, espalda y culo, todo tu cuerpo esta lleno de marcas dejadas por el
l�tigo, tu chillas como una cerda.
Mas sin embargo, procedo a la siguiente fase de mi castigo,
te introduzco un consolador del tama�o de un pepino mediano en tu co�o, y lo
prendo a potencia media, despu�s procedo a taparlo, unto otro mas delgado del
tama�o de una zanahoria, con una fina capa de vaselina y lo comienzo a
introducir en tu culo, veo la expresi�n de dolor de tu rostro, es muy excitante
para mi, una vez dentro, te digo "ahorita regreso puta, recuerda que tienes
prohibido correrte, si te corres, recibir�s un castigo mucho mayor del que estas
recibiendo en este momento, entendido? " tu gimes, pues la mordaza te impide
hablar, me retiro de la sala, te dejo ah�, sola, colgada del techo, con tus
agujeros invadidos, con tu dolor, mas tarde cuando apenas han pasado apenas10
minutos desde que sal�, comienzas a sufrir los efectos de los consoladores,
tienes unas ganas de correrte, mas sin embargo, te viene a la mente las palabras
de tu amo, sabes que no puedes correrte pues recibir�s un fuerte castigo, te
sientes agotada, y yo, no pienso irte a ver sino hasta dentro de 20 min., estoy
preparando la siguiente sorpresa, mas tarde regreso, y te quito la mordaza, me
dices "hijo de puta, cabron, perro, desgraciado" al o�r esto, te doy una
bofetada, la cual gira tu cabeza recay�ndose en tu hombro, el cual juzgo que ya
estar� muy adolorido, pues ya han pasado mas de 35 min, desde que estas en esa
posici�n.
Procedo a soltarte, me pides que te deje correr, como
respuesta recibes un jal�n de las pinzas de tus pezones, te callas, te digo "a
cuatro patas perra" obedeces sin rechistar, te coloco la correa y te digo
que avances, mientras yo voy por atr�s, veo el movimiento de tu culo, que
delicioso, pienso, llegamos a mi recamara, despu�s me siento en ella y te digo,
"ven ac� puta, guarra, ven y ch�pamela, procura no ensuciar el piso, y
tr�gate toda mi leche," a ti no te queda de otra, debes de hacerlo, pues ya
sabes lo que te puede esperar, te diriges a 4 patas hacia mi, intentas tomar con
tus manos mi miembro, pero sientes un fustazo, el cual te indica lo mal que lo
estas haciendo, yo te ordeno "no utilices las manos puta, es que acaso no
sabes mamar?" sabes que tendr�s que utilizar �nicamente tu boca, y as� es
como empiezas a chupar una pija, por primera vez, ya que noto la torpeza con la
que lo haces, pasan los minutas y despu�s de un rato siento que me corro "puta,
me voy a correr en tu boca, tr�gatelo todo, y mas te vale dej�rmela limpia",
pues sabes que podr�a venir un castigo para ti�
Mas tarde, cuando has terminado tu tarea, te llevo a dar un
buen ba�o, y despu�s te dirijo a tu recamara, te arrojo a la cama, y despu�s de
acomodar un doble consolador, te ato a la cama en forma de X, cercior�ndome de
que no puedas moverte ni un cent�metro, terminando todo esto, te digo, hasta
ma�ana zorra, que descanses�ma�ana ser� otro d�a�
Este relato es imaginario pero, espero muy pronto cumplir con
esta fantas�a�se aceptan comentarios� de antemano gracias, mujeres me interesa
su opini�n.
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Relato: Mariela la esclava perfecta...
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