Enseguida de haber tomado el papel en sus manos se dirigi� al
cuarto de ba�o m�s cercano, sin mucha atenci�n por la charla de mi conversador,
la segu� con la mirada y supe lo que ocurrir�a, sal� de la sala de donde nos
encontr�bamos y me sent� en una silla junto con la dem�s gente donde se
desarrollaba la fiesta en la cual me encontraba, segundos despu�s sali� por la
misma puerta de donde yo lo hab�a hecho momentos antes y con la mirada me busc�
ansiosamente hasta dar con mis ojos, no hubo palabras, no gestos, no se�ales,
parec�a como si el tiempo se hubiera detenido entre nosotros y la gente se
hubiera esfumado, pasaron s�lo segundos pero �stos bastaron para decirnos con el
alma, lo que ambos sent�amos.

Al t�rmino del festejo anunci� mi partida argumentando que
era tarde y deb�amos descansar todos, su padre nos acompa�� hasta la salida y
con abrazos y saludos se concluy� la visita.

Sin esperarlo siquiera, al menos no en ese momento y con un
sobre salto que me puso el pulso sumamente acelerado tom� el celular y mir�
qui�n llamaba, tel. p�blico... en fin segundos despu�s contesto y no lo pod�a
creer era ella, qui�n despu�s de tomar mi recado aquella noche en el papel que
yo mismo le hab�a puesto sobre la mesa para que ella lo leyera, hab�a surgido
efecto, con temblorosa voz, y los nervios destrozados apenas pude articular
palabra, si bien es cierto que durante muchos a�os esperaba esa llamada, en ese
momento las ideas se hab�an ido, las palabras no sal�an y los nervios me hab�an
traicionado, tartamudeando atin� a decir un " c�mo est�s" bien recib� tu recado
y te llam�, as� que tu dir�s...

Sab�a que no pod�a retenerla tanto en el tel�fono, tambi�n
que era la oportunidad deseada despu�s de casi diez a�os, arm�ndome de valor y
tratando de hilar una conversaci�n, le dije que gracias por haberse molestado
por la llamada, pero que eso s�lo hab�a sido con el fin de conseguir verla de
forma personal y en un lugar adecuado, la respuesta no se hizo esperar y tomando
el mando de la conversaci�n me replic�, que por que ahora y no antes, por que
despu�s de tantos a�os, por que ahora que estaba casada y con hijos, por que
ahora que yo tambi�n ten�a hijos y una esposa, la dej� hablar y reprocharme
hasta que un sollozo sustituy� la voz, se hizo un silencio y por fin habl� con
m�s decisi�n; tal vez tengas raz�n en todo lo que me est�s reclamando, de hecho
yo mismo me los he hecho todos estos a�os, pero precisamente para eso quiero que
hablemos personalmente y de una forma m�s calmada, que dices, puedo pedirte que
nos veamos, no importa que sean s�lo unos minutos... Est� bien dime d�nde.

Hasta ah� todo iba viento en popa pues ya hab�a logrado que
aceptara que nos vi�ramos a solas, fijamos fecha y el encuentro se dio, no
abundar� m�s en los reclamos que desde luego me hizo la mayor parte del tiempo
de nuestro encuentro, pero por supuesto les dir� lo que despu�s de los reclamos
hubo.

Para entonces nos encontr�bamos en mi auto, ya mucho m�s
calmada y con una disposici�n a m�s que una charla, le tom� de la mano y
llev�ndola mis labios le pos� un tierno beso, con el que le saqu� un lev�
suspiro de aprobaci�n, ���bingo!!! le di al clavo, le gust� y eso me dio pie
para seguir en la conquista de su cuerpo, sin tiempo que perder me acerqu� a su
cara y volv� a besar, esta vez s�lo la mejilla, pero con una pausa muy marcada,
casi desesperante dejando incluso una humedad en su piel que desde luego not�,
suerte que tengo pens�, pas� mi mano por su nuca haciendo a un lado su rubia
cabellera, me acerqu� mucho m�s que antes y dispuesto a seguir la colm� de besos
por todo su rostro, dediqu� mucha atenci�n para no dejar ni un solo
cent�metro de su piel sin mis besos, esto logr� el efecto deseado, hubo m�s
entrega de su parte y correspondi� tambi�n, tom� mi mano y d�ndole un leve
apret�n me dec�a que si, que si le gustaba aquello, loco de gusto le bes� con
m�s dedicaci�n, con m�s ternura, hasta que llegu� a su cuello y dando peque�os
besos le puse muy caliente, lo supe por que en un momento mir� sus mejillas y
estaban muy coloradas, s�ntoma inequ�voco de su deseo, sus manos recorr�an mi
nuca y parte de mi espalda, al tiempo que yo hac�a lo mismo, s�lo que de una
forma m�s atrevida, mis manos llegando al termino de su espalda, buscaban llegar
m�s, el ritmo se aceleraba, los besos eran mas c�lidos y con m�s intenci�n,
hasta que llegu� a un punto en el que me detuvo, mi mano completa ten�a
aferradas sus nalgas, y la otra acariciaba sus tetas, esto pod�a salirse de
control y ella no lo permitir�a, as� que me solt� y a�n con la
respiraci�n agitada me dijo que eso no pod�a seguir que a�n ten�a coraje
conmigo por el pasado, la mir� fijamente, la tome de las manos y le ped� perd�n
por todo el da�o que le hiera causado a�n sin querer, yo creo que la conmov�
pues baj� el tono de su reclamo y me dijo, compr�ndeme vamos muy r�pido recuerda
que soy casada, mis hijos, calla, no sigas, ya habr� momento para hablar del
tema; le dije, no pod�a dejar escapar esa oportunidad, la ten�a a punto y no
deb�a dejarla ir, as� pues me tuve que aplicar nuevamente y segu� con los besos
y partir de ese momento decid�a atacar su punto d�bil, las tetas, sab�a
perfectamente que la mataba con eso, sin pensarlo mucho me di a esa linda tarea,
poco a poco met� mi mano por debajo del su�ter que tra�a y pasando mi mano por
sus pezones fui tanteando el terreno aunque sab�a que eso la pon�a fren�tica y
me aprovecha, no tard� mucho en empezar a dar visos de abandonar su voluntad, se
retorc�a en el asiento del auto me apretaba contra su cuerpo, la besaba le
acariciaba, le rozaba las nalgas al tiempo que mi tarea de sobarle las tetas era
mas agudo, lleg� el momento que de plano se abandon�, recost�ndose sobre el
respaldo del asiento, me dej� completamente su cuerpo a mi entera disposici�n,
acept� la invitaci�n, sub� poco a poco su sost�n dejando al descubierto su
pez�n, que lindo, que calentura provocaba, verlo de tan cerca como invit�ndote a
ser chupado, con delicadeza lo puse entre mis dientes y con ligeros mordisques
acentu� el movimiento, tanto ella como yo est�bamos gozando pues de solo mirarla
a m� ya me provocaba mucho placer, y que decir de ella que solo daba peque�os
gemidos al sentirse pose�da por mis lengua y mis manos, al poco rato de lamer
sus tetas y de manosearle todo el trasero, las piernas y todo o que estaba a mi
alcance, pens� en que yo tambi�n podr�a recibir algo de caricias, pues ella
ensimismada no hab�a reparado en regresarme algo de placer, por lo que jal� su
mano a mi entrepierna gui�ndola a mi instrumento, sabedora de lo que yo quer�a
se dej� conducir, llegando a la punta de mi palo, se detuvo un momento abri�
despacio los ojos y me lanz� una mirada de complicidad, sus labios se abrieron
para s�lo pronunciar, aqu� no, mierda pens�, por qu� no, si no nos mira nadie,
volviendo en si despu�s del largo cachondeo me dijo que as� no es como ella lo
hab�a imaginado, se refer�a al auto, en la calle , m�s bien deseaba estar a
solas conmigo en un ambiente mas acogedor, entend� el mensaje, por hoy hab�a
avanzado mucho terreno, despu�s de haber dejado de vernos por casi diez a�os
creo que era m�s de lo que yo hab�a pensado, acept� la invitaci�n de acercarla
su casa y sin muchas palabras acab� por ese d�a la aventura.

Mirando el techo de mi habitaci�n y con los pensamientos
enardecidos, me sorprend� en la madrugada, no dejaba de recordar lo vivido horas
antes, pensaba en como pod�a ser estar en la cama con ella, saborear su cuerpo
al desnudo, sin prisas ni gente a nuestro alrededor, no pod�a conciliar el
sue�o, me fue muy dif�cil esa noche poder conseguirlo, as� pues se lleg� el d�a
de volver a vernos, esta vez yo iba con la intenci�n de hacerle el amor sin
ning�n remordimiento, era m�s fuerte mi deseo por ella que todas las pendejadas
que hab�a pensado en cuesti�n moral y con respecto a mi hogar, as� que llegu�
puntual a la cita.

Una falda larga de color morada, blusa negra entallada y
zapatillas muy altas, bella sin duda, le salud� d�ndole un beso en sus labios
que se abrieron al percibir el contacto con los m�os, y bien en que has pensado
me dijo, sorpresa, no esperaba esa pregunta, reaccion� de inmediato, y contest�
sereno, sin apresuramientos, sabes.... espacio de unos segundos para dar tiempo
al tiempo, he pensado que nuestro reencuentro ha sido muy especial, pues nunca
pens� que al igual que yo, todav�a guardases en el coraz�n este sentimiento, no
dijo nada su mirada se fue al piso, agachada sin decir palabra escuchaba lo que
le dec�a, sabes dije, levantando su barbilla, " quiero estar s�lo a tu lado,
pase lo que pase, no me importa tu condici�n, ni tus hijos mucho menos el que
est�s casada, "s�lo d�jame recomenzar lo que alg�n d�a inici�" -silencio
nuevamente- mira mi amor, eso que me pides es algo que no esperaba, adem�s no te
entiendo, que quieres decir con recomenzar, bomba nuevamente me agarr� en curva,
no sab�a ni yo mismo el que significaba lo que le hab�a pedido, me saqu� de la
manga la respuesta y casi al vuelo le contest�, continuar lo que en el tiempo se
qued� detenido si se puede claro, si tu quieres s�lo amigos, aunque de antemano
sabes perfectamente que me gustas, y que hoy que te encuentro quisiera revivir
lo que hace muchos a�os comenzamos.

Callados durante mucho tiempo recorrimos gran distancia en el
auto, pasaron varios minutos antes de volver a escuchar su voz, est� bien acepto
lo que me pides pero antes quiero preguntarte algo....

Su mirada no era nada normal, el brillo dejaba entrever que
hab�a maldad, sus manos se tocaron las piernas, �y que si quiero hacer el amor
contigo? Hacia mis adentros deseaba escuchar eso pero no pod�a demostrar alegr�a
desbordada, as� que lo m�s sereno que pude le contest�.

Sabes, el hacer el amor contigo ha sido por varios a�os mi
sue�o, aunque no lo creas te lo he hecho muchas veces, has sido m�a docenas de
veces te he besado he recorrido tu cuerpo desnudo, he tomado tu aliento, por lo
que si ahora lo hacemos ser�a materializar lo que tantas veces he imaginado,
esas palabras tal vez no las esperaba, pero su reacci�n fue inmediata, se acerc�
d�ndome un beso, me dijo ll�vame...

Sus pies bellos, las manos suaves, la piel de ella no tiene
igual, es tan suave, los ojos que tiene de verdad que son bellos, antes no hab�a
visto iguales, las caderas que se carga son de miedo, anchas, firmes, poderosas,
esas piernas largas que tiene me han dejado casi al borde del orgasmo, pues son
materia de mucho tiempo de mi lengua le encanta que las recorra con mi boca, que
mi lengua recorra cada cent�metro, los dedos de los pies son en demas�a
sensibles, cada que los tomo entre mis labios le causa escalofr�o y se estremece
toda, ese par de nalgas, son su mejor atractivo, duras, grandes desafiantes y de
recordar el tiempo que les he dedicado a sido de considerar, pues me he vuelto
devoto de ese culo perfecto que tiene.

Sin dejar de besarla le arrancaba pr�cticamente las ropas, le
mord�a el cuello, me hartaba masajeando sus nalgas, sin descuidar ese punto que
d�bil que me ha abierto las puertas de muchos rincones de su cuerpo, lam�a su
pez�n a varios ritmos, despacio parsimoniosamente, desesperantemente, a ratos
parec�a que se lo quisiera arrancar, le dedicaba el tiempo suficiente para
calentarla y tenerla a punto, sab�a que una vez que se abandonaba, pod�a
disponer de su cuerpo a mi antojo, la recost� suave sobre la cama , admirando su
figura deseando probar cada espacio de su cuerpo, toque su tri�ngulo por encima,
como explorando su selva, hund�a levemente mi dedo para corroborar su calentura,
sus l�quidos ya eran evidentes, sus gemidos no tardaron al sentir como enterraba
mi �ndice por su cueva, separ� sus piernas para poder observar cu cavidad,
aspire su aroma, sustitu� el dedo por mi lengua y le di un ligero masaje,
acompasado, lento de arriba abajo, sin pausas sin prisas sabedor de que si
segu�a ah� en cualquier momento se correr�a en mi boca, cosa que desde luego me
encantaba y m�s con ella pues al hacerlo emanaba cualquier cantidad de l�quidos
que varias veces me cortaban la respiraci�n, sin dejar de pensar en lo que
vendr�a despu�s me dispuse a recibir sus mieles, sus gemidos y movimientos eran
cada vez m�s continuos y mas escandalosos, me descans� en su entrada y abriendo
la boca al m�ximo hund� mi lengua en su interior, sin dejar escapar ni una sola
gota, arremet� con m�s fuerza mis movimientos de lengua hasta que la escuch�
gritar, me ped�a que parara que no siguiera m�s , que por favor me detuviera que
se mor�a, no s�lo no hice caso a su reclamos, al contrario me separ� un momento
de su monte para dar paso a clavarle mi verga que sin ning�n tipo de resistencia
se fue hasta el fondo de su ser, sin miramientos arreci� mis entradas con un
ritmo endemoniado le dejaba ir cada vez m�s adentro mi estaca, suaves y a veces
lentos se arqueaba por en�sima vez, se desvanec�a nuevamente, dejaba su cuerpo
sin voluntad, y eso lo aprovechaba con mucha alegr�a, con decisi�n y fuerza la
gir� para poner su culo en pompa, y admirar desde otro �ngulo, lo que tantas
veces hab�a so�ado, lo admir� con mucha pausa, cada pliegue cada cent�metro, lo
bes� tiernamente sac�ndole un respingo, -no amor por ah� no- en mi interior
mor�a por tenerlo, por hacer m�o ese trasero, pero pens�ndolo bien creo que no
era el mejor momento, bese nuevamente ese peque�o hoyito dando peque�os
lametazos y recorriendo de arriba abajo pasando por su vulva y terminado en el
hoyo, la tom� firme por sus caderas y la jal� hacia m�, sin miramientos se la
volv�a hundir este vez despacio, muy despacio, dando tiempo a que la disfrutara
y al tiempo yo tambi�n, una y otra vez lo hice adentro y afuera en el cl�sico
movimiento de dos cuerpos am�ndose, no hubo m�s palabras, los gemidos de ambos
anunciaron un orgasmo simult�neo, los movimientos fueron m�s salvajes de ambas
partes , entre chasquidos , quejidos sudores, besos olores y alguna que otra
palabreja nos tumbamos en la cama presos de choques el�ctricos por la llegada
del orgasmo logrado, mi semen inundaba su cueva, mi falo ba�ado en sus l�quidos
no cesaba de palpitar al un�sono con su sexo.

Apenas retom� el aliento baj� a su entrepierna para
observarla, chorreaba de ambos l�quidos, le met� mi dedo hasta el fondo,
sac�ndole nuevamente otro gemido, lo paseaba por su interior busqu� su cl�toris
y con suaves c�rculos lo dibuj�, trac� todos sus pliegues mis dedos ya ten�an
los resultados del encuentro amoroso apenas unos minutos antes, acomod� mi
cuerpo a su lado y dando a probar mi dedo abr� su boca para que lo chupara, al
principio lo rechaz�, pero conforme le tomaba sabor fue cediendo poco a poco, si
ustedes hubieran estado ah� compartir�an este que les digo, jam�s he tenido una
visi�n m�s er�tica que esa, de verdad se los digo si alg�n d�a tienen la
oportunidad y la chica con la que se encuentren lo acepta, int�ntelo, no se
arrepentir�n, as� pues habiendo lamido mi dedo, y tomado jugos de ella y m�os
segu� al punto d�bil de mi amante, como antes he dicho las tetas de Sonia han
sido la puerta de cualquier antojo que he tenido para con ella, sin haber
descansado lo suficiente pero ya con nuevos deseos, tom� su cuerpo nuevamente,
esta vez solo bes� muy poco sus senos, ya que me dediqu� m�s a sus pies, esto
hasta ahora ha sido muy lindo en nuestra relaci�n, pues ver�n para m� no
representa ning�n problema, ya que en charlas con otros amigos si les causa
reparo, y en algunos caso hasta asco, cosa que para m� no, en fin una vez que
tom� la posici�n adecuada me dediqu� a chupar uno por uno sus dedos, mi lengua
ha sabido hacer su tarea con ella en esta parte de su cuerpo pues de cada
lamida que le daba, hac�a estremecer su cuerpo, sudaba a cada segundo en el que
yo me manten�a en y a su pies, se retorc�a entre las s�banas y balbuceaba
palabras sin raz�n, su chucha emanaba l�quido, e inconscientemente iba abriendo
las piernas como invit�ndome a pasar a su interior, una vez que la ten�a en ese
punto comenzaba mi recorrido pasando por sus rodillas lamiendo de a poco su
entrepierna y caminando en un transitar sin miramientos hacia su peluda vagina,
no pasaba mucho tiempo de que comenzaba besar su entrepierna, cuando sent�a el
temblor de su cuerpo anunciando su descarga, me aplicaba como muchas veces antes
para darle un rico dedo, tambi�n le gustaba a la muy guarra, el dedo trabajando
en su interior le gustaba, pues cada que se lo hac�a , ella misma lo guiaba, lo
dirig�a con mucha destreza, esto me daba pi� a pensar que la muy cabrona se daba
dedo muy a menudo, pues en cuanto comenzaba mi labor y apenas unos segundos
despu�s la ingrata ya daba respingos anunci�ndome su orgasmo, a estas alturas ya
estaba yo tambi�n medio caliente y aprovechando su calidez y sus movimientos la
volv� a montar sustituyendo el dedo por mi tranca, le gust� sin duda, pues al
sentirlo abri� tremendos ojos y me atrap� entre sus piernas, se la empujaba
hasta el fondo al tiempo que me jalaba, �que ritmo madre m�a que ritmo!, si bien
no hab�amos tenido muchas horas de entrenamiento, parec�a que de toda la vida
nos hubi�ramos amado, el acoplamiento era perfecto, el ritmo, los besos, las
caricias parec�amos amantes de a�os y s�lo hab�amos pasado minutos entre las
s�banas.

El ritmo fue fren�tico le golpeaba con fuerza las nalgas con
mis bolas, mi tolete le perforaba las entra�as al tiempo que anunciaba mi
venida, al sentirlo, mi linda amante me aprisionaba con su cuerpo para recibir
mi descarga, cerraba los ojos y me atra�a hacia ella, no tard� mucho m�s tiempo
cuando ocurri�, me vine en varios tiempos, parec�a eterno, ella me gritaba
incoherencias, me maldec�a por haberla cogido tan lindo, no hubo m�s palabras me
tumb� sobre ella, a�n con la respiraci�n al tope, acarici� su cabello y
agradecido deposit� un beso en su mejilla trac� su cuerpo con mis manos y
dejamos que el tiempo transcurriera y as� continuar con lo que un d�a
comenzamos.

Al paso del tiempo nuestro encuentros fueron menos continuos,
ya que la relaci�n con su esposo cambi�, dicen por ah� que el macho puede
percibir si otro pretende asaltar su territorio, disculpen la analog�a, no
quiero sonar peyorativo con este ejemplo, pero en este caso creo que este
acontecimiento sirvi� para su relaci�n matrimonial mejorara ya que a partir de
nuestra relaci�n en la de ella cambi� todo para bien, aunque no conmigo pero eso
no importa si ella est� bien yo tambi�n lo estoy.

Qu� me deja esta p�gina en mi vida cu�l es el aprendizaje de
todo esto, sin duda el de haber motivado a una mujer casada con hijos con una
familia hecha a que se deje arrebatar por el deseo, por la lujuria, podemos
decir tambi�n que por el amor, tal vez ser� juzgada por ustedes ya que si
analizamos su conducta podemos hablar de traici�n.

La traici�n, esta palabra suena muy fuerte implica muchas
cosas, que involucra valores, principios y cuando la traici�n se presenta, se
parten �stos, se quebranta la dignidad del ser humano, se deja de pensar en los
dem�s para dejarse arrastrar por el malsano camino del pecado.

Pecado, qu� es el pecado, qui�n lo determina, con que se
mide, �hay pecado cuando se ama? de qu� hablamos cuando decimos eres un pecador
a qui�n le estamos faltando, si bien el pecado del que estamos hablando es el de
la lujuria, el del adulterio o la falta a un sacramento eclesi�stico, no se
puede determinar culpa cuando una mujer se entrega al amor, debemos saber
diferenciar entre amor y s�lo pasi�n, en verdad les digo, hubo amor.

Amor, esta palabra tan dicha, tan escuchada, pues si, en
efecto hubo amor y mucho a pesar de darse a oscuras, a escondidas pero eso no
indica que no haya sido sincero o que le haya faltado algo, les aseguro que no
le falt� nada hubo ternura, dulzura, carne, sentimientos, emociones y eso no
puede llamarse de otra forma, simplemente amor, y el amor hoy y siempre ha sido
el m�vil de todo en este mundo, as� que no se puede juzgar, no se puede
calificar de malo, no se puede decir que traicionamos, no, no aceptar�a nunca
ese t�rmino, porque la am�, a mi forma si ustedes quieren pero de verdad que lo
hice, fue un amor fugaz pero intenso, pude cerrar ese c�rculo que por muchos
a�os no tuvo conclusi�n y que al hacerlo pude mirarla con otros ojos, puede
sentir en su mirada lo que nunca pens� encontrar y hoy en d�a podemos mirarnos
de frente sin rubores, sin debernos nada, porque dejamos todo lo nos deb�amos
todo lo que el destino nos ten�a reservado.

�Qui�n es ella?, es la mujer que por mucho tiempo llen� mis
espacio y a quien hoy le hago un homenaje con estas l�neas, tal vez nunca las
lea, tal vez nunca se entere que es ella la protagonista de este cap�tulo, pero
ustedes si lo saben, si conocieron de nuestra historia y con eso me doy por bien
servido.