Relato: Las fiestas en Casa de Margarita I. Hola, gracias por leer mi relato, esto es algo real pero he cambiado los nombres a fin de ocultar un poco lo sucedido ante gente que pudiera conocerme, alguien me dijo que escribir lo que te aflige ayuda a liberar sentimientos de culpa, y puesto que esto es algo de mi vida oscura , me anim� a compartirlo hoy con ustedes, pero por lo surdido nunca divulgu� a nadie, ni a mi hermano �mi mejor amigo� y puesto que son intrascendentes los datos espec�ficos, solo dir� que todo ocurri� en la Ciudad de M�xico.
Me llamo David y la historia comienza cuando yo ten�a 9 a�os, siempre fui un ni�o alegre, extrovertido, alto y guapo seg�n la gente mayor de la que me rodeaba, o sea familiares, vecinos y amistades, mi sexualidad estaba bastante dormida a�n, hasta que cambiamos de barrio, debido a que mi padre guard� el suficiente dinero para comprar un terreno, nos mudamos del barrio en el que viv� esos primeros inocentes 9 a�os de mi vida.
En la nueva colonia fui recibido como suele suceder con todos lo ni�os nuevos, con menosprecio, retos, maltratos y poniendo a prueba mi hombr�a con enfrentamientos a golpes, a veces por defenderme y otras por defender a mi hermanito menor a mi por 3 a�os, e incluso a mi hermana menor a mi por 5 a�os� la adaptaci�n fue un poco dif�cil, pero al fin me integr� a ese nuevo ambiente ya que este barrio adem�s de la violencia tambi�n ten�an costumbres, juegos y h�bitos muy distintos a la comunidad �pueblerina� de la que estaba rodeado� un d�a en el cumplea�os de Bernardo, un vecino que se convirti� en mi mejor amigo tuve que participar en una �violaci�n� tumultuaria, al menos as� me lo pereci�. Eran cerca de las 11 de la noche cuando por atender una necesidad de mi padre, me alej� de mis cuatro amigos de esa fiesta, al buscarlos, nadie sab�a darme noticia de ellos, los busqu� por mas de media hora, hasta que alguien me dijo que al parecer vieron a uno de ellos subir a la azotea, como pude sub� y pude ver que en la azotea hab�a una especie de bodega techada con l�minas de asbesto y paredes hechas de tarimas de madera� not� que hab�a luz en su interior y en la entrada una cobija que la hacia de puerta para acceder a esa bodega, llegu� hasta la entrada y abr� la cortina esperando encontrar ah� a mis amigos� Valla sorpresa, s� los encontr� cuando veo que estaban los cuatro fornicando con una ni�a que ten�an boca abajo y penetr�ndola por el culo, todos se espantaron, yo cerr� de inmediato la cortina con intenci�n de regresar a la fiesta, reconoc� a la ni�a, era la hermana menor de Bernardo, mi mejor amigo� al emprender la retirada del lugar dos de ellos me alcanzaron y me dijeron que ahora no pod�a irme puesto que pensaban que yo ir�a con el chisme, asegur� que no los delatar�a� ellos me dijeron que confiaban en mi pero que deb�a sellar el pacto� cuando pregunt� como lo �sellar�amos� me dijeron que era muy f�cil, que beber�a cogerme tambi�n a Margarita, insist� en que no era necesario pero no fue posible negarme, me amenazaban los cuatro de que si no lo hac�a entre todos me golpear�a y me acusar�an de haberme cachado cogi�ndome a Margarita y que por eso me propinaron la golpiza�
Acept� con mucho miedo, nunca hab�a pasado por mi mente situaci�n semejante, me instaron a que empezara de inmediato, ya que ellos ya hab�a pasado una vez cada uno� me fue muy dif�cil, no consegu�a una erecci�n como la que ellos me presum�an, en ese momento ya �ramos cinco varones de casi 10 a�os cada uno para fornicar con una ni�a de casi 9 y pude ver mientras llegaba mi erecci�n, como repet�an para pasar por su culo de Margarita cogiendo uno tras otro por intervalos como de 3 a 4 minutos, la escena me excito y me sent� sucio, pero ellos notaron que se me hab�a parado y ahora dec�a que no me pod�a negar, que me tocaba� debo apuntar que Margarita no mostraba queja alguna, es m�s, pod�a ver y o�r que lo estaba disfrutando y por lo que dec�an esta no era la primera vez que lo hac�an, tambi�n debo decir que una de mis mayores sorpresas fue ver que su propio hermano Bernardo se la cogiera tambi�n, cuando dijeron que yo deb�a empezar, me acerque con algo de excitaci�n y miedo pues siempre vi a Margarita como una ni�a dulce y tierna, incluso llegue a tener en mi mente el hacerla mi novia pues me gustaba mucho, pero obviamente despu�s de aquello, descartaba definitivamente la idea, ella era una peque�a muy desarrollada tanto de cuerpo como de su mente, era muy amable con sus padres, atenta y servicial y con un rostro en extremo bonito, tal vez por la ascendencia Veracruzana de sus padres, sus ojos sobre todo era lindos y llenos de picard�a que me emocionaba, Su piel morena la hacia la mas encantadora de las ni�as de la colonia, siempre me pon�a nervioso cuando estaba cerca de ella� pero ahora yo estaba con mi verga en la mano y dispuesto a meterla por su culo como los otros cuatro� apoy� mi pene justo en su orificio y se le fue hacia dentro con tanta facilidad que sent� un estremecimiento muy rico al llegar al tope, el placer que viv� solo era comparable a esa sensaci�n que yo mismo me provocaba en los juegos cercanos a la casa, trepando por un tubo de aproximadamente 3 metros de altura, llegu� a sentir como una sensaci�n deliciosa acariciaba mis test�culos y mi penecito de ni�o� fue tan grata la sensaci�n que repliqu� las acciones que mis amigos hac�an del mete y saca que multiplicaba el placer de ese culito apretado presionando mi verga con gracia y placer� Margarita se quej� al principio cuando le entro todo mi pene pero luego se acostumbr�, ella no dejaba de repetir, como lo hacia con los dem�s chicos� si, si, que rico se siente, m�telo todo, sigue m�s� y yo excitado a todo lo que daba, atend�a su solicitud� pasados mis 3 minutos me dijo Juan, �Sigo yo�, pero en ese momento vino la mayor de mis sorpresas� Margarita dijo que no, que a mi me correspond�an 3 turnos seguidos puesto que ellos ya hab�an pasado y a quien no le gustara que ya se pod�a ir de ah� �ella era la l�der de aquella org�a�, apenas pod�a creer que todos hac�an lo que ella dijera, pues sin retobo obedecieron sus instrucciones, pas� 3 veces continuas y una cuarta vez al esperar nuevo turno, despu�s de ello nos bajamos a la fiesta como si nada hubiera pasado y con el sigilo que Margarita instruy�, bajamos en el orden que nos marc� y dejando tiempo entre uno y otro, el �ltimo fui yo, por lo que aprovech� para ver a margarita a los ojos, a�n buscando una disculpa por haber participado del fest�n, ella me dijo que le hab�a gustado mi pito y quer�a volver a sentirlo pero ya sin mis amigos, que ella me avisar�a cu�ndo�
Nos estuvimos viendo por mucho tiempo, la volvimos a coger hasta entre seis ni�os en su propia casa, siempre argument�bamos que �bamos a jugar con Bernardo (su �nico hermano) y aprovech�bamos la ausencia de sus padres para cogerla, siempre al ritmo y orden que ella dec�a, pero eso no imped�a que muchas veces la cogiera yo a solas.
Ya hab�a yo cumplido los 11 a�os cuando otra fiesta a su casa nos llev� nuevamente al rinc�n del placer y esta vez Margarita nos hizo un regalo a los cuatro que fuimos ese d�a� la propia Mago �como le dec�amos� invit� al fest�n a su compa�erita y confidente de la escuela, Lupita, una ni�a de 11 a�os con un cuerpo de fantas�a, ella era mas alta de que Mago auque no mas bonita, pero eso s� mas nalgona. Lupita dijo que ella no quer�a nuestros Pitos por su cola, ella lo quer�a por su Panochita� a nosotros no nos importaba, es mas yo no conoc�a la diferencia, Mago dijo que ella tambi�n lo quer�a igual que Lupita� as� que en un tapete puesto en el piso con unas cobijas que ya hab�an subido, se acostaron ambas boca arriba, Margarita quiso que yo empezara con ella, de tal modo que yo con mi pito muy duro en ese momento, me puse de frente a ella y como de costumbre, Mago agarraba mi pito y lo colocaba en el lugar que se lo met�a� a decir verdad sent� una gran diferencia, desde que iniciamos ya estaba muy suave la entrada y lo fui empujando poco a poco, como ella me indicaba, y como siempre se le dificultaba la entrada de primera vez, la hacia despacio, pero puesto que por delante no la hab�amos penetrado, Lupita le dijo que le doler�a un poco m�s pero que luego le gustar�a por siempre, as� vino el dolor, incluso un leve sangrado tal como lo anunci� Lupita� Mi verga era la mas grande, ya en otro momento nos las hab�amos medido cada uno, el m�o med�a 13.5 cent�metros, por lo que el mayor de los dolores lo vivi� con migo pero tambi�n experiment� el mas grande placer que hubiera conocido hasta entonces� Las cogimos a las 2 por mas de 2 horas� cada uno de nosotros las cogi� por intervalos de 10 a 15 minutos y habremos pasado de 4 a 5 veces, hasta que nos cansamos y recostados boca arriba todos, a decir verdad no recuerdo que alguno mencionara alg�n orgasmo, pero si vivimos intenso placer con el mete y saca, acordamos que eso lo ten�amos que repetir mas seguido� Lupita volvi� a presentarse en casa de Margarita unas 5 veces m�s, pero solo en 2 ocasiones pudimos repetir aquella org�a, solo que fuimos solo 3 los ni�os participantes, fueron geniales aquellos encuentros, con Mago volv� a tener sexo a veces uno y a veces dos d�as en cada semana.
Continuar�.
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Relato: Las fiestas en Casa de Margarita I.
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