Esto me ocurri� el invierno pasado, en la casa de mis padres
de un pueblo de la Comunidad Valenciana. Me llamo Pascual y tengo 36 a�os, tengo
novia y piso pero aun sigo en casa de mis padres. Soy un chico normal, ni feo ni
guapo pero s� agradable, muy cortado con las mujeres (de hecho siempre me han
conquistado ellas a mi) y sexualmente normal, aunque como casi todo el mundo con
fantas�as.
La casa de mis padres est� en la periferia del pueblo, una
zona virgen con campos pero a menos de 100 metros del pueblo, una casa bien
equipada, calentita y c�moda, de dos alturas y terraza. En la segunda planta
est� mi despacho, con su estufita de le�a y el sill�n, y desde donde empez� todo
y os escribo.
Un martes por la tarde estaba s�lo en casa, mi hermana y mi
madre trabajaban y volver�an hasta bien entrada la noche. Estaba en mi despacho
escuchando como llov�a y pensando en el fin de semana cuando me pareci� o�r un
ruido en la calle. Me extra�o que hubiera alguien con la que estaba cayendo. Me
asom� a la ventana y vi. a dos chiquitas de unos 14 � 15 a�os bajo la marquesina
de la casa del vecino, completamente caladas y heladas de fr�o.
Baj� corriendo las escaleras y me dirig� a la puerta, abr� y
llame para que pasaran dentro. Ellas cruzaron la calle y entraron en casa.
Pobrecitas, iban perdidas, caladas hasta los huesos. Las hice entrar en el ba�o,
les di toallas, y les prest� unos shorts y camisetas de mi hermana y les dije
que me dieran la ropa para poder secarla al lado de la estufa a la vez que
herv�a leche para que se tomaran algo calentito.
A todo esto, no les hab�a preguntado quienes eran, aunque su
cara me sonaba de la plaza cercana a zona. Las vi tan mal que lo primero era que
entraran en calor, ya habr�a tiempo para presentaciones. Me dispon�a a sacar los
vasos de leche cuando salieron del ba�o. Estaban mon�simas con la ropa de mi
hermana, les quedaba muy bien (mi hermana tiene 27 pero no es muy alta, aunque
muy coqueta y bien hecha).
Por favor, �me dais la ropa mojada?, pregunte.
�Para qu�?, pregunt� la que parec�a mayor de las dos.
Para ponerla al lado de la estufa y que vaya secando, le
contest�.
Me molest� bastante el ton� de desconfianza que hab�a usado
para la pregunta pero me aguante.
He calentado leche, �c�mo os gusta?, pregunt�. Tengo
Cola-Cao, Nescafe, chocolate�..
Cola-Cao, dijo la mayor en un tono mas calmado. Parec�a
que se acababa de dar cuenta que les hab�a echado un buen cable. "Gracias",
murmur�.
De nada, Voy a sacaros la leche, sentaros en la mesa y
tomaros esto caliente mientras yo tiendo la ropa.
Sub� a mi despacho y puse en tendedero de estos de todo a
cien que esta para emergencias. Me puse a tender la ropa y todo iba bien hasta
que cog� una de sus braguitas. Un escalofr�o me recorri� de arriba abajo, estaba
mojada, me excite sobremanera. La ol�, era un olor de ni�a reci�n entrada al
sexo pero con crios de 14 a�os que no saben nada apenas. Busqu� la otra, la ol�
y me imagine el co�ito de la due�a.
Mi verga estaba a tope y no pod�a bajar as�. Me la saque y
empez� a mene�rmela entre las dos bragas. Estaba tan excitado que me corr�
pr�cticamente enseguida, evitando l�gicamente mancharlas.
Baj� mas calmado. Hab�an terminado y estaban sentadas en el
sof� viendo la tele. Nada mas verme se levantaron, nos miramos. Ellas parec�an
bastante cortadas, me imagino que entre el tipo de gente con las que las hab�a
visto lo que yo acababa de hacer no era normal.
Me llamo Pascual, dije, �y vosotras?.
Yo soy Natali y ella Esther, dijo la peque�a.
Muchas gracias, est�bamos heladas. Nos ha pillado la
lluvia en el campo y no ten�amos nada para resguardarnos, dijo Esther.
Es lo menos que pod�a hacer, les dije.
Nos sentamos en el sof� y empezamos a hablar, me contaron
quienes eran, donde estudiaban y algo del grupo de gente con el que iban y yo
les estuve contando un poco mi vida mientras las observaba de forma disimulada.
Natali, la peque�a me dijo que ten�a 14 a�os. Estaba en pleno desarrollo de la
ni�ez a la adolescencia. Ten�a un cuerpecito casi formado, con las tetitas de
punta y duras por las apariencias. Esther estaba ya desarrollada, muy bien
desarrollada, tenia una cara de putita que no hab�a quien se la quitara. Como me
encantar�a follarme a las dos, pens�.
Segu�a lloviendo de forma intensa y no parec�a que amainase.
� Os molesta si me fumo un peta?, les pregunt�.
Se volvieron a quedar tiesas. Lo normal en que en su casa
cada uno haga lo que le de la gana. No estaban acostumbradas a tanta cortes�a.
Para nada, contesto Esther. Nosotras tambi�n fumamos.
Li� uno grande de marihuana para que pudi�ramos fumar los
tres. La verdad es que la hierba estaba muy buena y en apenas dos caladas
empezamos a sentirnos relajados.
Est� muy buena, dijo Natali. Lo que pasa es que te deja
la garganta seca.
Tienes raz�n, contest�. Que descortes�a por mi parte,
�Qu� quer�is beber?, pregunte.
�Qu� tienes?, dijo Esther.
Desde Coca-Cola y Fanta hasta tequila, hay variedad,
dije.
�Tienes mistela?, pregunto Natali.
Para quien no lo sepa, la mistela es un vino dulce elaborado
con uva moscatel muy t�pico de la zona norte de Alicante. Yo me hab�a aficionado
a ella en algunas salidas de fin de semana y siempre tengo una buena provisi�n.
Es una bebida que pega muy bien despu�s de las comidas y a media tarde ya que no
es muy fuerte.
Por supuesto, y de la mejor, conteste.
Me dirig� al mueble-bar y saque una botella de las mejores
que tenia. Abr� la parte de arriba del mueble y saqu� tres copitas. Me dirig� a
la mesita de centro que hab�a delante de ellas y serv� las copas mientras hacia
un repaso visual de sus piernas hasta el short, por ver si se adivinaba algo.
Comenzamos a beber, una, dos, tres copas, y yo cada vez m�s caliente. No sab�a
que hacer. Estaban medio colocadas por la mezcla pero eran menores y la gente
con la que se juntaban bastante jodida. Estaba pensando en ello cuando Esther me
saco del aturdimiento.
�Qu� hay puesto?, dijo mientras cog�a el mando del DVD y
apretaba el PLAY.
Era ya tarde para lamentaciones (o no) pero autom�ticamente
se puso en marcha la peli porno de la noche anterior y que se me hab�a olvidado
quitar. Aparecieron de s�bito dos jovencitas comiendo la tranca a un negro
mientras el le hacia un 69 a una de ellas. Yo no sab�a que decir y mucho menos
que hacer.
Valla polla, dijo Natali como si no hubiese visto algo
as� ni siquiera en fotos. �Es un montaje?, no.
Esther, apagala, dije sin pensar.
�Por qu�?, contest�. Si somos mayores para fumar y beber
tambi�n podemos ver esto, � o te vas a escandalizar ahora?, adem�s la peli
es tuya.
Nos quedamos mir�ndonos los tres y sin saber como ni porque,
me gir� hacia Natali y empez� a acariciar un de sus pechos. Ella no dec�a nada
lo cual me excitaba m�s. Note una mano que se dirig�a a mi paquete y comenzaba a
tocarlo por encima del ch�ndal. Le quite la camiseta a Natali y comenc� a besar
sus pezoncitos y a tocar sus peque�as tetas y a llenarlas con mi saliva. Despu�s
fui bajando la mano hasta llegar al short, y comenc� a acariciarla por encima.
Se corri� antes de que le acariciara directamente a la carne, y como se corri�.
Mientras, Esther me hab�a bajado los pantalones y chupaba mi
polla como si le fuera la vida en ello. Le dije a Natali que se desnudara y la
puse de pie encima del sof� con su co�o a la altura de mi boca. Se lo chupe
lentamente, consiguiendo que se corriera por segunda vez. Le pregunt� si era
virgen y me dijo que no.
Si�ntate sobre mi polla, le dije.
Esther apart� su boca y Natali se sent� encima de mi verga,
clav�ndosela hasta el fondo. Esther se desnudo y me ofreci� su almejita que com�
gustoso. Cuando termine con Natali, se la clave a Esther que estaba s�per
mojada. Cuando vi que me ven�a les abr� la boca y me corr� en ellas.