Desahogo
Mi nombre es Karina, tengo 23 a�os, soy gerente de
departamento de una importante empresa en Costa Rica, soy un bomb�n de mujer o
pura vida, como decimos por ac� pues tengo un f�sico envidiable, ya que mis
medidas son 92-61-90.
Realmente me gusta vestir con ropa interior muy diminuta y
provocativa para tentar a los dem�s, ya que mi cuerpo me ayuda.
�Ah!, se me olvidaba, mido 1.75m, g�erita, de pelo lacio y
ojos verdes, labios sensuales y h�medos para "eso", mejillas sonrosadas y
acarameladas. Me gustan mucho mis piernas que son la perdici�n de quien este
conmigo en ese momento; cabello al hombro, y me considero muy nalgoncita y s�per
coqueta.
Me inici� en el sexo a la edad de los 15 a�os y lo he gozado
hasta el d�a de hoy, y el relato que les voy a contar es sobre lo que me pas�
hace tres a�os y c�mo esto se inici� como un simple juego de oficina.
En el trabajo ten�amos que usar traje de sastre (ejecutivo)
ya que es una empresa dedicada al comercio y las mujeres del departamento
ten�amos que usar siempre una falda corta por encima de las rodillas. Se me ve�a
muy sexy y aprovechaba para ponerme pantimedias con ligueros, ya que eso me
hac�a sentir muy bien y c�moda. No faltaban las miradas e indirectas de mis
compa�eros de trabajo, eso inclu�a invitaciones a cenar o cualquier pretexto
para salir conmigo.
Mi jefe en ese momento me ten�a mucho respeto y era personal
de confianza, ya que �l vio m�s all� de mis cualidades como mujer, aunque yo
sab�a que me deseaba, ya que con la mirada dec�a muchas cosas; inclusive una vez
que estaba dejando unos papeles sobre el escritorio not� que ten�a un bot�n de
la blusa un poco abierto y dejaba al descubierto mi sujetador de encaje y todo
el escote se apreciaba muy bien. �l, un poco apenado me dijo t�midamente:
Kary, qu� bien te quede el escote-, yo estaba
acostumbrada a todo tipo de piropo, pero no de mi jefe, as� que sal� un poco
apenada de la oficina.
Juan, mi jefe, era un hombre de respeto, ya que el era el
jefe de los gerentes de los Puntos de Venta. Era de car�cter fuerte, decidido,
varonil, siempre elegante y siempre usaba las mejores lociones y colonias; eso
me volv�a loca, �ah!, y contaba con 34 a�os.
Una tarde me llam� y me dijo que ten�amos que planear juntos
la campa�a que se iba a lanzar al mercado nacional, para contrarrestar a la
competencia. Yo le dije que ten�a clases en la universidad, pero me rog� para
que no fuera; as� que llam� a una compa�era y le dije que me disculpara con el
profesor, la cual accedi�. Llam� a mi jefe y le comuniqu� que me quedar�a,
entonces me dijo que �l llevar�a la cena. Empezamos a trabajar a eso de las 7pm
y est�bamos ya solos en el piso, hicimos un receso a las 9.15pm y empezamos a
platicar un poco sobre nuestras vidas y dem�s; hasta que lleg� el tema del sexo,
de c�mo era sexualmente y si ten�a compa�ero o novio en ese momento. Yo le dije
que no me gustaba el compromiso y que estaba bien como estaba, disfrutando el
momento.
Del peque�o estante de licores que ten�a en la oficina sac�
una botella de tequila y empezamos a tomar. La cuesti�n es que yo me estaba
calentando un poco y �l tambi�n. Est�bamos en la alfombra y me recost� al
escritorio de mi jefe, bocabajo, dejando mis redondas nalguitas a la vista de
�l, pero me sent�a un poco mareada a ra�z de todos los tragos que me hab�a
tomado. En eso siento que me levanta la falda y me empieza a tocar
fren�ticamente mi culo y me arranca de un solo tir�n mi pantaletita y empieza a
abusar de m� Me qued� sorprendida por el asalto, pero a la vez me satisfac�a.
Me dio media vuelta, abri� mis muslos encontrando mi flor
abierta cuyos p�talos tojos y humedecidos le dieron la bienvenida. Cerr� los
ojos y me dej� hacer, mientras que �l enterraba su afiebrado rostro entre mis
piernas me empez� a lamer mi cuca, succionando fren�ticamente mi cl�toris y mis
labios vaginales, mientras me dec�a:
Perra, me gustas que est�s rasurada, pareces una ni�a,
as� sin vellos. Me encantas, puta-, no me gustan las palabras sucias en el
sexo, pero eso me excitaba a�n m�s, no s� porqu�.
Me sent�a impotente a ese momento, pero vaya que lo estaba
disfrutando, de una manera bestial� Me quit� la blusa y el brasier, agarraba mis
tetas, mordi�ndolas y chup�ndomelas como si fueran caramelos.
Hoy vas a hacer m�a, cabrona, pues desde hace tiempo te
tra�do ganas y de hoy no pasas, perra-, uy, eso me calent� a�n m�s.
Me baj� del escritorio y me puso en la alfombra, se desnud�
por completo y me puso su reata la cual remoj� con tequila y sal. Medir�a unos
16cm y realmente me sent�a abusada pero a su vez muy suya. Me gustaba el trato
que me daba, sus �rdenes implacables y su mirada lujuriosa y seductora; todo un
ga��n que me enloquec�a, y ah� estaba mam�ndole la verga.
Despu�s de eso, me empez� a coger de una manera descomunal.
Me hac�a pegar unos berridos de placer como nunca en mi vida. Le demostraba
miedo, porque me gustaba que me dijera cosas sucias y que pensara que me estaba
violando, eso siempre hab�a sido mi fantas�a. Despu�s me puso de cuatro patas y
me dijo:
Dime que no te gusta lo que te hago, hija de la verga y
nunca m�s te lo vuelvo a hacer-, al tiempo que me nalgueaba con furia.
Yo me qued� callada y cuando me empez� a coger tan duro, no
soport� y mi vagina explot�. Tuve un orgasmo descomunal, intenso y rico; que me
caus� un temblor descontrolado que hasta pens� que "esa puta" no era yo.
Mientras me estaba cogiendo de 4 patas me iba clavando un dedo por el ano, algo
nuevo para m�. En ese momento logr� dilatarlo, a pesar de lo apretado que tengo
el culo.
Vas a experimentar, lo que es que te cojan bien cogida-,
ensaliv� mi culo y empez� a meterme lentamente su tremendo palo.
Al principio me dol�a pero el dolor se convirti� en una
sensaci�n deliciosa. Despu�s yo misma me mov�a y aventaba mis nalgas para
recibir toda la verga que me daba. Cuando ya iba a terminar, me agarr� del
cabello y todo su semen cay� en mi cara y en mis tetas. Me tragu� todo ese
n�ctar delicioso.
Espero que te haya gustado, s� que t� lo deseabas tanto
como yo-, estaba exhausta y un poco fuera de s�, pero le di la raz�n.
Descansamos como tres horas y despu�s nos vestimos, me fue a
dejar a mi departamento, por fortuna era viernes y al d�a siguiente no se
trabajaba. Nuestros encuentros sexuales continuaron tanto en la oficina como en
mi depa. A �l le dieron un mejor trabajo en otra empresa y yo ocup� el cargo que
Juan dej� vacante, gracias a mi buen trabajo, tanto profesional como en la cama.
Espero que les haya gustado y espero que me env�en sus
comentarios, me gustar�a recibir correspondencia por parte de ustedes. Despu�s
les contar� alguna otra de mis aventuras ejecutivas.
Karina
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