S� que era el verano del 76 pues ese d�a era el refer�ndum de
la constituci�n y yo que ten�a 9 a�os hab�a ido al colegio a cuidar las urnas y
ese d�a tuve mi debut sexual o para ser m�s exactos homosexual, en uno de los
descansos fui al ba�o y otro chico pero de secundaria, tendr�a unos 12 a�os, fue
tras de mi, yo hice pis y cuando termin� y me vir� all� estaba el detr�s de mi
con su pito fuera del pantal�n, me mir� y me dijo se�al�ndoselo:
_ Mira. Y como yo ya se lo estaba mirando, agreg� _ Te gusta,
no quieres tocarla.
Yo no respond� me limit� a alargar mi mano y cog�rsela.
Empec� a sentir un impulso incontrolable por chup�rsela, no era muy grande pero
si m�s grande que la m�a, as� que me agach� y cuando la tuve frente a mi cara le
retroced� con suavidad el prepucio y empec� a chuparle el rosado glande. El no
me lo impidi�, al contrario comenz� a acariciarme la cabeza mientras en su cara
se dibujaba un rictus de placer. Mientras yo estaba poniendo toda mi dedicaci�n
mam�ndosela, lleg� el maestro que estaba ese d�a de guardia, luego de vernos y
decirle a aquel chico que se marchara, a m� me dijo que fuera a la direcci�n y
le esperase. Lleg� 5 minutos despu�s que yo y entr� cerrando la puerta con
llave, se sent� en la silla del director y comenz� a preguntarme si era
conciente de lo que yo hab�a hecho, as� que yo romp� a llorar y a suplicarle que
no le dijese nada a mi abuela, el en tono de consuelo me dijo que no me
preocupara que no pesaba cont�rselo a nadie, que ese ser�a nuestro secreto, pero
que se hab�a excitado mucho mirando lo que yo le hac�a a aquel chico y que ten�a
ganas de que yo se lo hiciera a el tambi�n, entonces me dijo que si no quer�a
v�rsela y a�adi�:
_Ya veras como te va a gustar, es muy grande, rica y gorda.
Y acto seguido se la sac� del pantal�n. Y es cierto que la
ten�a como dec�a, adem�s ol�a mucho a pinga y estaba llena de esa pasta blanca
que se acumula debajo del prepucio cuando hace d�as que no te lavas y que desde
ese d�a me gust� saborear. Me dijo anda se buenito y dale un besito a mi pinga y
empez� a dirigir mi cabeza con suavidad hacia ella, yo estaba excitad�simo as�
que empec� a besarle el rabo fren�ticamente desde la cabeza hasta la base y
desde la base nuevamente hasta la cabeza, empec� a chuparle el fres�n de la
cabeza que estaba saladito, sucio y muy rico, mientras el me dec�a:
_ As� mi ni�ito riquito mama, m�mame toda la pinga, que te
voy a llenar esa boquita rica de leche y veras como te gusta tragar leche de
macho y me pidi� que mientras chupaba le hiciese un paja con mi manita, yo
miraba a veces hacia arriba y miraba la cara de placer que ten�a por lo que yo
le hac�a y eso me excitaba aun m�s, de momento el empez� a gemir la pinga se
contrajo y lanz� un chorro y otro y otro de abundante leche viscosa, amarga y
caliente que yo me tragu�. Estuve un ratito con mi cara apoyada en su muslo,
hasta que me pidi� que me incorporara y que me sentase en sus piernas, empez� a
acariciarme, a darme besitos en la cara, el cuello y la boquita y a decirme que
yo le gustaba mucho, luego me dijo que ya volver�amos a vernos y que de esto no
le hablar�amos a nadie.
Al siguiente d�a, lunes, me vio en el colegio y me dijo que
despu�s del almuerzo nos ver�amos en su casa, me explic� donde estaba la casa y
que de regreso a la escuela desde el comedor me fugase para all�, que �l estar�a
esper�ndome y as� fue, cuando llegu� el estaba all� totalmente desnudo
esper�ndome, me hizo pasar y de la manita me llev� directamente al dormitorio,
una vez all� me pidi� que me quitase la ropa que quer�a verme desnudito, se
sent� en la cama y empez� a mirar como me quitaba la ropita, empez� a decirme
que era muy lindo tan rubito y blanquito, me pidi� que me virase de espaldas
para verme las nalguitas, y luego me pidi� que me las abriese para verme el
huequito del culito, luego me dijo que me pusiese en cuatro patas sobre la cama,
a todas estas el se estaba haciendo un paja mientras me miraba y me acariciaba
con la otra mano el culito, cuando estuvo a punto de correrse se puso detr�s de
mi y descarg� toda su leche sobre mi culito.
Despu�s se tumb� conmigo y empez� a besarme, a acariciarme
todo y a decirme que me quer�a mucho. Entonces le dije que s� no me dejar�a
chup�rsela y me respondi� con una pregunta _ �Tienes ganas de mamar? yo le
respond� que s�, que me gustaba mucho, que su pinga era muy rica, que estaba
enamorado de �l y que quer�a ser su putica. As� que empec� a chup�rsela aunque
aun no la ten�a dura, pero a medida que me la met�a y sacaba de la boca le iba
creciendo, hasta que me dio su leche y me la tragu�.
Luego me vest� y con el culito todo pringadito me fui, no sin
antes volver a quedar para el mi�rcoles.
En el pasillo del edificio donde viv�a Enrique que era como
se llamaba el maestro, cuando sal� hab�an tres chicos mulatos de unos veinte
tantos a�os y con pinta de delincuentes, que cuando pas� cerca de ellos me
llamaron y uno me empez� a decir_ �Que, tu eres el nuevo mariconcito del profe?
Y otro a�adi� _ �Si que hay gente con suerte, en el reformatorio nosotros no
ten�amos cositas tan ricas pa� singar! entonces el tercero dijo _Venga vamos a
meterlo en mi casa, pa� darle pinga en ese culito rosadito, hasta que se le
ponga como una pomarrosa, que a este se ve que le gusta. Yo trat� de salir
corriendo pero me agarraron entre los tres y me metieron dentro de la casa, me
llevaron al dormitorio, me quitaron a la fuerza los pantaloncitos cortos y los
calzoncillos, me tiraron boca abajo en la cama, me taparon la boca meti�ndome
dentro los calzoncillo y el primero de ellos mientras los otros dos me sujetaban
porque yo me resist�a, me penetr�, yo sent� un dolor espantoso que fue
disminuyendo a medida que el la met�a y la sacaba de mi culito, hasta que el
dolor fue convirti�ndose en placer y yo poco a poco tambi�n dej� de resistirme y
empec� a gemir de gusto, mientras entre ellos se dec�an:
_ No ven, si al final todos estos blanquitos son maricones.
Miren como goza. Y miren como le gusta que le singuen el culo. Y yo dec�a _Si,
si, sigue que me gusta, que rico. G�cenme, quiero singar mucho.
El que me estaba trabajando, se contrajo, la clav� con fuerza
hasta el fondo y descarg� su leche dentro de mi culo. Entonces otro de ellos, me
vir� y puso dos almohadas debajo de mis nalgas, me levanto las piernas y me
meti� su rabo y me goz� y luego el tercero, al final cada uno me lo hizo dos
veces. Cuando terminaron me dijeron que como dijera algo de aquello, ellos me
propinar�an tal paliza que me desfigurar�an todo, as� me dijeron que mejor me
olvidaba de todo aquello. Desde luego que hasta hoy yo no cont� nada, bueno si
cont�, lo que no dije, fue quienes lo hab�an hecho, pero como iba a olvidar
aquellas tres pingas que estrenaron mi culito.
Quiz�s sea dif�cil reconocerlo hoy que estoy casado, y que
realmente no lo voy a negar tambi�n me gustan la mujeres, digo tambi�n porque
aun hoy cuando veo una pinga o un macho bueno desnudo me pongo muy excitado y me
dan ganas, sobre todo de chupar, es que nunca olvidar� el sabor de las pingas y
de la leche.