Esta es mi historia con Paola:
Todo sucedi� hace tres a�os atr�s:
Paola era morocha, med�a aproximadamente 1 metro 68, cabellos
casta�os, ojos almendrados, y pesaba poco m�s de 50 kilos. Con ella fuimos
compa�eros de secundario durante los seis a�os que este duro. Siempre me pareci�
la atenci�n que Paola no tuviese novio (ella no era Demi Moore, pero tampoco era
fea); por el contrario era muy agradable a la vista.
Una vez terminado el secundario yo part� hacia la capital del
pa�s con el fin de iniciar mis estudios terciarios. Hab�a decidido hacer
profesorado de Literatura. La carrera me demand� cuatro a�os. Luego de recibirme
me quede en la capital puesto que hab�a conseguido trabajo en un prestigioso
colegio privado y cat�lico. Espor�dicamente visitaba mi ciudad de or�genes y
cada vez que ello suced�a me reun�a con mis amigos, los cuales hab�an sido
compa�eros de estudios m�os.
En cierta oportunidad y conversando sobre nuestras distintas
compa�eras pregunt� que hab�a sido de la vida de Paola. La respuesta que me
dieron me sorprendi� en algo. Ella hab�a decidido ser monja y ahora se
encontraba en Venezuela. La cosa qued� ah�; yo volv� a mi trabajo como docente,
y pasaron dos meses desde mi �ltima visita a mi ciudad. As� que decid� volver a
ella. Una vez en mi ciudad y luego de estar con mi familia y de ponerme al tanto
de las cosas de mi "pueblo" fui a visitar a mi amigo Gonzalo; una vez que nos
saludamos y hablamos de nuestras cosas, Gonzalo me cont� algo:
�Te acord�s que la �ltima vez que nos vimos pregunt�stes
que era de la vida de Paola?
�Claro! �contest�.
Pues est� aqu�. Creo que volvi� de Venezuela.
��hh mira...! �le respond� y continuamos con nuestras
cosas. Yo estuve en mi ciudad todo el fin de semana y el lunes en la
madrugada part� hacia la capital de pa�s para abordar de lleno mi trabajo
como docente.
En cierta oportunidad y al cabo de unos d�as yo iba
caminando por los pasillos del colegio, llevaba en mi mano izquierda un
portafolio atestado de libros y en la derecha llevaba muchos cuadernos de mis
alumnos para corregir en casa. De pronto y desde mi espalda sent� una voz que
conoc�a de alg�n lado.
��Oye guapo...!! �Tan pronto te olvidas de tus amigos? �O
es que has hecho mucho dinero? �Detr�s de m� estaba Paola, con su cabello
casta�o, y sus ojos almendrados. Parec�a que los a�os no hab�an pasado para
ella; se conservaba casi igual a la �poca del bachillerato. Llevaba puesto
un pantal�n vaquero, y una camisa de manga corta cerrada hasta el pen�ltimo
bot�n.
�Paola...? ��S�s vos??
La misma que viste y calza �contest� acerc�ndose a m� al
tiempo que llena de felicidad me daba un abrazo y un beso. Obviamente yo no
la pude abrazar a causa de que mis manos estaban totalmente ocupadas.
Que gusto de verte Paola �le dije hasta con melancol�a
-...disculpa que no te de un abrazo... �agregu�.
Deja, deja, si ya me he enterado yo de que eres una
persona muy ocupada.
Pues te has enterado bien �le contest� -...Que gusto de
verte Paola. Casualmente hace un par de meses pregunt� por ti, y hace unos
d�as anduve por nuestro pueblo y me enter� que andabas por all�.
�Y no me fuiste a visitar? �pregunt� al tiempo que me
daba un peque�o empuj�n en el pecho.
Dime... �le dije -... �es cierto que eres monja?
Claro que si. Estuve mucho tiempo en Venezuela y en
Espa�a pero he regresado. Me han derivado para aqu�.
�Estar�s en este colegio?
Pues si... en un principio dar� catecismo y el a�o
pr�ximo quiz�s ingrese como maestra. �Acaso no sab�as que soy maestra?
Pues no.
Anda...que sabes poco de m�.
Pues, tendremos que ponernos al tanto �le dije -...que te
parece si vamos a la cafeter�a del colegio y charlamos un rato, digo... si
no estas muy ocupada �Paola dijo que no y hacia all� fuimos. Estuvimos
charlando sobre nuestras vidas por espacio de dos horas, tampoco falto el
recordar los viejos tiempos liceales.
�Y porque no llevas habito? �le pregunt� en cierta
oportunidad.
El h�bito ya no es obligatorio llevarlo. Las monjas
j�venes casi no lo usamos. Solo lo usamos en algunas fechas importantes
-agreg�. A partir de ese d�a con Paola nos ve�amos todos los d�as en la
cafeter�a a eso de las dos de la tarde. Las charlas con Paola estaban
centradas en la Literatura, la religi�n y en nuestros tiempos de
adolescentes, pero un cierto d�a el �ngulo de la conversaci�n giro ciento
ochenta grados.
�No tienes novia? �me pregunt�.
No...porque me pregunt�s...
No por nada �me respondi� ella.
�Vamos Paola que te conozco!
Pregunto porque en el tiempo del liceo no dejaste t�tere
con cabeza �me respondi� ella -...Tengo que confesarte algo... �agreg�.
�Qu� cosa? �le pregunt� con curiosidad.
Soy monja por causa tuya.
�Perd�n...? �le pregunt� sin entender nada.
Lo que o�ste tonto. Me hice monja por vos. Obviamente yo
era desde ni�a cristiana practicante e iba casi todos los domingos a misa;
pero qui�n me termino impulsando a ser monja fuiste vos.
Perdon� pero no te entiendo Paola.
Es que en el Liceo estaba perdidamente enamorada de vos
�me dijo. Yo quede con la boca abierta -...Y vos te "curtiste" a media clase
y a medio liceo, pero nunca te fijaste en m�. Y yo mor�a por vos. �Por qu�
te crees que iba todos los d�as a estudiar contigo a tu casa? �Crees que una
chica que ten�a las notas sobresalientes no pod�a estudiar sola? Pero vos
nunca te fijaste en m�.
No se que decirte, siempre me pareciste una mina bonita,
pero te consideraba una buena amiga; es m�s siempre me preguntaba porque no
ten�as novio, y porque nadie se fijaba en ti.
Ves...ese es un error tuyo; muchos chicos me pidieron
arreglo y yo les dec�a que no, siempre mantuve la esperanza de que te
fijaras en m�. Mir� si ahora fu�semos adolescentes de nuevo �dijo al tiempo
que miraba por los ventanales de la cafeter�a a los adolescentes que estaban
en el patio del colegio -...no lo dudar�a y yo misma te encaraba. Pero en
aquellos a�os qui�n deb�a de ir al frente era el hombre. Pero en fin...ese
es tiempo pasado; vos estas dedicado a tu pasi�n que son los libros y yo a
servir a Dios. �Esa noche no pude dormir en mi cama; repas� cada una de las
palabras de Paola y como pude ser tan imb�cil y no darme cuenta de que ella
estaba enamorada de m�. Ahora a mi mente ven�a las veces que con Paola
estudiamos juntos en casa y como ella se pon�a muy juntito a m� cada vez que
yo le�a un libro en voz alta repasando alguna clase de literatura; y como
sent�a su respiraci�n a mi lado, y como hasta llego a rozarme con sus
piernas las m�as por debajo de la mesa en alguna que otra oportunidad. Pero
ya no pod�a hacer nada, el tiempo hab�a transcurrido inexorablemente para
nosotros llev�ndonos por caminos muy distintos. Pero el destino o el
mism�simo Dios nos hab�an vuelto a poner frente a frente una vez m�s.
Los d�as fueron pasando y poco a poco Paola y yo volvimos a
ser los compinches que �ramos en los tiempos del Liceo. Hasta que por fin
llegaron las vacaciones de invierno; el �ltimo viernes de clase antes de
vacaciones yo me quede en la sala de profesores terminando de corregir algunos
trabajos de mis alumnos; en eso entro Paola.
Hola... Te busque por todas partes, hasta pens� que te
hab�as ido sin despedirte.
Quiero dejar listos estos trabajos de los chicos antes de
comenzar las vacaciones, aparte yo no me ir�a sin despedirme de ti �le dije.
Paola tom� una silla y se sent� cerquita m�o como en los tiempos en que
estudi�bamos juntos.
�Y son muy burros tus alumnos?
Alguna excepci�n hay �conteste.
Cu�ntame... �Qu� har�s en vacaciones?
Pues no lo se a�n. �Y vos?
Pues nada...quedarme aqu� en el cole y quiz�s vaya
algunos d�as a nuestro pueblo a visitar a mi familia.
�Y ma�ana en la tardecita que har�s? �le pregunt�.
Nada, �por?
Me gustar�a invitarte a ir al cine �respond� -... �Crees
que la congregaci�n te autorizaran a salir con un amigo?
Pues claro... esto no es una c�rcel... aparte saldr� con
un buen amigo. Las hermanas no har�n problemas.
Entonces... �estar� bien que pase por ti a las cuatro de
la tarde?
Por supuesto �me respondi�. Al otro d�a a las cuatro de
la tarde en punto estaba yo con mi coche a la entrada de la congregaci�n que
quedaba al lado del colegio. Toda la urbanizaci�n ocupaba la manzana entera.
Paola sali� a la calle bien vestida y con una gruesa chaqueta que le cubr�a
todo el cuerpo; ese d�a en particular hacia un fr�o de morirse; desde la
puerta la hermana superiora nos hacia adi�s. Llegamos al cine miramos la
pel�cula y una vez que esta termino la invite a merendar; est�bamos en pleno
centro de la capital. Llegamos a un restaurante y entramos; all� el clima
estaba muy agradable por lo que Paola se quito la chaqueta. Ella llevaba
puesto un pantal�n de pana bastante suelto como para que no se le notara
demasiado su culito, el cual en el tiempo del Liceo estaba divino. Pedimos
dos caf�s con sendas medias lunas y comenzamos a charlar sobre distintas
cosas hasta que en una ocasi�n Paola deriv� la conversaci�n hacia otro
plano.
�En serio no ten�s novia?
Ya te dije que no �le respond�.
No te puedo creer... �Qu� paso con el galancete que
conoc�a en el Liceo? Aquel que se llevaba a la cama a cuanta chica "pisara
el palito" �Mira que te llevaste a cada una a la cama! Parec�an tan
santitas... �yo no lo pod�a creer, estaba hablando con mi mejor amiga que
hacia a�os que no charl�bamos en un caf� de sexo y encima ella era monja.
-...No te impresiones �me dijo -...soy monja, pero no te olvides que soy
humana, y hablar de sexo no est� vedado para nadie. �A ti no te incomoda no?
No, para nada. Pero tengo una curiosidad...
�Cu�l? �pregunt� ella.
Nunca tuviste novio... �no?
Cierto.
As� que, de sexo ni hablar... �no?
Se m�s espec�fico �me respondi�. Yo no sab�a como
preguntarle hasta que tom� aire y le pregunt�.
Digo...nunca hiciste el amor... �o si?
No �me respondi� -...Nunca hice el amor. Muchas veces
so�aba por las noches que lo hacia contigo, pero solo eso; solo so�aba...
�Y no crees que Dios nos ha puesto frente a frente por
algo? �le pregunt�.
Si claro, para probar mi fidelidad hacia �L.
O para que vos puedas ser feliz �le respond� -... �No
crees que �l nos est� dando otra oportunidad para estar juntos?
No lo hab�a visto desde ese punto de vista... -Paola
qued� pensando por un instante. Instante que yo aproveche para tomar sus
delgadas y refinadas manos.
Estas muy bonita. Y fui un tonto en no haberlo apreciado
antes. Creo que tenemos una segunda chance y no deber�amos de
desaprovecharla. �Vos sent�s algo por m� a�n?
Toca ac� �me dijo al tiempo que llevaba mi mano derecha
hacia su coraz�n que estaba galopando a doscientas pulsaciones por minutos.
-...Pero estoy confundida a�n �agreg�. En ese momento yo me acerque a ella y
la bese tiernamente en los labios. Ella qued� por un segundo confundida pero
reaccion� de inmediato tomando con su mano izquierda mi cabeza y no dejando
que me separase de su boca. -...Salgamos de aqu� �me dijo. Acto seguido
pague la cuenta y salimos raudo hacia el coche y pusimos rumbo a mi
departamento. Llegamos al edificio, y tomamos el ascensor; dentro de el no
resist� m�s y comenc� a besarla. La bese tiernamente, all� est�bamos en el
ascensor dos personas de treinta a�os, yo con la experiencia de haberme
llevado una incontable cantidad de mujeres a mi cama, y ella con su casta
inocencia. La puerta del ascensor se abri� y nos sorprendi� bes�ndonos a�n.
Mi vecino Jorge nos sorprendi� en pleno beso -... ���ejem!! �son� su boca
haciendo que tos�a. -... �Perd�n Jorge! �le dije saliendo r�pidamente del
ascensor. -...No pasa nada �me respondi� �l con complicidad. Jorge hab�a
visto muchas "minitas" pasar por mi apartamento.
�Que verg�enza! �dijo Paola con la cara sonrojada y una
vez que hab�a partido el ascensor. Yo comenc� a acariciarle el rostro al
tiempo que trataba de quitarle el sentimiento de culpa. Estuve como cinco
minutos intentando convencerla hasta que lo logr�.
�Entramos? �le pregunt� al tiempo que introduc�a la llave
en la puerta del apartamento. Abr� la puerta y pesamos; la cerr� y tome a
Paola por la cintura y la volv� a besar tiernamente. Paola temblaba entre
mis brazos, al tiempo que yo continuaba bes�ndola toda. Poco a poco fui
introduciendo mi lengua en su boca, al principio Paola se sorprendi� pero al
rato su lengua jugaba con la m�a.
�Por fin amor! �me dijo con mucho deseo. -... �quiero ser
tuya! ��hazme el amor como no se lo hiciste a ninguna otra!! �Paola comenz�
a desvestirme all� mismo, y a pesar del fr�o de la tardecita nuestros
cuerpos ard�an como el m�s t�rrido de los d�as de verano. Al poco rato solo
me quedaba el b�xer puesto; y yo comenc� a quitarle la ropa a Paola, le
saque el pul�ver, la remera y el pantal�n, ella quedo solo con su bombachita
y su sost�n. Ante m� qued� el refinado, hermoso y hasta prohibido cuerpo de
aquella chica que hab�a sido mi amiga por tantos a�os y que ahora era monja.
Le quite el sujetador y ante mis ojos quedaron un par de redonditos senos,
con sus gruesos pezones duros y a su alrededor la carne parec�a de gallina.
Se los bese, y chupe, y un gemido se arranc� de su boca -... ����aahhhh!!!
�No se si lo que estamos haciendo est� bien amor! �me dijo entre l�grimas.
Solo rel�jate �atin� a decirle. Ella asinti� con la
cabeza. Le baje la bombachita y ante mi qued� su conchita; su peque�a,
tersa, y virgen conchita completamente cubierta por su monte de venus. -...
�Te gusta? �me pregunt� con cierta timidez.
Me encanta �respond�. Yo valore que hacer en ese momento.
Si lanzarme de lleno y mamarle la vagina o que -...no mejor no... �me dije.
Paola es monja y tiene prejuicios; hoy solo quiero quitarle el virgo y que
sea m�a y despu�s veremos...
Continuar�...
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