Romina, mi perra buscona, mi amor 4
En la ma�ana desayunamos juntos y me fui s�lo al trabajo, le
di marcha a mi moto y me sent�a raro sin mi chica atr�s, nunca hab�a sentido lo
que sent�a por ella. Cuando entr� a la oficina lo vi a Osvaldo que me escond�a
la mirada, le dije que Romi no se sent�a bien, se lo ve�a preocupado, le palme�
el hombro con fuerza como siempre hac�a dici�ndole: �todo bien, man? Y me re�.
El se afloj� al instante y not� que se sent�a como si le hubieran sacado una
tonelada de encima. Viste como son las chicas, le dije, enseguida se sienten
mal. Ese d�a labure con la moto a full todo el d�a, no pod�a concentrarme en
nada, pensaba y pensaba y no pod�a ver con claridad, era la historia de mi vida,
mi madre con el portero, mi hermanita, el novio de ella. Y ad infinitum. Sobre
el final de la tarde empec� a pensar en Romi, nadie me hab�a amado como ella y a
nadie hab�a amado yo como a ella. Por primera vez las cosas eran diferentes.
Cuando llegu� a casa me esperaba con un pollo al horno que hab�a preparado ella
misma, nos besamos y jugamos un largo rato. Comimos en silencio, pero alegres.
Despu�s de la cena fuimos a la cama, los dos hab�amos alargado el momento de
acostarnos, la mire y le dije
-�Nadie se va a acostar hoy?
-Parece que tenemos miedo...
Entramos juntos al cuarto, nos besamos, nos acariciamos y nos
desnudamos mutuamente.
Me acost� sobre ella y se la fui colocando lentamente, bien
al fondo, sent� que largaba el aire gimiendo.
-�Te gustar�a hacerlo con �l? �le dije y la sent�
estremecerse
-�Y a vos..., dijo poniendo voz de puta,... te gustar�a estar
escuchando en la oficina de al lado..., mientras me coge? �la clave
violentamente, los dos est�bamos ardiendo de golpe, mas que excitados, muy
violentos, de golpe la situaci�n era totalmente diferente, la dulzura del
comienzo se transformo en un deseo desenfrenado. Cogimos bien duro sin decir
nada m�s, nos mord�amos y ara��bamos, se respiraba un aire pesado entre
nosotros. Los dos acabamos y empezamos a tranquilizarnos y a acariciarnos.
Est�bamos descansando y son� el tel�fono. Romi atendi�.
-Hola, ah si... Osvaldo. �y se puso de pie, la ve�a desnuda
al lado de la cama- no mira todav�a no se si voy a ir ma�ana, no me siento muy
bien.
La agarr� de la cintura y la tire a la cama otra vez, le
empec� a chupar la concha mientras hablaba con Osvaldo, su voz se empez� a
ablandar y a ponerse m�s melosa.
-Si..., estoy sola
-Todav�a no lo pude asimilar..., no se que voy a hacer.
Cualquier cosa... y dejo de hablar, me dio el tel�fono y corte. Me volv� a
montar sobre ella y la clave.
-No me contestaste... �dijo con voz de puta otra vez
-�Te gustar�a..., estar escuchando como me coge..., como
cuando se cog�a a la otra perrita... y hacerte la paja....? �y volvi� a acabar.
Yo segu�a sobre ella bien caliente, pero tratando de aguantarme lo m�s posible,
quer�a prolongar el momento al m�ximo, era un momento pleno de ambos y no quer�a
perder un segundo, quer�a disfrutarlo hasta el final cada segundo. En un momento
la situaci�n cambi�, viendo que yo aguantaba sin venirme, me miro a los ojos y
volvi� a hablar:
-�Te vas a pajear..., mientras Osvaldo me coge en su
oficina... y vos nos escuchas..., mira que mucho ruido no voy a poder hacer...,
porque vos vas a estar ah�... �me hab�a arrebatado el manejo de la situaci�n,
tuve que parar de moverme para no acabar, me empujaba m�s lejos todav�a.
-No te lo vas a poder coger si yo estoy en la oficina...
-Eso yo lo arreglo..., �tenes alguna duda...? � y acabamos
otra vez pero ahora juntos.
Descansamos un rato en la cama, me dijo que fuera a la cocina
a buscar algo para tomar, una cerveza estar�a bien. Cuando volv� al cuarto
estaba con el tel�fono en la mano haciendo una llamada. Me indic� hacer
silencio.
-Osvaldo..., como est�s Romi..., si me siento un poquito
mejor...,-hablaba y me miraba todo el tiempo sacando la lengua y pas�ndosela por
los labios como una putita.
-�Vos vas a ir..., bueno..., a la tarde hablamos entonces...,
me parece que tenemos que aclarar algo... �no?
Deje la cerveza y volv� a tirarme sobre ella, empec� a
chuparle la concha y ella estaba ardiendo de nuevo, volvimos a hacerlo una vez
m�s. Esta vez ella se monto, que en general no le gusta ser la que esta arriba.
Mientras me cog�a me dijo:
-Va a ir a la tarde..., espero que no haya mucho trabajo...,
si vos no est�s me voy con vos..., o.k.?, la primera vez que me coja..., vas a
estar en esa oficina... escuchando... y pajeandote... �y volvi� a acabar cayendo
sobre mi pecho bes�ndome y sonriendo. Yo no pude acabar. Se sali� de mi nos
quedamos mir�ndonos y acarici�ndonos. Ma�ana ser� otro d�a pens� y di gracias
una vez m�s, ella es mi chica.
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