Relato: DESEO SATISFECHO DESEO SATISFECHO
Por: Apasionada
Mi sorpresa fue que aquel chico que en secundaria fue mi noviecito inocente que solo me alcanzo a besar alguna vez mis mejillas y debido a un cambio de residencia de sus padres a otra ciudad no supe mas de �l; siempre hab�a querido volverlo a ver y porque no, tener alguna relaci�n con �l como lo hab�a hecho con la mayor�a de mis conquistas o parejas posteriores. Y ahora, 20 a�os despu�s le vuelvo a encontrar.
Efectivamente, ahora tengo 35 a�os, divorciada, ingeniera, vivo con mi madre y un hijo; confieso que este relato, como los sucesivos, son absolutamente reales con obvias y peque�as variaciones de lugar e identidades distintas, soy una mujer latina, coqueta y muy apasionada que me gusta disfrutar del sexo a plenitud, con las parejas que he tenido.
En lo f�sico mido 1.62, algo rellenita, blanca de larga y negra cabellera y poseo unos naturales, grandes y provocativos senos que me encanta insinuarlos, cintura delgada y tambi�n unas atractivas, redondas y bien pronunciadas nalgas, con piernas bien conformadas de muslos gruesos y siempre soy objeto de miradas y expresiones insinuantes de los hombres que me rodean, circunstancia que he sabido aprovechar.
Un dia al salir de la Compa��a donde trabajo para dirigirme a casa tome un taxi y mi sorpresa fue que pude reconocer a pesar de los a�os que el conductor de aquel taxi era Carlos, que es como se llama mi ex novio de secundaria. Ambos nos reconocimos de inmediato y quedamos sorprendidos por tan casual e inesperado reencuentro; por el trayecto conversamos y recordamos los tiempos de estudiantes de secundaria, y algunos aspectos de nuestras vidas tales como: que mientras yo me recib� de ingeniero con menci�n en gesti�n empresarial, �l no pudo continuar sus estudios por lo que ahora era taxista, que �l pensaba casarse muy pronto mientras que yo ya me hab�a divorciado y ahora tenia una pareja etc. y asi seguimos hasta llegar a mi destino donde intercambiamos n�meros telef�nicos para contactarnos en una posible pr�xima ocasi�n.
Carlos, quien ya no me produc�a la atracci�n de antes, era entre tantas parejas que he tenido, uno de los pocos hombres con quien no hab�a experimentado relaci�n sexual alguna y esa circunstancia generaba en mi una morbosa curiosidad a pesar de que para el momento manten�a una prolongada relaci�n de pareja con otro hombre al que en otras ocasiones le hab�a sido infiel con otros. As� pasaba el tiempo durante el cual una y otra vez venia a mi mente la posibilidad de reencontrarme con Carlos y saber como seria ese pr�ximo encuentro, lo que fortuitamente sucedi� d�as despu�s al considerar conveniente y mas seguro solicitar los servicios de un taxista de confianza que nos trasladara a una amiga y a mi a una poblaci�n algo distante, donde asistir�amos un d�a s�bado a una fiesta familiar a celebrarse durante todo ese d�a, por lo que deb�a estar con nosotras hasta el final de la misma para luego traernos de regreso.
El peque�o vehiculo tenia dos puestos individuales delanteros separados por un peque�o mando de velocidades y una peque�a consola y otro puesto continuo atr�s. De ida, por la ma�ana, tome asiento en el puesto delantero sobrante y durante el viaje de aproximadamente dos horas, los tres charlamos de varios temas y mientras lo hac�amos, notaba que Carlos constantemente deten�a su mirada en mis senos y piernas, mientras por mi mente pasaba moment�neamente la posibilidad de tener un encuentro mas a futuro con �l, y la sola idea me excitaba, pero mientras trataba de desecharla, involuntaria o instintivamente buscaba que Carlos con poses apropiadas fijara sus ojos en mis piernas cubiertas por una delgada y suave falda que dejaba ver el contorno de sus formas y estimulara su imaginaci�n, y creo que sucedi�, al ver como su miembro se pronunciaba cada ves mas bajo su pantal�n, lo que le produc�a cierta incomodidad para conducir y le provocaba constantes y disimulados agarres y reacomodos. La presencia de mi amiga, a quien Carlos reci�n conoc�a, y nuestro breve reencuentro anterior imped�a entrar en temas un poco mas �ntimos o provocativos y as� trascurri� el viaje de ida. Era obvio que no exist�a suficiente confianza.
Una vez en la fiesta, fue muy concurrida y animada y Carlos fue incorporado por sus organizadores a la misma e igual que todos ingiri� algunas copas de un fuerte licor, no en exceso, debido a su condici�n de conductor, pero si las suficientes para acercarse y dirigirme en ocasiones algunas t�midas primero y luego algunas mas osadas insinuaciones y halagos que buscaban intimar mas entre los dos en medio del ambiente alegre que contagiaba a quienes asistimos. Era evidente que le hab�a causado inter�s despu�s de tantos a�os. As� fue pasando el tiempo, hasta que llego el momento de regresar a la ciudad a finales de la tarde, no sin antes traer con nosotros una botella de aquel fuerte y estimulante licor para tomar algunas copas en el trayecto, amenizado por una sonora, calida y r�tmica m�sica del equipo de sonido del peque�o vehiculo mientras hac�amos el retorno.
Mi amiga como yo, hab�amos tomado mas que �l, pero fue ella quien estaba mas afectada por el licor cuyo efecto le produjo a los pocos kil�metros de haber iniciado el retorno un pesado sue�o, recostando su cuerpo a lo largo del coj�n posterior mientras que yo me manten�a consciente pero muy expresiva o alegre, situaci�n que Carlos de rusticas y callosas manos de taxista profesional, aprovecho en un momento del viaje de regreso para tomar sorpresivamente por un momento mi mano izquierda y apretarla suavemente, sin que pudiera evitarlo, quiz� fui gratamente sorprendida y el efecto del licor ayudo, produciendo en mi cuerpo un agradable cosquilleo que se hizo mas palpable en la intimidad de mi vulva, luego unos kil�metros mas adelante despu�s de habernos tomado otra copa y mantener agradables comentarios sobre la fiesta a la que asistimos, simuladamente con su mano derecha, mientras con la otra conduc�a, la poso ahora sobre mis senos cubiertos por mi blusa haciendo suaves movimientos circulares a la vez que la abr�a lentamente, reaccione y retire delicadamente su mano y se la coloque al volante, el sonr�o y me pidi� nos sirvi�ramos otra copa, a lo que acced�. As� seguimos, conduc�a lentamente ganando quiz� tiempo.
Mas adelante y despu�s de haberme reiteradamente dicho lo bella y excitante que le parec�a e incluso del deseo que siempre manten�a de querer estar conmigo, volvi� a repetir su acci�n anterior de colocar su mano en actitud aparentemente desapercibida o casi de inocencia natural sobre mis senos, pero esta vez la curiosidad de sentir sus caricias y el efecto del licor hizo que dejara que lentamente fuera abriendo mi blusa y pasara su mano repetidas veces sobre mi corpi�o que permit�a que parte de mis grandes senos brotaran por sus bordes, sintiendo la calidez de su mano que fue produciendo un fuerte endurecimiento de mis pezones, luego, poco a poco fue introduciendo bajo el corpi�o sus dedos buscando el pez�n, hasta que lo rodeo con suaves movimientos circulares a su alrededor, y finalmente en un impulso mayor tomo por completo entre su mano mi seno izquierdo!.. me quede quietita, quise retir�rsela pero pudo mas mis �ntimos deseos y la mayor presi�n que sobre el seno puso, a la vez que me ped�a que �por favor se lo dejara hacer, que siempre desde la secundaria le hab�an atra�do mis grandes senos� y deje que siguiera, me agradaba que lo hiciera. Lo apretaba y acariciaba suave y a veces fuertemente, lo que me excitaba mas y mas, sent�a el palpitar y abundante humedad de mi vagina y luego de estar all� acarici�ndome por un buen rato, saco su mano y la coloco sobre mi muslo izquierdo, al que yo intencionalmente en un gesto de provocaci�n y coqueter�a, unos minutos antes hab�a colocado sobre la consola intermedia de los puestos, quedando mis piernas entreabiertas cuyos muslos dejaban ver de Carlos una visi�n excitante de mi entrepierna, y a ellos se adher�a estrechamente la delgada tela de la falda que los cubr�a, marcando fielmente sus excitantes contornos y dejando muy poco a la imaginaci�n; posici�n que retaba la no disimulada excitaci�n y pasiones de Carlos, que comenz� a prodigarle suaves caricias de la rodilla hacia arriba mientras sub�a lentamente la falda hasta quedar totalmente expuesta ante sus ojos esta excitante imagen de mi cuerpo.
Su rustica y calida mano en contacto con mi suave y blanca piel se multiplicaba acariciando mis gruesos y bien conformados muslos y piernas, quer�a tocar todo con ansiedad y en su af�n buscaba que abriera mas mis piernas que aprisionaban mi calida y h�meda vulva, intentaba complacerle, pero la incomodidad y estrechez del espacio lo dificultaba mucho, a lo que se agregaba las inevitables interrupciones cada vez que deb�a tomar el comando de velocidades para hacer un cambio, alguna maniobra que requiriera de ambas manos en la conducci�n del vehiculo o cuando tom�bamos una copa mas. Mientras todo esto suced�a, mi excitaci�n aumentaba. Mi amiga dorm�a profundamente en el asiento trasero del vehiculo, pero igual yo cuidaba de que si despertaba no se percatara lo que suced�a en los dos puestos de adelante.
El pene de Carlos lucia desde que partimos una fuerte y vigorosa erecci�n. Parec�a que quer�a liberarse de aquel pantal�n que lo reten�a, constantemente Carlos lo ubicaba en posiciones que le fueran mas c�modas para conducir; ya desde hacia rato varias manchas de humedad mostraba su pantal�n, entre tanto su mano aprovechando peque��simos espacios que dejaban mis muslos apartaba mi min�sculo bl�mers buscando afanosamente llegar hasta mi vulva para acariciarla, a lo que yo intencionalmente simulaba no permitir, aduciendo cualquier excusa de atenci�n a la via o que mi amiga pod�a despertar, haciendo mas excitante la situaci�n pero al final respond�a acerc�ndome a �l lo mas que me permit�a el comando de cambios, acatando a sus sentidos ruegos� Sus dedos llegaron a acariciar torpemente por la posici�n e incomodidad mi cl�toris y escasamente la entrada de mi h�meda y excitada vagina, tenia los labios mayores y menores recrecidos y abiertos producto de la excitaci�n por lo que sent�a mi vulva mas grande, sensible y excitada.
De repente saco su mano de mi vulva y tomando la m�a la coloco sobre su r�gido pene, que bajo su pantal�n se extend�a sobre su muslo derecho, quer�a que se lo acariciara y as� lo hice; sent� su potente erecci�n, y como su glande y bordes sobresal�an marc�ndose bajo la tela del pantal�n que lo oprim�a y el calor que a trav�s de la tela sal�a. Y despu�s de un rato de pasarle mi mano varias veces agarr�rselo y apretarlo, decid� abrir la cremallera y saque con dificultad aquel miembro r�gido y caliente del que sal�a un suave y espeso liquido transparente que tenia h�medo su rojo, brillante y recrecido glande, que acaricie largamente pasando mis dedos por sus gruesos y sobresalientes bordes. Mi mano palpaba en su extensi�n y grosor aquel instrumento que mantuve agarrado el resto del viaje y en ocasiones la deslizaba de arriba abajo con el deseo de mantenerlo permanentemente erecto. Su tama�o no era exagerado, de fl�cidas bolas, pero si lo suficientemente largo para mi gusto, adem�s de ser bastante grueso de venas pronunciadas que remataba en una cabeza grande, puntiaguda y brillante de sobresalientes bordes que lo hacia imponente y retador.
As� llegamos a la ciudad, ya era de noche, despertamos y dejamos en su casa a mi amiga que no llego a percatarse de lo que suced�a entre Carlos y yo durante el viaje y luego ya de camino a la m�a me pidi� de que �por favor� estuvi�ramos un rato mas.. No pod�a negarme, lo deseaba, sabia cual podr�a ser el desenlace del final de este fortuito encuentro, entonces nos trasladamos a un mirador ubicado en la parte alta de la ciudad, de poca iluminaci�n, concurrido por parejas de enamorados, donde parqueo en un lugar apropiado y all� tomamos dos copas mas que terminaron de liberarnos totalmente de alg�n pudor, la no presencia de mi amiga y el que Carlos ya no condujera tambi�n facilitaba las cosas; nos besamos apasionadamente, pero la incomodidad interna del vehiculo limitaba nuestras caricias, nos bajamos sin apagar el equipo de sonido y nos recostamos por un lado del mismo que quedaba en penumbra y all� se coloco frente a mi abraz�ndome fuertemente y moviendo y apretando su cuerpo contra el m�o; sent�a como su miembro presionaba mi vulva y baje mi mano para acarici�rselo, lo sent� inmenso y al sacarlo pude palpar lo r�gido y caliente que estaba y como sus test�culos de regular tama�o colgaban fl�cidos entre sus piernas. El a la vez met�a su mano bajo mi falda y llego a mi entrepierna pas�ndola suave y repetidas veces sobre la h�meda y fina seda del min�sculo bl�mers que cubr�a mi recrecida vulva, despu�s de agarrarla y apretarla presionaba con sus dedos la entrada de la vagina, luego termino de subir mi falda y me pidi� que abriera un poco mis piernas, agarro su r�gido pene y con movimientos pausados lo pasaba sobre toda mi vulva como si le hiciera un reconocimiento, su mano segu�a dirigi�ndolo haciendo mayor presi�n con su recrecido y glande sobre mi cl�toris y entrada de mi vagina aun prisionera del diminuto bl�mers; su r�gido pene vert�a suave y viscoso liquido que unido al m�o manten�a totalmente h�meda mi entrepierna y al bl�mers, entre tanto nos prodig�bamos largos y profundos besos, sus manos fueron apartando por un lado mi bl�mers sin bajarlos y con desespero buscaba pasar la recrecida y dura puntiaguda cabeza de su pene por la raja de mi h�meda vulva que se abr�a con el paso repetido de sus movimiento de arriba abajo abri�ndose paso hacia mi vagina.
La excitaci�n crec�a y entonces dejando el pene aprisionado entre mi vulva y el bl�mers, saco mis senos y hundi� su cara entre ellos tom�ndolos con ambas manos, luego llevo a su boca a cada uno bes�ndolos primero y chup�ndolos divinamente despu�s, lo que me produc�a una excitaci�n que hacia que empujara repetidas veces mi cadera hacia delante buscando que finalmente me penetrara aquel pene que aun permanec�a con una erecci�n imponente, retenido entre mis muslos, la vulva y el bl�mers. Carlos en un h�bil movimiento, mientras yo abr�a un poco mas mis piernas lograba iniciar una peque�a penetraci�n cuando de repente el acercamiento de una pareja nos hizo temer ser vistos e interrumpidos, y fue cuando me pidi� que fu�ramos a un Motel cercano y as� lo hicimos.
Al entrar a la habitaci�n la excitaci�n nos consum�a, se despojo totalmente de su ropa y empez� a desvestirme, yo estando de pie dejaba que lo hiciera mientras lo acariciaba y besaba, por primera vez pudimos contemplarnos totalmente desnudos, cayo mi falda a mis pies que calzaban unas sandalias de tac�n alto que hac�an mas atractivas mis piernas y me hac�an ver un poco mas alta, luego solt� mi blusa y corpi�o y brotaron del mismo con excitante movimiento los prisioneros y grandes senos que tomo una vez mas gozoso entre sus manos y empez� a besar y acariciar d�ndoles peque�os mordisquitos y chup�ndolos como bebe hambriento, yo acariciaba su cabeza y mientras lo hacia fue bajando a la vez que besaba mi abdomen y con sus manos acariciaba mis firmes y erguidas nalgas, fue lentamente quitando mi bl�mers hasta caer al piso, dejando al descubierto y entre mis robustos muslos mi sexo calido y h�medo que desped�a cierto brillo producido por el reflejo de la luz sobre el viscoso liquido vaginal que lo humedec�a.
All� mismo de pie nos abrazamos y mientras nos d�bamos apasionados y prolongados besos nuestras manos recorr�an nuestros cuerpos con excitantes caricias, su pene erguido tropezaba mi entrepierna como queriendo adelantar la inevitable follada que se aproximaba, me condujo a la cama e hizo que me sentara en su borde y coloc�ndose frente a mi puso en mis labios su r�gido pene que acaricie suavemente pasando mi lengua por su gigantesco glande y luego por su grueso tronco surcado por recrecidas venas hasta llegar a sus suaves y fl�cidos test�culos que tome entre mis manos y lamia. Aquel instrumento llenaba toda mi boca y me hacia por su talla dif�cil chupar, Carlos se retorc�a de excitaci�n y tom�ndome por la cabeza buscaba meterlo cada vez mas en mi boca que no pod�a recibirlo por sus dimensiones. Seguidamente Carlos hizo que all� mismo sentada abriera bien mis piernas y metiendo su cara entre ellas y tom�ndome con ambas manos por las nalgas paso su lengua suavemente por mi vulva hasta llegar a mi cl�toris que lamia con intensa y excitante rapidez, alternaba introduci�ndola en mi vagina mientras que ahora acariciaba con firmeza mis turgentes y voluminosos senos, que no cab�an en sus manos y que hacia contornear mi cuerpo de la excitaci�n que me produc�a.
Para iniciar el apareamiento tan deseado, �l se puso de pie e hizo que me colocara all� mismo al borde de la cama en posici�n de perrito, haciendo que mis robustas y redondas nalgas quedaran bien levantadas, teniendo mis muslos bien abiertos de forma de que mi vulva se pronunciara hacia atr�s quedando bien expuesta al ataque de su miembro, y fue pasando primero sus manos acariciando mi entrepierna, los muslos y las nalgas las cuales besaba hasta llegar a mi vulva a la que le paso su lengua repetidas veces, produci�ndome excitaci�n y encrespamiento de mi cuerpo; luego tomando con una de sus manos su r�gido y grueso pene lo humedeci� con mi liquido vaginal y pasaba su brillante y recrecida cabeza suavemente por mi rosado culo lo que hacia que lo contrajera y soltara r�tmicamente y luego lo pasaba por entre los labios de mi vulva que estaba abierta y presta a recibir y sentir aquel respetable instrumento.
Era lo que deseaba, de repente sent� como poco a poco se abr�a paso por entre mi vagina aquel hermoso ejemplar, llen�ndola totalmente y tocando lo mas profundo de ella. Me tomo por mis blancas y voluminosas nalgas y abri�ndolas con sus manos lo mas que pudo para descubrir mas mi ya recrecida y h�meda vulva y facilitarle a su inquieto y deseoso instrumento la penetraci�n que con r�tmico movimiento de afuera hacia adentro inicio tan excitante faena, en medio de la er�tica acci�n con sus manos abiertas las castigaba fuerte y seguido, ocasion�ndome un ardiente y excitante dolor. Me acople a sus movimientos y buscaba siempre levantar mi cadera para que me penetrara lo mas profundo y as� lo hacia con fuerte empujones hacia adelante que tocaban lo mas profundo de mi vagina... todo era excitaci�n mis senos se mov�an r�tmicamente de adelante hacia atr�s respondiendo al r�tmico met� y saca de Carlos, nuestros cuerpos sudaban copiosamente. Con sus dedos acariciaba mi culo h�medo y le introduc�a el pulgar que diestramente mov�a acrecentando mi gran excitaci�n y deseo.
El movimiento acoplado de nuestros cuerpos y el sonido que produce el acoplado choque de su miembro y test�culos contra mi vulva muslos y nalgas h�medas por el sudor y l�quidos vaginales aceleraba nuestros orgasmos, la firmeza de sus movimientos de met� y saca que hacia con gran rapidez y el roce de su glande con mi vagina, acelero r�pidamente que me viniera y explotara un poderoso orgasmo que hacia arquear mas mi caderas con fuertes y voluptuosos movimientos acompa�ados de incontroladas contracciones vaginales que acog�a, aprisionaba y trataba de retener o impedir que aquel formidable pene abandonara nunca mi calida vagina que lo sent�a mas grande y grueso. Sent�a como mi cuerpo disfrutaba de pies a cabeza aquella combinaci�n de indescriptibles sensaciones que produc�a aquel incomparable y gozoso estado de excitaci�n gusto y placidez inmensa. Carlos logro con evidente dificultad contenerse para no venirse junto conmigo y prolongar la follada.
Seguidamente quer�a que no me siguiera follando, estaba muy sensible, le ped� que no siguiera movi�ndose, asi lo hizo, bajo la intensidad de sus movimientos, pero pr�cticamente de inmediato y sin que lo sacara volv� a sentir el deseo de que lo siguiera haciendo; nuevamente le ofrec� en todo su esplendor mi excitada y recrecida vulva cuyos labios abiertos y dejando ver mi calida abertura vaginal era una excitante invitaci�n a follar y levantando lo mas que pude mis nalgas y metiendo mi cara entre las almohadas, por un momento alcance a ver la satisfacci�n en su cara ante tan excitante y lujuriosa vista, le ped� que lo hiciera con fuerza y que golpeara mis nalgas a la vez que me dijera lo que sent�a o se le ocurriera decirme en el momento, entonces tom�ndome nuevamente con ambas manos por mis nalgas que ard�an por el castigo recibido de sus manos, me las abri� y apuntando con certeza la entrada de mi vagina con su recrecido glande de un solo y vigoroso empuj�n me penetro con aquel ardiente miembro abri�ndose paso hasta lo mas profundo que pod�a dentro de mi y haciendo que un fuerte gemido de dolor y pasi�n brotara de mi boca que mord�a una de las almohadas. Asi continuamos por unos maravillosos y largos minutos de un incansable follar y Carlos golpeando con sus manos mis blancas nalgas me produc�a un excitante y ardiente dolor, mientras pronunciaba continuas y obscenas expresiones que transmit�an su satisfacci�n de la posesi�n de la hembra que en ese momento hacia suya, expresiones que extra�amente me hac�an sentir muy gozosa y satisfecha.
Sent�a la proximidad de un nuevo orgasmo, Carlos aceleraba con fuerza su r�tmico accionar en mi vagina y con potentes embestidas tomando fuertemente mis caderas para impulsarse, introduc�a totalmente aquel grueso, firme e imponente tronco, caus�ndome un agradable dolor que produc�a involuntarios gemidos de mi parte. Ante la proximidad del orgasmo y de su eyaculaci�n sent�a aquel regio y retador instrumento mas recrecido y grande que llenaba totalmente mi vagina con su glande rozando y tocando sus paredes y lo mas profundo de ella. Quer�a que termin�ramos juntos, me sent�a desfallecer con este mi segundo y mas intenso orgasmo, con movimientos instintivos levante mis caderas y abr� mis muslos y saque hacia atr�s mi excitada y recrecida vulva buscando devorar mas aquel maravilloso pene, mientras mi vagina fuertemente se convulsionaba y se contra�a en espasmos muy seguidos que una vez mas comprim�an aquel invasivo instrumento de gruesas venas y r�gida erecci�n, que buscaba afanosamente llegar a lo mas profundo de mi vagina.
Y llego el explosivo momento de nuestros orgasmos con un intenso y prolongado estremecimiento de nuestros cuerpos, sus manos se aferraron fuerte y dolorosamente a mis caderas empujando viril y vigorosamente su hinchado y grueso miembro dentro de mi, a la vez una prolongada, fuerte y gruesa exclamaci�n de satisfacci�n dejaba escapar de lo mas intimo de su ser y arqueando su cuerpo y cabeza hacia atr�s en intenso espasmo corporal mientras brotaba de su pene con potencia, su ardiente semen deposit�ndolo en lo mas profundo de mi vagina, en tanto que con mis manos tomaba fuertemente las mullidas almohadas y hund�a mi cara en ellas y dejaba escapar incontrolados gritos de placer.
Carlos segu�a con r�pidas, profundas e intensas descargas depositando su caliente y abundante semen que llenaba mi habida vagina. Acompa��bamos aquella explosi�n de sexo y pasi�n intensa, con fuertes y sonoras exhalaciones de satisfacci�n de Carlos y placidos gemidos de mi parte. Instintivamente y a la vez tambi�n empujaba hacia atr�s mis caderas con ondulantes movimientos, buscando la mayor intimidad del contacto de manera que todo su miembro y semen quedaran dentro de mi, un placido escalofr�o recorr�a mi cuerpo y Carlos disminu�a los fren�ticos empujes de su miembro en mi vagina y empec� a sentir como de ella sal�a parte de ese calido semen que ahora recorr�a mis muslos hasta las rodillas, dejando mi vulva totalmente embadurnada con aquel denso y viscoso liquido blanquecino cuyo penetrante olor inundo la habitaci�n y nuestros sentidos.
Seguidamente termine de colocarme boca abajo sobre la cama manteniendo a Carlos sobre mi espalda aun con su instrumento dentro de mi vagina, ahora abrazado y prisionero de mis robustas nalgas que evitaban que abandonara mi cuerpo. Est�bamos extenuados y mojados por el copioso sudor de nuestros excitados cuerpos, aquella monumental erecci�n mantenida por todo un d�a que acrecent� y reten�a internamente el abundante y calido semen que acababa de depositarme, fue bajando lentamente y se mantuvo dentro de mi por alg�n tiempo, luego lo fue sacando poco a poco aun semi erecto, y mientras yo contra�a mi entrada vaginal sent�a como de ella segu�a saliendo parte del abundante, viscoso y caliente semen que corr�a por entre mis muslos hasta depositarse sobre la blanca sabana; y ya estando Carlos tendido de espaldas sobre la cama, relajado y satisfecho, con sus piernas abiertas y sus manos entrecruzadas bajo su cabeza, tome su pene semi erecto y lo lleve a mi boca y lam� gustosamente su calido semen que recubr�a totalmente su poderosa arma hasta sus test�culos. Ahora si pude meterlo en mi boca, primero su cabeza y tronco y luego sus fl�cidos test�culos a los que con mi lengua mov�a de un lado a otro de mi cavidad bucal.
Descansamos placidamente y luego de tomar una ducha juntos y vestirnos me llevo r�pidamente a mi casa, su novia y pr�xima futura esposa le esperaba para salir ese d�a s�bado por la noche, y ya era algo mas de las 9 y estaba retrasado. De mi parte el encuentro con este ex. despu�s de 20 largos a�os me permiti� disfrutarlo plenamente y sumarlo a mi larga lista de pose�dos por m� con el obvio DESEO SATISFECHO.
(Agradezco Comentario)
Por: Apasionada
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Relato: DESEO SATISFECHO
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