Relato: La aventura de Ansberto y Yadira
El siguiente relato comenz� dentro de un congreso de imagen y pedagog�a que se desarroll� en la ciudad de Quer�taro, M�xico, cuando Ansberto Cirilo un maestro de telesecundaria en Toluca, conoci� accidentalmente a Yadira proveniente de Zacatecas. Esta es su historia:
A las cinco para las diez
Aquella noche sent�a la cama inmensa, fr�a, ya eran casi las 10, no ten�a m�s alternativas que dormir, las calles me resultaban hostiles y los ladridos de los perros de dos patas me intimidaban. El �nico lugar seguro, las cuatro paredes de ese peque�o cuarto y el ruido de una programaci�n ensordecedora. S�lo hab�a una peque�a luz, una llamada que no llegaba haciendo m�s larga la agon�a.
La angustia y la desesperaci�n me arrojaron fuera del cuarto, quiz� la se�al del tel�fono no era buena. Al salir observ� a un intruso en mis planes, un hombre encogido por el fr�o y mandando mensajes de su celular, -que atrevimiento, estaba sentado en el lugar que yo quer�a para esperar a que pasara el tiempo-.
De momento no supe que hacer, �l ahora me ve�a, y yo me ve�a a m� misma con un su�ter y pantal�n, no tra�a mi disfraz, la pintura se hab�a borrado de mi rostro, el pelo en desorden sujetado con un broche, el fr�o encog�a mis hombros y mi rostro se frunc�a de frustraci�n porque no recib�a la llamada.
Pens� en regresar al cuarto, di unos pasos sin sentido y termin� derrot�ndome ante un sill�n gris. No recuerdo quien habl� primero, posiblemente �l, yo al principio no deseaba hablar, aunque lo necesitaba, ya eran dos d�as sin comunicarme con nadie. La pl�tica fluy�, de educaci�n pasamos a pol�tica, de pol�tica a clima y as� sucesivamente. Est�bamos ah� sentados a dos metros de distancia, porque no hab�a nada mejor que hacer.
Superado el trauma del disfraz, no me importaba como me ve�a, al principio �l no me interesaba, yo no intentaba gustarle, no lo quer�a seducir, -lo ten�a todo muy claro-. As� que retom� la pl�tica, pasaron las horas, los j�venes sub�an y bajaban, parejas se paseaban, perfumados abandonaban sus cuartos y la pl�tica continuaba, le ocultaba informaci�n no trataba de ser honesta con �l, pero las cuentas no cuadraron y me descubri�, evidenci� la falta de informaci�n, y entonces lo vi, no hab�a cuidado mi camino a �l, siempre evado a los hombres, les dijo palabras incoherentes, trato de que me vean exc�ntrica y corran, pero ahora me hab�a mostrado como realmente soy.
No puse la barrera, no sent� amenaza, me sent� segura, y mientras pensaba la pl�tica continuaba, entre enfrentamiento de ideas y pocas coincidencias, lo que me reten�a era la soberbia, demostrarle que yo ten�a m�s elementos que �l para argumentar mis afirmaciones. Entre la acalorada pl�tica y el fr�o pens� en despedirme, mis manos congelados tomaron el tel�fono que estaba en el descanso, seguro lo vio, porque en eso lleg� la propuesta. Vamos a un bar a tomar algo-.
No lo dude y dije s�, quer�a salir, caminar con tranquilidad por las oscuras calles, le dije que me diera cinco minutos, entre y me puse un pantal�n, mis zapatos, una blusa y una chamarra, retoqu� el maquillaje, solt� mi pelo, tome mi bolsa y sal�. No vi su reacci�n, -de hecho poco lo ve�a, �l era quien me ve�a-, lo percib�a soberbio e ir�nico incluso.
Salimos del hotel, caminamos por las calles conservando la distancia, titiritando de fr�o me sobresalt� al ver como un portal serv�a a decenas de pordioseros para pasar la noche. Continuamos el rumbo, ya estaban cerrando los lugares, uno por fin nos acept�, ten�a frio, as� que ped� un tequila, �l, Ansberto Cirilo, pidi� lo mismo aun cuando observ� que lo le gustaba, la pl�tica continu�, la m�sica me molestaba, la chava cantaba mal, se acerc� un ni�o e insisti� en que me comprara una, yo le dije que no y met� las manos en la chamarra, la compro, la coloco de mi lado y dijo -haz lo que quieras con ella, yo te la regalo-.
Observ� riesgo, pero a fin de cuentas era solo una rosa, no me compromet�a a nada con �l, yo pagar�a mi consumo. Me platic� su vida, de sus padres y todo lo que hac�a, una se�ora se aproxim�, varios ramos de rosas se posaban en sus manos y la s�plica se repiti�, me pidi� escoger un ramo, vi los colores y escog� el que para m�, menos me compromet�a. Me divert�a evidenciando el poco efecto que causaban en m� las rosas, pero ten�a miedo de abrir mi puerta.
El tiempo de cerrar el negocio lleg�, relativamente nos corrieron, con tres tequilas encima nos levantamos, el insisti� en pagar la cuenta, yo bastante pr�ctica pens� en el uso que podr�a darle a ese dinero, As� nos pusimos a caminar cuando la fatalidad me lleg�, ca�a a un hoyo y �l, -me sujet� al vuelo, me tom� de la cintura y me beso-, (fue un beso que evidenciaba que era un hombre desesperado por besar, por sentirse amado, como una especie de aspiradora que quiere succionar todo).
Regresamos caminando, mi dijo que si me pod�a abrazar, le dije que s�, ten�a fr�o y de esa forma me tapaba el aire, pero me agradaba sentir sus brazos sujetando mi cuerpo.
No permit� que me volviera a besar, pero lo dejaba que me abrazar� para no perder el cobijo, llegamos al hotel, ped� mi llave, me acompa�� a la habitaci�n, uno frente al otro continu�bamos hablando, �l no se iba y yo no daba paso atr�s, me hizo voltear a ver al encargado de la recepci�n para que viera una estupidez y volvi� a besarme ahora en otra t�nica, me quit�. El busco mis ojos y me dijo, que no me vas a invitar a tu habitaci�n? En ese momento me confund�, re�, -Ja, ja, ja-, unos rosas, tres tequilas, dos besos, una caminata y 5 horas de charla val�an una cogida. Pero lo deje entrar al cuarto.
La piedra en el zapato
Al d�a siguiente antes de salir del cuarto me hizo una invitaci�n a desayunar en el restaurante del hotel, desde que la vi, empec� a planear como podr�a vengarme de la noche anterior, -A �Pero c�mo?- deb�a pensarlo, yo no cuesto tan barata, me doy a valer. Acud� al desayuno, m�s nada hablamos, su compa�era de cuarto estaba presente, mi altivez era soberbia, intercambiaba, sonre�a y mis ojos brillaban, �l a lo �nico que hizo alusi�n fue a que Rosa se iba esa misma tarde, abandonar�a el cuarto a las 12. Y bueno me pidi� que le hici�ramos como Rosa y �l, compartir la habitaci�n para economizar en mis gastos, usar�a la misma cama que dejar�a ella.
Me enfad� Rosa y lo mostr�, �l hombre sensual pago mi desayuno, insistieron en esperarme para que tomara mis cosas, les dije que no y que se fueran, Rosa me dijo que si nos ve�amos para comer juntos, que nos busc�ramos a la salida y les dije s�. Lo �nico que quer�a era recobrar lo que hab�a perdido, mi espacio, mi libertad.
La conferencia estaba bastante aburrida, as� que la imaginaci�n empez� a volar, tome la decisi�n de vengarme. Sin decirle nada fui al hotel, recog� mis cosas y las cambie a su cuarto, regres� a las conferencias y se dieron las dos, la hora de la comida, -ya no sab�a qu� hacer-, empezaban las dudas, pero ya estaban ah� parados junto a la puerta esper�ndome, -como me escapo-, pero sobre todo como me escapo de ella. Caminamos al comedero que yo ya ten�a identificado, fue una comida fatal, -Rosa es una ignorante total- .
En la comida ya fui menos soberbia con Rosa, estaba en la mesa de al lado un camar�grafo -quien por cierto le desagradaba mucho a Ans-, intercambiaba palabras con �l. Nuevamente pag� mi consumo, recogimos las constancias. Nos compr� unos helados y caminamos al hotel, ah� fue cuando se acerc� a m� y me pregunt� que hab�a pensado, -mis cosas est�n en tu habitaci�n-. Fin de la pl�tica, Rosa ya estaba de nuevo cerca de nosotros.
Rosa recogi� sus pertenencias, yo me recost� un rato, me tape con la gabardina, �l estaba parado en el arco de la puerta y ah� se qued�, se acercaban las cuatro y suger� que Rosa se llevara de una vez sus cosas para que ya no anduviera dando vueltas y aprovechara la presencia de un hombre, Ansberto le ayudara.
Nuevamente no los acompa��, me desagradaba que me vieran caminando con Rosa, la soberbia me ganaba, era ella una naquita, sola me sent�a mejor. Ans tambi�n la dej�, pudo darse cuenta que la rechazaba. La busqu� en el Teatro y me desped� de ella. Transcurri� la fatal y �ltima conferencia, el dolor de cabeza se apoder� de m�. Termin� la sesi�n, nuevamente la puerta, ah� estaba, ahora solo, como mi irrenunciable camino, ten�a dolor de cabeza. Caminamos al hotel, intercambiamos pocas palabras, trataba de disculparse por Rosa, por �l, por todo, creo que pensaba que yo le iba a salir con una tonter�a.
Cuando el Congreso termin�
Llegamos al cuarto, (6:00) se abalanz� sobre m�, los besos, las manos -y bueno para eso estaba ah�-, bajo mi pantal�n, baj� mi tanga, bajo su pantal�n y me penetr�, sent� su pene muy grueso que me llenaba toda pero le dije que no, sin cond�n nada y me dol�a la cabeza. Sali�, mientras tanto me recost� y roci� perfume en la habitaci�n. Regreso m�s r�pido de lo que esperaba, aun vestida intentaba dormir.
Pens� que podr�a dominarlo, pero no fue as�. Nuevamente estaba sobre m� (6:10), me despoj� de la ropa, se despoj� de la suya y me penetr� con su verga, �l sobre m�, a cierta distancia, observando con cierta soberbia, yo cerraba los ojos para sentirlo adentro, me preguntaba si me gustaba, si quer�a m�s, el olor a cond�n me despertaba. Termin� emitiendo algunos gritos y as� eyaculo, retir� el cond�n y se recost� sobre la cama, me pregunt� porque no hab�a sentido un orgasmo, y le respond� que la cabeza, me dio la pastilla que me llevaba y nos recostamos un rato, a �l no le incomodaba la desnudez de su cuerpo, a m� tampoco, pero ten�a fr�o as� que me vest� nuevamente.
Paso un tiempo (7:00) ya ten�a m�s control de la situaci�n, lo empec� a seducir e inmediatamente se precipit�, trate de hacer una pausa, le dije que habr�a que grabarlo, pero me dijo que lo habl�bamos en un ratito, todo sigui�, movi� mi cuerpo con tal sutileza que recostados en la cama y d�ndole la espalda nuevamente sent� como su verga estaba dentro de m�, no lo pod�a ver pero disfrutaba mucho.
La eyaculaci�n no tard� m�s, mord�a mis labios para evitar que gritara mucho. Sin palabras volvi� a recostarse. Retome el tema de la grabaci�n, me pregunto por mi c�mara, le dije que con la suya, no hubo respuesta. Me vest� y sal� fuera de la habitaci�n, me empezaba a frustrar que no ten�a la grabaci�n, el �nico que estaba obteniendo algo era �l.
Sali� de la habitaci�n hablamos un rato y volvimos a entrar (8:00), lo intentar�amos, apenas cerr� la puerta bajo mi pantal�n, baj� el suyo, me carg� y encaj� su miembro erecto en mi concha, que se contrajo ante la sorpresa, me sub�a y bajaba, me dijo -d�jate llevar, no tengas miedo-. Cuando volv� a ser consciente estaba nuevamente en la cama a la orilla y el me penetraba suave e intenso con su miembro, intercalando ritmos y haci�ndome perder la noci�n del espacio. Eyaculo en mi vagina, pero dentro de su cond�n.
El cansancio nos hac�a presas, dormitamos un rato, nuevamente me vest�, caminaba por la habitaci�n, el sol ya hab�a desaparecido, la luz natural se fugaba y ahora c�mo diablos iba a grabar. Despert� (9:00) y me carg� entre sus brazos, me dijo que ya no pensara tanto, y cuestion� sobre el motivo de la grabaci�n, le di mis razones, pero no valieron, cuando menos acorde parada a un lado de la cama con una pierna arriba y entreabierta estaba nuevamente dentro de m� su pene, tocaba mis pechos, acariciaba mi cuerpo y yo s�lo recib�a su fuerza, lo empezaba a percibir como todo un Don Juan, con mucha experiencia en los asuntos amatorios.
Primero sub� una pierna, despu�s la otra y finalmente eyacul�, s�lo que ahora se retir� el cond�n y se vino sobre la piel de mi espalda. Sent� su leche caliente.
Insist� en la grabaci�n, pero ya con m�s rabia, se molest�, me molest� medit� las cosas y lo invit� a salir. Nos sentamos en una cafeter�a hablamos de m�, de �l, del trabajo, el fr�o nos hac�a presas, un ni�o se acerc� a ofrecernos rosas, �l me compro una, aunque creo que lo hizo m�s bien porque nos dejar�n en paz todos los ni�os y las personas que vend�an flores.
En todo el camino de regreso me la pas� toc�ndolo, acorral�ndolo en los rincones, haci�ndolo correr, quer�a excitarlo en exceso para que me dijera s� a todo, llegamos al cuarto del hotel (11:00), yo tome la revancha, me abalance sobre �l, pero no le gusto, cambio los roles y volvi� a asumir el papel de seductor, lo acariciaba, no me resignaba a que las cosas fueran as�.
Me cargaba, me pasaba de una cama a otra, y otra vez la seducci�n, las labios se deslizaban por mis entrepiernas, sin llegar a mi pubis, su lengua jugueteaba con mi cl�toris, sus dedos se sumerg�an en mi concha, mi ano era suavemente acariciado, su verga se met�a por momentos dentro de m� y yo excitada hasta la locura, me estimul� hasta el cansancio, me rogaba que me viniera y mi cuerpo se desas�a por su pene. Se puso el cond�n, me penetro a la orilla de la cama, sent�a como chocaba contra mi cuerpo. Se vino mientras me dec�a hag�moslo juntos.
Se tir� a un lado y me pregunt� que pasaba, le repet� lo de la grabaci�n, pero ahora s� se encresp�, me dijo un rotundo no, me enoje, discutimos ligeramente, (12:20) nos cogimos con rabia, como en una especie de demostraci�n de poder, me tiro a la cama y me la meti� otra vez, arriba de m�, observ�ndome con soberbia, controlando la follada. En medio del placer eyacul� dentro de m� en su cond�n.
Se tir� sobre la cama quer�a dormir (2:00), me desnud�, lo empec� a acariciar, la erecci�n estaba presente, recorr�a mi cuerpo con su pene grueso, lo pasaba entre mis pechos, lo pasaba cerca de mi boca mientras yo estaba recostada, le pregunte si quer�a que se lo mamara, calladamente me dijo que s�, lo hice, pero creo que no le gust� que tomara la iniciativa, despu�s empez� a jugar con mi cl�toris, su lengua acariciaba mis labios, sus dedos penetraban todo espacio posible, la excitaci�n ahora si estaba presente, le ped� que me dejara montarlo, lo intent� pero su pene se dobl�, se quej�, me tire a un lado y todo termin�.
Pero la hombr�a no lo dej� quebrar, apenas pudo reanud� el ritual, me dijo me voy a venir y le ped� que lo hiciera sobre m�, su rostro se descompon�a, se retir� el cond�n lo m�s r�pido que pudo y dej� fluir su semen. Grandes cantidades de leche ba�aron mi piel, se tumb� en la cama y no pudo m�s. Dijo -no puedo m�s, acaso crees que no me canso-.
Las suaves caricias me despertaron (8:00), me buscaba, tocaba mi piel, recorr�a mi piel con su lengua, separ� mis piernas, el sue�o me venc�a, su lengua recorr�a nuevamente el camino, mi vagina lubricaba, su pene estaba erecto, sin besos, sin caricias de mi parte, su pene se introdujo dentro de m�, mi cuerpo de lado, con una pierna arriba recib�a toda su fuerza, el olor a cond�n invad�a el mensaje y la s�plica nuevamente -vente conmigo-, -lo voy a hacer-, -vamos-.
Bruscamente se levant� de la cama, y se meti� a ba�ar, me vest�, acomod� las camas, espere que saliera de ba�ar, le ped� que lo hici�ramos una vez m�s, no quiso y me pidi� que me arreglara para bajar a desayunar, guarde silencio, hice todo sigilosamente, me cambie, trate de provocarlo mientras me vest�a pero nada pas�, estaba decidido. Bajamos a comer, salimos a hacer unas compras, caminamos por las calles pensando en que ten�amos poco tiempo para regresar a recoger las cosas.
Cinco minutos para la salida
Me pregunt� (11:20) Ans: �qu� te llevas de m�?, Yadira: nada, lo que quer�a no me lo diste, Ans: �pero qu� te compro?, �qu� quieres?, �con que me recordar�s?, Yadira: con nada, esto termina hoy. Compramos cada uno su boleto y regresamos al hotel, investigu� salidas y subimos por las maletas.
Al entrar al cuarto me mir� y me dijo, -sabes si te vas a llevar algo de m�- mientras me bajaba el pantal�n, -te vas a llevar esto-, mientras que sent�a como su verga erecta llenaba todos mis huecos, sus brazos sujetaban mis nalgas y sub�an y bajaban al ritmo de su cuerpo, me tiro a la cama, me sujetaba suavemente mientras que su verga entraba y sal�a con gran fuerza. Se vino en un cond�n, dentro de mi cuerpo.
Comprendimos que entonces todo hab�a terminado. Nos vestimos, arregl� mi maquillaje, acomod� mi pelo y salimos fuera, �l cargaba todas las cosas, yo s�lo me encargaba de las rosas y mis pertenencias m�s peque�as, pag� el cuarto del hotel y la cuenta del restaurante, salimos, par� un taxi y lo abordamos, el taxista hablaba mal de las mujeres a m� eso no me importaba. Ya era s�bado (12:00).
Llegamos a la Terminal, baj� todas las maletas y pag� el taxi, el taxista me grit� a lo lejos, -se�orita, se le olvida su ramo, qu� va a pensar su novio-, todos nos voltearon a ver, me dio un poco de pena, solo tom� el ramo que �l me hab�a dado y me met� al edificio. �l espero a que yo arreglara lo m�o, que escogiera salida que comprara el boleto, despu�s fue �l, casualmente no hab�a salidas sino hasta despu�s de que yo me fuera, en fin. Esperamos en la misma sala, me pidi� precauci�n, que cuidar� los detalles, que buscar� estrategias para no delatarme.
La hora se acercaba, lo vi triste, no quer�a que me fuera, cinco minutos para mi salida. Ans: adi�s, recu�rdame, Yadira: claro te recordar�, Ans: �pero me llamar�s? Subi� mis cosas al autob�s me bes�, no volv� la mirada m�s a �l.
Aun no sal�a el autob�s cuando recib� su primer mensaje, Ans: �Qu� te llevas de m�? Intercambie algunos mensajes con �l mientras que sal�a su autob�s, m�s ninguna de mis respuestas le complac�an, era como si me estuviera forzando a decirle que lo quer�a. Y ah� qued� una historia que destapa m�s dudas que respuestas. Me lo cog� y cada vez que �l me escrib�a era para decirme que se siente solo, que me quisiera junto a �l, y lo escucho, lo percibo, quisiera ayudarle a sentirse mejor.
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