Es frecuente encontrar en páginas
web dedicadas al sado ejemplos de contratos de sumisión acompañados
de explicaciones que los presentan como la mejor forma -a veces, la única
forma- de regular una relación BDSM plena y satisfactoria y de fijar
sus limites.
Mi opinión al respecto se
aparta de lo mayoritariamente expresado, pues parto de la base que por
mucha apariencia legal que se quiera dar a esos supuestos "contratos",
con su articulado, sus cláusulas, su redacción cargada de
gerundios, sus aparentes tecnicismos, sus firmas al pie, etc. su valor
contractual real es obviamente nulo, absolutamente nulo.
Por consiguiente, si un contrato
de sumisión carece del más mínimo valor contractual
"real", en nada puede obligar realmente a ninguna de las partes.
Dicho llanamente: por mucho que se estipule en un "contrato",
una buena relación amo / esclava sólo se fundamenta en la
confianza mutua y en la libre aceptación de los roles respectivos
como fuente de placer. No hay contrato que valga. A mi juicio, resulta
mucho mas satisfactorio y realista planificar las relaciones SM sobre una
"lista de prácticas" como la que os comento en otro documento.
¿La consecuencia de todo
esto es que habría que prescindir de los contratos de sumisión
?. Al contrario.
Puesto que los "contratos de
sumisión" son en realidad pura fantasía creo que debemos
integrarlos como fantasías dentro del juego BDSM. Prescindamos sí
de los contratos cargados de aparentes legalismos y utilicemos en cambio
"contratos" donde se expresen libremente nuestras fantasías,
incluso las más extremas.
Yo mismo he firmado en el pasado
bastantes contratos "standard" con mis esclavas. Pero de un tiempo
a esta parte he optado por proponer a las esclavas que redacten ellas mismas
su propio contrato de sumisión al término del periodo de
iniciación. Los resultados son excelentes y su lectura mucho más
excitante que la de cualquier contrato "legalista".
Os ofrezco un ejemplo. Lo escribió
una de mis esclavas tras completar a mi entera satisfacción su primera
fase de instrucción. A lo largo de la misma aprendió y memorizó
íntegramente mis "55 reglas". Luego se le planteó
la necesidad de aceptar formalmente su propia esclavitud para poder seguir
adelante, cosa que hizo redactando el siguiente documento y presentándomelo
para su aprobación.
CONTRATO DE SUMISIÓN
Introducción
Por el presente documento, al que
reconozco valor contractual, me entrego plenamente a mi amo, dueño,
señor y maestro y acepto servirle como esclava por todo el tiempo
que él requiera mis servicios. Por este mismo acto renuncio por
completo a mi anterior identidad, que repudio, y paso a llamarme "Esclava"
"Perra" "Puta" o como mi amo desee llamarme. Es bajo
esa nueva identidad que firmo al pie del presente documento, cuyo contenido
acepto en su integridad de forma plenamente consciente, sabiendo y aceptando
que en cada uno de sus artículos se establecen normas propias de
una relación BDSM y que mi condición dentro de este marco
de relaciones no será otra que la de una obediente sumisa a merced
de los deseos de mi dueño.
Articulo 1º Para que pueda
ser reconocida como esclava en cualquier momento y en cualquier situación
mi amo me impondrá una serie de atributos que luciré con
orgullo y cuya simple ostentación será para mi fuente de
intima satisfacción. Entre los citados atributos se incluyen tanto
los de carácter reversible como los permanentes: collares, anillos,
aretes, piercing, tatuajes, etc. Se incluye asimismo la indumentaria que
mi amo elija para cada momento y situación.
Articulo 2º Al aceptar mi plena
sumisión me obligo a respetar y a acatar permanentemente las decisiones
de mi amo, a quien entrego libremente el control de mi entendimiento y
de mi voluntad, obligándome a obedecerle y a darle placer en todo
momento, y confiando ciegamente en su sabiduría. Reconozco la carga
que representarán para mi dueño todos los errores que pueda
cometer y asumo todas las culpas, así como las penitencias que se
derivarán de ellas. Por lo tanto acepto plenamente y de buen grado
todos los castigos y correctivos que mi amo me imponga con el animo de
alcanzar la perfección.
Articulo 3º Al entregarme a
mi amo para realizar mis fantasías de esclava asumo que mi aprendizaje
tiene un coste. En pago del mismo le ofrezco mi cuerpo para que goce de
él usándolo, vistiéndolo y modelándolo a su
gusto. Me comprometo asimismo a mantener constantemente una actitud obediente
y sensual y a mostrarme atractiva y apetitosa para que mi amo obtenga siempre
el máximo placer cuando me use.
Articulo 4º Mi mayor deseo
es convertirme en una perfecta esclava a las ordenes de un amo estricto
y severo, sabiendo que ello requerirá un perfeccionamiento constante.
Por ello suplico a mi amo que me eduque sometiéndome a una disciplina
estricta, valiéndose de todos los recursos que juzgue necesarios
para domesticarme, incluidos los dolorosos. Le doy las gracias por todos
los correctivos que me impondrá para mejorar mis prestaciones y
me comprometo a esforzarme por mejorar a diario.
Articulo 5º Acepto que mi amo
pueda cederme a otras personas para completar mi formación. A ellas
serviré en los términos que mi amo disponga. También
es potestad de mi dueño exhibirme en lugares públicos, incluso
a cara descubierta, tanto para castigarme como para gozar de mi plena sumisión.
Si mi amo decide hacer publicas
imágenes (fotografías o videos) de su esclava lo consideraré
un honor.
Articulo 6º Para vaciar ante
mi amo todos mis pensamientos, buenos y malos, me comprometo a llevar un
diario en el que anotaré todas las pruebas a las que sea sometida
así como mis propias sensaciones, para que mi amo las examine y
me corrija. Acepto desde ahora que este documento pueda ser hecho público
en cualquier medio, incluso acompañado de imágenes y revelando
mi identidad.
Articulo 7º Deseo ardientemente
convertirme en una puta para dar a mi amo el máximo placer sexual.
Para ello vestiré prendas fetichistas de su agrado y me comportaré
siempre de forma extremada y provocativa, tanto en privado como en público.
La adquisición de nuevas prendas y del instrumental necesario para
mi doma se realizará exclusivamente con el dinero que mi amo obtenga
de mi emputecimiento, alquiler o cesión temporal a terceras personas.
Articulo 8º Estaré siempre
a disposición de mi amo para que pueda usarme como y cuando le apetezca.
Acudiré a sus llamadas con la máxima celeridad y tendré
permanentemente preparadas las prendas que mi amo estime obligatorias para
presentarme ante él.
Articulo 9º Deseo que mi esclavitud
sea total. Por ello suplico a mi amo que además de usarme para obtener
placer sexual me considere su criada doméstica para todo tipo de
labores. También asumo que pueda formar parte de mis obligaciones
proporcionar a mi amo otras esclavas o putas tanto para su uso ocasional
como permanente, e incluso ser considerada la última de las siervas
de sus siervas. Si éste es su deseo, lo satisfaré gustosamente.
Articulo 10º Confío
que gracias a la sabiduría de mi amo pueda llevarse a cabo todo
lo establecido en este contrato de sumisión de forma plenamente
satisfactoria, continuada y placentera. Si mi amo no obtuviese de mí
el máximo placer se deberá única y exclusivamente
a mi ineptitud.
Y como prueba de aceptación
de todo lo estipulado en el presente documento y de mi entrega y sumisión
absoluta a mi dueño, amo, señor y maestro me agacho ante
él, le adoro besando sus pies e inscribo mi nombre de esclava a
continuación.
La conformidad de mi amo a este
pacto me será dada en el momento en que derrame su orina sobre mi
cara
Sepan pues todos cuantos este documento
leyeren que esta es la condición que yo he elegido libremente
Si tú también quieres
proponerme tu contrato de sumisión escríbeme a POR CUESTIONES DE PRIVACIDAD ESTE EMAIL FUE REMOVIDO