La sargento se adentraba en la mara�a y espesura de la selva
por voluntad propia ya que por ser mujer no era obligada a cumplir dichas
tareas. Era la �nica valiente mujer en el grupo de 46 hombres que barr�an el
complicado terreno en busca de los bandidos, era entregada a su labor como
protectora del pueblo y procuraba hacer que los soldados a su mando olvidaran
las obvias diferencias y trabajaran con ah�nco para lograr las metas trazadas.

A pesar de todo esto, los 1.65cm que encuadraban las
provocativas caderas y el prominente busto de la sargento atra�an de sobremanera
a los pobres soldaditos que no ve�an a sus novias ya hace varios meses y ten�an
que limitarse a alguna prostituta de bajo precio que encontraran en alg�n
alejado caser�o de la regi�n.

Porque eso si, a pesar de la cara dura que la sargento Amelia
deb�a poner todos los d�as para mantener a raya a sus hombres, se escond�a una
mujer dulce con profundos sentimientos que se esperanzaba por volver lo mas
pronto posible para encontrarse con su amado y compensar tantos d�as de ardua
lucha por el bien de los dem�s.

Sus ojos caf�s irradiaban calor humano incluso a trav�s de
los mechones de su oscura cabellera que revoloteaban ind�ciles sobre su rostro
sucio, una situaci�n que desesperar�a a todas las mujeres que conozco.

El 14 de Marzo del mismo a�o, un mes y cinco d�as despu�s de
iniciada la misi�n, el batall�n 16 fue sorprendido a la mitad de la noche por un
grupo armado a las ordenes de los narcotraficantes. El echo implic� la baja de
varios soldados y la retirada desesperada de los 29 que lograron volver con vida
a la base, entre ellos, la sargento Amelia Dom�nguez y el Capit�n Ernesto
Consuegra.

Una semana despu�s, el 21 del mismo mes, otro batall�n del
ejercito fue en busca de los cuerpos sin vida de sus ex-compa�eros y encontraron
adem�s varios objetos propiedad de los hombres del batall�n 16, entre ellos un
cuaderno que la sargento Dom�nguez utilizaba como diario y que revelaba
impactantes detalles de los d�as anteriores al ataque. Esto fue lo que
encontramos...

Febrero 9

7:22pm

Esta es la primera noche de nuestra misi�n y ya te extra�o
much�simo mi amor, siento que a cada paso me adentro mas en la selva espesa y me
alejo de tu regazo.

Todos ac� son muy cordiales conmigo a pesar de que ped� que
me trataran como uno mas de la tropa, yo creo que aun falta mucho para que
acepten el echo de que una mujer esta al mando. Mi Capit�n Consuegra me apoya
incondicionalmente y para mi es muy importante sentir su respaldo.

No escribo mas porque estoy exhausta y tengo sue�o.

Febrero 10

6:39pm

Hace fri�, mucho mas que ayer, ya estoy dentro de la carpa de
2m x 2m que se me ha asignado para mi sola.

Durante las largas caminatas del d�a de hoy en b�squeda de
los bandidos que aun no dejan rastro, he podido escuchar las quejas de los
soldados que a diferencia de mi Capit�n y yo llevan casi tres meses sin ver a
sus familiares, apenas llegaron de su ultima misi�n fueron asignados a esta. En
sus rostros se ve el cansancio y el hasti� que trae consigo esta espesa mara�a
que tenemos que vencer a machete hora tras hora. Espero que no nos tome tanto
tiempo esta nueva misi�n, quiero verte pronto para rendirme a tus deseos y
mostrarte cuanto te amo... todo sea por el bienestar de la gente.

Febrero 11

7:14pm

Hoy fue un d�a bueno para nuestras tropas, capturamos a dos
hombres que se supone son integrantes del grupo de cultivadores de coca que
sirven a los narcotraficantes, espero que todo siga mejorando, creo que esto es
un aliciente para los hombres.

Sin embargo la cosa que mas me sorprendi� ocurri� cuando me
iba a ba�ar en un laguito que afortunadamente encontramos.

Todos los hombres se terminaron de ba�ar y mi Capit�n
Consuegra les orden� reagruparse junto al campamento para que me dejaran sola
ase�ndome. A riesgo de sufrir alg�n ataque, el Capit�n decidi� que era mejor no
tentar las ansias de los soldados.

Me desnud� y entr� al agua, la suave brisa que corr�a
acarici� mi cuerpo y el solo contacto con el agua hizo que la piel se me pusiera
de gallina y los pezones se me endurecieran. Lav� mi cabello y enjabon� un poco
mis piernas y abdomen, cuando aseaba mi entrepierna no pude evitar meter un dedo
entre mis labios vaginales y buscar mi cl�toris. Mi amor, tu ausencia me mata.
Me detuve y pens� que deb�a centrarme en la misi�n y no dejarme llevar por las
sensaciones.

Fue entonces cuando escuch� un apagado sonido entre los
�rboles que rodeaban la laguna y aun en la completa desnudes sal� a investigar,
tom� mi cuchillo y me arrastr� hacia el lugar del cual proven�an los ruidos.

Grande fue mi sorpresa cuando encontr� al soldado Ram�rez, un
hombre callado y servicial, sentado en un tronco con los pantalones en los
tobillos y masturb�ndose, llegu� justo para ver cuando se venia regando su semen
sobre los matorrales.

Volv� al lago y me quit� todo el barro, pens� en reportar el
incidente al Capit�n pero creo que sent� lastima por la abstenci�n obligada por
la que ten�an que pasar los pobres solados, adem�s no estaba segura si me estuvo
viendo.

Espero que la belleza que tanto remarcas cuando me adulas mi
amor, no sea un punto de desatenci�n para mis hombres, en este momento tenemos
que estar concentrados.

Febrero 12

6:19pm

Casi eran las doce del medio d�a cuando sostuvimos los
primeros combates, su grupo armado parece ser mas numeroso de lo que pens�bamos,
por suerte no perdimos ning�n hombre pero al parecer ellos tampoco. El Capit�n
Consuegra asegura que nos estamos acercando pero yo no estoy de acuerdo mas no
he comentado al respecto enfrente de los soldados para no seguirlos desanimando.
A solas le expres� mis ideas al Capit�n y el estuvo de acuerdo, me dijo que a
veces era necesario alimentar las esperanzas de las tropas aunque fuera con
mentiras en misiones tan largas y complicadas. Admiro mucho al Capit�n, es un
hombre experimentado y luchador y espero que los soldados lleguen a verme de las
misma forma alg�n d�a.

Hoy cuando miraba al soldado Ram�rez, sus ojos se posaban en
el suelo y respond�a a mis ordenes con cierta verg�enza, creo que ayer me
observ� ba��ndome. Solo espero que no haya notado mi indecente comportamiento.
Lo bueno es que descubr� que es un hombre entregado en la batalla y con un gran
amor por la patria, eso es lo importante.

Por otro lado, hay un soldado de apellido Molina que muestra
cierto desprecio por mi rango superior y ha sido reprendido fuertemente por mi
Capit�n al no cumplir inmediatamente las ordenes que le doy.

Por hoy creo que es suficiente, estamos muy alerta por
cualquier movimiento del enemigo.

Febrero 13

8:02pm

Ha sido un d�a extenuante como todos los dem�s, ya todos
excepto los que prestan guardia est�n dormidos, yo no puedo descansar sin
escribir un poco para ti.

Estuvimos tras la huella de los bandidos pero los
desgraciados saben huir, hoy no pudimos enfrentarlos.

El soldado Zamora, uno de los pocos que est�n de acuerdo y
aplauden mi posici�n en este lugar, me comunic� que Molina proced�a acerca de mi
a sus compa�eros con comentarios subidos de tono aludiendo a mi cuerpo y a lo
que deber�a ser mi compartimiento en la cama. Me detall� muchas cosas que no
escribir�, pero estoy enojada con eso soldado.

Mi amor, no creas que ser el centro de atracci�n de un mont�n
de hombres es satisfactorio para mi, yo solo soy tuya. Sin embargo las largas
horas que comparto con ellos solo consiguen perpetrar tu recuerdo, estoy
impaciente por volverte a ver. No aguant� esta soledad entre tanta gente, adem�s
el suceso de la laguna extra�amente ha despertado muchas sensaciones en mi
cuerpo y mientras escribo estas letras he perdido el control de mi mano que se
acerca peligrosamente a mi pubis.

Creo que una corta masturbaci�n no har� mucho da�o, espero
que no se me vuelva costumbre...te amo.

Febrero 15

7:49pm

Seguimos barriendo el terreno con la esperanza de dar con los
bandidos, creemos que de a poco los cercamos aunque sea en amplio margen. Unos
campesinos que pidieron nuestra ayuda accedieron a darnos informaci�n sobre la
direcci�n que tomaron despu�s del combate de d�as atr�s.

En lo personal las cosas van igual, te extra�o mucho.

Hoy me enfrent� al soldado Molina, lo llev� un poco lejos del
grupo y con palabras fuertes le orden� que dejara de decir las cosas que dice
sobre mi, aunque con una actitud muy socarrona, pidi� disculpas y jur� que no se
repetir�a. Creo que tengo todo bajo control y no ser� necesario hablar con el
Capit�n.

Lo �nico que no controlo son las propias ansias de mi cuerpo,
el recuerdo de c�mo ayer las yemas de mis dedos surcaban �vidas los bellos que
cubren mi vagina y luego romp�an el cerco para empaparse de mis jugos
acariciando mis paredes internas y provocando en mi los gemidos que tuve que
procurar acallar para no alertar a los dem�s no me deja en paz.

Hace unos minutos decid� masturbarme de nuevo, aun espero que
no se me vuelva costumbre y estas ansias sean por el cambio brusco de tenerte
cerca y de repente alejarnos tanto.

Febrero 16

8:15pm

Hoy todo fue...espeluznante.

De sorpresa nos empezaron a atacar cuando llev�bamos
recorrida la mitad de una planicie de unos 2 kil�metros. Nos toc� reaccionar
r�pido y pecho a tierra empezamos a devolvernos, est�bamos tan juntos a la hora
del ataque que los cuerpos chocaban en el af�n de volver para conservar la vida.

No recuerdo muy bien todo pero varias veces sent� que una
mano h�bil apretaba mi entrepierna, luego mi nalgas y piernas, creo que llegaron
a ser varias manos.

Todo era muy confuso, las balas, los gritos, la
desesperaci�n, mas sin embargo, y creo que no te agradar� mucho esto, me encant�
sentir aquellas atrevidas extremidades hurgar en mis partes. Incluso cuando
llegamos y alcanc� una trinchera que la naturaleza nos brind�, algunos hombres
apoyaron su miembro duro sobre mis nalgas mientras mi fusil disparaba a lo
invisible.

No se si me lo imagin�, no se si fue real o si todo se debi�
a la apremiante situaci�n.

Lo �nico que se es que mi tanga y la humedad que la reinaba
dieron cuenta de lo que me gust� todo aquello.

Por tercera vez mi mano no se queda quieta y mi vagina sufre
las delirantes consecuencias, solo que si soy sincera, ya no pienso tanto en tu
pene penetr�ndome sobre nuestra cama envueltos en sabanas blancas como a ambos
nos gusta, ahora revivo con incontrolable calentura los momentos del ataque de
hoy.

Caramba no se que me pasa, pero ya se me volvi� costumbre.

Febrero 17

10:05pm

Hoy llegamos a un pueblito, pudimos ba�arnos y descansar.
Todos los habitantes del humilde lugar se sienten un poco indispuestos por
nuestra presencia, dicen que cada vez que venimos es para problemas.

Mas all� de todo esto se comportaron amables, mi Capit�n
Consuegra convino con los soldados unas visitas breves al grupo de 9 prostitutas
que prestaban el servicio en el pueblo. Los soldados muy animados pagaron buen
precio por acostarse con las mujeres y comentaron sentirse renovados para seguir
la misi�n.

�Y yo que?, en el cuarto que el Capit�n me consigui� para
pasar mas c�moda la noche, me he masturbado dos veces, quisiera que estuvieras
aqu� mi vida para hacer el amor como dos salvajes desenfrenados, para que me
tomes por las caderas y excaves profundo en mi vagina y satisfagas las
sofocantes ganas de sexo anal que te he confesado me encantan.

Ma�ana en la ma�ana ir� al correo del pueblo y te enviar� un
carta en la que te renuevo todo mi amor.

Febrero 19

7:33pm

���Maldici�n!!!, ayer comet� un monumental error, cuando
estaba desempacando mis cosas para armar mi carpa perd� esta libreta en la que
llevo todos mi pensamientos.

Un soldado me la devolvi� cuando desesperada la buscaba, sin
embargo estoy segura de que algunos la leyeron porque su comportamiento hacia mi
ha cambiado.

Me mandan besitos desde lejos y me pican el ojo, el soldado
Molina se sent� enfrente m�o y abri� las piernas para acariciarse su bulto, lo
tenia completamente parado, f�cilmente se dibujaba en su pantal�n. Tambi�n he
visto a dos de ellos masturbarse tras los �rboles, por supuesto todo esto sin
que el Capit�n se de cuenta.

���No se que hacer!!!, como negar que me siento excitada con
tantos hombres latiendo por mi, no quiero que las cosas se me salgan de control
pero al parecer es inevitable, la misi�n para cuidar a mi pa�s esta en segundo
plano, adem�s y aunque mi Capit�n piense lo contrario yo creo que ya no vamos a
encontrar los dichosos campamentos cocaleros.

No pienso responder a las atenciones de los soldados, aunque
no creo que esos hombres fornidos y sudorosos, valientes y dedicados como me
gustan a mi me sean indiferentes para siempre.

Febrero 22

8:16pm

Mis sesiones de masturbaci�n aumentan al d�a razonablemente,
espero que la noche caiga sobre el campamento y doy rienda suelta a la pasi�n.
Me desnudo completamente aun al fri� de la noche y mientras aprieto mis senos y
llevo mis pezones a mi boca para morderlos, mis dedos hacen maravillas en mi
vagina que late desesperada.

Mi ano ahora es un nuevo embriagante en esta licorera de
pasi�n, uno de los implementos de mi dotaci�n personal procura una entrada
fuerte pero placentera al hoyuelo que descansa entre mi nalgas.

Mi amor antes de ponerme a escribir ya he conseguido dos
orgasmos y ya casi no retengo los gemidos de que a poco creo van llegando a los
o�dos de mis hombres.

En los �ltimos d�as he comenzado a comportarme mas
provocativa, ���pero por Dios cr�eme que es casi inconsciente!!!, me inclino
hacia delante para empinar mi cola y acaricio mis amplias caderas, me acomodo
los senos delante de los hombres. Creo que no saben como comportarse ante esto,
saben que el Capit�n reprende muy fuerte y ser�a la palabra de una indefensa y
no muy experta Sargento contra la de un soldado raso, fuerte y ansioso.

Del enemigo aun no sabemos nada, otros campesinos nos dieron
nuevas indicaciones pero aun no sabemos que hacer, esperaremos a ma�ana.

Febrero 25

7:01pm

Las indicaciones de los campesinos eran correctas, los
tenemos a tiro, o por lo menos eso indican las huellas, creo que pronto se
vendr� el combate que dar� fin a esta misi�n y de paso a mi v�a crucis personal
que se ha tornado mas incontrolable.

Cuando pasamos por lugares complicados y es necesaria la
asistencia de los dem�s para seguir el camino soy victima de profundas caricias
que disfruto a cada momento, algunos hombres se aventuran a tocar mi entrepierna
mientras otros prefieren manosearme los senos, las se�as de mi cuerpo son prueba
fehaciente del placer que me da los �ltimos acontecimientos, los pezones los
tengo adoloridos de los duros que pasan todo el d�a y mi tanga siempre esta
mojada tal cual me hubiese orinado encima.

Mi amor, lo siento, te amo, yo quer�a mantener todo bajo
control pero estoy cachonda porque alguno de ellos se acerque a otro nivel y me
haga suya.

Febrero 26

7:22pm

Siento que estoy desconcentrando a los hombres bajo mi mando,
el Capit�n me pregunt� esta ma�ana si sabia la raz�n de la constante desatenci�n
del grupo, pero como explicarle que a mi paso el contoneo de mis posaderas atrae
todas las miradas.

Te juro que trato de no pensar en toda esta situaci�n pero mi
cuerpo no me ayuda, me encanta que los soldados est�n atentos a mis movimientos,
los veo cuando de repente se van solos y alejados del grupo se masturban,
seguramente pensando en mi.

Mi amor, algunos de ellos me atraen de sobremanera, la
actitud altanera del soldado Molina que ahora se ha convertido en un potencial
partido, causa en mi los suspiros mas profundos en mis sesiones nocturnas de
lujuria y auto satisfacci�n.

Por otro lado, hace poco, a eso de las 6:30pm vimos una
fogata que se encend�a en una colina no lejos de nuestra posici�n, suponemos que
son los campamentos de coca o por lo menos el grupo armado que cuida de ellos ya
que esta zona es muy peligrosa por su composici�n geogr�fica y no hay casas
cerca.

Febrero 27

11:18pm

Ya es demasiado tarde, pero te lo tengo que contar mi amor.
Perd�n.

Muy temprano llegamos al lugar donde hab�amos visto el fuego
la noche anterior, solo encontramos cenizas y un par de latas de at�n vac�as.

Esta tarde durante el almuerzo me recost� contra una pared de
tierra para apoyar el plato, todo el matorral cubr�a a la vista de los dem�s mi
corta estatura, entonces sent� pasos que se acercaban y vi aparecer al soldado
Molina, que sin decir una palabra acomod� su plato junto al m�o.

Como en cualquier caso, empez� a comer sin explicarme su
repentina aparici�n, de pronto sent� que su mano bajaba por mi espalda y
recorriendo la l�nea entre mis nalgas accedi� hasta el hueco entre mis piernas,
me acarici� la concha por sobre la ropa y yo sent� morir de placer, solo me
sostuve del matorral y permit� que su mano persiguiera su objetivo. Lo quer�a
tener adentro mi amor, y te digo esto entre lagrimas.

De golpe el Capit�n a lo lejos fren� el incesante empuje de
Molina en mi cuerpo anunciando el termino del almuerzo, era hora de reagruparnos
y seguir el camino.

Hace solo un par de horas cuando el silencio reinaba en la
selva y solo se o�an algunas aves nocturnas o el peligroso pero ya acostumbrado
sonido del cascabel de las serpientes, escuch� unas botas levantando algunas
hojas y dirigi�ndose hacia mi carpa.

Silenciosamente el cierre se abri� y solo logr� percibir una
silueta negra que me cubri�.

No se quien era, pero sus labios fr�os se juntaron con los
m�os mientras una de sus manos revoloteaba en mi concha. Con destreza la ropa
fue cediendo, yo tem�a en parte, no sabia que hombre de los 46 que viv�an
conmigo esta experiencia me met�a sus dedos y mord�a mis pezones.

Despu�s se abraz� a mi y lo envolv� con mis piernas, mi amor,
fue la sensaci�n mas grandiosa que jam�s haya tenido, cuando en medio de la
selva en la completa oscuridad y en el silencio mas profundo solo acompa�ados
por los jadeos que ya eran evidentes, su pene rompi� con d�as de indeseado
celibato a manos del servicio.

Su trozo forz� mi vagina, goc� de cada mil�metro que entraba
separando mis piernas hasta que sus huevos chocaron.

Empec� a sudar y su cuerpo resbalaba sobre el m�o hundiendo
su animal en mi tesoro, una y otra y otra vez, sus brazos fuertes me cercaban y
sus manos grandes como todo lo suyo acariciaban mi cabellera salvaje por el
traj�n de los d�as.

Alcanc� un orgasmo y el se reg� dentro de mi, su caliente
liquido me compens� todas las horas sin ti. Despu�s el soldado se retir� y me
dej� hambrienta de mas, no sal� a buscarlo, hubiese sido est�pido, total no se
quien fue.

Febrero 29

6:45pm

Los hombres est�n muy impacientes, no se ven los resultados
de la misi�n y en la base est�n pensando que hacer, algunos piensan en abortar
pero otros dicen que estamos cerca.

Por mi parte estoy feliz, mi soldadito me visito anoche
tambi�n y esta vez dur� mas junto a mi, conoci� los placeres de mi ano, ese ano
que hasta ahora solo era tuyo amor, sin embargo aun no me dice su nombre,
sospech� de algunos, especialmente de Molina pero no estoy segura, con lo mal
que me he portado en estos d�as cualquiera podr�a ser, incluso el Capit�n,
��ojala sea el Capit�n!!.

Perdona mi amor, no se que me pasa, solo estoy esperando que
oscurezca mas y que mi amante aparezca por la puerta de mi carpa para que me
haga el amor...

Marzo 1

7:32pm

Hoy fue un d�a fatal para nuestras tropas, nos emboscaron y
tres de nuestros hombres est�n heridos, uno de gravedad. El Capit�n atribuye el
traspi� a una desatenci�n del bloque de avanzada que no se percat� de la
presencia del enemigo. Espero que no tenga nada que ver conmigo, el Capit�n
conf�a mucho en mis capacidades de liderazgo y no quiero defraudarlo.
Desgraciadamente mi caliente actitud ha jugado en mi contra, el respeto de los
soldados por mi ha disminuido.

Ayer en la noche mi amante se apareci� con un amigo, los dos
me poseyeron por casi tres horas, prob� de nuevo el sabor saladito de un
rebosante pene que me era esquivo desde que estuve contigo mi amor, fue como un
trago de agua en el desierto.

Marzo 4

8:17pm

���Bingo!!! Hoy dimos con un campamento para procesar la coca
y lo desmantelamos, de la base se nos orden� seguir el la operaci�n, los hombres
se sienten con renovados �nimos.

Ya soy acariciada por todo aquel que se me acerca, cada uno
me da una atenci�n apresurada a escondidas del Capit�n y mi concha permanece
roja de calentura.

Mi amor, ���me siento la puta del batall�n!!!, me encanta que
me atiendan tan bien.

Descubr� que el soldado que se apareci� el primer d�a en mi
carpa, era efectivamente Molina, hace un par de d�as me lo confes� mientras en
un receso y con habilidad me rapt� por unos minutos adentradnos mas en la selva.

Junto a un �rbol se la mam� y me hizo el amor con tal firmeza
que una astilla de la madera del �rbol se incrust� en mi seno derecho, pero no
preocupes que todo esta de maravilla.

Noche tras noche aumenta el numero de soldados que asaltan la
tranquilidad de mi sue�o, llegan a ser tantos que deben esperar turno.

Mis piernas se encuentran abiertas desde las 8:00pm, hora en
que los pasos despiertan para recibir a mis desatendidos soldaditos, su Sargento
Amelia Dom�nguez esta siempre para ellos.

Marzo 5

7:49pm

Encontramos un nuevo campamento, este no tan abastecido como
el anterior pero al fin y al cabo refugio de los bandidos. Lo destruimos.

Pero la verdad la nota mayor de nuestro d�a lo puso la
declaraci�n abierta de mi posici�n ante el grupo.

A o�dos del Capit�n Consuegra lleg� mi indecoroso
comportamiento, ya era entonces obvia la raz�n de la desconcentraci�n del
batall�n. Con nervios recib� en reclamo del Capit�n enfrente de todos los
soldados, con la vista al suelo pens� que mis d�as en el ejercito estaban
contados y maldije entre dientes la insoportable calentura que dominaba mi
cuerpo.

Contrario a eso, el Capit�n me orden� ponerme de rodillas y
descubri� todo mi torso, mis senos al aire alentaron a los soldados que se
fueron sacando sus aparatos y se dieron a la tarea de alcanzar un orgasmo con mi
imagen.

Mi amor, no me lo vas a creer, pero tremenda cosota brinc� de
los pantalones del Capit�n y bruscamente lo incrust� en mi boca, sin una pizca
de recelo se lo chup� hasta los huevos. Se corri� en mi cara derramando
andanadas de semen sobre mi boca y mis pechos. Por ultimo grit�: ���la puta del
batall�n 16!!!.

Marzo 9

1:30pm

Me alej� por un momento de los dem�s para poder escribir.

Desde que el Capit�n me proclam� como "la puta del batall�n
16" no he tenido descanso, sobre mis muslos se escurren todo el d�a gotas de
semen o de mis propios jugos, solo avanzamos para descansar y dar comienzo a una
nueva org�a en la que yo soy el centro de atenci�n.

���Estoy en el cielo!!! Uno tras otro se montan encima y me
cogen como desquiciados, tengo el derecho (por mi rango de Sargento) de elegir
mi tiempo de descanso, pero de inmediato me hacen falta mis 45 soldaditos y mi
ardiente Capit�n que se han vuelto mis juguetes. Lo siento mi amor, ya no te
extra�o, mi vida como la puta del batall�n 16 por lo menos por ahora es todo lo
que inconscientemente hab�a deseado.

En la lejan�a de la selva vivimos junto a la naturaleza el
acto mas pornogr�fico y candente que dif�cilmente se podr�a ver en la selva de
cemento, no quiero volver y creo que los soldados tampoco, me he vuelto
propiedad del Capit�n en las noches, con el duermo y descanso de cada d�a de
excitante traj�n.

En su carpa me atraviesa con su candente y rojo trozo, ya no
oculto mis gritos de placer, todo el campamento y sus alrededores pueden
escuchar sin problemas.

La misi�n ya esta en un segundo plano, claro que seguimos
barriendo el terreno con sumo cuidado pero con el �nico fin de encontrar un
lugar para fornicar todos.

De los bandidos no hemos vuelto a saber y no hemos podido
encontrar otro campamento cocalero.

Marzo 11

8:54pm

Hoy tuvimos un serio problema, mientras me encontraba
arrodillada con los penes de 5 soldados apuntando a mi rostro, un r�faga de
balas paso cerca de nuestra posici�n y se desat� un cruento combate, me vest�
como pude y tom� mi rifle, bajo mis ordenes los soldados disparaban a lo poco
que ve�amos, hab�a llovido la noche anterior y todos terminamos empantanados. El
combate dur� como dos horas y afortunadamente no perdimos ning�n hombre, pero
una vez mas ellos se fueron sin da�o en su cuerpo militar.

El Capit�n estaba enojad�simo y orden� el fin hasta nueva
orden de la desenfrenada actividad sexual que regia entre la gente, dec�a que la
pr�xima nos pod�a costar la vida a todos.

Sin embargo y tras algunas peticiones de los soldados y una
que le hice personalmente, fue el mismo el que inici� una nueva org�a sobre el
barrizal que era todo nuestro camino. De nuevo los 46 hombres tomaron a esta
�nica mujer que es tu pareja mi amor.

Marzo 14

8:43pm

Estoy tomando un respiro, estoy acostada desnuda junto a mi
Capit�n que me besa todo el cuerpo, ambos estamos desnudos y el avanza por mis
muslos acerc�ndose a mi concha, siento su aliento hirviendo que me estremece.

Unos soldados me han pedido que vaya a sus carpas esta noche,
espero que mi Capit�n se duerma pronto para escaparme un ratito.

Mi amor, el Capit�n se ha recostado sobre mi y hunde su
portentoso aparato hasta mi abdomen, mi cabello alborotado cubre mi mano y mi
libreta y creo que no podr� escribir mas si este hombre me atiende de esta
forma.

�Me perdonaras mi amor?, creo que soy victima de las
circunstancias, de mi cuerpo y de mi propia calentura que has disfrutado y que
te has encargado de educar en las artes amatorias que me has ense�ado.

Solo quiero que sepas que disfruto cada minuto de estos
hombres que me brindan el placer que necesito en estos momentos.

Por ultim

Hasta aqu� llega el diario de la Sargento Amelia Dom�nguez.

El grupo armado al servicio de los narcotraficantes estuvo
vigilando los movimientos estrat�gicamente err�neos de nuestra tropa. El
batall�n 16 siempre estuvo descoordinado de los dem�s batallones en la operaci�n
desde el 26 de Febrero aproximadamente y fueron sorprendidos en la noche
mientras los oficiales al mando manten�an relaciones sexuales.

17 soldados murieron esa noche.

Despu�s de encontrados estos documentos que probaban la
ineptitud al mando del Capit�n Ernesto Consuegra y la Sargento Amelia Dom�nguez,
ambos junto a todos los soldados del batall�n 16 fueron expulsados de las filas
del ejercito.

Lo ultimo que supe de la Sargento Dom�nguez era que hab�a
terminado la relaci�n con su pareja dado que adem�s de los bochornosos
incidentes ocurridos, pocos meses despu�s se descubri� que estaba embarazada de
uno de los hombres a su mando durante la operaci�n de b�squeda y
desmantelamiento en la selva Amazonica.